¿Quién ha sido?
No podía creérmelo, había muchas cosas en la vida que no pensaba ver jamás, pero nunca me había replanteado el hecho de tener el gusto de observar a todos mis amigos con tan solo una falda de paja y collares de flores.
Que me hicieran una fiesta me sorprendió mucho, pero que hubiera una piscina hinchable en medio del salón y que la temperatura de la casa sobrepasara los veinte grados en pleno Invierno me dejo un poco más que emocionada.
¡Era genial! Y lo peor de todo es que Scarlett y Victoria me habían convencido totalmente de que íbamos a salir de fiesta, hasta me habían hecho cambiarme sabiendo todo el plan desde un principio.
Y ahora así estábamos... mojadas, con los vestidos tirados sobre las tumbonas y con tan solo unas faldas y el sujetador cubriéndonos.
Aunque poco importaba, Victoria fue la primera en quitarse la ropa frente a los presentes... y claro, entre la música y el subidón del momento, pues todos la seguimos rápidamente.
Él único al que pareció importarle fue a Keith, que torció ligeramente el labio cuando vio así a su prima. Pero pronto paso del tema, pues no le dio demasiada importancia estando entre nosotros... además, Luka tampoco le dio opción de pensárselo mucho, pues en cuanto él se metió a la pequeña piscina, Keith lo siguió de inmediato como un perrito faldero, eso sí, sin despegar su mirada de su cuerpo en todo momento.
Estaban todos, Malcon, Steve, Alex... incluso Matt y James habían venido.
Solo eché en falta la presencia de la única chica del grupo ¿Cristy aún no había llegado?
De pronto noté unas manos sujetándome de la cintura y todo mi cuerpo cayó sobre Dereck y a su vez sobre la pequeña piscina de goma empapando el suelo.
-¡Idiota!-me quejé salpicándole y riendo. La piscina no era tan profunda como para que no notara el impacto. Él como toda respuesta me metió una galleta en la boca y siguió chapoteando junto a Luka. Había demasiadas personas, teniendo en cuenta que solo había espacio para dos o tres y éramos cinco... menos mal que Victoria había salido a una de las tumbonas para hablar con Matt. Y Keith tenía sobre sus piernas a Luck como un niño pequeño. Así al menos podía estirar las piernas en el agua.
Cada vez que los miraba solo podía pensar "que desperdicio de hombres..." tan guapos todos, y tan homosexuales como nadie.
Y lo peor de todo es que dos de ellos me llegaron a gustar en ciertos momentos. Aun recordaba cuando apenas nos conocíamos en la fiesta de Steve y Alex. Allí había bailado con Malcon y me había parecido tan sumamente atractivo...
Claro que es un infantil y un glotón, pero físicamente estaba como un pan y aún no había socializado tanto con él como para saberlo.
Pero bueno, la parte positiva es que cada vez que alguien me diga la típica frase de "quiero un amigo gay" yo diré: ¡pues yo tengo cuatro!
-¡Sara, abre los regalos!-gritó alguien por detrás, yo me emocioné y salí de la piscina rápidamente.
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De pronto todos se encontraban en un círculo alrededor de Sara sonriendo y extendiendo los brazos con paquetes envueltos en papeles de colores.
El que aguantaba su presente con mayor emoción era Dereck, tenía una sorpresa muy especial para ella y estaba convencido de que le iba a encantar, dudó mucho en la elección del regalo, pero al final optó por la decisión acertada, o eso pensaba él.
Sara fue abriendo poco a poco cada uno de sus regalos, la mayor parte eran ropa o libros, todos sabían su afán por la lectura, al fin y al cabo, todo el tiempo que perdía de estudiar lo tenía que emplear en algo y no podía causar demasiados destrozos teniendo denegado el permiso para salir.
Al fin llegó el deseado turno del pelirrojo, Sara observo la cajita con curiosidad, por la forma y el peso estaba más que claro que era otro libro para la colección, pero la extraña sonrisa que le dedicó antes de abrirlo la dejó desconcertada. En su cabeza surgieron ideas de todo tipo, entre ellas la posibilidad de que el libro fuera un Kamasutra o algo similar para meterse con ella, pero eso se lo esperaría de alguien como Keith o Alex, por ejemplo, que tenían una mente perturbadora y pervertida, pero no de Dereck y Malcon. Por eso cuando rompió el papel que lo envolvía y observó un libro blanco sin portada, se quedó todavía más confusa.
Pero llegó a su límite de intriga cuando descubrió que tampoco las hojas que poseía tenían contenido alguno y al fin preguntó.
-Es un libro.-afirmó Dereck.
-¿Está escrito con tinta invisible?-bromeó Alex echándole un vistazo sobre el hombro de su prima.
-Esta vació.-respondió, pero antes de que otra pregunta surgiera de la boca de su amiga continuó con la explicación.-necesita que lo completes tú.
-¿yo?-preguntó estupefacta. Él asintió.
-Tus historias, como aquella que vi en tu casa. ¿Te gusta escribir, cierto? Hazlo de verdad, sobre papel, y pasa aquellos relatos que tienes en sucio sobre libretas garabateadas.
-¿Lo sabes?-casi gritó la chica llevándose una mano a la cara como acto reflejo, que le gustaba escribir era muy cierto, pero jamás se lo había contado a ninguno de sus amigos y le tomó por sorpresa haber sido descubierta. Su reacción pareció satisfacer las expectativas de Dereck, quien sonrió complacido y le dedico una mirada cómplice a su compañero, a pesar que no le había querido decir cuál era su elección antes, ya que quería que se sorprendiera tanto como los demás.
Para él era un gran logro, siempre le habían costado mucho fechas como Navidad o los cumpleaños, pues nunca se decidía por un regalo en concreto pensando en que no sabía si a la otra persona le iba a gustar, pero este año se había lucido con sus amigos en ambas ocasiones, y eso le hacía darse cuenta de que el verdadero problema que tenía antes es que no conocía lo suficiente a las personas que lo rodeaban, pero ahora sabía tan bien sus gustos como los suyos propios.
Tras aquella pequeña confesión obligada por parte de Sara todos escucharon con atención a la chica, ella simplemente les dijo lo que ya esperaban oír, pero aparte agregó el motivo por el cual lo había mantenido en secreto.
-¿Sobre nosotros?-le preguntó Keith prestándole ahora mayor atención.
-¿A qué te refieres?-murmuró Luka frunciendo el ceño confuso.
-Por eso no quería decíroslo, yo escribo a veces, solo son cuentos cortitos o fragmentos que se me ocurren así de repente. Pero desde hace un tiempo comencé a escribir un libro, no sé si podría definirse como libro... quizás es para mí un simple diario, pero escribo desde el punto de vista de los personajes según crea que es conveniente.
-¿Puedo leerlo? Al fin y al cabo no será nada que no sepamos ya ¿verdad?-preguntó Alex con curiosidad.
-No pienso dejar que nadie lo lea-afirmó riendo Sara.-sin embargo, gracias por el libro, me vendrá perfecto para escribirlo a limpio, y Luka, tú me harás la portada.
-¿yo?-preguntó su amigo extrañado.
-Quien mejor que tú, eres el mejor artista que conozco.-exclamó, él sonrió agradeciendo aquel cumplido.
-¿Eso significa que a mí sí me permitirás leerlo?-preguntó Luka alegre.
-Por supuesto que no.-afirmo ella cruzando los brazos.-sería muy embarazoso si leyerais lo que pienso que pasa por vuestras cabezas y mucho más si leéis lo que pasa por la mía.-se rio negando con la cabeza.
-¡Seguro que escribe escenas indecentes y por eso no quiere que lo leamos!-exclamó el rubio mirando de reojo a Luka.
-¡Por supuesto que no!-afirmó rotundamente.-Luka nunca me cuenta esos detalles así que no podría...-se quejó Sara suspirando.
-Y lo dice así sin más...-murmuró Malcon.
-Acabas de sonar muy pervertida Sara.-se metió con ella Victoria guiñándole un ojo.
-¿Yo soy la pervertida? Lo siento chicos pero no puedo aceptar eso viniendo de ninguno de los presentes...-bromeó dirigiéndoles miradas socarronas a sus amigos.
-Bueno señores, después de este bonito momento de confesiones y amabilidad ¿quién se viene a la discoteca?-preguntó Steve cambiando de tema. Enseguida todos se levantaron alegres y las chicas empezaron a colocarse los vestidos.
-Jo, a mí me gustabais más así...-se quejó el rubio sonriendo pícaro.
-A mí también me gustabas más con esa faldita tan mona.-se burló Victoria mirando a Matt de arriba a abajo. Él sonrió de lado complacido con esa respuesta, pero con ganas de continuar el juego.
-¿Estás insinuando que te gustó más sin pantalones?-bromeó.
- Yo nunca insinuó nada, estoy afirmándolo.-dijo la chica dando un paso hacia él, con los tacones puestos sumado a su altura natural le llevaba media cabeza a Matt, por lo que tuvo que inclinar la cabeza para mirarla a los ojos.
Scarlett observaba la escena perdida en sus pensamientos, James hacía lo mismo desde otro lugar de la sala.
James pagaría lo que fuera por saber qué es lo que se le pasaba por la cabeza a su amigo, nunca lo entendería del todo.
Matt era tan confuso y simple a la vez... placer, ese era su objetivo vital. Pero en cuanto a sus sentimientos, un muro impenetrable rodeaba esa parte de él hacia los demás, se conseguía llegar a ver insensible, pero aun así pequeñas grietas en su muralla le delataban en frente a ciertas personas en ciertos momentos.
Sara se ajustó los tacones rápidamente e hizo a Steve cargar con ella hasta la calle, el resto aunque les siguieran, iban haciendo lo que querían sin prestarle demasiada atención a los demás.
Keith y Luka, extrañamente para lo habitual, estaban jugando entre ellos bastante cariñosamente.
Keith no dejaba de morderle el cuello al más pequeño, y este simplemente intentaba disimularlo un poco a los ojos de los demás. Pero como dije antes, cada uno iba a su aire, por lo que nadie les estaba prestando demasiada atención. Quizás la única sería Sara, al fin y al cabo, esos pequeños detalles son los que formaban fragmentos de su corta historia.
Scarlett y James decidieron caminar juntos, pero ninguno dijo más que palabras sueltas debido a lo que estaba ocurriendo prácticamente a su lado con sus amigos.
Matt y Victoria habían llegado a la puerta, lo justo para cerrarla y quedarse apoyados en ella besándose.
Ambos los conocían muy bien, Victoria se estaba divirtiendo y era capaz de llegar más allá. Matt se estaba dejando llevar para pasar un buen rato. Mientras eso ocurría ellos simplemente decidieron girarse, caminar y pasarlo por alto en aquel momento.
Gracias a dios aquel peculiar momento de tensión para ellos fue cortado de lleno con la melliza perdida.
Cristy apareció con un vestido negro parecido al de la cumpleañera y unas gafas de sol grandes en su cara, pero la acompañaba un bonito paquete envuelto en un brillante papel amarillo y una sonrisa en su cara.
-¡Siento llegar tarde, feliz cumpleaños!-exclamó dándole un abrazo y el regalo.
Tratándose de Cris nadie esperaba que la caja contuviese aquello.
-¿Has traído alcohol?-preguntó riéndose sorprendida.
-¿Cómo podría dejar que pagaras la bebida en tu cumpleaños?-se burló la chica sacando la primera botella de tres y abriéndola.
-No es por aguaros la fiesta, pero ¿os importa si nos alejamos un poco de casa? Ya sabes... menores, familia, castigos.-murmuró Alex riéndose. Steve apoyo la idea y después de darle un corto beso a su novia todos se acercaron a unos jardines cercanos a los bares y discotecas por donde todos salían.
-¿Cristy, por qué llevas gafas de sol por la noche?-preguntó su hermano acercándose a ella.
-¿Que más te da? Vuelve a ocuparle la boca Keith.-bromeó sonriendo y cambiando de tema.
-¿Por qué no me la ocupas tú a mí?-preguntó Steve poniendo morritos.-me siento muy solo desde esta mañana.-se quejó burlándose. Keith soltó una carcajada mal disimulada.
-¿Se lo has dicho?-exclamó la castaña casi en un grito. Luka tampoco contuvo la risa por un instante más.-¡¿Tú también lo sabes?!
-Solo te digo que deberíais probar los de sabores.-murmuró metiéndose con su hermana.
-¿y nosotros para cuándo?-agregó el rubio cerca de Luka. Él ignoró su comentario deliberadamente.
-¡Ellos preguntaron!-se defendió Steve acusándolos.
-Tú, pequeño bastardo...-murmuró mirándolo de forma asesina la chica. O eso supusieron todos por su tono de voz, eso no lo podía ocultar con las lentes.
-¿Te quiero?-susurró como última opción él. Comenzaron a correr en círculos alrededor de todos persiguiéndose, Cristy solo bromeaba, pero Steve temía el mantenerse fértil si ella le alcanzaba a golpear. Después de un par de vueltas se sentaron agotados dejando a un lado la persecución. Pero sonriendo después de eso Steve le dio un buen beso frente a todos.-Cristy...-murmuró de pronto apartándose y cambiando de actitud repentinamente.- ¿por qué sabes a sangre?
-Pero de que estás...-Fue interrumpida en cuanto la mano de Steve apartó en un rápido movimiento las gafas que portaba. Todo quedó en un gran silencio y las miradas se dirigieron a aquel morado hinchazón que rodeaba su ojo izquierdo.
-¿Cómo te hiciste esto?-preguntó serio Luka aproximándose a su hermana.
-Oh, no le hagáis caso... solo me di un golpe de camino a casa. Simplemente no quería que lo vierais y os hicierais ideas raras como ahora.-se excusó claramente nerviosa.
-¿Quien ha sido?-preguntó seco Steve. Ella suspiró dándose cuenta de que no podría ocultárselo a ninguno y reprendiéndose por no haber caído antes en que su labio partido podría delatarla.
-Di mejor quienes...-respondió cambiando de expresión.
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