Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2: ᴜɴᴀ ɴᴜᴇᴠᴀ ᴠɪᴅᴀ.

                         ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 2

Ven, pasa. — me invitó él. — Espero te sientas cómoda.

Está bien. — entré con un poco de vergüenza.

—¿Quieres ducharte? — me preguntó apoyando sus llaves en la mesa.

—¿Tengo olor? — él sonrió y negó con la cabeza.

No. — me respondió. — ¿A caso estuviste en un incendio? Tienes cenizas en tu rostro. — él se acercó a mí y trato de sacarme aquellas cenizas de mí rostro. Yo me alejé un poco.

— No lo sé, no recuerdo nada. — comencé a caminar por la casa observando los cuadros de fotos. —¿Eres doctor? — pregunté mientras miraba una foto de él con una traje blanco.

— Lo era.— me respondió él un poco incomodado por la pregunta, capaz no tendría que volver a preguntar— ¿Tienes hambre, linda? — me di vuelta mirándolo. — Linda te dije porque no sé cómo te llamas. — me sonrió. —¿Que sientes? Digo, ¿No tienes recuerdos de nada?

— Siento como si volviera a nacer, como si mí vida comenzara de nuevo, no tengo recuerdos de lo que hice ayer ni de como se llaman mis familiares, tengo la cabeza vacía, totalmente vacía.

Mira si quieres, puedo acompañarte a la policía y así averiguas si alguien está buscándote, tu familia debe estar buscándote.

— ¡Si! Está bien. — lo miré. — Gracias, — me había olvidado su nombre.

Robert Hamilton.

— Gracias, Robert.

— No tienes nada de que agradecer.

—¡Claro que sí! ¿Qué clase persona deja que se quede una chica desconocida encima "amnésica" en su casa? — hice comillas con mis dedos.

— Al parecer yo. — ambos reímos.

Sí, me encantaría ducharme. le respondí a su pregunta interior.

— Bien, — me sonrió. — Ahí tienes toallas, ocupa las que quieras, en mí clóset puede agarrar también lo que quieras, aunque puede quedarte un poco grande — hizo un pausa para tomar aire y seguir hablando. — en aquel cajón hay ropa interior. — yo lo miré raro.

— No pienses mal, — dijo nervioso. — es de mí ex novia, está todo limpio.

— Ah, — sonreí. — está bien. no quise preguntar, solo escogí lo que me pondría y entre al baño.

Cuando me metí al año me miré al espejos por unos segundos.

—¿Quien eres? — dije apoyando mis manos en la lavadora de manos.

¿Alguien estará buscándome? Comencé a preguntarme, recordé lo que me dijo el doctor, no puedo forzar mí memoria.
Sentía algo raro, algo que no podía explicar. Era una sensación inexplicable.

Moví mí cabeza de un lado a otro, no quería pensar más porque me iba a hacer daño.

Comencé a desvestirme, mí blusa olía a cenizas, como si hubiese estado en un incendio, no le di importancia y me metí a la ducha.

(…)

Narra Valentina.

Cada vez se nos hace más difícil vivir sin Amber, la extrañamos y nos hace falta, tanto a mí como a Vélez. Todavía no puedo creer todo lo que pasó.

Salgamos, cariño. Así te despejas, si quieres le decimos a Vélez que salga con nosotras. — me decía mí madre.

— No, mamá. — respondí. — Amber era muy especial para nosotras, era mí mejor amiga y está a punto de casarse con papá. No tengo fuerzas para nada.

— Sé lo importante que era para ustedes, chiquita. — me abrazó. — pero la vida sigue.

—¡Que me canceles todo! — exclamó mí papá bajando por las escaleras, tenía puesto su traje de trabajo y estaba hablando por celular. — No preguntes, cancela todo, por favor. — dijo para luego cortar.

— ¿Qué pasó, papá? — le pregunté acercándome a él.

— Acabo de cancelar pasajes para la luna de miel. — dijo serio.

—¿Estás bien? Pensé que ibas a tomarte unas semanas.

— Necesito ir a trabajar, no puedo estar toda la vida encerrado.


Agarró sus llaves y salió por la puerta. A pesar de que se hacía el superado, yo no lo vi nada bien, y me preocupa.





(...)

Al terminar de bañarme me cambié con la ropa que había escogido. Agarré playera de Robert que me quedaba hasta por debajo de mis nalgas, debajo me puse unos shorts que me quedaban un poco grande, e hice un nudo para que quedara perfecto.

Cepille mí cabello y salí.


— Que increíble que la ropa de hombres le quedan mucho mejor a las mujeres. — dijo él con una sonrisa viéndome fijamente. Mis mejillas tomaron un color más rosadito, le sonreí amablemente.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro