Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Vicios, traumas y verdades

-Vete...- murmuré sin apenas abrir la boca, ahora mismo lo que menos me apetecía era hablar con alguien.

Sin embargo, a pesar de mis palabras, note como se sentaba a mi lado y se estiraba sobre la hierba.- ¿Qué quieres?-pregunté fastidiada pero sin cambiar de posición. Él no me respondió, simplemente se quedo allí haciendome compañía sin abrir la boca.

-¿Aún quieres que me vaya?- preguntó una media hora después hablando lentamente y arrastrando las palabras.

-¿Me harías caso si dijera que sí?-inquirí desganada.

-No -respondió girandose hacia mi. Yo hice lo mismo quedándome a la altura de sus ojos y fijandome en sus profundos iris castaños. Hasta ese preciso momento nunca me había percatado de lo cierta que era la frase de : "En una mirada se puede decir todo".- Estuve metido en drogas durante dos años...- mencionó de pronto el rubio, sorprendiendome por esa forma tan directa de decirlo.

- Yo soy bulimica desde que tengo once.-respondí sin embargo suspirando.

-¿No tienes trece?

-Si, en breves catorce.

-Un poco joven para eso...-comentó.

-Y tu un poco joven para las drogas.-contesté. Él asintio conforme.

-¿Sigues vomitando la comida?-me preguntó apoyandose en la tierra por los codos.

-No lo pretendo, pero a veces mi cuerpo reacciona solo y no me deja comer con normalidad.-murmuré encogiendome de hombros.-¿Tu superaste tu adicción?- Él asintió.

-Ahora lo máximo que pruebo es el tabaco.-me informó. Yo no comenté nada más.

-¿Estas bien?- dijo mirandome a los ojos de nuevo.

-Perfectamente -dije sarcastica.

-Oh, genial-contestó Matt -yo que pensaba que necesitabas ayuda -dijo de igual modo levantandose y sacudiendose el pantalón. Después de eso me ofreció una mano para levantarme a mi.

-¿Ayuda? ¿No ves lo fuerte que soy?-sonreí aceptándola.

-Si que lo veo...-susurró abrazandome de forma inesperada en cuanto estube en pie. No se si la razón por la que le devolví el abrazo fue por agradecimiento o por tristeza, solo se que me aferre mas fuerte a él de lo que estaba y enterre mi cara en su camiseta reprimiendo las ganas de volver a llorar. Hacía tanto tiempo que nadie me abrazaba... y se sentía tan bien. No quería que me soltara más...

-No se lo que habra pasado... pero no te enfades con él.-murmuró.-es un idiota a veces, muy a menudo de hecho; pero dice muchas tonterías sin querer.

-¿Como sabes que fue por culpa suya?

-Porque le vi salir de su casa dando un portazo, casi a punto de llorar; Y le dio una patada un contenedor... para mí eso no es estar demasiado bien, generalmente cuando está así es porque a hecho alguna idiotez, bueno, o que le ha pasado algo, pero es más común que ocurra lo primero en él...-respondió con una corta risa.

-¿Por qué no fuiste con él?- pregunté.- ¿ y por qué siempre pareces estar tan feliz y tranquilo?- agregé curiosa.

-Digamos... que con él no es fácil hablar cuando esta así.

Y porque... una persona me enseñó que estar triste no sirve para nada... Además, con el tiempo aprendes que es posible estar tranquilo sin necesidad de fumarte algo.- dijo sonriendo. Yo le imité.

_____________

Respire hondo y sali de casa, tenía que solucionar esto de una vez por todas, en a penas una semana ya sería navidad, y me negaba rotundamente a pasarla enfafado con mi hermano pequeño.

Eche un vistazo al rededor, se había marchado hace un buen rato, pero lo mas provable es que estuviera aun cerca.

Decidi ir hacia la izquierda, cuesta arriba, ya que mas adelante vi un pequeño destrozo, que posiblemente fuera causado por James. El contenedor metalico que había dos casas mas alla, no recordaba que eatuviera abollado, ni tampoco tirado en el suelo. Me acerque allí y segui un poco mas hasta cruzar la calle, lo más provable era que se hubiera metido en algun sitio por donde no pasara mucha gente.

Despues de caminar un rato lo encontre sentado en el suelo, apoyado detras de una de las casas de nuestra urbanizacion. Estaba con los ojos cerrados y con su cara apuntando hacia arriba, diria hacia el cielo, pero unas nubes se estaban concentrando por esa zona y apenas se veía.

Parecía que pronto comenzaría a llover, no es de extrañar, se notaba que estabamos ya en Diciembre. Bueno, y en España...

James aun no había notado mi presencia, así que me acerque un poco mas a él, hasta que abrió los ojos en mi dirección.

En cuanto me vio se levanto e intento volver a irse, pero le pare con un brazo, no volvería a escaparse, teniamos que hablar.

-¿Qué haces tú aquí?-preguntó molesto.

-Te podría hacer la misma pregunta.-le respondí.

-Déjame.-se quejó intentando apartarme el brazo.

-No, tú y yo vamos a hablar. Ahora.-agregé cuando le vi zafarse de mi agarré.

-¡No quiero hablar contigo!-exclamó, pero sin llegar a elevar el tono.

-Pero yo si que quiero hablarte a ti, así que por favor... siéntate.-le pedí casi rogando mientras me agachaba y me colocaba en su sitio de antes.

James resignado se sento a mi lado, pero ni siquiera me dedico una mirada.-¿Que puedo hacer?-le pregunté al cabo de un rato. Él me miro extrañado.-para que me perdones... ¿Que puedo hacer?-murmuré mientras jugaba con una piedrecita que había en el suelo.

Paso el tiempo y James no me contestó, así que prove a hacer otra pregunta diferente.

-¿Vas a decirme lo que te molestó algun día?

-No lo se, no se lo que me molesta realmente... pero, me molesta mucho.-suspiró.-Yo no entiendo nada.-dijo en un susurró.

-Eso debe de venir de familia...-pense en alto sin darme cuenta, a él se le escapo una pequeña risa.-Oye, creo que tengo una idea.-dije imaginandome en mi cabeza como una de estos dibujos animados a los que se les enciende una bombilla.

-deslumbrame...-dijo mi hermano cansado.

-Mi peor pesadilla de pequeño era que mi profesor de gimnasia me persiguiera lanzandome naranjas por correr muy lento en clase.

-¿Qué?-exclamó James estallando en una carcajada involuntaria, aunque pronto dejo de reirse para continuar con su enfado.

-Mi primera y unica mascota fue una ardilla que encontre en un parque, pero mama me obligo a dejarla porque me había partido un diente al intentar capturarla.-seguí recitando. Mi hermano me miraba sin entender nada e intentando no sonreir por lo que decía.-Cuando cumpli doce años me metí en una pelea por primera vez, y me gano una niña de ocho años, que acudió a defender a su hermano...

Desde que vi a Steve vestido de mujer en una fiesta tengo pesadillas con descubrir que Veronica en realidad es un hombre... porque tenía un vestido igual.-confesé.

-Espera, espera, para.-me detuvo.-¿Que se suponé que estas haciendo?

-Estabas enfadado porque no te había contado la verdad en cuanto a mis... preferencias ¿cierto? Pues te estoy diciendo todas las cosas que te he ocultado hasta ahora sobre mi para compensarlo.

-Eso es ridiculo.-respondió poniendose una mano en la cara.

-¿Entonces paro?

-No... tu sigue, por si a caso...-se rió. Yo le revolví un poco el pelo y le rodeé los hombros con mi brazo.

-¿te conte alguna vez cuando incendié la mesa del comedor y conseguí ocultarselo a mama durante casi un año?

-Yo fui quien la habia quemado Dereck...-murmuró.

-Oh, es cierto... eh, ¿y por qué me lleve yo el castigo?

-¿Porque eres un buen hermano?-preguntó riendose.

-Si, claro, por eso.-me reí yo.

___________

¡No podía aguntarlo mas, Keith era muy molesto!

Pero no podía decir nada o los demas empezarían a hacer preguntas...

-¡Para!-dije susurrando.

-No quiero.-me respondió el rubio riendo.

-Pareces un niño pequeño...-me quejé.

-Si me dieran dinero por las veces que dices eso, sería rico.

-¡Pues deja de hacer chiquilladas!

-¿en serio piensas que un niño pequeño haría lo que hago yo?

-¡Claro que no! ¡Ni siquiera tu de pequeño podrías tener una mente tan sucia y depravada!

-Hablas como si fuera un pervertido...-se indigno.

-¡Porque lo eres!

-Dime un momento en el que actuara de forma poco inocente.-me reto.

-Ahora mismo...-murmuré mirando hacia su mano, la cual estaba sobre mi pierna.

-Esto no cuenta.

-Pues en la fies...

-Eso tampoco cuenta.-me interrumpió.

-¡¿Entonces como quieres que te de ejemplos?!-grité por encima de las demas voces. Los presentes se me quedaron mirando.-Perdón... seguir estudiando...

-Por favor Luka... centrate en los estudios y deja estudiar a los demás.-dijo serio Keith. Yo le dedique una mirada de odio y el comenzo a sonreir. Yo rode los ojos y volví a posar mi mirada en el libro, pero volví a distraerme, exaltadome al notar que la mano del rubio seguia en mi pierna; Bueno, mas bien me sorprendió que ya no estuviera precisamente en el mismo de antes...

Volví a dedicarle una mirada asesina, cuando él me saco la lengua y me guiño un ojo.

Simplemente aparte la mirada de nuevo entre molesro y avergonzado.

Y luego cuestionaba que lo llamara infantil... era como un niño grande, uno muy grande y muy especialito...

Hablando de lo cual... ¿que se le regala por navidad a uno de esos niños?

Sobretodo lo pregunto porque... si no le compro yo algo, dudo que Santa se lo vaya a traer... No se puede decir que se haya portado muy bien este año...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro