— Papá se va a casar, Amber. — me dijo Valentina, abrí la boca para hablar pero no me salían las palabras, la verdad sí me lo esperaba. — Con Melissa.

— Es su vida... — fingí una sonrisa. — está bien.

— ¿Qué les pasa? Se aman, Amber, nunca había visto un amor tan grande como el que se tenían tú y papá, era único, los envidiaba, ¿sabes?  — levanté la vista chocando con su mirada triste, y sus ojos con lágrimas. — yo los veía y veía todo el amor que se tenían, a miles de kilómetros se veía cuánto se amaban.

— Valen, yo no recuer...

— No lo recuerdas, pero sabes perfectamente que lo amas, no lo recuerdas pero lo tienes las 24 horas en tu cabeza, y no me vengas a decir que no es verdad, pero así es, tú lo amas, como él a ti, pasaron por muchas cosas, ¡Joder! ¿Sabes por todo lo que tuvieron que pasar para estar juntos?

— Ya no se puede hacer nada, así lo quiso el destino, y quizás no teníamos que terminar juntos.

Sonreí de lado y me levanté de la cafetería, caminé hasta la salida secando mis lágrimas, sin ver por dónde iba choque con alguien. ¿En serio? ¿Siempre se tenía que topar por mi camino?

— Los felicito. — suelto rápidamente. Ambos me miraron sin entender. — por el compromiso, espero que sean muy felices, se lo merecen. — fingí una sonrisa.

—¡Que linda! Gracias querida. — me dijo ella dándome un beso en la mejilla. — nosotros esperamos que tú también seas muy feliz con Robert, se nota el amor que se tienen, y además...— se acercó a mi. — entre nosotras, es un hombre muy guapo.

— Si. — asentí sonriendo.

Comencé a caminar en dirección contraria alejándome de ellos, Christopher no había abierto la boca en ningún momento, se notaba tenso, estaba raro.

Me duele tanto esto que está pasando, y no sé por qué es, bueno, si sé, lo admito. No estoy segura si soportaría todo esto, no lo voy a soportar, siento que estoy viviendo un infierno, no estoy pasando por un buen momento, no. Quizá la mejor solución sea alejarme de todo lo que me hace daño, porque estando cerca de Christopher y viendo que está con otra mujer, me hace daño aunque quiera negar que no es así. Necesito un respiro, estar lejos de todo esto, alejarme de todo y de todos, a lo mejor, esto me ayude a reflexionar y a olvidarme de una puta vez de todo esto, sería la mejor solución.

Y no es que sea cobarde y quiera irme de aquí para no enfrentar lo que siento por él, no soy cobarde por sentir algo y no decirlo, es el destino que no quiso que ambos estuviéramos juntos, y quizá en parte es mi culpa por no abrir los ojos antes, pero ese no es el punto.

Alejarme va a ser lo mejor.

(…)

— Amor, ¿Que dices? — me pregunta Melissa mostrándome una tarjeta de invitación para la boda. Pero yo no dejaba de pensar en ella, se suponía que tendría que estar feliz porque en unas semanas me voy a casar, me siento raro, como si no fuera yo, la quiero a Melissa, la adoro, pero es diferente, Valentina tiene razón, yo amo a Amber, y nadie, ni siquiera Melissa, ni otra persona va a hacer que me olvide de ella. — Amor, ¿Dónde estás?

— Perdón, hay problemas en la empresa y no dejo de pensar. — mentí.

— Tranquilo, todo va a estar bien, y tú vas a resolver todos los problemas como siempre cielo. — se levantó y se puso atrás mío acariciando mi pecho desabrochando mi camisa, se acercó a mí y me susurró. — Relájate amor. — mordió el lóbulo de mi oreja, se dió la vuelta y se sentó arriba mío, una pierna a cada lado. — Hola. — me sonrió.

— Hola. — hice la misma acción, esto me traía tantos recuerdos. — ¿Que haces?

— Estás muy tenso amor, yo te puedo sacar el estrés. — me guiño un ojo y comenzó a besarme el cuello, coloqué mis manos en su cintura, una mano en cada lado.

— Hazme tuya. — me sonrió pícaramente, no tenía muchas ganas de cojer, pero no podía decirle que no.

(…)

—¿Estás segura de esto?

Había pasado una semana de mi gran decisión, estaba muy segura de esto, claro que estaba segura, estaba muy segura de olvidarme de todo y de alejarme de lo que realmente me está haciendo daño, y estoy bastante segura que con Robert puedo llegar a tener un futuro mejor.

Estamos a punto de tomar el avión directo a Londres, dónde mi vida cambiará para siempre, dónde ahí voy a poder rehacer mi vida, y poder ser feliz con Rob, él es un hombre extraordinario, lo adoro, porque siempre estuvo para mí hasta en los peores momentos que viví en este infierno que llamo por vida, tampoco me quejo mucho, porque al fin de cuentas pude recuperar mi familia.

Todavía no logro recuperar mi memoria del todo, y prefiero no recordar mi pasado, porque desde ahora en adelante, viviré una nueva vida, sin pasado, y sin esa persona que me hizo sufrir mucho.

—Claro que estoy segura, es una decisión totalmente tomada, no pienso cambiar de opinión. — él se acercó a mí, y plantó un beso tierno encima de mis labios.

Un año después...