Siempre llego antes a cualquier lado, me da la posibilidad de disfrutar sola un momento, así sea un café o simplemente cómo ahora, viendo las obras de arte, es una costumbre que adquirí con el tiempo y que tengo presente aún hoy en día.

Me siento a la hora acordada sobre el banco y frente a la pintura que fui citada. Tengo el presentimiento de que ellos saben mucho más de mí, ya que estoy en mi último año de estudio en arte, y no creo que sea casualidad que me citarán en el museo.

—¿Qué te parece esa obra de arte?

—Representa muy bien la ira, toda la exhibición sobre los 7 pecados capitales está muy bien representada, pero esta obra, es excepcional.

—Ves todo, hay personas que no verían la diferencia ni con 10 ojos —sonríe— ¿Siempre te gustó el arte Griselda?

Volteo a ver al hombre mayor canoso con su gorrito de pesca puesto, camisa a cuadro y pantalón caqui.

<<Con que usted podría ser mi empleador>>

—Sí —se levanta y se sienta más cerca de mí— encuentro una fascinación en como una misma obra puede tener diferentes interpretaciones para diferentes personas y como no hay una visión correcta o incorrecta de las cosas, después de todo observamos las cosas comos somos, no como son.

—Demos una vuelta, bueno otra vuelta —me guiña un ojo, me estuvo viendo. Me ofrece su brazo, enrosco el mío y caminamos, nos debemos ver como un abuelo y su nieta—. Debo confesar que me intrigó cuándo Freya, me dijo que tenía una amiga interesada en el trabajo y más aún cuándo podría darle servicio a las mujeres. La verdad es que en esa área tenemos pocas empleadas, ya que las mujeres son mucho más exigentes y no tan generosas si el trabajo no está a sus expectativas o simplemente, no tenían ganas de dar propina ese día. Dime Griselda ¿Has hecho algo así antes?

—No cobrando, por supuesto —yo miento y el ríe. No sé porqué lo me veo en la necesidad de hacerlo, quizás para no perjudicar a Freya, ya que anoche se suponía que ella se acostaría con aquella mujer—. Estuve con mujeres por mis preferencias, pero no lo hice nunca por dinero. Pero necesito el dinero.

—Como con cualquier trabajo. Esta es una de las profesiones más viejas del mundo. Somos una agencia de damas de compañía, que si la empleada quier accede a hacer otros servicios.

—¿Tenemos opción de elegir?

—Por supuesto, puedes solo trabajar para eventos y hacer compañía, o acompañar de una manera más íntima en otros aspectos, tú me entiendes. Claro que los precios varían. El precio base para solo compañia es 2 mil el evento y para algo más íntimo 4 mil ¿Porqué quieres hacer esto? ya sé necesitas el dinero, pero que tanto necesitas o que tan grave es tu situación.

—Me quedé sin empleo tengo que pagar deudas —suspiro— y a mi madre van a quitarle la casa sino se pone al día con la hipoteca, mi hermana menor es sorda y seguro necesite el dinero para someterse a la operación de un implante.

—Seré honesto contigo, mi familia lleva en el negocio generaciones y yo le estoy enseñando el manejo a mi nieto, él tiene ideas nuevas y novedosas como hacer rentar mansiones y que las chicas vayan a ser elegidas para pasar pasar un año a servicio exclusivo de los clientes, yo difiero y tengo otros modos, prefiero las entrevistas personales cara a cara, y no por medio de una computadora que mide el coeficiente intelectual con programas y demás —suspira—. Pero accedí a eso de las aplicaciones y que los clientes las puntuen.

››Aún prefiero la vieja escuela, por eso te cité hoy —se acaricia sus manos de izquierda la derecha y nota que yo lo veo—. Artritis degenerativa, duele bastante algunos días, en un tiempo más ya no podré caminar y quería disfrutar del arte con una persona que sabe de arte —se levanta nuevamente— ¿Te apetece ir por un café? Yo invito —lo sigo tomando nuevamente su brazo— el trabajo es tuyo si estás de acuerdo con simples reglas —llegamos al café en el museo y corre mi silla para que me siente—. Nada de indigar sobre los clientes con respecto a sus vidas privadas y aunque algunos son figuras públicas, es de vital importancia tanto su privacidad como la tuya, con esto quiero decir que vas a elegir el nombre de un ciudad y jamás darás el tuyo real; una vez que las horas del servicio acaban puedes retirarte, antes no; luego llenaras un formulario que mi nieto te mandara por correo sobre preferencias y prácticas. La empresa te recogerá y dejara en la dirección pactada, así tienes en que moverte y siempre habrá alguien a disposición por si te sientes en peligro, la ropa accesorios y demás corren por tu cuenta, pero al principio podemos rentarte ropa que tendrás que devolver en las mismas condiciones, lavadas y limpias ¿Alguna pregunta?

—¿Ha habido casos de alguien que se obsesione con las chicas?

—Siempre hay riesgos y el ser humano es muy inestable e impredecible, pero quiero que sepas —me toma la mano— que mientras estés trabajando para nosotros, no dejaremos que nada te pase. Ahora tienes que hacerte exámenes mensualmente, así como nuestros clientes se los hacen y los presentan, pagarás una membresía que esa será nuestra ganancia de manera mensual, que cubre costos de logística y el personal de seguridad. No voy a mentirte no es barato, pero en cuanto a tus ganancias, verás que terminará siendo nada comparado con lo que vas a sacar. Las membresías van desde bronce a diamante, que es lo mejor de lo mejor, accedes a descuentos con convenios en tiendas de ropa y joyas, viajes, autos y una vez cada tres meses hay premios por los que podrías participar. Puedes darte la baja en cualquier momento una vez cumplido el plazo del contrato mínimo que es de seis meses, depende de las razones por las que salgas del sistema, podrás volver a ingresar o no. Nos comunicaremos por un teléfono que solo usarás para esto, tus datos serán cargados en el sistema y la aplicación te dirá, dónde, cuándo y a que hora ver a tu cliente si aceptas la cita, además de otros datos adicionales. Esto será tu mayor prioridad, una vez que el cliente hace la cita, no puedes cancelarla.

—Que pasa si necesito rendir un final o...

—Marcas en tu agenda los días que no puedes trabajar y esos días, no serán viables para contratarte. El cliente te va a puntuar y puede dejar comentarios que no verás tú, sino otros potenciales usuarios, de ti y tú desempeño, dependen de ti si ellos te puntuan. Claro que si hay algún inconveniente nos puedes decir y la calificación se borrará y habrá alguna penalidad para el cliente en caso de ser necesario ¿Más preguntas?

—Creo que está todo cubierto.

—Excelente —saca un celular— tu nuevo teléfono y bienvenida —me estrecha la mano— el ingreso al sistema de es cien dólares, puedes hacerlo por transferencia o —saco una bolsa con billetes doblados y monedas.

—Freya me dijo, así que traje el dinero.

—Él toma la bolsa y la guarda en su bolsito— Ahora hablemos de arte, hace mucho que no encuentro a alguien interesante con quién hablar sobre eso.

Estuvimos hablando por tres cafés, me dijo que lo llame Nono, es como todos lo llaman en este mundo. Nono es una persona interesante, y su cabello blanco reflejan su experiencia en la vida. Al irnos lo acompaño a hasta la puerta del museo dónde lo esperaba una camioneta negra, el me extiende la bolsa de nuevo.

—Pero...

—He pasado una tarde magnifica Frida —sonríe— creo que te queda bien, una mujer fuerte, latina cómo tú. Esta podría haber sido tu primera cita, te voy a puntuar con 5 estrellas. Estamos en contacto.

Se sube al vehículo y se va, me llega una notificación de que mi perfil ya está cargado, veo todo lo que hay en mi cuenta, mis obras, algunos bocetos que tengo en mi teléfono, fotos mías cortadas justo para que no se vea mi cara completa y una notificación de una cita para una sesión de fotos, más el enlace de un test para responder en línea. Mi teléfono personal suena y quién menos esperaba me manda un mensaje, supongo que ya se enteró de que rompí con Lyra, antes de responderle me llama.

—Hola Nina ¿Ya lo sabés verdad?

—Quizas me contó un pajarito.

—Voy a hacer el pajarito al spiedo —ella se ríe con esa voz suave y gruesa de locutora que siempre ha tenido— ¿Qué quierés?

—Verte.

—Nina —suspiro—, recién acabo mi relación y no tengo ganas para vernos cómo lo hacíamos antes.

Habíamos acordado en ser amigas con beneficios, yo conocí a Lyra y cortamos ese tipo de relación, ella se alejó y ahora me está llamando de nuevo. Debo reconocer que suspiro por los viejos tiempos recordando nuestros encuentros solo carnales, pero de verdad no quiero ni tengo ganas de verla para rememorarlos.

—Tranquila que no quiero verte para rememorar viejos tiempos, solo quiero saber cómo estás —exhalo algo aliviada.

—Decir bien sería ser demasiado optimista.

—Yo te veo bien.

Dice y frunzo el ceño al voltear la tengo frente a mí y me abraza, cuanto había extrañado sus abrazos. Acomoda un cabello suelto tras mi oreja.

—Ahora tienes flequillo, te queda bien —y de pronto me da un beso en la mejilla— te extrañé. Te invito a tomar algo —la verdad es que después de tantos cafés con el Nono, no tengo ganas de más, pero es Nina—, te prometo que solo fue un encuentro fortuito, de igual manera pensaba llamarte para vernos.

—Está bien, solo un café y...

—Tarta de tres chocolates —termina ella la frase—. Recuerdo alguna cosas quizás —sonrío y ella me toma del brazo, su chófer para frente a nosotras y no abre la puerta.

Siempre termino volviendo a Nina, cada relación fallida, mi soltería. Pero siempre me alejo en cuanto veo ese brillo en sus ojos, porque soy egoísta y puedo perder a todos, menos a Nina, si lo intentaramos y no funciona, las cosas no volverían a ser igual y yo no quiero perderla. Ella y Maite son las amigas que siempre han estado y en las que más confío, aunque solo con Nina nos acostabamos de vez en cuando.