9 de septiembre, una noche agradable y silenciosa, aunque para muchos una fecha más, por alguna razon para Albafica una fecha para celebrar.

El restaurant estaba al tope de gente, con los meseros llendo de mesa, en mesa, con bandejas repletas de comida.

Shion tuvo que retirarse por unos minutos para respirar, ya que el lugar le resultaba afixiante, debido a la multitud que allí estaba.

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Empujo la puerta y entró. Las caras parecieron ondear cuando se volvieron hacia el recién llegado. Cesó el rumoreo incoherente de los que comentaban, todo se detuvo para ver a aquel joven que acababa de entrar. Hasta que Manigoldo irrumpió jovialmente

-¡Dokho! Me alegra que hayas aceptado venir

Los murmullos y el movimiento recomenzó, cuando el castaño se acerco a abrazar al aquamarina

-A mi tambien me alegra estar aqui- al regresar su vista en direccion a Manigoldo, logró ver unos figura que le resultaba extrañamente familiar

-¿Vas a sentarte? -preguntó el peli azul

-No. Voy a mironear un poco nomás -se alejo de la mesa, acercandose a aquella persona.

Al encontrarse con sus ojos con la mirada violeta del "extraño", su rostro se opaco por los recuerdos. Recordaba ahora algo que había olvidado hacía mucho tiempo.

-¿Shion?

Su viejo amigo, aquí frente suyo después de tantos años...