Luka no dejaba de pasear de un lado a otro en su habitación haciendo que el ruido resonará en el piso de abajo, así no me podía concentrar en pensar un regalo para todos, y no había presupuesto, como bien había aclarado Alex ayer.

Las notas ya habían sido entregadas, firmadas, discutidas, en el caso de Luka, y devueltas; ahora, se podría decir oficialmente, que ya estábamos en vacaciones.

Mi padre había ofrecido irnos de viaje, pero mi madre tenía que trabajar y no pudo aceptarlo; y nosotros, bueno, tenemos que pasar las vacaciones con ella, porque claro, es Navidad, es una fecha familiar al parecer, aunque realmente últimamente no lo pareciera.

Los regalos eran lo único importante en Navidad cuando éramos pequeños, ya no nos emocionaban tanto, porque claro, ya no eran juguetes nuevos y superdivertidos, ahora solamente era ropa, dinero, o alguna tontería; ya no ponías en la lista de Santa Claus lo que querías asegurando haber sido bueno, no, ahora te traían lo práctico y lo útil, porque ya eras mayor...

Así que los únicos regalos que realmente emocionaban eran los de tus amigos ¿razón? Ellos te conocían mejor y sabían lo que te iba a gustar, por ejemplo, en el caso de Luka, sé que si le regalo un vídeo juego sería el niño más feliz del mundo, por lo menos, durante un mes, o lo que tardara en pasárselo. A Steve, en cambio, le gustaría alguna tontería como por ejemplo, un simple cómic, un CD de música, o una invitación a algún parque de atracciones, la cuestión es que fuera algo que le entretuviera durante un tiempo. A Malcon, se que lo único necesario para que te entregue su amor eterno es darle comida. Bueno, comida o a Dereck, pero creo que ese regalo ya estaba elegido por otra persona...

En fin, el caso, los conozco, se lo que les encantaría recibir, pero... no hay dinero, así que tenía que buscar algo intermedio entre el "me gusta", y el "es muy cutre". Complicado, pero no imposible, ¡nada era imposible para un Strauss!

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-¡Esto era imposible! Le había dado muchas vueltas a su propuesta, y realmente me parecía buena para haber salido de la boca de Keith... pero no sabía qué hacer, como preparar ese regalo era muy complicado por una sencilla razón... yo, Luka Strauss, nunca, en toda mi vida, había tenido una cita...

Si, una cita... eso era lo que me había pedido.

Exactamente lo que ocurrió fue algo así:

1) Me beso porque le dio la gana. Cabe añadir, que todos lo vieron.

2) Le pregunté que quería por Navidad.

3) 《-¿Por navidad?-repitió el rubio sonriendo, yo asentí.-Lo que quiero por navidad es...-dijo acercándose a mi oído para decir la última parte.-Salir contigo, quiero una cita.-me susurró. Yo me aparte y lo miré sorprendido. ¿Que es lo que acababa de decir?-Solo pido eso.-dijo sonriendo.-¿Me lo vas a conceder?-preguntó mirándome a los ojos.》

¡Oh, pero no nos olvidemos de lo mas importante! ¿y que fue?

Que yo... le dije que si.

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-Soy imbécil... definitivamente soy imbécil.-no dejaba de repetir Matt mientras daba vueltas por la pequeña sala, estábamos en el piso de mi padre.

-Te conozco desde hace mucho, y ya se que eres imbécil, pero si me aclararas la razón por la cual lo dices ahora, mejor.

-He hecho algo malo... pero no malo en el sentido de "he robado un coche" o "he pegado a un idiota", sino malo en el sentido de "he traicionado a un amigo", y a mi parecer, eso es peor que cualquier cosa que haya hecho...-me explicó sin dejar de moverse.

Era muy extraño, Matt nunca estaba tan alterado por nada, ni siquiera se molestaba cuando su madre le gritaba por suspender o cuando sus novias le dejaban; aunque claro, eso ya lo tenía asegurado, porque siempre ocurría lo mismo con las chicas... una le gustaba, iba a por ella, la conquistaba, conseguía besarla y poco después perdía el interés. Lo que solía continuar en que ellas le dejaban al darse cuenta que le miraba los culos a las otras chicas por calle... Bueno, y a veces la ruptura iba acompañada con alguna que otra bofetada.

Pero a lo que iba, él era un chico tranquilo, problematico, pero tranquilo, aunque más bien, eso se podría traducir en vago.

Se la pasaba en casa jugando vídeo juegos y si salía siempre estaba con sus dos amigos de siempre, sobretodo con James.

Solo se había puesto así de histérico cuando nos peleamos... así que probablemente, ese amigo al que se refería, era el hermano de Dereck.

-A ver, estas hecho un manojo de nervios... Cálmate y dime ¿que es eso tan grave que has hecho?-le pregunté agarrándole del brazo y empujándolo contra el sofá. Él, haciéndome caso, respiró hondo y contestó despacio.

-Malcon... he besado Scarlett.

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La chica de pelo azulado no contenía su sonrisa tras la pantalla, yo sin embargo mantenía mi semblante serio, mas que serio, confuso.

-¿No es una broma? ¿Me estas hablando en serio?-pregunto de forma consecutiva durante media hora.

-Si, es una broma, yo me la paso bromeando sobre eso todo el tiempo.-le dije con la voz cargada de ironía y rodando los ojos.

-Vale, vale, te creo. Pero si eso es verdad vas a tener que darme mas explicaciones, y detalles.-añadió sonriendo.-Cuéntame la historia desde el principio.-dijo emocionada. Yo suspire derrotada y me acomode bien en la cama para empezar a narrar. Comencé desde el principio, para aclarar todo lo de James y su hermano. Pero de forma resumida claro, lo que importaba no era esa parte, sino la siguiente.

Me salte un poco la parte del llanto y los gritos agónicos, bla, bla, bla... y me centre en, bueno, en lo que desembocó toda aquella conversación.

-Comprendo, en resumidas cuentas, James es un tremendo idiota cuando le dan esos brotes de ira pos pelea familiar y "el imbécil numero uno"-como yo le llamaba.-no parece ser tan imbecil.

-Si, algo así...-contesté encogiéndome de hombros.

-Pero por favor continua, que aun no has explicado bien que paso después de ese extraño y esporádico abrazo.

-Brotes de ira, pos pelea familiar, extraño y esporádico abrazo... puedes hablar como una adolescente normal y no parecer un psicólogo analizando mi estado mental.-le dije elevando una ceja divertida.

-¡Deja de irte por las ramas y cambiar de tema! ¡Scarlett! ¿como ocurrió el beso?-soltó sin pelos en la lengua. Yo me deje caer sobre la cama y seguí la historia en el punto que me había quedado.

-La verdad es que todo fue muy confuso, no entiendo demasiado bien lo que ocurrió... Es decir, me abrazo, pero mientras lo hacía estaba intentando decirme que perdonara a James, que solo había sido un momento de enfado y que no pensaba lo que dijo; pero sin embargo, después de eso... me beso, así de simple. Se separo de mi, yo le dije que tenía que volver y me despedí, y cuando me iba a ir, me agarro del brazo y me beso. Después de eso solo se que fue el momento mas extraño, vergonzoso e incomodo de mi vida. Luego yo me fui, él se fue, nadie dijo nada, y Matt parecía estar tan confundido como yo...

-Raro... pero bonito.-añadió Victoria tras la pantalla.-como me gustaría estar ahí para estar contigo en persona...-se quejo suspirando.

-Y a mi como me gustaría que estuvieras... pero vives muy lejos.-dije yo.

-Lo se, yo en Madrid y tu... espera... ¡tu estas también en España! ¡Puedo visitarte! ¡Estoy en el centro así que ningún lugar me queda demasiado lejos!

-Pero eso es imposible... yo me voy dentro de poco, no puedes planear un viaje de hoy para mañana y ademas ¿donde te quedarías?

-Shhh ¡A callar! Voy a hacer la maleta, envíame tu dirección y apañatelas para recogerme en la parada de tren, porque avión es muy caro... ¡Al fin vamos a vernos en persona!-exclamo antes de cerrar la pantalla de su portátil y no darme tiempo ni a quejarme de su plan.

En fin... otra cosa mas que añadir a la lista...

-¡Keith!-le grité a mi primo desde mi habitación.-¿puede quedarse a dormir una amiga?

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Siento haber tardado tanto, estoy de viaje y no he tenido tiempo a escribir, espero que os guste y Feliz Navidad!