VERDADES Y MENTIRAS

—¿Es en serio lo que me estás diciendo? –asentí–. Entonces ¿Besaste al mayor de los Vladdimir?

—Sí.

La sorpresa en la cara de Emery era evidente, ambas estábamos en la torre del castillo sentadas en la barandilla, por suerte no tenía vértigo, y me era fácil el poder estar sentada a una altura realmente de muerte.

—¿Qué sentiste?

—Fue extraño, empecé a sentir muchas cosas a la vez, quería más de él, lo que sentí mientras me besaba, fue algo nuevo, no sé cómo explicarme –murmuré–. Por un momento hasta pensé que fueron los efectos de tanto alcohol que tomé y...

—¿Alcohol? ¿Tomaste alcohol? –asentí–. Pero, ¿Tú estás loca? Charlie, estás tomando medicamentos, pudo haberte pasado algo –bajé la vista hacia mis manos y tragué en seco–. No los estás tomando ¿cierto?

—No.

Desde la vez que vi a Emery en lago, nos habíamos estado encontrando en la torre como había prometido, desde entonces habíamos creado un lazo de confianza entre ambas, le conté todo lo que me pasaba, me había confesado con ella, fue la primera en saber casi todos mis secretos; sabía más que la doctora Dean, pero aún había un problema, ella aún no me contaba nada sobre su vida, pero respetaba eso, sabía que en su momento me diría sus cosas.

—¿Por qué? ¿La doctora lo sabe?

—No, no lo sabe.

—¿Por qué no los tomas? –suspiré.

—Porque sé que no me harán efecto.

—¿Cómo lo sabes? ¿Cómo estás tan segura de eso?

—Porque son las mismas que tomaba hace años, por eso lo sé, he querido tomarlas, lo admito, pero veo los frascos y no puedo, sé que, para poder conseguir un mínimo efecto, tendría que tomar más de lo recetado y no quiero eso –susurré.

—Entiendo, pero no me culpes por preocuparme por ti –suspiró–. Cambiando de tema, dime ¿Qué pasó después de que se besaron?

Suspiré y bajé la mirada hacia mis manos, aunque Emery ya sabía casi todo de mí, aún me costaba mucho contar lo que me pasaba.

—Yo... yo –tragué saliva–. Las escuché otra vez.

No tenía que dar explicaciones, ella sabía a lo que me estaba refiriendo.

—¿Cuándo lo estabas besando?

—No, fue cuando nos íbamos a volver a besar para terminar lo que habíamos empezado y...

—¡Espera! ¿Hubo más que un beso? –mis mejillas se tornaron rojas y asentí.

—Las voces llegaron justo en el momento que íbamos a retomar el beso después de ser interrumpidos.

—¿Los interrumpieron?

—Sí, alguien gritó que nos consiguiéramos un hotel y nos separamos, pero cuando traté de encontrar quién había sido, no había nadie en el pasillo, fue extraño, decidí dejarlo pasar y concentrarme nuevamente en él, pero cuando íbamos a volver a besarnos, fue que las escuché, primero fue una sola y luego fueron las demás.

—¿Qué decían?

—Que me alejara de él –la mirada de Emery se oscureció–. Fue extraño, no dejaba de escuchar que me alejara del mayor de los Vladdimir, eran muy insistentes, y lo que hice fue separarme de golpe y empujarlo, estaba tan asustada que salí corriendo del Club.

—¿Y luego qué pasó?

—Pasó que estaba tan asustada que salí sin mis cosas y sin chaqueta; olvidé todo, solo quería salir de ahí, cuando lo logré, empecé a correr para poder libarme del mayor de los Vladdimir, corrí sin detenerme hasta que pude sentirme segura.

Empecé a contarle a Emery lo sucedido, ella me escuchó con atención, le conté lo que pasó después de detenerme, le dije que vomité, luego de las sombras que vi en la oscuridad, del frío que sentía, hasta le hablé del momento en que apreció Oliver.

—Así que, ¿Oliver te auxilió y además se te declaró? –asentí un poco nerviosa, no dejaba de jugar con mis manos, aún no me atrevía a mirarla a los ojos–. Y ¿Qué opinas de todo lo que pasó?

—No lo sé, todo es confuso...

—Dime algo, ¿Qué sentiste con el beso del chico Vladdimir? –tragué saliva y al fin alcé mi mirada hacia ella.

—Me gustó –murmuré.

—¿Pero...? Porque sé que hay un, pero.

—Tengo miedo –suspiré–. Me da miedo lo que puedo llegar a sentir por él y de lo que puede llegar a pasar.

—Las voces te metieron miedo y es entendible.

En ese momento, supe que Emery era la única que podía entenderme a la perfección.

—Sí y estoy harta de eso, no sé qué hacer, todo es muy confuso.

—Tranquila, todo estará bien.

Sonreí, nos quedamos en silencio por unos minutos, hasta que a mi mente llegó una pregunta que había querido hacer desde que me enteré de ella.

—¿Em? –se giró hacia mí a la espera de que continuara–. ¿Tú sabes quién es Julie Ann?

Su expresión cambió de un momento a otro, su mirada se oscureció dejando ver el enojo y preocupación en ella, tensó su mandíbula y habló.

—¿Julie Ann? –asentí–. ¿Dónde escuchaste ese nombre?

—Lo escuché el día que el mayor de los Vladdimir y Oliver casi se peleaban en la biblioteca, Oliver le dijo, que yo no era Julie. ¿Sabes quién es?

Emery tenía una lucha interna, estaba debatiéndose si decirme quién era Julie o no, suspiró resignada.

—Julie, Julie Ann Vítale –soltó con un tono amargo–. Ella era novia de uno de los hermanos Vladdimir –esa información me dejó sorprendida–. Al principio, Julie aparentaba ser una chica linda, nacida en Italia, estudió aquí en Arundel hace un par de años.

» Era una estudiante normal, hasta que su absurda belleza e inocencia logró cautivar a los hermanos Vladdimir.

—¿Los cautivó a todos? –asintió–. Pero, dijiste que era novia de uno.

—Y así era, era novia del hermano más atento, dulce y amoroso ¿Puedes adivinar de quién hablo?

En mi cabeza solo aparecía un nombre, estaba a punto de decirlo, pero algo me lo impidió.

—¿Uno de los mellizos? –enarcó una ceja–. ¿El que no tiene perforadas las orejas, parece no tener tatuajes y tiene ojos color turquesa?

—¿El menor de los Vladdimir? ¿Realmente crees que él es el más lindo de los tres?

—Sí ¿no? –soltó una risita irónica.

—Por increíble que crees que sea, no, él no es el más lindo, de hecho, en años anteriores, él era el típico chico que se llevaba cada noche a una chica diferente a su cama, no le iban las relaciones serias, siempre dejaba en claro que con él solo obtendrías sexo, vi a muchas chicas llorar por él, ya que siempre se olvidaba de sus nombres a la mañana siguiente.

Estaba sorprendida, no podía creer eso, ese no era el Aissac que conocí y que me hacía sentir bien.

—Eso es horrible –susurré.

—Sí, lo es o bueno, lo era, no había nada qué hacer –suspiró–. El mayor no se quedaba atrás, era igual que el menor, la diferencia era que el mayor de los Vladdimir no era tan hijo de puta como lo era el menor, el mayor al menos si se acordaba de los nombres de las chicas con las que dormía, incluso había veces que tenía favoritas y se volvían exclusivos, cuando se aburría de ellas, se conseguía otras, a veces se creía que el menor quería ser como el mayor –puso los ojos en blanco–. Ahora que sabes todo eso ¿ya sabes quién es el hermano lindo?

Si Ander era el mayor y Aissac el menor, eso quería decir que, Alexei era el de en medio. Por un momento estaba dudando de mi respuesta, pero aun así lo dije.

—¿El otro mellizo? ¿El hermano de en medio? –asintió.

—Sí, él solía ser el más lindo y tierno de los hermanos, él y Julie fueron novios.

Eso me era difícil de creer. No podía creer ni imaginar a Alexei siendo tierno y en una relación, y si realmente era así como decía Emery, quería verlo actuar de esa manera «Conmigo».

—Pero, ¿Por qué Oliver me comparó con ella? Aún no lo entiendo.

—Él no te comparó con ella, o tal vez sí –me sobresalté–. Tranquila, muy pocos conocen la historia real, así que, escucha bien lo que te diré. Julie no era una santa como todo el mundo creía, ella era una perra que, lo único que hizo es causar caos y hacerle daño a personas que decía querer.

» Julie era manipuladora e interesada, manipulaba mucho al Vladdimir de en medio, se aprovechó de él, hacía que creyera que ella era la única que lo comprendía y lo amaba, hacía que él le regalara cosas, que hiciera su tarea y muchas otras cosas más –tensó su mandíbula–. Al principio era muy dulce, jamás creerías que en esa dulce chica se escondía una perra manipuladora.

» Todo cambió el día que conoció a los otros dos Vladdimir, se fijó en uno de ellos aun teniendo una relación con el de en medio, de ahí, ella cambió, empezó acosar a uno de ellos. ¿Puedes adivinar a cuál?

Negué con la cabeza.

—Al mayor –me sobresalté–. Julie se obsesionó con él, a tal punto que, resultaba enfermizo. Él al principio huía de ella, no quería problemas con su hermano y siempre le dejaba en claro que se alejara de él si no quería que su hermano se enterara.

» Pero nadie contaba con la habilidad de manipulación que Julie cargaba, era una mitómana experta, todo lo que decía sonaba tan real que te endulzaba los oídos fácilmente –tragué en seco, no me consideraba mitómana, pero solía mentir mucho para evitar que mis verdades salieran a la luz–. Julie empezó a decirle al mayor que solo lo quería como amigo, que no estaba interesada en él, que al único que ella "Amaba" –hizo comillas con sus manos– era a su hermano, le creyó y dejó que ella se acercara a él, así fue como Julie empezó a meterse en la vida del mayor, siendo su amiga.

» Un día en una fiesta en la que el Vladdimir de en medio no asistió, porque odia las fiestas, fue donde puso en marcha su plan, Julie se embriagó junto con el Vladdimir mayor, en donde ella se le insinuó, no está demás decir que ambos terminaron en la cama, al principio él había dicho que fue un error, que era algo que jamás iba a volver a pasar, que no estaba dispuesto a hacerle eso a su hermano, pero bueno, eso volvió a pasar más de una vez, y todo gracias a Julie. El menor de los Vladdimir se enteró de lo que estaba pasando, le reclamó a su hermano mayor, le dijo que no podía creer que él le hiciera eso a su hermano y se lo contó a su mellizo, se hizo una enorme pelea entre hermanos, el Vladdimir de en medio tenía en un pedestal a Julie, no podía creer nada de lo que decían sus hermanos, para él, Julie era la víctima en todo eso.

—Todo eso suena terrible.

—Sí, pero lo peor fue que, cuando se enteró que su hermano decía la verdad, ya era muy tarde, Julie había actuado como un parasito, se pegó mucho a él diciendo que era su todo y que ella no podía vivir sin él, casi respiraban el mismo aire, él había desarrollado una dependencia emocional hacia ella, no podía estar sin ella y lloraba cada vez que lo amenazaba diciendo que lo dejaría si él no aceptaba hacer lo que ella digiera, el mayor de igual forma se obsesionó con Julie, no quería dejarla y eso le dio oportunidad a Julie de poder seguir con los juegos que tenía con él, los manipuló para tener una relación poliamorosa.

» Prácticamente los convenció a ambos de ser sus novios, era horrible y fue más horrible cuando igual hizo que el menor se interesara en ella, Julie tenía en sus manos a los tres hermanos, ellos hacían todo lo que ella decía, para ellos, Julie Ann era su todo, su hermosa novia que no rompía ni un puto plato, tenía al mayor y al menor como juguetes sexuales, mientras que el de en medio era quién la llenaba de regalos y lo que ella definía como amor.

» Cuando toda la escuela se enteró de su extraña "relación" Julie actuó como solo una mitómana podría actuar, mintió y manipuló a todos para que ella se viera como una víctima, dijo que los hermanos la habían obligado a tener una relación con todos ellos, hizo parecer que todo fue culpa del hermano de en medio, dijo que a él le gustaban esas cosas y por querer hacer feliz a su novio, aceptó por miedo a que le hicieran algo malo, acusó a los hermanos de violación, fue algo horrible, ella quedó como un chica pobre e indefensa y ellos como la basura y escoria que hay que eliminar de este mundo.

—Eso es realmente terrible –murmuré muy afectada por todo.

—Sí, pero Charlie, no creas que Oliver te está comparando con Julie, no, tú no eres ni un poco cómo ella, lo que dijo Oliver quiero creer que fue como una advertencia, todos piensan que caerás en sus juegos como supuestamente Julie lo hizo y te convertirás en su juguete –me asusté–. Tranquila, que ya sabes que nada de eso es cierto, no tienes por qué preocuparte.

—¿Qué pasó con Julie? Nadie habla de ella ¿no debería estar en el mismo grado que yo? –la mirada de Emery se oscureció.

—Ella de un momento a otro se fue del internado, muchos dicen que regresó a Italia, otros dicen que escapó de algo y otros; los que no tienen cerebro, dicen que los hermanos le hicieron algo.

—¿Qué pasó con la reputación de los hermanos?

—Con el tiempo mejoró, ellos tienen dinero, el dinero puede comprar muchas cosas, Charlie, incluso a personas, no olvides eso.

Toda esa nueva información me dejó descolocada, una cosa me quedó clara en ese momento y era la razón por la cual casi todos aborrecían a los hermanos Vladdimir, algo que no entendía bien, era cómo es que Emery sabía todo eso, ella había dicho que no conocía a los hermanos Vladdimir, pero la forma en la que habló, me dio a entender que los conocía y mucho, quise preguntarle cómo era qué sabía todo eso, pero de inmediato cambió de tema.

—Dime Charlie, ¿Qué pasó por tu mente con lo que te dijo Oliver?

Estaba a punto de contestar, pero el sonido de mi celular hizo que ambas nos quedáramos calladas. Saqué el celular de mi bolsa y en él se leía "Papá". Mi padre me estaba llamando otra vez, con esa llamada ya iban cinco en el día, me quedé observando el móvil por un buen rato, dejé que sonara, hasta que entró el buzón de voz.

—¿Por qué no contestaste? –enarcó una de sus cejas y me vio con desaprobación.

—Porque no, no tengo ganas de hablar con él.

—Es tu padre, Charlie.

—¿Y? no porque sea mi padre tengo que hacer todo lo que diga y ordene, te apuesto que sus llamadas son para saber si tomo mis medicamentos y si estoy yendo con la psiquiatra de la escuela.

—Charlie, llevas casi dos meses en Arundel y en todos esos meses no te has comunicado con él, seguro te echa de menos, además de que falta poco para tu cumpleaños, me imagino que quiere saber qué harás o preguntarte que deseas.

—Mi padre jamás haría eso y tú ya sabes que no me gusta mi cumpleaños, esa fecha no es grata para nadie –me crucé de brazos.

—Pero...

—Pero nada, no pienso atender sus llamadas, vine aquí para alejarme de él, no me quiero sentir controlada por él y sus estúpidas reglas otra vez.

—Dime algo, ¿Amas a tu padre? –alcé la mirada hacia ella.

Por un tiempo realmente lo hacía, lo amaba con locura, para mí era el mejor papá del mundo, recuerdo que en el aeropuerto de L. A. antes de subir al avión, le dije que también lo amaba, fue realmente doloroso, porque a pesar de todo lo que pasó, aún lo seguía queriendo, hubo un tiempo en donde había dudado que realmente lo amara, porque cuando mamá se fue, las cosas que hizo, hicieron que ante mis ojos ya no se viera como el padre amado que era, se había convertido en un desconocido para mí, pero después, pude cambiar de opinión, lo amaba, pero ese amor no era tan grande como para superar el rencor que le tenía. Emery estaba esperando por una respuesta, tragué en seco.

—Sí, lo amo, pero me es difícil no tenerle rencor por todo lo que hizo –susurré.

—El que sea tu padre no quiere decir que estes obligada a amarlo, muchas personas no aman a sus padres y eso está bien. Está bien no amar a tu familia y más cuando esa familia no te hace bien, si no lo amas, lo entenderé, créeme.

Quería decir algo, pero el sonido de mi celular volvió a interrumpir, era otra llamada, pero esa vez no era de mi padre, en la pantalla se leía muy claramente "Vladdimir 1" suspiré.

—¿Quién es? –alcé mi mirada hacia ella y suspiré.

—El mayor de los Vladdimir –me encogí de hombros.

—¿Vas a contestar?

—No.

—¿Por qué?

—Porque no quiero y porque no sé qué decirle –desvié mi mirada de ella hacia el celular.

Empecé a jugar con mis manos, estaba comenzando a sentir un ataque de ansiedad y nervios, podía sentir la mirada de Emery encima de mí, pero no quería voltear a verla, solo mantuve la vista en mi teléfono que no paraba de sonar, después de un par de minutos más, se detuvo y en la pantalla se podía leer "25 llamadas perdidas de Vladdimir 1"; y esas solo eran de ese día. Ander no se había cansado de llamar y mandar mensajes, quería contestarle, pero aún no me sentía lo suficientemente valiente cómo para enfrentarlo.

—¿En serio no piensas contestar?

—No –seguía jugando con mis manos–. Siento mucha presión, hoy me la he pasado evitándolo, a él y a su hermano menor, no me siento lista para enfrentar lo que sucedió, tengo miedo, no sé lo que puede pasar y las advertencias de las voces fueron muy claras y...

Recordar el momento en que escuché a las voces, me puso mal, empecé a temblar, sentía que me faltaba el aire, no podía dejar de jugar con mis manos, sentía que eso podía ayudarme.

—Charlie, tranquila, todo está bien, por favor, deja de jugar con tus manos, respira.

—Yo...

Sentí el familiar dolor aliviaba el dolor en mi pecho cuando sufría un ataque, fue un alivio sentirlo, pero se detuvo muy rápido.

—¡Basta, Charlie! Deja de hacerte daño –alcé mis ojos hacia Emery que lucía preocupada.

—Deja de autolesionarte, eso no está bien –bajé mi vista hacia mis manos.

Tragué en seco al ver cómo se detuvo mi dolor, ella me estaba tocando, era la primera vez que lo hacía, tenía sus manos encima de las mías.

Observé nuestras manos, pude ver el daño que me había causado, me había arañado y pellizcado para poder calmarme, mis brazos estaban rojos, uno de ellos tenía pequeños puntos de sangre, pero no me importaban, porque sabía que no durarían en mi piel, para mí, el hacerme daño era simplemente un juego que hacía para aliviar o disipar mis ataques y que el dolor emocional desapareciera, una estupidez, pero funcionaba.

—¡Basta, Charlie! No sigas así.

Emery seguía tocándome, su tacto era muy frío, pero a la vez era caliente y... familiar, eso me desconcertó un poco. Volví a alzar mi vista hacia ella, en su mirada había preocupación, mi vista iba de ella a su mano en la mía, se dio cuenta y rápidamente dejó de tocarme, tragó saliva y empezó a ponerse nerviosa.

—Me tengo que ir –soltó mientras se bajaba de la barandilla–. Por favor, Charlie, no vuelvas a hacer eso, ve el daño que te estabas haciendo –y sin decir más, se fue.

Me quedé mirando en donde ella me había tocado.

Frío y caliente. Su tacto era muy frío para ser normal, pero de igual forma era caliente, no sabía si era posible, observé mis manos, aún podía sentir el contacto de sus manos en mi piel, el sentimiento de familiaridad volvió, me quedé con la vista clavada en mis brazos que habían vuelto a la normalidad, los rasguños y los puntos de sangre habían desaparecido, como era de esperarse, la piel de mis brazos estaba inmaculada.

Un ruido extraño me sobresaltó, me giré hacia donde estaba la puerta de la torre, tragué saliva cuando nuestros ojos se encontraron, enarcó una ceja, de un segundo a otro, una sonrisa ladeada apareció en su rostro y comenzó a caminar hacia mí. Ya no tenía escapatoria, estaba atrapada con él.

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¿Creen que Emery habrá dicho la verdad sobre Julie Ann?

¿Qué opinan de todo lo qué pasó?

¿Y quien será el que entró a la torre?

Espero y les haya gustado el capítulo, no olviden votar y comentar. Besitos 😗

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