Capitulo 7
SAMUEL GALLARDO
Acabo de dejar a Andrea en el hotel donde se hospeda sintiéndome la peor mierda del mundo. Siento como mi corazón se rompe en mil pedazos ¿Por que me siento asi? Quiero golpear
a alguien. Quiero gritarle e irme en contra del puto mundo por la mierda de vida que terngo. Me siento desesperado... Quiero llorar, ésto duele
y mucho.. No estaba preparado para sentirme así.. Me siento más miserable de lo que ya soy.
Y con todo el dolor que siento en mi pecho entro a mi coche y me dirijo a mi casa.
Andrea ¿Por que tuviste que aparecer? No debí perseguirte, no debí ir tras de ti, ahora complicaste mi vida. Mi vida ya era horrenda antes de conocerte, y presiento que desde ahora será peor. Me pregunto como seguiré después de haber tenido un ser puro e inocente en mis brazos. Ya no quiero seguir metido en la mierda que estoy con Beatríz.
¡Maldición Beatríz! Acabo de ser infiel y no solo fue sexo con Andrea, sentí lo que nunca he sentido con Beatríz.
Regreso a mi casa y me dirijo a mi habitación. Siento unas enormes ganas de llorar pero no lo haré. Nunca he llorado y ésta no será la excepción. Por mucho dolor que sienta, no lloraré ; ¡No debo hacerlo.. Los hombres no lloran!
Me tumbo en mi cama y coloco la almohada encima de mi cara. Sería fácil aficiarme en estos momentos pero soy un cobarde y no lo haré. Nunca he llorado y ésta no será la excepción. Por mucho dolor que sienta, no lloraré ¡No debo hacerlo... Los hombres no lloran!
Me tumbo en mi cama y coloco la almohada encima de mi cara. Sería fácil afixiarme en estos momentos pero soy un cobarde y no lo haré.
Cierro mis ojos y recuerdo como Andrea gemía mientras yo la follaba.
Me pongo duro de inmediato al recordar el gran y placentero orgasmo que sentí.
¡Mierda! No nos cuidamos, espero que no le pase nada... Ósea ¿Que tanta probabilidad hay que suceda algo a la primera?
***
Me despierto sobresaltado; estaba soñando como me follaba a Andrea.
¿En que momento me quedé dormido? No importa.
Me voy al salón y me doy cuenta que no hay nadie en la casa.
El sonido del telefóno me distrae
—Mansión Gallardo—gruño ¿Por qué estoy respondiendo el teléfono?
—Hasta que por fín te digna en aparecer —es Beatríz y está muy molesta
—Beatríz— susurro
—Ama —me corrige.
—Ama ¿Que desea?—Añado sarcástico.
— Quiero que vengas inmediatamente a mi casa. Te estaré esperando para darte un castigo que no olvidarás por dejarme plantada—difinitivamente Beatríz está furiosa.—No te imaginas lo furiosa que estoy contigo—puedo imaginarlo — y no se te ocurra dejarme plantada de nuevo porque será peor para ti—añade amenazante.
—Esta bien... ahora iré a tu casa—susurro temeroso.
Beatriz cuelga y yo decido ir a enfrentarla. Ésto debe acabarse hoy.
Me cambio de ropa para ir con Beatríz, ella siempre espera que esté bien vestido, es una admiradora del buen gusto.
Voy bajando las escaleras y me encuentro con mi padre.
—¿Donde vas hijo?—Me pregunta.
—No es de tu incumbencia—respondo cortante.
No estoy de humor para discutir con él.
—¡No me hables en ese tono! Soy tu padre y me debes respeto—responde enojado.
—¡Vete a la mierda!—Grito antes de dirigirme a la entrada.
—¡JOVENCITO, VEN AQUI! —grita pero hago caso omiso —SAMUEL.
Yo subo de prisa a mi coche y salgo disparado hacia la casa de Beatríz.
Mientras conduzco pienso en Andrea ¿Como estará? Ella me entrego su virginidad y yo la he dejado abandonada en ese hotel. Soy un maldito desgraciado.
Pensar en ella provoca que el pecho me duela una vez más.
¿Por que duele de esta manera?¿Que mierda es lo que siento?
Pensando en una joven hermosa y pura llego a casa de Beatríz.
Aparco y salgo de inmediato de mi coche. Me dirijo a la puerta.
—Joven Samuel—la ama de llaves me abre la puerta.
— Buenas tardes—es la última hora de la tarde.
—La señora Alcazar lo espera en la planta de arriba—me responde
Entro a la casa y de inmediato subo las escalera para ir al cuarto del dolor de Beatríz.
Me quedo parado enfrente de la puerta del cuarto de juegos de Beatríz, de repente todos los recuerdos de los momentos lindos que viví con Andrea, interrumpe en mi mente. Ella era dulce, cariñosa, educada e inocente, todo lo opuesto a Beatríz.
—¿No deberías estar en posición de sumiso?—Escucho la voz de Beatríz detrás de mi, inmediatamente mi cuerpo se tensa — quiero que estés solo en calzoncillos, arrodillado esperandome—ella suena amenazante.
— No quiero—respondo desafiante y sin voltearme para verla.
—¿Perdón? ¿Estás desobedeciendo?—Añade atónita.
—Si.
Beatríz abre la puerta de su cuarto de juegos y me empuja hacia dentro.
—Ya sabes lo que sucede cuando me mienten y me desobedecen—ella se dirige donde están los látigos, las varas, las fustas, y los cinturones colgados. Está vestida con un conjunto de lencería color negro, camisola transparente y unas botas de cuero que le llegan hasta el muslo. — Quítate la ropa—ordena y saca un cinturón de cuero.
—Dije que no quiero—trato de sonar firme aunque por dentro me siento temeroso.
Antes me gustaba hacerla enfadar, pero ya no... Con el tiempo Beatríz, me empezó a castigar más duramente, incluso ha estado a punto de romperme los huesos con sus duros castigos.
—¡QUE TE QUITES LA ROPA, MALDITO HIJO DE PUTA! — grita furiosa.
Ay Andrea ¿Que me hiciste? Ya no soporto a Beatríz.
—¡DIJE QUE NO!—grito igual que ella.
Beatríz alza el cinturón para azotarme pero me aparto evadiendo el maldito cinturón, ella se sorprende.
—Samuel, quítate la ropa... obedece—apenas logra contener su ira.
— ¡MALDICIÓN BEATRÍZ DIJE QUE NO!—digo furioso
Ella va intentar azotarme de nuevo y yo me aparto nuevamente. No más Beatríz, éste juego se acabó.
Beatríz me mira sorprendida pero se recompone inmediatamente, ella levanta el cinturón nuevamente pero yo se lo quito.
— ¡¿TE GUSTA AZOTAR?¿TE GUSTA SENTIRTE PODEROSA?¿TE GUSTA HUMILLARME?!—Grito furioso.
Puedo ver el asombro en sus ojos. No te esperabas ésta reacción ¿Verdad?
—CONTÉSTAME—le doy un azote a su cruz de San Andrés.
¿Por que tuviste que aparecer tan tarde en mi vida Andrea? La furia me invade y empiezo a destruir el cuarto de Beatríz.
Tengo rabia con ella, con la puta adicta al crack, con Andrea por que fui débil con ella... Debí resistirme, debí controlar mis impulsos.
—Samuel cálmate—susurra Beatríz asustada—Samuel por favor—añade pero yo hago caso omiso a sus súplicas.
Andrea, Andrea, Andrea. ¿Que me hiciste?¿Por que me duele tanto? ¿Por qué tuviste que aparecer en mi vida?¿Por qué no apareciste antes? Ya es demasiado tarde para mí.
—¿POR QUE?—Grito y sigo destrozando el cuarto.
— ¡BASTA SAMUEL, DETENTE POR FAVOR!—grita Beatríz.
Yo trato de controlar mi ira... Enserio que estoy tratando.
— ¡SAMUEL... MÍRAME!
Reacciono ¡Mierda le destruí su cuarto del dolor a Beatríz!
Mi respiración es agitada, mi ritmo cardíaco ha aumentado.
— Respira hondome dice Beatríz. Inspiro hondo. Necesito calmarme.
—Quiero que nuestro contrato de ama y sumiso se termine en éste momento—susurro trantanto de calmarme.
—¡¿Que?! Tu no puedes hacerme esto—su voz es de incredulidad.No puedes pretender acabar con un trato... Estás mal Samuel, vete a tú casa... Mañana cuando estés más tranquilo hablamos.
— ¡NO... YA NO QUIERO SER TU MALDITO SUMISO!—Grito con ira.
—Esta bien... ¿Que tal si yo soy tu sumisa y hace lo que quieras conmigo?—me responde asustada
—¿Como?—Pregunto perplejo. ¿Ser el amo de Beatríz?
—¿No te gustaría ejercer el control sobre mi? Ser tú el amo—me propone.
—¿Es enserio? —Pregunto.
Está dispuesta a cederme el control, es lo que he querido desde hace un tiempo. Ser yo él que lo controla todo.
—Si—responde decidida.
Ya se lo que me gusta.
POV ANDREA DEL JUNCO
Un Mes Después.
Ha pasado más de un mes que visité Seattle, y aún me duele lo que dejé en esa ciudad. Pareciera qué el dolor nunca se irá, cada recuerdo de él, cada caricia, cada beso
se ha transformado en dolorosos recuerdos. Quisiera verlo nuevamente, a veces quisiera huir a Seattle para Únicamente verlo, pero no sé dónde vivía exactamente.
Estos días me estado sintiendo mal; hace tres días empecé a vomitar, tengo los pechos sensibles, y estoy durmiendo más de lo debido. Mi padre ha estado muy preocupado, yo le he dicho que no es nada grave, que no se preocupe pero no he logrado convencerlo, hasta que finalmente me obligó a ver a un médico.
Tengo miedo lo que me diga.—Tengo mis sospechas y estoy deseando que no se hagan realidad. Por favor que no sea lo que estoy pensando, mi padre querrá morirse por mi culpa y yo estoy aterrada y avergonzada.
—¿Señorita Andrea, hace cuanto que fue su última mestruación?—Pregunta el médico.
Yo me sonrojo y miro mi padre.
— Aproximadamente dos meses ¿Por qué?respondo con timidez.
—¿Y que edad tiene?—El médico parece muy interesado. —Quince años¿por que?—Susurro.
No lo diga por favor. Digame qué tengo alguna infección estomacal.
— Es muy joven — murmura mirando a mi padre.—Señorita está usted embarazada.
Me quedo en shock.
¿Embarazada? Por Dios. Mi pesadilla se hace realidad.
—¡¿QUE?!—El grito de papá me saca de mi shock momentáneo.
Cuando asimilo lo que acaba de decirme el doctor me pongo a llorar. Esto es lo que menos quería.
—¡ANDREA ¿QUE FUE LO QUE HICISTE?!—papá está furioso y no lo culpo, soy una pésima hija.
—Cálmese señor—añade el doctor.
—¡¿COMO ME PIDE CALMA, SÍ ÉSTA NIÑA VA HACER MADRE?—mi padre sigue gritando.
— Perdóname — no puedo con esto ¿Con qué cara lo miraré desde ahora? Seguramente está demasiado decepcionado de mi.
—i¿QUIEN ES EL PADRE?!—Grita Continúo llorando en shock. — ¡¿Quien te engendró un hijo, Andrea?! —
No digo nada, el llanto y la verguenza no me permiten hablar.
— Tranquilo señor del Junco, éstas situaciones son más comunes de lo que usted cree, solo le aconsejo que apoye a su hija, es muy joven y lo necesita.
Mi padre no le responde al doctor, se pone de pie y camina hacia la puerta.
—Perdon papá, perdón por decepcionarte—le digo entre sollozos.
— Necesito un momento a solas — añade antes de salir. Cuando mi padre ha salido de la habitación, el doctor me dice:
— Si no deseas ser madre, hay otras alternativas, sabes a lo que me refiero ¿Verdad?
— Lo sé, y lo pensaré.
No estoy preparada para tener un bebé.
🦋🦋🦋
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro