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32: Quiero que sea feliz.

- ¡Sorpresa! - dijimos todos al unísono. Yo estaba con una sonrisa, Christopher entró pero mi sonrisa se borró al ver a alguien más acompañandolo, agarrada de su mano y muy pegada a él, ¿Como era que se llamaba? ¿Melissa? Creo que ese era el nombre. Su mirada pasó a mi, que lo miraba con desilusión en mis ojos, una lágrima se deslizó por mi mejilla al ver como esa chica le daba un beso en los labios a él, el que decía amarme y que nunca me dejaría de amar, se fue un Christopher y volvió otro mas cambiado.

¿Cómo era posible que de un momento a otro haya cambiado como si nada? ¡Dios! fui tan tonta al pensar que en serio me amaba de verdad, pero al parecer me olvidó. 

- Te he extrañado cariño. - le dice él a Valen quien lo miraba con enojo. 

-Papá, ¿Qué significa esto? Creí que te habías ido a la casa de los abuelos.

- Y así fue, cielo. Mis papás querían conocer a Meli, entonces fuimos a pasar estos meses por allá.

Agarré mi bolso y me fui al cuarto de Valen, ya no podía más con lo que estaba pasando allí abajo, ¿De qué me perdí? Necesito que alguien me explique que está pasando. Rompí en llanto, las lágrimas no tardaron en salir, en serio estaba llorando por él, por alguien que no recuerdo, ¿Por qué siento esto? Y, ¿Por qué siempre tiene que pasar algo que arruine todo?

Sentí unos pasos acercarse, sequé mi lágrimas y me asomé a la puerta que estaba entreabierta.

.¿Qué te sucede? ¡Se supone que eres mi amigo, Erick!. - Escuché unos gritos de parte de Christopher que provenía de otra habitación.

- ¿Qué te sucede a ti? ¿Qué haces con Melissa? ¿Qué pasó con Amber? ¿No era que la amabas?

- No quiero hablar del tema, Amber ya fue para mi, ¿okey? No la amo más, y es mejor así, estoy bien con Melissa, y así tendría que haber sido desde un inicio, ya no quiero que se hable más del tema.

- Por qué no me lo dices a mi? - dije acercandome a ellos. - ¿De qué me perdí, Christopher? 

- No quiero hablar, no quiero saber más nada de ti.

- De acuerdo, está bien. Pero tiene que haber una razón para pensar así, supongo que hay una razón, no creo que me hayas dejado de amar de un día para el otro.

-La razón es que no eres la misma, y no quiero saber más nada de ti. Eres una completa extraña para nosotros, y no mereces que lloremos ni estemos mal por alguien como tú, ¿Quién te crees que eres? Si quieres estar con Robert está bien, pero no juegues con nuestros sentimientos, no mereces nuestra lástima, Amber. Y no mereces que nosotros nos preocupemos por ti.

- Bien. - Sus palabras me dolían, demasiado, pero tampoco entendía por qué me decía esto después de todo lo que pasamos. - Si piensas eso de mi, está bien. - sequé mis lágrimas con brusquedad. - Yo estaba contenta, ¿sabes? por contarte que después de todo, tuve un recuerdo de nosotros, te recordé, y estaba feliz de verte nuevamente, pero si es eso lo que piensas sobre mi, no puedo hacer nada, - dije cabizbaja. - espero que seas muy feliz.

Me di la media vuelta, toqué mi pecho y mi corazón latía muy fuerte, empecé a caminar alejandome de él, recién ahora me doy cuenta de todo lo que sentía, y él era esa persona que me hacía falta, pero ya no se podía cambiar el pasado.

-Amber, ¿Qué tienes? - me preguntó Robert acercándose a mi.

- Sácame de aquí, por favor. - le rogué. Él solo asintió, me agarró la mano y salimos de esa casa. 

Subimos al auto, ninguno de los dos dijo una palabra, yo iba mirando por la calle, viendo los reflejos de las parejas que pasaban  agarrados de las manos. 

Robert en ocasiones me miraba y me sonreía,  yo lo miraba y le devolvía la sonrisa a pesar de la tristeza.

- No tienes que contarme si no quieres. - habíamos llegado al departamento de Robert, yo estaba sentada en el sofá, tapada con una manta y tomando una taza de café que Robert me había preparado.

- No entiendo, Rob. - lo miré. - Se supone que me amaba, y ahora está con ella, y diciendo a mis espaldas que ya no me ama más y que no quiere saber más nada de mí. - una lágrima de deslizó por mi mejilla, él me miraba. - Estoy confundida, yo, - suspiré. - estoy destrozada, y sé que no tengo que sentirme así, lo sé, pero es algo que no puedo controlar.

- Quizá él no es para ti, quizá es el destino, Amber. Capaz él no sea para ti ni tu para él. 

- Yo siento algo muy dentro de mi corazón que lo amo, y que él significó mucho para mi, pero es todo muy difícil, después de todo lo que pasó siento algo muy especial, y ver como estaba tan cerca de esa chica y esa chica de él, me hizo entrar en razón.

-¿Entrar en razón?

- Siento cosas muy fuertes por él, Rob. Y justo ahora empiezo a comprender todo, tenía una licuadora en la cabeza, no sabía que era lo que quería, pero ahora si, sé lo que quiero. Pero ya es muy tarde, él está con otra, y ya no quiere saber más nada de mi, me lo dijo, me dijo que ya no me amaba más. - Dije al bordo del llanto. Robert se acercó a mi y limpió las lágrimas que había derramado. 

- Tranquila, yo estoy aquí, contigo. Y nuca me separé de ti. - él me abrazó. - Aquí tienes un hombro en el cual puedes llorar las veces que quieras, pequeña, nunca te dejaré.

- Lo siento. - me separé de él. - Estoy hablando esto contigo después de todo lo que sientes por mi.

- Hey, - Robert me sonrío. - Conmigo puedes hablar de lo que tú quieras, si, me gustas, y si estoy enamorado de ti, pero, también soy como un amigo al que le puedes contar lo que sea.

- Gracias. - Dejé un beso en su mejilla.



CHRISTOPHER VÉLEZ.

La amo, aún la sigo amando, joder, claro que la sigo amando, pero ella ya no es la misma de antes, y no volverá a ser mi Amber. Quisiera olvidarla, quisiera poder sacármela de la cabeza de una vez por todas, necesito aprender a vivir sin ella, porque ella ama a otro. Quizá fui muy duro con ella, pero no tenía otra idea para que deje de sentir culpa al lastimarme, tengo que aprender a soltar, y si quiero que ella sea feliz, tengo que empezar a olvidarla desde ahora. Me duele, me duele demasiado, pero es el único remedio que tengo para que ella sea feliz con quien ella quiera. 

Y si quiero empezar una nueva vida, quiero empezar desde ahora. Le pediré a Melissa que se case conmigo, quizá de esa manera y con Melissa a mi lado logre poder ser feliz sin Amber.

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