17: ¿ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ ᴇɢᴏÍꜱᴛᴀ?
¿ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ ᴇɢᴏÍꜱᴛᴀ?
—¿Tu-tu novia? — dije tartamudeando, no podía hablar. — ¿Era? — pregunté un tanto nervioso.
— Así es, ella, — suspiró. — Falleció hace casi 3 meses, en un incendio cuando estaba en la facultad, se incendió todo y ella no logro salir. — y todo cerraba, cuando la encontré ella tenía cenizas en su rostro y en su ropa, ahora estaba entendiendo todo, la noche en donde ella tuvo ese sueño había nombrado a "Christopher" todo cerraba.
— Lo lamento tanto.
Tendría que decirle que ella estaba viva, pero no era lo suficientemente fuerte para hacerlo, yo la quiero, y siento que si le digo que ella está viva, y le digo a ella que encontré su familia, ella se irá y se olvidará de mí, ella se volvió muy importante para mí, y no quiero dejarla ir, no, no lo haré.
— Descuida, las cosas pasan por algo, la extraño mucho, demasiado, pero hay que seguir, ¿No? — yo asentí y mí vista volvió a ese cuadro. — Bien, Robert. — él cambió de tema. — te cité aquí para ofrecerte algo, lo poco que te he conocido pero pareció que eras un hombre que cumple y hace bien su trabajo, por eso entre tantos accionistas y empresarios que recién empiezan, decidí en que fueras en nombre mío a Los Ángeles, tengo una reunión allí y me gustaría que tu vayas por mí, aquí tengo muchas cosas por hacer y no tengo tiempo, así que pensé en ti y se que lo harás muy bien.
— No se que decir al respecto, señor Vélez. — me quedé impactado por su oferta, era una buena oportunidad para enseñar lo que de hacer y como me manejo, pero por otro lado seguía pensando en ella, lo correcto sería que le diga la verdad, pero mí temor es perderla para siempre. No quiero que se alejé de mí, no quiero verme egoísta al decir esto, pero no quiero que ella recupere la memoria.
— Di que sí, sería una buena oportunidad para ti, Robert. — tenía razón, quería enseñarle al mundo que soy bueno para hacer negocios y que tengo potencial.
— Bien, acepto. — dije un poco con duda, pero bueno, no serán muchos días.
— Perfecto, estoy feliz de que hayas aceptado. — estiró su brazo para tomar mí mano y hacer ese típico saludo de hombres cuando están de acuerdo en algo. — Esta noche es el vuelvo a Los Ángeles, el hotel ya está reservado y te mandé a tu celular el lugar de la junta que sería en dos días, irás antes para acomodarte.
— Bien, entonces me iré a preparar la maleta. — lo saludé y salí de la oficina.
(…)
Al llegar al departamento me di cuenta que Robert aún no había llegado, así que me dispuse a preparar el almuerzo, yo moría de hambre y se me antojaba pastas.
Comencé con la preparación mientras escuchaba música, y a la vez limpiaba lo que iba ensuciando.
40 minutos después ya estaban listas las pastas con salsa, olía delicioso. Escucho unos ruidos en la entrada y me dirijo hacia allí, había llegado Robert.
— ¿Cómo te fue? — le pregunté amable mientras depositaba un beso en su mejilla.
— Demasiado bien. — dijo un poco feliz. — esta noche me iré a Los Ángeles, me manda el señor Vélez, es una buena oportunidad para mí.
—¡Te felicito! — lo abracé por el cuello, me ponía muy feliz que al fin le den lo que merece, Robert es un gran hombre y un gran trabajador, eso no lo dudo, aparte tiene muchas ocurrencias y eso es lo que lo hace mejor.
— Gracias. — nos alejamos después del abrazo. — pero me pone mal dejarte sola por una semana.
— Yo estoy bien, no te preocupes por mí, de hecho empezaré a trabajar y eso me pone más feliz y no estaré tan encerrada aquí sin hacer nada.
— Bien, ¿Y ese olor rico que es? — preguntó asomando la cabeza a la cocina.
— Preparé pastas. — fui a la cocina y agarré la bandeja con una sonrisa en mí rostro y orgullosa por la comida que había preparado.
—Uh, ¡Quiero probar eso! — agarró dos platos, dos cubiertos y dos vasos y los llevó a la mesa preparando cada cosa en su lugar. Coloqué la bandeja en la mesa y comencé a servir en los platos.
— Está delicioso. — Dijo Robert cuando probó un bocado. —¡En serio! ¿Quien te habrá enseñado a cocinar así?
— Eso no lo sé. — solté una pequeña carcajada. — comenzamos a comer y pude notarlo un poco raro y nervioso, así que le pregunté. —Robert, ¿Estás bien?
— Si, ¿Por qué preguntas?
— Te siento un poco nervioso y preocupado.
— El viaje me tiene nervioso, es eso. — me dijo para seguir comiendo. Aunque no me haya convencido decidí en no volver a preguntar, y seguimos comiendo.
• • •
Todas están odiando a Robert en este momento :( pero no lo odien, él está enamorado y cree que es lo mejor no decirle la verdad a Amber, pero pronto la verdad saldrá a la luz.
Espero les haya gustado este capítulo, no se olviden de votar y de comentar para seguir con esta historia ♥️
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