24: ᴍᴜᴄʜᴀꜱ ᴘʀᴇɢᴜɴᴛᴀꜱ
ᴍᴜᴄʜᴀꜱ ᴘʀᴇɢᴜɴᴛᴀs.
Él estaba frente a mí, se veía triste y enojado a la vez, su cara de impactado aún no cambiaba, sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas, su cabello estaba despeinado, pero aun así no dejaba de verse hermoso. Robert se alejó de mí y lo miró a él, Tamara no se veía feliz, ella también se veía impactada y preocupada por la situación.
—¡Responde, Amber! ¿Por qué fuiste capaz de hacerme esto?
Sentí un mareo constante, mí corazón latía a mil por segundo y lo piel estaba más erizada que nunca, sentía que en cualquier momento iba a desvanecerse, me comenzaba a doler la cabeza, pero era un dolor aún más fuerte que el normal, él aún no me sacaba la mirada de encima y se veía furioso y sin entender nada.
— Christopher. — logré decir, pero al instante ya no recordé nada más y me caí lentamente.
(…)
Narra Christopher.
Necesitaba una explicación de todo lo que estaba pasando, no entendía nada.
Me ponía nervioso y decepcionado de tan solo pensar que Amber haya sido capaz de inventar semejante locura para alejarse de mí, creí que me amaba, que yo era el hombre de su vida, ella me miraba, con miedo y nerviosismo en su mirada, estaba más hermosa que nunca, y por dentro me encontraba feliz de verla nuevamente después de tanto tiempo, pero me sentía decepcionado, necesitaba urgentemente una explicación a todo esto porque iba a explotar de tanta intriga.
Amber no se sentía bien, comenzó a agarrarse la cabeza, y se le fueron cerrando los ojos hasta caer, logré agarrarla para que no cayera y se golpeara la cabeza. Al tenerla en mis brazos sentí un bulto en su vientre, di antes no entendía nada, ahora menos. ¿Amber estaba embarazada? Tenía tantas preguntas para hacer.
Estaba asustado, Amber se había desmayado, y cayó en mis brazos, la miré y sentí nuevamente mí corazón latir como solía hacerlo cuando ella estaba conmigo.
—¡Amber! — gritó Tamara, logré reaccionar y comencé a mirar a mí alrededor para buscar a alguien que pudiera ayudarnos. — ¡Un médico! — volvió a gritar.
Melissa estaba a mí lado sin entender nada, solo observaba lo que estaba pasando sin decir nada.
Miré a Amber y estaba abriendo los ojos, nuestras mirada chocaron por unos segundos, era ella, la mujer que había perdido, el gran amor de mí vida y la persona que más amo en esta tierra, pero estaba cambiada, era ella físicamente, pero parecía ser otra persona.
—Amber, ¿Te encuentras bien? — preguntó Robert desesperado.
—Si, — trató de mantenerse en pie. — solo me duele un poco la cabeza, eso es todo.
— Christopher, es mejor que te vayas, Amber tiene que ir a su casa a descansar.
— No me iré sin antes saber que es lo que está pasando. Amber, ¿Estás embarazada? — las últimas palabras me dolieron, pero traté de mantener mis lágrimas, no podría verme mas débil en frente de ellos.
— Te juro que hay una explicación para todo, y te la voy a dar, pero ahora no me siento nada bien.
— Está bien, la verdad no sé que es lo que está pasando aquí, pero de acuerdo, solo quiero que sepas que... — hice una pausa para pensar en lo que iba a decir, pero a lo mejor no era buena idea decir lo que sentía en ese momento. — después hablamos. — terminé de decir y me fui sin más.
Melissa fue detrás de mí, ella parecía no estar contenta por la situación, y se que quiere hablar conmigo o decirme algo, pero no se animaba, y yo no sé ni entiendo nada, lo único que sé, es que Amber está viva, y está acá, por un lado me pone muy feliz, pero necesito sacar mis dudas.
—¿Estás seguro que no quieres que me quede contigo? — me pregunta ella al llegar a mí casa.
— Ve, estoy bien. Solo quiero descansar y pensar sobre todo lo que me pasó hoy.
— De acuerdo, pero sabes que estoy para ti, en lo que necesites, no dudes en llamarme.
— Lo haré. — besó mí mejilla y se fue.
Entré a mí casa y me recosté en el sofá, parecía todo un sueño, quisiera saber que fue lo que pasó, lo que pasó en ese incendio, lo que pasó con Amber, ¿Por qué tendría que esperar? Necesitaba las respuestas a todas mis preguntas, urgente.
—¡Papá, ya llegué! — escuché la puerta abrirse y la voz gritona de Valentina.
— Lo sé, estoy aquí. — respondí.
— Vélez, ¿Te ocurre algo?
(…)
Desde que supe de Christopher me imaginé este momento, pero nunca me imaginé que fuera así, estaba nerviosa y tenía miedo, ahora sí mis problemas aumentaban, amo a Robert, pero cuando apareció Christopher, todo cambió, no sé lo que siento con exactitud, pero siento que lo nuestro fue algo hermoso.
Al ver el rostro de ese hombre, triste, con decepción en su rostro, se me partió el corazón, y me daban unas ganas inmensas de llorar, pero me contuve, ahora necesitaba verlo, necesitaba explicarle que fue lo que pasó, y necesita hablar con él, no podía dejar que él me odiara por nada, y que piense que yo quise alejarme de él, porque no fue así.
— Robert. — lo llamé. — Necesito ir a la casa de Christopher Vélez, es urgente.
— Tienes que descansar, Amber.
— No puedo descansar sabiendo que ese hombre se siente pésimo, ¡Por dios, Robert! Jamás me imaginé que esto pasara de esta manera, necesito aclarar las cosas, no puedo dejar que me odie y no sepa nada de lo que yo tuve que pasar, por favor.
— Está bien, te llevaré. — dijo él. — Pero necesitamos hablar de lo nuestro también, Amber. Necesito saber si tú me amas, si estarás con él, porque te juro que si me dices que volverás a ser la Amber de antes, y que volverás con él, yo haría lo que estuviera a mí alcance y lucharía por tener tu amo.
— Tengo muchas cosas en la cabeza, Robert. Primero quiero aclarar los malos entendidos con Christopher, y después veo que hago con mí vida, no me presiones, ¿Si? — él asintió y tomó las llaves de su auto.
(…)
— Valen, algo pasó, y no sé cómo vas a reaccionar, yo hasta sigo impactado, no lo creo.
—¿Que fue lo que pasó, papá? — preguntó ella. Pero cuando iba a hablar sonó el timbre de la puerta. — Después me cuentas, iré a ver quién es.
—¡No puede ser, no puede ser! — escuché a Valen gritar, me asomé donde ella estaba, mí hija de encontraba llorando silenciosamente, miré al frente y estaba Amber, con tristeza en su rostro y detrás de ella estaba Robert, Valen seguía llorando y miraba a Amber, no reaccionaba a la situación. —¡Estás viva! Amber.
Valen se lanzó al fin y abrazó al amor de mí vida, yo sonreí por ese momento pero a la vez estaba furioso, ¿en serio ella sería capaz de engañarnos a todos con su muerte? Amber me miró aún en el hombre de Valentina, yo me cruce de brazos y arrugué el entrecejo.
Por un lado quería abrazarla, besarla y obligarla a qué se quede conmigo y que nunca más se aleje de mí, pero por otro quería decirle todo lo que sentía en el momento, preguntarle por qué me dejó de esa manera y por qué fue que se inventó semejante cosa para alejarse de mí.
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