Alguien había llamado timbre,Cristy,que estaba abajo,abrió.

Como paso un rato sin que subiera nadie ni me avisara mi hermana,supuse que era Steve o alguna de sus amigas.

Había llegado del colegio hacia poco,así que aun llevaba la ropa de calle. Me acerque a mi cama y saque de debajo de la almohada mi "pijama",que consistía en una camisa grande que me llegaba poco mas arriba de las rodillas y unos shorts,que apenas se dejaban ver tras la camisa gris.

Me tire en la cama deshaciendola y di un par de vueltas hasta quedar en una posición cómoda,hoy estaba muy vago...

Me quede mirando el techo de mi habitación durante un rato y comencé a pensar en el día de hoy.

Primero nos vino a buscar Steve,luego nos dieron la clase libre,después besé a Keith en la azotea,al pensar en eso se me formo una pequeña sonrisa,y por último,Keith me beso en medio de toda la clase...

La sonrisa se convirtió en una mueca de enfado.

Suspiré estirándome y volví a girarme,esta vez hacia la puerta.

Se que había decidido no pensar en las consecuencias y hacer lo que quisiera... Pero el problema era,que el rubio también hacia lo que quería...

De pronto una idea se me cruzo por la mente,me vengaría de el por lo que hizo en clase. Solo necesitaría ayuda de una persona...

La puerta de mi habitación se abrió y la figura del chico que rondaba en mis pensamientos apareció tras ella.

-¿Que haces aquí?¿que quieres?-le pregunte algo cansado.

Pero bueno¿tu también?¿Aquí nadie sabe lo que es un saludo?-se quejo el sonriendo. No sabía de que estaba hablando...-Vengo a hacerte una visita.

-Ya...-dije yo dudando.-¿Y que te paso para que quisieras hacer eso?

-Nada,solo es que pasaba cerca de tu casa y me pase a saludar.

-Ya veo... ¿Y que quieres hacer?-le pregunte aun confuso.

-No se¿tienes vídeo juegos?-me preguntó observando mi habitación.

-Si... Tengo algunos.-dije levantándome de la cama y acercándome a la pequeña televisión que tenía en la esquina. Rebusqué un poco y saque varios juegos para dos,luego los deje sobre la cama. El los miro curioso.

-¿De que va este?-pregunto señalando uno de los mas antiguos que tenía.

-¿No conoces el Smash bross?-le pregunte sorprendido. El negó. Agarre el juego y lo introduje en la consola pasándole un mando.-Pues eso es un delito para cualquier gamer.

-Tu no eres gamer, y yo tampoco.-dijo divertido.Yo me escogí de hombros y encendí la tele,despues de un rato el juego y estaba iniciado.

-Elige un personaje.-le dije pinchando a Mario. El eligió a Link.-Vale,es muy fácil,solo es cuestión de pelear entre nosotros,las vidas son ilimitadas y hay un tiempo,quien mate mas al otro jugador gana.-explique dándole a escenario random.

-Esta bien,empecemos.-dijo el rubio,que estaba sentado como un indio a mi izquierda.

La partida comenzó y yo iba ganando,paso el tiempo y en la pantalla apareció « Mario Winner »

-¿Rebancha?-me preguntó. Yo asentí y puse de nuevo la partida.

Habían pasado horas y nosotros seguíamos jugando,Keith había aprendido rápido a manejar a los personajes y ya habíamos probado con casi todos los que había.

-No es posible...-me queje yo al perder cinco veces seguidas contra el.-es suerte de principiante...

El se río,seguramente de mi expresión.

-Venga enano no te piques,que solo es un juego.-me dijo revolviéndome el pelo. Yo le aparte y me levante del suelo,me dolía el trasero de estar tanto tiempo en la misma posición.

Mire la hora en mi móvil y me sorprendí al fijare que ya eran casí las diez.

-Keith es muy tarde ¿no te regañaran tus padres?

-Que va... Están en un viaje de negocios,estoy solo en casa.-dijo estirándose y poniéndose de pie a mi lado.

-Ah... pues entonces... ¿quieres merendar algo?-le pregunte .El se encogió de hombros.

-No es necesario,no tengo hambre. Ademas,es tarde, debería ir yéndome.-le iba a decir que estaba bien,pero de pronto un ruido procedente de su estomago le delató.

-¿Y que quieres comer?-le pregunte riendo y saliendo de mi habitación. El me siguió por detrás.

Entramos en la cocina y vimos a Cristy besándose con Steve...

-Ya veo porque no se había pasado a molestar.-reí yo.

-Y yo ha se porque no me contestaba a las llamadas.-continuo Keith.

La parejita se separo y nos miro sorprendidos,luego se hecharon a reír ambos.

-Bueno... No quisiera interrumpir... Pero tengo hambre,así que ¿podéis daros el lote en el salón?-les pregunte abriendo la nevera.

-Si no hay mas remedio... -sonrió Cristy. Al parecer ya no miraba mal a Keith...

-Bueno...-dijo Steve revolviéndose el pelo.-si quereis vosotros la cocina... -se rió. Keith le pego una colleja antes de que saliera.

-No hagáis mucho ruido por la noche.-dijo Cristy antes de salir.

-¡¿Que?!-me sobresalte yo.

-Es decir,porque ya es muy tarde para que se vaya a casa.-se corrigió Cristy.-¡No seas mal pensado!-me dijo con un leve rubor en las mejillas.-Por cierto,Steve también se va a quedar...

-Entonces te sirve el mismo consejo.-le dije riendo. Ella me lanzó una de sus zapatillas.

Cuando se fue de la cocina empecé a rebuscar algo en la nevera. Saque helado de chocolate,leche,zumo y unas galletas.

-No es muy sano... Pero no es necesario prepararlo.-le dije al rubio encogiéndome de hombros y sacando dos cucharillas.

-¿A tus padres no les importara que nos quedemos Steve y yo?-pregunto el curioso agarrando una.

-No creo,mi padre solo esta en casa una semana al mes,por trabajo.-aclare.-y mi madre se quedo en casa de mi tia un par de días.

-Entonces ¿también estas solo?

-Bueno,si no contamos a Cristy,si.

Empezamos a comer helado y demás,al final nos acabamos el recipiente bastante rápido.

-Vamos.-le dije.

-¿A donde?

-Hay que colocar tu cama.-le dije.

-jo... Yo que pensaba que podía dormir contigo...-dijo sonriendo de lado.

-Como no,ya era demasiado que Keith Hitomi estuviera toda un tarde sin decir algo por el estilo.

-Venga,esta tarde me intente portar bien,a cambio de lo que hice en el colegio...-me dijo. Yo reí.

-Nada de eso,te la voy a devolver.-le avise entrando en mi cuarto.

Saque de debajo de mi cama otra,que estaba debajo,como un cajón,y le coloque almohadas y lo necesario.

-Bueno,si ya me la vas a devolver... No pierdo nada por volver a hacerlo ¿no?-pregunto acercándose peligrosamente a mi.

-Deja de decir tonterías.-me escabulli.-date una ducha o algo,te puedo dejar algo de ropa. Debo de tener algo de tu talla.

- Y mas grande.-rió el.-parece que llevas un vestido.

Yo mire lo que llevaba puesto. Hasta ese momento no había caído en que llevaba toda la tarde así vestido.

-Ahora que lo pienso.-dije sacándome la camisa.-esta creo que es la mas grande que tengo,toma.-se la lance.-supongo que te quedara bien.-me escogí de hombros.

-Lo estas haciendo a propósito ¿verdad?-me preguntó acercándose.

-¿El que?-pregunte inocente. Sabía a lo que se refería,y la verdad,aunque no lo hubiera pensado mucho,en parte tenía algo de razón.

Keith sonrió y en sus ojos destello un brillo de deseo.

Se fue acercando poco a poco a mi y yo no hice nada para evitarlo.

En estos momentos me encontraba contra keith y la pared,la cual me erizo los pelos de la espalda con el frío tacto.

El rubio estaba apoyado sobre sus brazos contra la pared y me observaba desde unos centimetros de diferencia con detenimiento. Pasaba su vista desde mi cara hasta mi abdomen y sonreía malicioso.

-¿Te gusta lo que ves?-le pregunte enarcando una ceja burlón.-una foto te duraría mas.-le dije recordando lo primero que me dijo cuando lo conocí. El sonrió.

-¿Te acuerdas?-me pregunto divertido.

-Como si fuera ayer... Nos conocimos en extrañas circunstancias.

-Si... Te caistes sobre mis brazos... -dijo en aire soñador.-yo reí.

-Mas bien me caí por las escaleras.

-Lo que sea...¿Por donde iba?-pregunto sonriendo de lado.

-Por esto...-le dije acercándome a sus labios y rozandolos ligeramente.

Mi respiración era irregular y me había subido la adrenalina,pero en mi cabeza me repetía una y otra vez: ¡Hazlo! No pienses... ¡Hazlo!

Pero no tuve que hacer nada porque esos centrimetros que quedaban para la unión los termino el rubio.

Acelerado no espero para abrirse paso con su lengua,yo le seguía el ritmo acalorado. Sus manos pasaron a jugar con mi pelo y poco a poco a recorrer mi torso. Yo estaba se puntillas debido a la altura de diferencia y el me agarro por la cintura levantándome ligeramente. Seguía apoyado contra la pared pero ahora mis píes no tocaban el suelo,sino que estaba con mis piernas al rededor de su cintura.

Su lengua seguía jugando dentro de mi boca y sus manos no dejaban de recorrer mi cuerpo haciéndome sentir muy bien.

Keith se separo de mi para coger aire y yo hice lo mismo. Poco después volvió a su cometido juntando sus labios a los míos,pero comenzó a ir depositando un pequeño camino de besos desde mi boca a mi cuello dejando ,seguramente,alguna que otra marca de sus dientes. Yo le mordí el labio impaciente esperando que volviera a besarme en la boca,pero poco a poco sentía mi cuerpo arder y comenzaba a sentir un hormigueo en mi entrepierna.

Debía detenerme,sino esto acabaría mal...

Pero no podía,mi cuerpo reaccionaba a sus caricias y pronto lo notaría...

Mi mente poco a poco se quedaba en blanco dejándose llevar por el placer...

Sin esperarlo note algo duro sobre los pantalones de Keith y di un pequeño respingo. Le mire a los jadeando y el sonrió apretandose mas contra mi,haciéndome soltar un pequeño gemido.

-Ya no aguanto mas...-dijo el rubio con la voz ronca.

-Y-yo... Tampoco... -susurré cerrando los ojos con fuerza. Sabía perfectamente que a esta alturas ya lo habría notado...

Note una de sus manos acariciar mi mejilla,la cual ardía,como el resto de mi cuerpo.

Sus labios me dieron un corto beso antes de agarrarme y depositarme sobre la cama poniéndose el encima.

Le vi quitarse rápidamente la camisa y pude notar un brillo en su frente,a causa del sudor.

Continuó basándome cada centímetro de mi cuerpo y poco a poco iba desprendiéndose de sus prendas hasta quedarse solo con el pantalón,igual que yo.

Durante un rato no se escucho nada mas en la habitación que nuestras respiraciones.

Ya no había vuelta atrás,estaba impaciente. Me incorpore en la cama quedando de rodillas y le tumbe a el debajo. Mis manos no se hicieron de rogar y avanzaron veloces a su cremallera abriéndola torpemente. Pude escuchar una pequeña risita escapar de sus labios.

Baje el pantalón hasta dejarlo tirado por el suelo y esta vez fui yo quien me recreé la vista.

Que curioso,nunca en la vida había pensado que me iba a atraer tanto el cuerpo de otro chico.

Y no solo el de otro chico cualquiera,sino el de Keith.

Su pelo rubio estaba mojado por el sudor y se le pegaba a la frente haciendo que se viera terriblemente sexy,su abdomen bien formado haría que cualquier chica quisiera estar en mi lugar... Y mejor no hablar de lo que estaba observando de cintura para abajo...

De pronto sentí las manos de Keith en mi cadera y empezó a jugar con la liga del pantalón,el cual acabo en el mismo sitio que el suyo minutos después.

Ambos estábamos únicamente en calzoncillos y yo sentado sobre su cadera notando su erección sobre mi trasero. Sabía lo que se suponía que venia ahora,pero no quería ... ir yo debajo...

Keith volvió a ponerse sobre mi y me dio la vuelta,quedando ,literalmente, a cuatro patas sobre la cama.

Su mano se introdujo habilidosamente en mis calzoncillos comenzando a explorar la zona y haciendo que arqueara la espalda evitando reprimir un suspiro... Que sonó bastante alto...

-Esto solo acaba de comenzar...-me susurro Keith al oído y con sus manos consiguió arrancarme otro gemido todavía mas alto que el anterior...

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-¿Has oído algo?-me preguntó Steve desde el sofá del salón. Estábamos viendo la tele y yo estaba apoyada sobre sus piernas.

-No ¿el que?-le pregunte.

-no,nada,me pareció oir un ruido.-dijo el encogiéndose de hombros. Cogí el mando y baje él volumen.

Paso un rato y no escuche nada así que me dispuse a volver a subirlo, pero antes de que pudiera tocar el botón oí claramente... "Ese ruido"

-oh no... ¡No,no,no,no,no!-dije histérica. La cara de Steve era de sorpresa pero observe claramente como evitaba sonreír.

-¡Steve no te rías!-le regañe.-¡Keith!-gríte apretando los puños.

-Me imagino que ya sabias que son... Ya sabes...

-Gays.-complete yo.

-Si...

-¡Pero Luka solo tiene dieciséis años!-exclame.

-No me digas... ¿y tu cuantos tienes?-me pregunto burlón.

-¡pero yo no hice nada!

-Pero estuviste a punto... -me dijo sonriendo.-de hecho... Fui yo quien te pare.-dijo acercándose y riendo levemente.

-¡Cállate!ahora soy yo quien le voy a parar.-dije levantándome del sofá. Pero el castaño me agarro del brazo y me tiro sobre el.

-Creo que vamos a tener que subir un poco mas el volumén.-rió cogiendo el mando.