Capítulo 7
Después de pasar los cinco minutos como decía en la caja, tomo la prueba con los ojos cerrados.
—No puedo verla Laura —digo y la vuelvo a poner en la mesita.
—Abigail, no seas cobarde —la toma en sus manos y la mira.
Abre los ojos como platos y se tapa la boca, esa expresión me preocupa.
—¿Y? —pregunto y Laura me mira —Laura habla que me tienes intrigada ¿qué pasó? —ella sonríe.
—Felicidades futura mamá —dice alegre.
Me llevo una mano a la boca y se me salen las lágrimas, me siento en la cama, no lo puedo creer.
—No puede ser, ¿qué le voy a decir a mis padres? Se van a decepcionar de mí —me siento en la cama.
—Oye, mírale el lado positivo, van a ser abuelos Aby —se arrodilla en frente de mí.
Me toma de la mano, otra lágrima se me escapa.
—Entonces, voy a ser mamá —sonrío tocando mi vientre.
—Sí amiga, una mamá muy guapa y joven —dice y río.
Ella se pone en pies.
—Pero tengo miedo de la reacción de mis padres Laura —digo preocupada aún.
—A ver, ya no pienses en eso. Piensa en tu bebe, piensa en cuando te diga mamá, lo feliz que te va a hacer cuando lo veas por primera vez —dice alegre y yo sonrío.
—Sí, ¡voy a ser mamá! —exclamo un poco mas alegre.
—Así me gusta verte, con ese brillo en tus ojos —me sonrojo —¡Voy a ser tía! —grita Laura.
—Sí, y vas a ser la mejor tía del mundo —le digo sonriendo.
—Y tú, la mejor mamá —nos abrazamos —ahora lo primero que tienes que hacer es ir a tu casa y darte un baño —se separa de mí y yo niego.
—No Laura, no quiero ir a mi casa hoy, ¿me puedo quedar aquí? —pregunto suplicante.
—Eso no se pregunta, claro que te puedes quedar aquí Aby.
—Ay Laura, no sé que haría sin ti, eres como la hermana mayor que nunca tuve y siempre quise tener —la vuelvo a abrazar.
—Y tú, eres como la hermana que siempre quise tener, porque la que tengo es una zorra de lo peor —me río.
Ella está loca.
—Bueno, ahora voy a llamar a mi mamá para que me mande ropa con tu novio —saco el celular y marco el numero de mi mamá.
Uno... Dos... Tres y contesto.
—Abigail, a ¿qué hora piensas venir a casa?
—Eso quería decirte mamá. Me voy a quedar a dormir en la casa de Laura, porque estamos haciendo un trabajo súper largo y terminamos tarde, para ver si me puedes mandar ropa con Azael.
—Está bien hija, ahora le digo a Azael que te lleve la ropa, te cuidas.
—Está bien mami, Bye.
—Adiós mi amor, te cuidas —cuelgo.
—Listo, ya Azael me va a traer la ropa —Laura me sonríe.
—Y, ¿Qué hacemos mientras viene? —pregunta.
—Hacer el trabajo que nos mandaron.
—¿En serio? —yo la miro mal —está bien, está bien, hagamos el trabajo —saca la libreta.
Nos ponemos a hacer el trabajo, lo terminamos y diez minutos después tocan la puerta.
—¡Yo voy! —grita Laura para que su mamá no venga —Hola mi amor —besa a mi hermano.
Un beso un poco largo, más bien larguísimo.
—Hola preciosa, ¿está mi hermana? —pregunta.
—Sí, pasa —se hace a un lado.
—Hola, hermana, aquí tienes tu ropa —me da el bolso.
—Gracias, hermanito —agarro lo que me mandó mi madre.
—¿Quieres un vaso de jugo, mi amor? —pregunta Laura.
—Si no es mucha molestia, preciosa —dice y se van a la cocina.
Yo me voy a bañar, en el baño que está en el cuarto de Laura. Salgo diez minutos después y me pongo una pijama que me trajo Azael; la pijama consta de un mocho y una blusa mangas largas, me cepillo el cabello y entra Laura.
—¿Ya se fue Azael? —pregunto sentándome en la cama.
—Sí, ahora me voy a bañar. Después tienes que llamar a Leo y decirle —me recuerda y la miro.
—Está bien, le voy a mandar un mensaje para vernos mañana —digo y ella se mete en el baño.
Tomo mi celular y le mando un mensaje a Leo, diciendo: "Hola mi amor, tengo que decirte algo muy importante. Veámonos mañana en tu departamento a las 2:00 p.m. Te quiero. Hasta mañana".
Le mando el mensaje y dejo el celular en la mesita de noche de Laura, después ella sale y nos ponemos a ver una película comiendo palomitas, hasta que el sueño me vence.
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