Siento la música,

Como si fuera un pájaro cantando;

La siento y sé que no es solo sentir,

Sé que hay algo mas dentro,

Mucho más que un cantor del viento.

Hay más implicaciones en estas simples letras,

Hay más que solo sentir el trino del ave,

Que se esparce en el viento;

Que es como una sombra que avanza,

Densa por tu mente.

Danza esta sombra densa,

Que acorrala tu deseo de ser diferente;

De no mirar atrás,

De corregir el pasado con el presente.

Esta que danza y no se cansa

Esta que acorrala y no te deja.

Me abruma esta música,

Sus disonancias, destiempo,

Su contrapunto que canta el ave.

Me impacienta él solo,

Me impacienta la obra que no acaba.

Me incomoda la canción,

De trazo áspero aunque sutil;

Me incomoda; mas mis palabras,

No son tiradas al viento por que sí;

No son desahogos de la incomprensión.

Hablan de la vida,

De esta que dice que lo es,

Habla de un pájaro que canta,

Que dice que canta.

Su trino salvaje,

A destiempo del ruido de las hojas,

Vocalización absoluta, cantor que vuela;

Que vuela con sus palabras y canciones,

Incrustadas en el pecho bien hondo;

Pero que deja sembrada la angustia,

Que es consecuencia de ser uno mismo. (S.R)