Saltaba, gritaba, cantaba al ritmo de la música sin siquiera poder oir mi propia voz. La gente estaba frenética moviendo los puños en el aire y gritando el nombre de la banda. Entre la música de los altavoces, los cuales tenía practicamente al lado, y el ruido de la multitud, no podía hacer más que seguir moviendome en mi sitio y disfrutando todo lo posible este momento. 

Lo habíamos logrado, estabamos en primera fila, del lado derecho del escenario, Luka estaba a mi derecha junto a Sam; a mi izquierda estaban Mikey, Daniel y Amby, la cual ahora se encontraba sobre los hombros del rubio cantando motivada y, posiblemente, causando que algunas personas se perdieran a Angus tocando su solo en "Back in Black" y haciendo su mítico movimiento saltando a la pata coja.

Por último, Drew se encontraba detras mía, más bien a mi derecha, agarrando la barandilla que nos separaba del escenario por unos pasos con una mano y apoyando la otra en mi vientre, ya que, tal y como nos advirtieron antes, en estas circunstancias nos afixiabamos, así que acabé por remangarme la camisa hasta lo máximo posible y dejar la chaqueta y lo demas en el coche de Daniel, quien se ofreció a llevarnoslo, ya que Luka también se la quitó. Dejando eso de lado, Andrew estaba demasiado cerca de mi, lo cual le había permitido, y lo cual me estaba poniendo de los nervios... pero por el hecho de que no me molestaba su presencia ni sus roces... Andrew era un chico muy atractivo a mi parecer, tenía el pelo largo, era un par de años mayor, tan solo llevaba puesto un chaleco vaquero ahora mismo... era Sexy, lo tenía pegado a mi espalda, su mano estaba en mi barriga y notaba su respiración acelerada en mi cuello, la adrenalina del momento me exitaba, estaba en un momento de extasis, y el haber consumido alcohol antes de entrar quizas ya no parecía tan buena idea, pero mi cabeza aun funcionaba, mi razón me decía a gritos que no sobrepasara la línea, mi corazón bombeaba con fuerza la sangre a todo mi cuerpo, no estaba pensando demasiado en ese momento, la música, el alcohol, la emoción del momento. Pero no, debía resistir esos impulsos insanos de abalanzarme contra Andrew y besarle, yo tenía novio, ¡estaba saliendo con Steve! ¿Donde demonios tenía la cabeza? Disfrutar del concierto, eso era lo primordial, lo único importante, divertirme y disfrutar la noche.

Sin embargo una idea paso como un rayo por mi mente... ¿Estas dudas son por culpa de que Steve no me es suficiente? Lo quiero a él pero... necesito algo más...¿es tan malo pensar eso? Solo sería hoy y no tendría porque enterarse de nada.  

La música seguía sonando y retumbaba en mi cabeza, un codazo y algún empujón para intentar entrar en primera fila me hicieron reaccionar. ¿Me estaba replanteando serle infiel? ¿tan horrible soy? No debería ni siquiera pensarlo... 

Yo quiero a Steve... ¿que me pasa?

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Lo estaba pasando como un crío en un parque infantil, no me había había entusiasmado tanto por algo en años. Cuando saliera de allí tendría agujetas en todo el cuerpo y posiblemente una contractura en el cuello que ne duraría días... pero eso no me frenaba, no había dejado de moverme desde que había transpasado la puerta de entrada. Sam estaba a mi lado moviendo el pelo en todas las direcciones posibles, desde que había comenzado el concierto ya me había dado con él en la cara incontables veces, pero no me importaba. 

En un momento dado se giro hacia mi y ne grito:

-¡Súbeme Luka!

Al principio no la entendí pero cuando me señalo a Amby sobre los hombros de Mikey comprendí lo que quería.

Me agaché un poco y ella se subió poniendo cada pierna a un lado de mi cabeza, después de ello le agarré bien para evitar que se fuera hacia atrás y me puse recto de nuevo. Realmente no tenía demasiada fuerza para aguantarla mucho tiempo, pero para mi suerte Sam era delgada y yo estaba demasiado distraído con Brian Johnson cantando frente a mi para pararme a pensar en mi aguante.

Me giré un momento para comprobar qué tal estaba Cristy, no me paré detenidamente pero pude observar que Drew estaba demasiado cerca de ella. Aunque no me preocupé demasiado, teníendo en cuenta que yo tambien tenía demasiado cerca a Sam y no significaba nada, salvo exceso de confianza con gente maja que te ofrece alcohol... Sí, eso no sonaba demasiado bien, pero admitamos que esto es lo que esperabamos acabar haciendo de todos modos.

Tenía muchas ganas de contarle todo esto a Alex, y a Sara claro, incluso me atrevería a decir que tenía ganas de contarselo a Keith, cuando me ocurrían este tipo de cosas no había forma ni manera de tranquilizarme, iba a estar semanas hablando de esto, la única que no se cansara de oírlo sera Cris, porque estara igual que yo.

Cristy estaba roja, supongo que del calor, si yo me estaba asando, ella con el pelo largo estaría medio muerta. 

Bajé un momento a Sam para quitarme la camisa, la estaba empapando de sudor, aunque claro, el hecho de que cinco segundos después alguien me tirara un vaso de cerveza por encima no ayudo a secarla, eso sí, me refrescó mucho.

Pero ahora me sentía asqueroso entre el sudor y la cerveza, la cual en cuanto se secara me dejaría pegajoso el cuerpo y el pelo sucio.

Suspiré y me limpié con mi camisa, mejor ella que yo...

Sam comenzó a saltar a mi lado cantando con toda la fuerza que podía el estribillo. Yo me uní a ella intentando oír mi voz entre toda la multitud, mañana estaría afónico, para agregar más cosas a la lista.

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-Número dos, número dos, número dos... ¡Aquí!-exclamé mirando la casa emocionada, aquí vivía Keith, el primo de Scarlett, por lo cual, ¡iba a verla de una vez por todas!

Timbré y esperé pacientemente en la entrada sonriendo.

La puerta se abrió y apareció un hombre de rasgos asiaticos al otro lado mirandome con curiosidad.

-Buenos días ¿le puedo ayudar en algo señorita?-preguntó el hombre con un profundo acento japones. Debía ser su tío.

-Buenas, soy Victoria, una amiga de Scarlett, ¿está en casa?-pregunté afable. Él pareció un poco sorprendido pero asintió y me dejo pasar.

-Ahora la llamó, por favor, ponte cómoda.-me indicó señalandome el sofá. Después subió las escaleras y lo perdí de vista.

 Me quedé mirando la sala y moviendo las piernas de un lado a otro.

De repente oí pasos rápidos bajando las escaleras, entendí lo que ocurría y me puse de pie enseguida girándome hacia la puerta por la que había entrado, una niña de pelo negro, bastante despeinado por cierto, se me abalanzó tirandome de un golpe contra el respaldo del sofá en el que me encontraba.

-¡Victoria!-gritó abrazándome y cortandomé la respiración, literalmente. Yo solté una carcajada.

Aparté a Scarlett y la puse de pie observandola con cuidado.

Su cara era apenas visible, como siempre, estaba tapada por su largo flequillo. El ojo azul era el que estaba ahora al descubierto. Llevaba una sudadera grande gris y unos vaqueros negros, que contrastaban con sus calcetines de ositos de colores. Iba como yo cuando andaba por casa, pero con más ropa. 

Lo que más me llamó la atención era que le llevaba como una cabeza y media, era unos centímetos más bajita que Sara. 

Scarlett no dejó de sonreír en toda mi evaluación y cuando acabé y me volví a acercar a ella volvió a saltarme encima feliz.

-Bueno, hay muchas cosas que contar, pero ante todo, haré lo que llevo queriendo hacer desde que te conozco.-exclamé.

-¿Me vas a besar?-preguntó abriendo los ojos y fingiendo miedo.

Yo amplié mi sonrisa y acerqué mis manos a su cara. Le aparte el flequillo para poder verle ambos ojos, y después de unos segundos de admiración, la besé con énfasis y las ganas que me había guardado desde hacía años.

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-¿Por qué venimos aquí?-le pregunté de nuevo a Malcon.

-Matt, ya te lo he dicho, quiero ver a Keith, no hablé con el desde que se fue de viaje y además, necesito que me haga un favor...-murmuró sonriendo de lado.

-¿Qué tipo de favor?-dije elevando una ceja divertido.

-¡Uno muy importante!-exclamó alargando la "u" y riendo.-Keith vendrá enseguida, ya le avisé, asi que esperemos aquí.-dijo apoyandose en la pared y comprobando en móvil. 

La puerta estaba entreabierta. El móvil de Malcon vibró con la llegada de un nuevo mensaje.

- Está arriba, me dice que subamos que aún no terminó de cambiarse.-leyó el pelinegro abriéndose camino y yendo recto por el pasillo, yo le seguí de cerca, no conocía la casa y se me hacía extraño.-Oh, Matt y cierra la puerta.-dijo frenándose al inicio de las escaleras girandose hacia mi. Yo di media vuelta y cerré, como me dijo. 

Cuando volví a girarme, en vez de ir hacia Malcon, quien me esperaba de pie en las escaleras, me fijé en una habitación contigua al pequeño pasillo. No tenía puerta, era simplemente una entrada al salón, un lugar vulgar y corriente, con una televisión bastante grande, una mesita de madera en el centro, un bonito cuadro de un paisaje en la pared... si, un lugar en el que apenas me habría fijado normalmente. Un lugar el cual había pasado de largo como si nada minutos antes... pero claro, eso ocurrió porque antes no había visto que era un lugar donde se encontraban dos chicas besandose. Y que, ni mas ni menos, una de ellas era Scarlett...

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-¡Victoria!-exclamó Scarlett al separarse de ella jadeando.-¿es que te has vuelto loca?

-¿A caso en algún momento estuve cuerda?-le preguntó la chica riendo y sentándose tranquilamente en el sofá. La más pequeña continuaba donde antes poniendo un mohín y mirandola enfurruñada.

-No se porqué no me lo esperaba, la verdad...-suspiró Scarlett intentando reprimir una sonrisa. Victoria se rio. 

-Por cierto ¿beso mejor que Matt?-se burló ella guiñándole un ojo. 

El chico, desde la puerta, se sorprendió un poco al oír esa parte de la conversación. Sin embargo atendió a la respuesta algo curioso.

-Quien sabe, los dos me besasteis por sorpresa, no tuve tiempo para asimilarlo...-bromeó su amiga negando con la cabeza.

-Por cierto, ¿ese de la puerta que nos mira ensimismado es tu primo? ¿O es el alto de detras?-preguntó tranquilamente la chica de pelo azul mirandolos de reojo. Scarlett se giró sorprendidamente rápido y abrió los ojos al fijar su mirada en ambos chicos.

-¡No es lo que parece!-gritó moviendo las manos. Su cara era un poema en estos instantes.

Surgió un incomodo silencio en toda la estancia, la única que parecía divertirse con la situación era Victoria, quien no se inmutaba.

Pero, tras unos minutos que parecieron eternos, keith bajó las escaleras ruidosamente sin enterarse de lo que estaba ocurriendo.

En cuanto observó a ambos chicos estáticos en el sitio elevó una ceja y dirigió su mirada hacía Malcon pidiendole una explicación. Él, como respuesta a este gesto, le indicó que se acercara y lo viera por si mismo.

El rubió se asomó aun sin saber que pasaba y sonrió a modo de saludó a su prima y a Victoria, quién estaba tarareando una canción sin prestarles mucha atención a los demás.

Ella se levantó sin perder la sonrisa con la que había entrado en la casa y se acercó a los chicos que la miraban.

-Victoria Rey Casado, un placer.-se presentó riendo y haciendo una especie de reverencia. Malcon no pudo evitar soltar una sonora carcajada rompiendo aquella tensión que se había formado.

-¿Te apellidas Rey Casado?-preguntó sin dejar de reírse.

-¡Eso mismo!-exclamó ella inclinando su cuerpo de alante hacia atrás.

-Sería mejor si fuera Rey Soltero.-afirmó él sin poder evitar contar ese chiste tan malo. Matt a su lado reprimió una carcajada por el penoso intento. 

-Muérete...-murmuró Keith dándose una palmada en la cara y riéndose.

-Haré como que no he oído eso y te daré la oportunidad de presentarte como una persona normal...-le dijó Victoria extendiendo su mano.

-Malcon Díaz.-respondió él agarrándosela.

-¿Te apellidas Díaz?-preguntó Keith asombrado.

-¿No lo sabías?-contestó riendo el más alto.

-No, la verdad, ahora que lo pienso, creo que eres el único del cual no me sabía el apellido...-meditó pensativo.

-Ah, muy bien, ¿así que soy menos importante que los demás?-sollozó.-¿Eso es lo que me quieres decir?-preguntó dramático. Ambos rieron.

- Siento cortar la emoción del momento, ¿pero alguien se acuerda del motivo por el cual nos encontrábamos en esta situación?-comentó Matt sin apartar la mirada de Scarlett, quien seguía aun en el sofá.

-Oh, sí, el beso...- murmuró la chica de pelo azul.

-¿Él beso?-preguntó extrañado el rubio mirando a los presentes.-¿Qué beso?-murmuró callendo poco a poco en la cuenta de un detalle que había pasado por alto. Miró a su prima de reojo y más tarde al amigo de Malcon, eso mismo repitió un par de veces hasta exponer su  duda en alto.-Matt, ¿has bésado a Scarlett?-exclamó sorprendido.

-Sí, hace bastante, ¿pero eso tú ya lo sabías no?-se burló Victoria mirándolos. Keith era el único de los presentes al que le había notado ciertos rasgos asiáticos, y principalmete guiándose por el pequeño acento había descartado a los otros dos de ser los primos de Lett, por tanto, él debía saber esas cosas.

Keith aun así pareció confuso, por lo que decidió explicarse de una vez.

-Matt no ha besado a Scarlett, fui yo.-le dijo. 

-Ah, vale.-asintió.-¿eso era todo?

-¿Todo?-preguntó incrédulo Malcon. ¿Es que a caso no le sorprendía ni lo más mínimo que a su prima la hubiera besado otra chica?

-Tú has hecho cosas peores con Dereck, así que no deberías decir nada.-se burló el rubio más mayor.

-Oh, cierto, Dereck. Tengo que pedirte un pequeño favor amigo mío...-murmuró sonriendo.-¿nos disculpas?-le preguntó a Matt mientas empujaba a Keith fuera de la estancia.-¡volvemos enseguida! 

-Oh, sí, genial... Dejadme solo en medio de todo el problema.-dijo entre dientes suspirando.

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Malcon me arrastró fuera del salón y me llevó hasta la cocina, la habitación más cercana. De paso, yo aproveché para picar algo, cosa que a él no le molesto demasiado, pues sonrió y se sentó pacientemente a la mesa.

Mi madre había preparado hacía un par de días bizcocho, pero aun sobraba un poco así que lo saqué de su recipiente y lo puse sobre un plato.

-Bueno, ¿que ocurre?-le pregunté sentándome en frente suya y apoyándome en los codos. Él ya tenía los mofletes a rebosar de comida.

-Ah, fi, te tengfo que pednr unm favor.-murmuró intentando tragar.

-¿Un favor?-le pregunté curioso. Él asintió.-Mastica y traga.-le dije riendome y apartando de él la comida para que no se metiera más. El gruño y estiró el brazo para alcanzarla.

-Necesito que me ayudes en una cosa con Dereck.-me pidió después de tragar y coger un nuevo trozo, esta vez más razonable.

-¿Que quieres que haga?-dije agarrando un pedazo de bizcocho.

- ¡Tienes que convencerlo para qué quiera ir debajo!-exclamó.

-¿Ir debajo... de donde?-respondí sin entender, o más bien, sin querer entender.

-De la mesa de la cocina.-exclamó irónico Malcon.-¡De mí! ¿de dónde va a ser?

-Malcon... no sé a que viene esto, pero... no es que me apetezca mucho hablar con Dereck de vuestros problemas en la cama.-contesté riendo.

-Oh, pensabas que era un favor... déjame aclararme. Me lo debes rubiales.-dijo sonriendo de lado. Yo le miré confuso.-oh, ¿es que te has olvidado de nuestro pequeño trato de hace un tiempo?

-¿Que trato?-pregunté totalmete perdido.

-Déjame recordártelo.-dijo levantandose y poniendose a mi derecha.-En primer lugar pongámonos en situación.

 En frente de la biblioteca, dos apuestos jóvenes llamados Keith y Malcon hablaban sentados sobre la acera esperando por sus amigos.-relató con voz de narrador y gesticulando.-tras intercambiar varias palabras, llegarón a una parte interesante de la conversación.

 -le puedo sacar información que quieras... Aunque, también le puedo dar.-dijo Malcon mirando hacia la nada.

-Y exactamente ¿que información podría obtener?-se preguntó a si mismo poniendose esta vez a mi izquierda y intentando imitar mi voz.-y ¿que información le pretendes dar?

-Bueno... estuve molestando a Luka hasta que me contó... Que le pareció ¡El Sexo!-exclamó de nuevo poniendose a mi otro lado.

-¡Shhhh! no hables tan alto. Bueno... ¿Y que te dijo?-dijo cambiando de personaje nuevamente.

-No se si debería... 

-¿Me estas chantajeando?

-No es chantaje... Es intercambio de información.

-¿Ah si? Y ¿Qué información quieres a cambio?-preguntó el Keith de su obra.-Quizás... ¿Sobre Dereck?

-Pero no la quiero ahora,sino mas adelante.-dijo él.

-Trato hecho, ¡averiguaré lo que quieras!-dijo girandose hacia mi y haciendo una inclinación dando por finalizada su obra. Yo me reí y aplaudí silvando.

-Vale, en primer lugar, ya me acuerdo. Y en segundo, ¿como es posible que te acuerdes tan detalladamente?-me reí.

-Es talento natural.-dijo echando la cabeza hacia atrás riendo.-Entonces, ¿me ayudarás?

-¿a caso tengo otra opción?-él sonrió y negó con la cabeza.-Por cierto, esa información... nunca llegué a utilizarla.-murmuré sonriendo.-Ya se lo que haré cuando vea a Luka.-me reí.

-Oh, claro, ¿y de lo que te dije si te acuerdas?-se quejó Malcon.

-Bueno, es que era una información importante ¿sabes?-sonreí, el negó y agarro lo que quedaba del bizcocho.

-Venga, ayudemos a Matt, que debe estar sufriendo entre esas chicas.-exclamó.-por cierto ¡Felicitaciónes a tu madre! Esto egta delifiozo...