Que aterrador y angustiante,

Es pensar en los días,

Que pasan y se olvidan;

Uno esta tan cerca de otro,

Y ese mismo tan lejos de otro a la vez.

Tanta necedad escrita,

Solo debo decir que tengo angustia,

Tantas palabras escritas para que;

El papel no puede, ni ha podido llorar por mí,

¿Por dónde le brotarían las lágrimas?

Solo pienso en el valor de mis poemas,

No valen nada, pero tengo la necesidad de hacerlo,

Cada vez que escribo, es como un pequeño llanto,

Solo necesito llorar;

¿Habrá un llanto que me quite la angustia?

Cuantas veces he necesitado irme lejos,

Sin querer volver;

Cuantas lágrimas botadas por la misma razón,

Cuanta angustia por nada,

Me he caído otra vez, y me quede mirando la piedra.

A ratos siento que no puedo más,

Que soy inservible,

Hay quienes dicen que soy buena persona.

Pero la verdad no la conozco,

¿Quién podría decir si lo soy?