Después de almorzar, Manigoldo se llevo al niño a su habitación, con un "los dejo que hablen "

Posterior a esas palabras, dichas por su esposo, Albafica hizo que el aries se sentara, lo miro fijamente, y tomando sus manos entre las suyas le dijo

-Cuentame

Aquellas palabras fueron suficientes para que Shion, se relajara, y soltará todo...

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Al cabo de unas horas, Manigoldo y Mu, hartos de estar en la habitacion, decidieron correr como aviones por toda la casa, llegando así hasta donde se encontraban Albafica y Shion.

Este ultimo estaba dormido en el regazo contrario, aferrandose a la ropa de su amigo, quien le acariciaba tiernamente la larga caballera, mientras acompañaba con una cancion adormecedora.

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Después de despedirse volvieron a su vehículo; el piscis entro sin pronunciar palabra alguna, ni dirigir la mirada a su esposo, inquitando así al otro

-¿Qué pasa? -pregunto preocupado, a lo que Albafica agacho la cabeza, y tras un largo suspiro respondio

-Necesita ayuda, pero no sabe a quien pedirsela-

Miro a su esposo, sus ojos estaban critalisados, con mas lagrimas trantando de escapar, Manigoldo beso suavemente la mano contraría

-Pase lo que pase, lo ayudaremos como sea, no te preocupes