Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8 Maldita casualidad

Ella voltea a vernos y es Lyra, mi novia con quién hicimos el amor en la tarde, con quién pensaba casarme, y yo le ayudé a elegir a él un anillo para ella, los dos compramos el anillo para la misma mujer. Ella llevaba una doble vida con los dos, ahora entiendo el apuro de Maite por irnos.

—Hola.

Digo con un nudo en la garganta y ella se me queda viendo, esperaba una escena ¿Quizás? Pero en mi estado de shock, ni siquiera se que hacer o decir, mi cerebro está procesando todo a una velocidad vertiginosa y ponen en duda cada uno de sus viajes de trabajo, cada beso que nos dimos, cada te amo, todo el tiempo que estuvimos juntas, todo es una mentira, ella es una mentira. Dos años juntas, pensaba casarme con ella y ahora... no sé quién es, creo que jamás llegué a conocerla en realidad ¿Acaso algo de lo que vivimos fue real?

—Amor ella me ayudó a elegir el anillo, estaba comprando uno también para su novia —instintivamente busco la caja con el anillo en mi bolso— ¿Lo tienes ahí?

Saco la caja sin decir nada y miro el anillo, todas mis horas extras, todo mis ahorros en una mentira.

—¿Hace cuánto que están en pareja?

—Cuatro años —dice él con una sonrisa y nosotras solo nos miramos, Maite me tira para irnos—, debí pedírselo antes, pero creo que es el momento ahora, en nuestro aniversario aparte —La miro, lo miro y veo la caja abriéndola— ¿Podemos ver el anillo?

Sin decir nada, le entrego la caja y los ojos de Lyra se llena de lágrimas al ver el anillo, yo trago conteniendo mis lágrimas y tratando que el huracán de los sentimientos que están desatandose en mi interior no exploten ¿Por qué no exploto? ¿Por qué no puedo decirle que ella es una mentirosa que juega con los dos? Porque la amo y no quiero destruirla, no cómo ella lo está haciendo conmigo, y porque mi cuerpo está paralizado.

—Ella hubiera dicho que sí, sin dudas —dice Lyra.

—Nosotras nos tenemos que ir —Maite toma la caja de las manos de ella y la guarda—. No me siento muy bien, creo que algo me indigestó —agrega mi amiga, mientras Lyra y yo nos miramos a los ojos, veo suplica en su mirada—. Adiós y felicidades por su casamiento.

Mi amiga tira de mí, me habla pero la verdad es que no soy capaz de escucharla, llegamos a su auto me subo y ella sigue hablando enojada, yo finalmente me rompo y lloro, eso la hace callar y abrazarme fuerte. Siento como si una guillotina me estuviera partiendo al medio desgarrando cada músculo y tendón a su paso, partiendome el corazón en el proceso, siento que me falta el aire y el pecho me arde, la garganta me duele por el llanto. Logro calmarme luego de un rato y mi cuerpo sigue convulsionando en un sollozo, siento mis ojos hinchados al igual que mis labios y me siento exhausta.

—Tenias razón, sobre ella.

—No es momento para regodearme por eso. Pero lo haré en el futuro —me mira y seca las lágrimas que siguen saliendo silenciosas, soy incapaz de dejar de llorar— ¿Quieres ir a mi casa? Te quedas hoy...

—Mi departamento, quiero irme a casa, a mi lugar.

—Gri, ella puede ir y...

—Por favor llévame o me tomo un taxi.

—Te llevo —arranca el auto— ¿Quieres que me quede esta noche?

—No, necesito estar sola. Tengo que sacar sus cosas, que se lleve todo... —miro la caja con el anillo— iba a casarme con ella Mai, dos años viviendo una mentira ¿En cuánto más mintió? ¿Cuánto hay que no sé de ella?

—Yo guardaré el anillo, para que no lo tires, tal vez te den el reembolso. Mañana vamos a recuperar tus ahorros.

—Está bien —se lo entrego y lo guarda en la gaveta.

Nos marchamos a mi departamento, no creo que ella venga, las luces están apagadas y luego de convencer otra vez a mi amiga ella se marcha. Entro y Bora me recibe, recuerdo de nuevo las cualidades que describió aquel hombre de ella mientras comprábamos el anillo ¿Cuál versión de ella es la verdadera? Conmigo ha sido todo lo opuesto.

Veo la cocina y todo tal cual lo dejamos antes de salir hoy, saco bolsas grandes de basura y me paseo primero por la cocina guardando todo lo que ella compro o es de ella. Paro en la zona del living comedor y veo nuestras fotos juntas, nuestro primer viaje, la servilleta de nuestro primer aniversario de ese restaurant, las entradas al cine de nuestra primera cita que plastificamos y usamos de separadores de libros, su libro que estaba leyendo que quedó sobre la mesita. Otra vez rompo en llanto, dejo la puerta con la llave puesta, no puedo hacer esto, no ahora, me quedo acostada en el sillón pensando y viendo el techo a oscuras con Bora acostado a mis pies, han pasado más de dos horas y no creo que ella venga, espero que no lo haga, pero me equivoco. Golpean la puerta en madrugada y es ella.

—Griselda por favor, por favor abre.

Abro y ella intenta llegar a mí, pero doy un paso atrás. Esta nerviosa y desesperada.

—Te junté algunas cosas en una bolsa, creo que lo mejor es que te vayas tú, ya que tienes otro lugar en donde vivir, digo llevas viviendo una doble vida hace tiempo.

—Por favor déjame explicarte...

—Creo que está todo bastante claro, Lyra —camino a la cocina y ella entra cerrando la puerta, me toma de espaldas por los hombros, pero la aparto—. Iba a pedirte ser mi esposa, quería una vida contigo ¡¿Acaso hubo algo real?!

—Lo que soy contigo es real, quién soy contigo también lo es. Solo a tu lado he podido ser quien soy realmente.

—Permite dudarlo, porque en boca de un mentiroso toda verdad queda en duda y eso es lo que eres, una mentirosa.

—Lo iba a dejar.

—¿Cuándo? —ella se queda callada—. Si quierés llevarte algo ahora, llévatelo, lo demás lo juntaré y lo vendrás a buscar un día que yo no esté y te llevarás todo. No quiero volver a verte.

—No me casaré con él...

—Y conmigo tampoco —ella me mira llorando—. Yo era tu amante, es lo que he sido todo este tiempo, tú me pediste ser tu novia, me dijiste te amo primero ¿Qué clase de persona eres? Sabiendo todo este tiempo que tenías un novio esperándote en otro lado, con quién te compartía —me siento en el sillón y me siento asqueada, ella se sienta en el otro extremo, ni siquiera puedo mirarla.

—Amor, por favor...

—No me digas así.

—Griselda, cuándo te conocí no sabía lo especial que serías para mí y lo mucho que me enamoraría de ti —miro a nuestro perro ¿Nuestro?—, no pensé que llegaríamos tan lejos, que nuestra relación llegaría a que no pudiéramos llegar a casar.

—No vamos a casarnos. Esto se terminó ¿No lo entiendes? —la miro— ¿Cómo crees que podría seguir con una persona que me ha ocultado tanto?

—Pero es que yo no voy a casarme con él. Te amo Griselda, lo voy a dejar...

—¿Hasta dónde hubieras llegado si yo no me hubiese enterado? ¿Te hubieras casado con los dos? ¡Contesta!

—Iba a dejarlo, hoy iba a hacerlo, te lo juro.

—Pero en cambio aceptaste su propuesta de casamiento. Llámame escéptica, pero no creo que esa sea la manera de terminar con alguien. Me perturba tu falta de consciencia, de culpa y empatía ¡¿Acaso es tan difícil aceptar que la cagaste y pedir perdón?! ¡¿No te das cuenta de lo mal que has obrado?!

—Lo sé.

—¿¡Qué sabés?! ¡No sabés nada, Lyra, nada!

—Lo lamento Griselda, de verdad lo siento, por lastimarte, por no haber tenido el coraje de dejarlo antes, por hacerte sufrir y mentirte. Pero lo que siento por ti es real, es lo más real que he sentido en mucho tiempo, contigo he sido auténtica...

—Una auténtica mentirosa, es lo que has sido, todo este tiempo —me levanto y me aparto de ella.

—Quise dejarlo muchas veces pero Jonas, es complicado, él es depresivo y las veces que intenté dejarlo, trató de terminar con su vida. Hablé con su familia muchas veces para que le buscarán ayuda —niego con la cabeza y doy dos pasos más lejos de ella—. Estuvimos meses separados, desde hace cuatro meses que no hablábamos, desde que nos pusimos de novias no teníamos intimidad, fui al restaurante a terminar con él...

—¿Y en qué punto decidiste que lo mejor sería casarte? ¿En qué momento?

Ella me mira exhausta, y relaja su postura, no tiene fundamentos para negar ¿Hasta cuándo piensa seguir sosteniendolo? Había mil maneras de hacer las cosas, si me hubiese dicho desde un principio hasta quizás la habría perdonado o entendido, pero no de esta manera, no es cómo ha pasado todo, no puedo perdonarla.

—Te juro por lo que quieras que iba a dejarlo —intenta acercarse y yo avanzo en la dirección contraria, dejando la mesa y sillas entre nosotras—. No hice las cosas bien... no podía negarme en público, hablaría con él luego y terminaría el compromiso en privado, te lo juro Griselda, te lo juro. Por favor... —intenta acercarse pero vuelvo a alejarme de ella.

—Solo vete Lyra. No quiero estar contigo, no quiero verte, no quiero volver a saber de ti, toma lo que pude juntar ahora —señalo la bolsa— y vete.

Ella toma la bolsa y sale mirándome por última vez, acaricia a Bora y cierra la puerta. Otra vez me derrumbo, lloro con un llanto incontrolable tirada en el suelo, mientras mi perro intenta animarme y se cerca a mí, entonces lo abrazo, desde ahora solo seremos él y yo. Sin siquiera poder ingresar a nuestra habitación, me acuesto de nuevo en el sillón, con Bora a los pies.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro