Oxígeno.
Rusia soltó un suspiro, pronto saldrían de la nave pero tenían un problema.
No sabían cómo.
Si bien, el lugar donde estaban se había configurado para tener su misma atmósfera (incluso crear oxígeno por su cuenta) Marte era un planeta diferente, sus compuestos eran especiales para quienes vivían ahí.
—Primero que nada, la gravedad aquí es diferente, quien sabe lo que nos podría pasar si salimos por esa puerta...— USA mantenía su gesto pensativo.
—Segundo, la atmósfera puede ser tóxica para nuestro organismo.— soltó un suspiro cansino mientras se recargaba en su asiento.
—Y tercero, el lugar está lleno de esas malditas cosas llamadas "Kokunus" y no sé cómo mierda entraremos por México.— sentenció, el eslavo parecía estar en acuerdo con el, Brasil por otro lado, simplemente miraba sus manos.
—¿Qué tal una burbuja?— sugirió al momento que levantaba su mirada.
—Podriamos crear una burbuja con oxígeno y llegar a su base lo más pronto posible, solo para ir de ida, si México está ahí, es probable que nos de oxígeno propio por sus poderes....— al decir aquello, subió y bajo sus hombros, no estaba muy seguro de que funcionaría, pero ¿Qué más tenían?
Prácticamente tenían a la Muerte a su lado.
Nada del otro mundo.
—Puede que funcione, no lo sé...— el ruso rasco su cabeza, recargando su cuerpo en la nave.
—Es eso, o morir aquí, no hay suficiente te comida y te aseguro que en la tierra tampoco.— USA soltó un suspiro, tenían razón.
—Bien, hagamos esto...— el trio de países asintieron, Brasil se encaminó hacia ellos para después, estar todos frente a la puerta.
—¿Dónde aprendiste esto?— Rusia lo miro con curiosidad.
—Me lo enseño México...— el brasileño le sonrió y al poco tiempo, tanto USA como el eslavo tenían en su cabeza una delgada burbuja de oxígeno.
—No hablen mientras estén allá, tiene delimitado número de reparaciones, tienen que estar en su base lo más rápido posible.— dijo. —Al estar en ella, busquen un casco, ya que ellos tienen una baja resistencia al oxígeno, querido decir, hay muy poco, podrían asfixiarse, desde acá intentaré pasarles un poco.— Rusia tomo su brazo.
—Cuidate, si tienes que decidir entre nosotros o huir... Regresa a la tierra, no podemos perderte.— le dio un suave abrazo para sonreírle un poco.
Brasil asintió ante sus palabras, viendo como la faceta del ruso cambiaba a una más seria.
—Abrire las puertas...— soltó un suspiro y se encaminó lo más lejos que podía de ellos.
—Nos vemos...— las puertas fueron abiertas y con ello, un gran viento los atacó, al volver a cerrarlas, los dos países ya no estaban.
—Por favor...— el sudamericano abrazo su cuerpo.
—No mueran...—
[...]
—¡Mierda!— Rusia corría lo más rápido que podía, faltaba poco para llegar a su base, pero habían varias naves mucho más pequeñas que la suya atacando sin cesar.
—¡Dijo Brasil que no hablaras, imbécil!—
—¡Cállate!— se detuvo un momento, girando su cuerpo hacia aquellos objetos voladores apuntando con sus brazos directo a ellos.
Grandes lanzas de obsidiana hicieron acto de presencia, atacando de manera precisa a las naves, USA tuvo más tiempo para ir a la puerta de su base, abriéndola de un golpe.
—¡Rusia!— el estadounidense soltó un gritó ahogado al ver como su amigo fue atacado por una de esas cosas.
Y, a pesar de lo que Brasil dijo, volvió a salir, sentía como su garganta se cerraba poco a poco, tomo a su herido amigo y ambos entraron justo a tiempo a su base.
—Este... Lugar... Es... Asfixiante...— el eslavo comenzó a cerrar su herida, no quedo ni cicatriz.
De manera lenta, ambos países buscaban esas cosas, cuando las encontraron, se las colocaron rápidamente.
—Hablale a Brasil.— USA asintió, cerrando sus ojos, dirigiéndose al alma del sudamericano.
<<Brasil, estamos listos...>>
<<Entendido...>>
Una suave brisa les llegó, volvieron a respirar como se debía.
—Ahora si, vamos por ti, Mex...— Rusia saco su espada junto con su amigo.
Perdón unu
Lxs amo!
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