Fernando Miller

Después que Lucas termina de hablar con Aby yo le respondo su pregunta.

—Estoy bien y ¿tú? —digo y ella se voltea, cuando lo hace se tambalea.

—Estoy.... Estoy.... —no termina de decir porque se desmaya.

Antes que su cuerpo caiga al suelo la agarro y le sostengo la cabeza para que no se golpee. En eso viene bajando Lucas.

—Aby podrías subir... ¡Aby! —grita y se acerca —¿qué le pasó? —pregunta asustado.

—Se desmayó, la voy a llevar a su cuarto —la cargo y Lucas me guía.
Abre la puerta y la acuesto en la cama.

—Lucas trae alcohol y un algodón, por favor —digo y el asiente.

Sale del cuarto.

—Nando, ¿por qué está así? —pregunta mi hermana.

—No lo sé nena, puede ser por muchas cosas —digo poniendo una almohada para su cabeza.

—Se supone que tú eres doctor —reclama cruzada de brazos.

—No, aún no lo soy, soy estudiante, además no tengo lo necesario para revisarla —Lucas entra.

—Toma —me da el alcohol y el algodón.

Le echo alcohol al algodón y se lo pongo en la nariz.

—Ya está despertando —dice Lucas al ver que su hermana comienza a moverse.

Abigail Johnson

Siento un olor fuerte en mi nariz y comienzo a mover mi cabeza pero no se quita, así que abro los ojos.

—Ya abrió los ojos —dice Emma, cuando me ve despierta.

—Aby, ¿estás bien? —pregunta Lucas agarrándome la mano.

—Sí pecas, estoy bien no te preocupes —dice y le sonrío.

—Me asusté mucho Aby.

—No te preocupes pecas estoy bien, no me pasó nada —le digo.

—¿Segura? —pregunta.

—Segura, ahora vayan a terminar su tarea —digo y ellos salen del cuarto.

—Aby, has tenido otros síntomas además del desmayo —me pregunto Fernando.

—Esta mañana me levante con un dolor de cabeza y con mareo, además tenía fiebre y no desayuné bien —digo sentándome en la cama.

—Tienes que comer Aby, no sabes todo lo que puede causar no alimentarse bien —dice serio como todo un doctor.

—Yo si como, solo que no tenía hambre y me sentía mal —digo encogiéndome de hombros.

—Que no se vuelva a repetir jovencita —me regaña serio.

—Esta bien papá —bromeo un poco y él sonríe —Cambiando de tema, ¿no te gustaría ver una película?, hasta que Lucas y Emma terminen la tarea —sugiero.

—Sí, para no aburrirme mientras llegan tus padres —dice poniéndose frente a mí.

—No tienes que esperar a que lleguen mis padres —me levanto de la cama.

—Claro que sí, es obvio que se te bajó la presión, ¿qué tal que te vuelvas a desmayar?, Lucas no va a poder contigo —bajamos las escaleras.

—Tienes razón, pero eso no va a suceder —enciendo el televisor.

—¿Tú como sabes? —alza una ceja y se cruza de brazos.

—Porque ya estoy bien —me encojo de hombros y pongo una película de comedia ("¿Y dónde están las rubias?").

—Como digas —nos ponemos a ver la película.

Después de media hora Lucas y Emma se nos unen.

—¿Les gustó la película? —le pregunto a los niños presentes.

—Sí, dio mucha risa, cuando se le soltó el botón del pantalón a la chica que en realidad era chico—dice Emma riéndose.

—Sí, y salió encorvada —dice Lucas y Emma ríe más fuerte.

Lucas me mira y yo alzo mi pulgar en aprobación, Fernando se da cuenta y sonrío tierno.

—Bueno niños, ¿quieren ir a comer un helado? —pregunta Nando poniéndose en pies.

—Sí —dicen Emma y Lucas a unísono, luego se miran y Emma se sonroja a lo que mi hermano ríe.

—No, Lucas no puedes comer helado, ya ha comido muchos dulces esta semana —apago el televisor.

—Pero Aby —hace pucheros.

—No Lucas —lo mire seria.

—Entonces comemos otra cosa, yo invito —dice Nando mirándome con una sonrisa, me guiña el ojo.

—Está bien, vamos —me rindo y ellos sonríen.

Llegamos a un puesto de comidas rápidas. Lucas y Emma se compran un perro caliente, Fernando una hamburguesa y yo una pizza. Después nos vamos a la casa y convenzo a Fernando para que se vaya a su casa. Como a los 10 minutos que Fernando y su hermana se van llegan mis padres y Azael.

—Hola chicos, ¿Se portaron bien?¿hiciste tu tarea Lucas?¿ya te sientes mejor hija? —pregunta mi mamá entrando.

—Si, nos portamos bien y ya me siento mucho mejor —digo desde la cocina.

—Si mamá, hice la tarea —responde Lucas prendiendo la televisión.

—No señorito, usted se va a dormir, mañana se tiene que levantar temprano —dice quitándole el control de las manos.

—Pero mamá, apenas son las 8:30 P.M. —hace pucheros.

—Pero nada, a dormir —Lucas hace una mueca y comienza a subir —Lucas, ¿y mi beso? —señala su mejilla.

Lucas se devuelve y la besa, luego a papá y choca su mano con Azael, a mí me da un abrazo, el cual yo correspondo y le doy un beso en la frente.

—Yo también me voy a dormir —digo y le tiro besos a todos.

Subo a mi cuarto, me pongo la pijama y al tocar la almohada caigo en un profundo sueño.