Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6: ʙÚꜱᴄᴀᴍᴇ.

                         ʙÚꜱᴄᴀᴍ

—Señor Vélez, ya se encuentran los empresarios en la sala de reuniones.

— Gracias, Melissa. — dije levantandome del escritorio, agarré algunas carpetas y me dirigí a la sala de reuniones.

(…)

— Señor, Vélez. se acercó un hombre de una edad avanzada. — Soy Eduardo Hamilton y él es mí hijo, Robert Hamilton. — él estrecho su mano.

— Un gusto, señor Vélez.

Bien. — me senté, ellos repitieron la misma acción. — Comencemos, entonces.

(…)

Luego de charlas con hacer negocios con aquellos accionistas, y al fin quedar en un acuerdo con ellos, decidí en ir a casa, necesitaba descansar y darme un baño relajante. Estos últimos días he estado muy estresado con la empresa, y por otro lado, Amber seguía en mí cabeza, y por más que quiera olvidarme de lo que pasó, no iba a poder.

— Melissa, tienes el día libre.

— Gracias, señor, Vélez. — me dijo ella con una sonrisa.

— Dime solo Christopher.

— De acuerdo. — tomé mis cosas y me dirigí a la salida.

—¿Te llevo a tu casa?  — le pregunté poniéndome el saco.

—No quiero molestar.

— No es molestia para mí, deja que te lleve así te recompenso que la otra vez te quedaste trabajando hasta tarde. — ella solo asintió y me sonrió.

(…)

Después de que se fue Robert decidí en hacerme algo para desayunar porque moría de hambre.

Luego lavé lo que ensucié y me puse a limpiar la casa.

— Beso, beso, beso, que pa' eso se hicieron las bocas... — comencé a cantar una canción que salió de mí cabeza. antes decíamos esto no se toca, y ahora míranos aquí sin ropa... — cantaba mientras limpiaba el piso.


Después de terminar de limpiar, me recosté en el sofá a mirar un poco de televisión, estaba súper aburrida y no tenía nada importante para hacer, divisé a lo lejos una pequeña revista, me levanté un poco y la agarré.

— Quiero trabajar. — balbucee, abrí la revista y me indicaba lugares de trabajos con sus respectivos números y lo que hay que hacer.  — ¿Mecánica? — pensé. — No, no se nada de mecánica. — solté una pequeña carcajada. — ¿Limpieza? Me gusta limpiar, — me quedé pensando. — puede ser. — lo marqué con un marcador. — Mucama puede ser también, sí. — también lo marqué.

Después de buscar y marcar algunos trabajos, me agarró sueño, y decidí en tomarme una pequeña siesta, cerré los ojos y caí en un profundo sueño.


(…)

— Aquí es, — ella abrió la puerta del auto. — muchísimas gracias, Christopher.

— No tienes que agradecer, Melissa. — le sonreí amable. Ella se acercó a mí y besó mí mejilla, muy cerca de mis labios, se alejó, me saludo a lo lejos y se adentro a su casa. — Basta, Christopher. — susurré y puse en marcha el auto.

Al llegar a mí casa se encontraba Valentina dormida en el sofá con unas fotos en sus manos, me acerqué a ella con cuidado sin que se despierte y le saqué las fotos.

— Mí amor, — susurré al darme cuenta que las fotos era de Amber. — te extraño, ni te imaginas cuánto. — dije a lo bajo y una lágrima se deslizó por mí mejilla. Subí las escaleras y me dirigí a la habitación en donde ella dormía cuando se quedaba.

Al entrar a su habitación, pude oler su aroma, su olor, el perfume que ella tanto usaba, y que tanto le gustaban, aún quedaban algunas de sus cosas, a lo lejos divisé un cuadro en su mesita de luz, un cuadro donde había una foto de ambos, me acerqué y la tomé con mis manos, me senté en la cama y miré aquella foto. Ella estaba con una sonrisa mientras yo le estaba haciendo cosquillas.

Sonreí y sequé las lágrimas que ya estaban en mis mejillas.

— No sabes la falta que me haces, mí amor. — acaricié su rostro en la foto. — Te pienso día y noche, no puedo sacarte de mí cabeza y menos de mí corazón, ¿Cómo voy a hacer para seguir si no estás más conmigo? — dije en un llanto. — te extraño tanto, pequeña, quisiera que estés aquí conmigo. En mis brazos, que todo lo que pasó haya sido solo una pesadilla. ¡Me dijiste que nunca me dejarías solo, joder! — levanté el tono de voz. — Me dijiste que siempre estaríamos juntos, me mentiste. — me recosté en la cama, agarré el cuadro y lo abracé lo más fuerte que pude. — Te extraño, y te voy a amar y recordar para toda la eternidad, mí amor. — cerré los ojos y me quedé profundamente dormido.

(…)

— Mí amor, — escuché cerca. — despierta, Chris. — traté de abrir los ojos. —¡Al fin! — abrí los ojos y ahí se encontraba mí pequeña mirándome con la sonrisa más hermosa del mundo.

— Amber, mí amor. — me levanté rápidamente. — ¿Estoy soñando, verdad? — ella asintió.

— Sí, lo estás.

— Te extraño y te necesito. — la abracé fuerte.

— Lo sé. — ella se alejó y me miró. — Pero, al parecer no me extrañas tanto.

—¿Que dices?

— No estás buscándome.

—¿De qué estás hablando? — le pregunté confundido.

—Si me amas, búscame, amor. Tienes que buscarme y encontrarme, se que en el fondo crees que estoy muerta, ¡Pero búscame!

— No entiendo.

—Que lento eres, Vélez. Sólo búscame, por cada rincón, y encuentrame. — me agarró de la mejilla, cerré los ojos sintiendo esa sensación increíble. — ¡Despierta! Tienes que despertar y no pares de buscarme hasta encontrarme, se que lo lograrás. ¡Vamos! ¡Despierta!

Ella comenzó a alejarse, no dejaba de decir "búscame" empezó a desvanecerse en la oscuridad y ya no lograba verla.

—¡Mí amor, no te vayas! ¡Mí amor, no! ¡No, mí amor!

¡PAPÁ!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro