Siempre se me ha hecho curiosa la escena de Langa en el cap 6 cuando se percina, digan lo que digan pero eso un acto que es mayoritariamente de las religiones derivadas de Jehová.  Cosa que siempre me ha dado la idea que Langa pertenece a ese dogma religioso. 

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Como ya era una costumbre entre los 2, en plena noche ambos se habían separado de sus hogares tras avisarle a sus padres sobre su salida. Encontrándose en el parque con la diferencia que en vez de ir a S patinarían solo por un rato en esa tranquila, conversando tranquilinamente en un intento por olvidarse de todo lo que tenga que ver con la vida académica por un rato.

Reki había traído suficiente dinero por si en algún momento el hambre les atacada. Ya había conocido a la madre de Langa, sonriendo está felizmente al ver que su hijo había conseguido un gran amigo, implorando a su difunto marido una y otra vez deseando que este para verlo, su hijo estaba creciendo muy bien, adaptándose al estilo de vida tan diferente al que tenían en Canadá, como lo era él de Japón.

- Hey Langa... - Bajando de su patineta Reki se paro en medio de la calle interrumpiendo la conversación que tenían, mirando a cada lado buscando notar quien tanto estuviera pasando, no quería llamar la atención de nadie. - ¿Sabes? Necesito decirte algo... Ahmm... Es un poco complicado. Joe me ayudo de hecho. - Estaba bastante nervioso, nunca se imagino enamorado de un hombre, pero lo que Langa le aspirada, sea esa confianza o confort que lograda calmarlo, o incluso emocionarlo de forma muy fácil. Estaba seguro que se había enamorado como antes lo hizo con mujeres.

Ya con las chicas... Ya había perdido a una amiga antes por creer que tenia oportunidad de tener una relación amorosa, a Langa lo apreciada mucho más que a esa vieja conocida, pero no quería perder la confianza porque de cierta forma se sentía en toda la confianza del mundo ahora. Solo tenía que avanzar.

Pasó a paso.

- ¿Joe? - Que Reki dijera eso confundió al chico de cabellos azules, era una mención rara sabiendo cómo era el patinador de cabellos verdes y fuerte atractivo varonil. - ¿Conseguiste novia?

- ¡¿Eh?! ¡No! ¡No es eso! - Bien, tenía que admitir que el mismo la cago mencionando a su compañero. Respirando profundo para recobrar la confianza que estaba perdiendo, pero como Langa lo mirada confundido esperando una respuesta clara que aclara las dubas que ya le provoco, no la tuvo fácil en tratar articular su declaración de amor.

-¿Seguro que estas actuando raro? - Se acerco, poniendo su mano encima de su frente. - Creo que no te he visto así desde la competencia con Adam...

- ¡Eso no se compara ahora!- Renegó. No podía creer que enserio estaba comparando eso con esto.

No obstante que lo mencionara le hizo caer en cuenta de un detalle, Adam parecía claramente enamorado de Langa pero era raro que el propio Langa nunca pareció estar cerca de llegar a esa conclusión.

Su conocimiento del catolicismo no era el mejor, pero si esta se refería a él como "Eva" La esposa de Adán.

- ¿Seguro? Porque te noto como si estuvieras dudando. Y has mejorado mucho en el patinaje.

- Langa no me estas entiendo, no tiene nada que ver con el patinaje, solo es sobre tu y yo. - Sus mejillas se estaban empezando a confundir con su pelo por el sonrojo que tenia. - Es que bueno... En ese momento aunque estaba con mis dudas. - Empezó con eso, cruzándose de brazos queriendo parecer imponente y más seguro. - Logre pararme e incluso barrer el piso con Adam. Quiero hacer eso mismo ahora y decirte que me enamore de ti. - Hasta que lo admitió. Sin atreverse a ver a Langa a la cara bañado en su propio sudor como un producto que vino con los nervios.

- "Menciona lo que sea por favor" - El silencio era muy abrumador para su persona. Esperada que Langa no lo rechazara, o de lo contrario, que no lo haga tan feo.

- ¿Enamorado de mí? Pero los 2 somos hombres. - Fue como si a Reki se le rompiera el corazón al escuchar eso.

- Ahmm... Entiendo... Lamento qu...

- No dije que no. - Las esperanzas en el corazón de Reki se levantaron de forma exponencial. Sonriendo como el muchacho en plena tormenta de hormonas que era.

- ¿Enserio? ¿Tu si me amas?

- No dije eso. Me resulta raro, pero... Yo... Desde que empezamos a conocernos, te vi como un "Otro yo" Que no sé bien cómo explicarlo.

- ¿Te refieres a una persona del cual puedes acompañar de forma incondicional? - Con una ligera sonrisa Langa asintió. - Es lo que siento por ti, desde hace ya 1 año que hemos pasado y hecho mucho juntos como amigos, y puedo asegurar que te amo.

- Me alagas, pero; No me la pongas tan compleja.

- Ok, Ok. Te vare espacio. ¿Terminamos nuestro paseo?

- Si, pero me dices de que hablaste con Joe.

- Solo le pedí concejos, tenía miedo de que me dejaras de hablar tras esto. - Respondió. - Y... - Sonriendo travieso tarareo para hacerle saber el secreto que el chef italiano le admitió. - Me dijo que tuvo una relación fallida con Kauro, que en este momento estaba buscando recuperar.

- Vaya... - Eso sí que le saco más de un signo de exclamación. Así que Joe era bisexual, algo que rara vez pensó de él.

Dejando eso de lado, cada uno solo rio de forma ligera antes de volver a tomar su camino en su salida juntos.

Al volver a sus casas. Mientras Reki sonreía como enamorado pensando en que las cosas iban a salir bien, feliz de sacarse ese peso de encima, Langa estuvo dudando mucho.

Él creció junto con la religión de Jehová, totalmente común en occidente a diferencia de Japón donde está casi no se practicada. Entre muchas de sus enseñanzas en la iglesia fue sobre "Familia tradicional" Hombre y mujer, un asunto que nunca pensó más de lo debido, al no tener mucho que cuestionar en parte.

Ahora, su corazón estaba chocando con esos ideales, porque quería decirle a Reki que también lo amada, tomarlo de las manos, de las caberas o de las mejillas para besarlo. Eso quise hacer, pero las creencias con las cuales creció le detuvieron de hacerlo. "Era un pecado"

Era muy confuso para él, más porque no quería preocupar a su madre. Aunque se hiciera el inocente el estaba al tanto de las preocupaciones de su madre desde que su padre falleció, seguramente, se sentía incapaz al criarlo sola.

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Al despertar la mente de Langa no estaba diferente. Mirando a la foto que tenia de su padre, se empezó a preguntar como reaccionaria él ante la idea que le guste un hombre.

¿Seria del tipo que se negaría? ¿O de los que le diría que lo aceptada y le varia muchas charlas sobre relaciones exigiendo conocer a su pareja?

Bueno, al menos creía que lo podría poner eso en riesgo con su madre. Al menos podría hablar con ella. Si le iba decir que "Si" a Reki, quería que ella esté enterada, no deseada que ella se decepcione por ello.

- Buenos días mi amor. - Sonriendo la señora Hanasewa se acerco para servirle el desayuno a su hijo. - ¿Cómo te fue ayer con tu amigo?

- Bastante bien. - Retomando su mirada de indiferencia empezó a considerar sus palabras a pronunciar a partir de ahora. - Por cierto... ¿Qué piensas tú sobre Reki? - Para ella que su hijo le cuestione un asunto como eso fue una situación rara, nunca se la espero pero aun con eso respondió.

- Pues, me alegra que hayas hecho un gran amigo. Me sorprendió bastante saber que aquella noche, me hablaste de él, por un momento yo pensé que te habías enamorado de una chica. Pero eso no quita que esta complacida que los 2 se hayan conocido.

Una vez noto la expresión en el rostro de su hijo la señora Hanasewa empezó a llamar a su marido mentalmente.

- ¿Paso algo entre los 2?

- No solo... No sé cómo decírtelo.

- Ha de ser grade para que te comportes tan raro. - Acercándose a él poso su mano sobre su hombro, queriendo verlo a los ojos. - Dime; ¿Se pelearon? Es tu amigo, estoy segura que se podrán reconciliar.

- No es eso... Yo, no lo quiero solo como mi amigo. Es eso.

- "¡TE NECESITO CONMIGO OLIVIEEEEER!" - La mujer empezó a sudar frio. Lo que nunca espero que pasara, pasó frente a sus ojos. Negando la cabeza de un salto se paro, buscada calmarse rápidamente. - "¡No! ¡Tengo que ser fuerte! Tengo a mi hijo descubriendo sus sentimientos, ha estaba muy feliz estos días, Olivier seguro me alentaría y dejaría todo en sus manos, pero ahora tengo que cumplir su papel también. Por nuestro hijo"

Sabia de los prejuicios que tanto la religión japonesa como la occidental trasmitían a la sociedad, pero la felicidad de su hijo no podía ser medida por ellas. Aunque eso pudiera generarle dubas o temores a su hijo. Sabiendo cual era su decisión y dispuesta a llevar las consecuencias.

- ¿Estás seguro que lo amas? - Lentamente, Langa asintió. - Díselo, y luego preséntamelo otra vez pero como tu novio ahora.

- Ahm... Ahmm... - Abriendo la boca intentando articular palabra Langa solo pudo tartamudear ante lo que escuchada por unos ligeros segundos. Ya fuera de eso. Sin objetar mucho Langa acepto esa propuesta, susurrando un gracias buscando terminar de comer. - ¿Esta misma noche puede ser? - Su madre acepto.

Para Reki, fue grande la sorpresa cuando Langa no solo lo beso al momento de verse, sino que también su madre quería verlo.