Me dijeron que mi primo estaba aun en el instituto, que yo podía darme una vuelta cerca de allí para conocer mejor la zona y a la gente, pero no me interesaba, no me perdería si no iba demasiado lejos y la gente en general no me prestaba mucha atención, salvo cuando les apetecía meterse con alguien, pero toda esa mierda ya no me importa.

Después de darme un buen rodeo intentando ubicarme, conseguí encontrar su colegio. Una niña en uniforme me dio una idea debido a la dirección por la que venia.

No tenia mucho que hacer en España, pero mis padres insistieron en traerme. Supongo que solo buscarían un motivo para deshacerse de mi por una temporada.

La gente ya estaba saliendo, era la hora justa, yo me quede cerca de la entrada esperando verlo, si es que lo conseguía reconocer despues de tanto tiempo.

Cada vez había menos personas dentro, posiblemente él se retrasara o ya habría pasado de largo.

Mire hacia ambos lados de nuevo por si a caso, pero no vi a ninguna rubio entre la multitud.

Sin embargo, me quede observando a un chico que salió corriendo y se cruzó conmigo alegre. Parecía tener prisa por llegar a algun lugar.

Mas atrás le seguía otro, que al principio corría tanto como el primero, perseguido por una chica.

El chico se freno de golpe y la beso, ella al principio no reacciono pero luego le empezó a gritar cosas mientras seguía corriendo detrás de el. Serían una pareja, se veían como tal. A veces pensaba porque no seria una chica tan normal como ella, no, tenia que ser... así. Era un asco.

Decidí volver a casa, ya que me seria imposible encontrar a Keith, así que volví sobre mis pasos algo distraída. Pero sin darme cuenta me choque contra una persona que salia corriendo de la puerta. ¿Es que aquí todo el mundo tiene prisa? Me tropecé y casi me caigo, pero me sujeto antes de que me desequilibrara del todo.

-Perdón.-dijimos a la vez en el acto. Me levante y me coloque un poco la chaqueta.

Cuando me fije en el chico me di cuenta que me miraba curioso, pero eso no era de extrañar, ya tenia la costumbre.

Él era un poco mayor que yo, debía rondar los quince. Tenia el pelo tirando a pelirrojo y aunque no podría asegurarlo, pues no lo tenía precisamente largo, me pareció que era ondulado. Llevaba puesto el uniforme, asi que seria del colegio lógicamente.

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Había quedado con Matt y Javi a la salida del colegio, pero me había retrasado un poco asi que iba corriendo y sin darme cuenta me choque con una chica. Dio un tropezón pero conseguí sostenerla antes de que cayera. Me disculpe de inmediato, casi al tiempo que ella, también iría distraída.

Cuando la tuve en frente de mí me la quede observando extrañado, tenía una forma de vestir algo peculiar. Empecé a mirarla desde los pies a la cabeza. Llevaba unas botas negras y unos vaqueros rotos del mismo color. Tenia una chaqueta, tambien negra, cerrada del todo, ya que hacia frío. Pero que vistiera de colores tan oscuros no fue lo que mas me sorprendió de ella, sino su cara.

Tenía el pelo corto, por los hombros mas o menos, y su flequillo colocado de lado le cubría gran parte del rostro, aun asi pude distinguir bajo el manto de pelo el color verde que brillaba tras él y que desentonaba con su otro ojo, que era de color marrón oscuro.

Me di cuenta de que la había estado observando sin ninguna delicadeza durante mucho tiempo, y aunque no pareció molestarle me disculpe por ello.

-No pasa nada.-me dijo.- Siempre lo hacen.-respondió encogiéndose de hombros.

-Me llamo James Arias.-me presente.

-Yo soy... Scarlett Hitomi.-dijo ella un poco despues.

-¿Eres de aquí?-le pregunté. Hablaba español, pero sentía que tenia un acento extraño y sus ojos delataba pequeños rasgos orientales.

-No, soy de Japón. Vine a visitar a un familiar...

-¿Viene a esta escuela?-ella asintió.-¿No conoces a gente por aquí, verdad?- esta vez negó con la cabeza.- Podría enseñarte esto.-le ofrecí, ella me miro extrañada. Supongo que es normal si un desconocido te dice eso... no estoy muy seguro de porque, pero me parecía una chica muy curiosa y quería... conocerla.

-Quizás en otra ocasión...-respondió al fin.- Ahora debo ir a casa... un placer James.-murmuró dándose la vuelta.

-Un placer Scarlett...-susurré yo mirando como se iba. Era bastante guapa, a la vez que extraña... Ademas de que parecía muy delgada, se notaba en sus piernas... ¿Me pregunto de quien sera familia? Realmente, me gustaría volver a verla...

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Ese chico... es extraño...

Era la primera vez que alguien hablan con tanta naturalidad conmigo en persona...

Cuando era pequeña, se metían mucho conmigo en la escuela, los niños eran malos... me criticaban sobre mí peso muy a menudo y me hicieron sentirme mal... sin embargo yo aun tenía algun que otro amigo. Pero con el paso del tiempo se fueron alejando, cada uno por diferentes razones... Mudanzas, cambios en su personalidad, nuevos amigos mejores...

Yo me volví solitaria, las burlas me afectaban mas sin poder compartir mis pensamientos con nadie, sin ser consolada o defendida. Me la pasaba encerrada en casa, en el ordenador, hablando con desconocidos en internet mas amables que mi propia familia... Pero eso no era igual a que estuvieran alli...

Yo cambie en la forma de vestir, no me apetecía seguir siendo la Barbie de mi madre a la que le gustaba vestir y adornar. Tambien me corte mí largo pelo rubio y me lo teñi de negro. Pero lo peor que pude hacer y que sigo haciendo involuntariamente fue descuidar mi salud a tal punto de volverme anémica y anorexica... Aun asi las criticas continuaban igual que antes... La gente siempre tendrá algo con lo que meterse contigo y mi problema es no saber ignorar esas cosas.

Por eso me sorprendió tanto que ese chico me hablara normal y me ofreciera enseñarme la ciudad... Generalmente las personas que me ven me miran de forma despectiva y se alejan... Como si por vestir o ser de esta manera les fuera a contagiar una enfermedad mortal o algo asi...

Quizás la gente aquí no sea igual... Quizás pueda hacer amigos de nuevo...

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Perfecto, ya había comprado un dulce para Scarlett, un muffin de fresa, de pequeña le encantaban.

Ahora solo tendría que ir a casa, saludarla amablemente, ser un buen primo y ponerme a estudiar para los exámenes. Después como premio por portarme tan bien me dejaran ir a la fiesta de mañana con Steve y podré olvidarme de los problemas, tambien llamados Luka, y divertirme.

Si, todo genialmente planeado.

Lo único que debo hacer es pensar otro modo de conseguir a Luka, porque Malcon no me puede ayudar... estúpido Dereck... podría haberse sacrificado él... Así salíamos ganando todos.

Suspiré. Da igual, como me dijo Steve: "hasta el Lunes no pienses en Luka y hasta que acabes los exámenes tampoco, ya tendrás tiempo de romperte la cabeza en Navidad"

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-¿Quien es?-pregunté al teléfono.

-Soy Marta...-respondió la voz de la chica al otro lado de la linea.

-Oh, ¿quieres hablar con Cristy?

-No, quería hablar contigo Luka.-dijo riendo.

-Ah... Claro ¿que pasa?

-Era para saber si seguía en pie lo de mañana.

-Si, claro.-contesté.-¿a que hora me paso?-le pregunté, y le había icho una, pero se me había olvidado por completo...

-¿te parece bien a las ocho y media?

-Si, claro.

-¿y te dejaran hasta muy tarde?-pregunto confusa. Ella me llevaba casi dos años y eso era molesto...

-Pues claro... ¿A que hora quieres irte tu?

-No lo se, ¿por las cuatro o cinco? Hasta que dure.-se rió.

-Bu-bueno... Pues no hay problema, me dejan seguro...

#flashback#

-Te dejo ir, pero prométeme que como muy tarde vuelves a las tres.

-Pero...

-Cuando seas mas mayor te dejaremos ir.-dijo refiriéndose a mi madre tambien.

-Me da igual si ella me deja o no... -murmuré.

-Luka...

-A las tres vuelvo.-le interrumpí saliendo de la sala para evitar la conversación.

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-Entonces hasta mañana.- se despidió contenta.

-Hasta mañana...-le respondí.

Tendría que buscar alguna excusa...

-¡Cristy!- la llame desde mi habitación.

-¡¿Que?!-me respondió también gritando desde la suya.

-¡Necesito que me hagas un pequeño favor...!