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Capítulo 23

Decidí ignorar lo que dijo y lo bese, lo bese exactamente igual que las otras veces, su calidad boca me recibió de nuevo, mordió mi labio inferior y cuando abrí mi boca para quejarme aprovecho y metió su lengua.

Pasaron unos pocos segundos hasta que se oyó el sonido de mi teléfono indicándome una llamada.

Muy a fuerzas me despegue de el antes de sacar mi teléfono.

— ¿Bueno? — Manifesté al contestar una vez que calme mi respiración, no sabía quién llamaba pues no había visto el identificador de llamadas.

— Amiga, te adoro y todo, pero se hace tarde para la fiesta. — Objeto Freya riéndose.

— Claro, ya vamos. — Hablé con rapidez sintiendo mi rostro calentarse, para después colgar.

Tome la mano de Aarón y sin dejarlo hablar lo arrastre hacia afuera del apartamento con dirección al ascensor.

— ¿Qué sucede? — Preguntó mientras esperábamos a que se abrieran las puertas del ascensor.

— Nada, solo que tenemos que llegar a la fiesta, por qué se acaba. — Sonreí inocente.

Las puertas se abrieron y nos adentramos al ascensor.

Era tedioso estar en un lugar encerrado después de lo que dijo y que yo decidiera ignorarlo, a pesar de que yo también lo deseaba, sabía que no era el momento, me parecía injusto mentirle de quién era pero sabía que era lo mejor, para él y para mí.

Cuando las puertas se abrieron, estaba a punto de dar un paso cuando me tomo de la cintura, su aliento golpeaba mi oído, lo que me indicaba que está muy cerca de mí.

— A pesar de que me ignoraste, sé que lo deseas, habrá un punto en el que no podamos controlarlo.

Trague en seco y gire mi rostro a su dirección antes de contestar.

— Sé que sucederá, pero no será hoy.

Me centre en el frente y camine al estacionamiento sin esperarlo a él.

No me demostré pequeña, ni temerosa, odiaba eso. Sabía que lo que dijo sucedería algún día, pero no quiero que sea hoy.

El sonido de mis tacones resonaba en el estacionamiento, de la nada recordé que no sabía en qué había llegado Aarón y cuando me gire hacia él se encontraba a casi cuatro metros de distancia, sonriendo con burla.

— ¿Cuál es mi coche? — Se cruzó de brazos con su sonrisa aún en el rostro.

Hice un puchero antes de acercarme hasta quedar frente a él.

Estando frente a él, aún con el puchero en labios, me dio un pico rápido antes de volver a su lugar.

— No sé. — Hablé con resignación.

Se carcajeo por unos segundos para después tomar mi mano y conducirme a dónde se encontraba su coche.

Mientras que caminábamos recordaba a mi Camaro precioso con el que competí con Aarón el segundo día que llegue. Ese coche se encuentra ahora mismo en un almacén, si lo llegasen a ver aquí y lo reconocieran provocaría muchos problemas y dolores de cabeza.

Nos paramos frente a un Mercedes C43 AMG negro y me abrió la puerta.

— Señorita. — Me hizo un gesto con la mano que no tenía tomada la puerta.

Me monte al coche murmurándole un gracias.

Voltee a ver a Freya y ella se encontraba viendo en mi dirección arqueando una ceja.

— ¿Qué? — Pregunté riendo.

— Nada, nada. — Hablo riendo centrando su vista de nuevo en su teléfono.

Aarón se montó al coche y arrancó rumbo a la fiesta.

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Han pasado casi cuatro horas desde que llegamos a la fiesta, he bailado muchas canciones con Freya y Alisha al igual que con Aarón.

Aún estábamos consientes, solo un poco ebrios pero nada de qué preocuparse, hace unos minutos me quedé a descansar en un sofá en lo que Aarón traía bebidas para ambos cuando se acercó un chico que desconocía a invitarme a bailar, lo rechace pero él seguía insistiendo. Llegó Aarón y se sentó a un lado de mí, besándome aún con las bebidas en mano e ignorando por completo al chico. Este al ver que no le prestábamos atención solo se marchó causando risas de nuestra parte.

Sé que es malo comparar, pero era inevitable hacerlo, si eso hubiera sucedido con Jayden, él ya me hubiera tomado por puta, a pesar de haber ignorado al chico para después molerlo a golpes. Demostrando que Aarón es mil veces mejor, sentía como poco a poco mis sentimientos comenzaban a crecer más, de verdad era muy maravilloso ver que no todos los chicos son iguales a Jayden y que siempre llega algo o alguien mejor. Era un poco aterrador pensar que la vida de nosotros podrá conseguir separarnos por completo, pero no dejaré que eso suceda sin disfrutar cada momento a su lado. No quería que lo que tuviéramos fuera algo efímero.

En este momento estábamos en una ronda de beer pong, Aarón y yo contra Freya y Lei, me sorprendí verlo con Freya pero no le tomé importancia, a pesar de la estúpida discusión que tuvimos en clase era bobo odiarlo sin un motivo razonable, supongo lo mismo para él, pues me habla con normalidad y no hace gestos de odio. Fue también muy sorprendente que él y Aarón no pelearán y más por la pelea que vi el primer día, creí que era lo primero que iba a suceder al verse pero no fue así.

En el juego vamos empatados, a solo un punto de ganar, ya me encuentro un poco mareada.

Es el turno del equipo contrario, si la pelota que lazaran cae en nuestro vaso perdemos. Sentía la tensión y los nervios, Freya alzo su brazo para aventar la pelota, la lanzo y solo vi su recorrido en cámara lenta, mi mirada estaba centrada en aquella pelotita cuando cayó.

Mi rostro formó una mueca rara y los gritos de festejo de Freya se opacaron por el ruido de una canción nueva, me parecía extraño la forma en la que Lei la miraba festejar, se encontraba sonriendo feliz.

¿Y si él es el chico? Naah no creo. ¿Pero y si es?

Mis pensamientos iniciaban con una lucha interna, la cual fue opacada por la voz de Aarón.

— ¿Bailamos?

— Claro. — Sonreí tomando su mano y guiándonos a la pista de baile.

La canción era atrevida, sus manos estaban en mi cadera y nos movíamos al compás, no me intereso el resto, estaba bailando con el chico que me gusta mientras estaba un poco ebria, tal vez más que un poco pero no importa.

— Te confieso que tuve un tipo de apodyopsis en el momento que te vi en el apartamento.

Sentí mi rostro calentarse. No conteste y solo lo bese.

Seguimos bailando por cinco o seis canciones más, la verdad no lo recuerdo, besos no faltaron, me sorprendí un poco al darme cuenta que sus manos siempre se mantuvieron en mi cintura y cadera, en ningún momento dieron indicio de bajar a mi trasero.

No pregunté, en realidad lo agradecía, pues me parecía vulgar y de mal gusto hacer ese tipo de demostraciones en público.

Las canciones siguieron, los besos también y no podían faltar las bebidas.

Lo último que recuerdo era a nosotros bailando una canción de bachata para luego besarnos.

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Me desperté al sentir la luz del amanecer colarse por el vidrio de pared que se encontraba frente a la cama, eso lo tapo por una cortina por lo que no sé la razón por la cual este corrida.

Sentía un dolor de cabeza leve, no recordaba cómo había llegado al apartamento y más como era que me había puesto el pijama o si quiera si me lo puse yo.

Con cansancio y lentitud baje las escaleras, y al llegar a la sala encontré a alguien dormido en el sofá, pero no lograba distinguir quién era por la manta que lo cubría.

No le tome importancia, lo único que quería era tomarme una pastilla para que el dolor se fuera y no aumentara.

Me dirigí al comedor y saque la pastilla de un cajón y una botella de agua para después beberla.

Me senté en el comedor y acosté mi cabeza en mis brazos.

No sé cuántos minutos pasaron pero bajo Freya y después Aarón, no sabía cómo era que él se encontraba ahí. Cuando creía que solo estaban ellos Lei se adentró al comedor.

— ¿Qué sucedió y como es que ustedes dos están aquí? — Interrogue confusa.

— Yo respondo. — Indico Freya. — Después del juego de beer pong bailamos y nos divertimos por unas horas más, cuando tú ya te encontrabas ebria y Aarón a punto de estar como tú, Lei y yo no habías bebido lo suficiente como para estar así, por lo que los trajimos al apartamento, a ti te cambie de ropa. — Me señaló. — Y como no recuerdo dónde vive Aarón y Lei no tenía en que irse por qué los coches se quedaron allá decidí mandar a uno a la habitación de invitados y otro al sofá, pues solo hay una habitación de invitados, por lo que estos dos. — Señaló a Lei y Aarón. — Se pusieron a jugar piedra, papel o tijera para ver quién se quedaba con la habitación. Y como verás, gano Aarón. — Finalizó riendo.

— Oh. — Soltamos Aarón y yo.

— Bueno... ¿quién quiere comer? — Inquiere Freya después de un momento de silencio.

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