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26 Se acabó

Todos tenemos secretos, no conozco una sola persona que no guarde uno, claro que depende de cada uno que tan oscuro sea. Mi secreto es que fui prostituta, lo hice para conseguir dinero rápido y no me arrepiento, hice lo que tenía que hacer. El secreto de Lyra fue estar en pareja conmigo y su ex novio al mismo tiempo, el secreto de Giovanna es ser gay y estar casada en un matrimonio pantalla para guardar apariencias y el secreto de Nina, es su obsesión por mí disfrazada de "amor".

—¿Qué hacés aquí?

—¿Podemos hablar? —veo que tiene algo en sus manos y no puedo negarme. No tengo opciones.

—Giovanna —suspiro y veo las fotos nuestras.

—Volvieron a mandarme esto. Pero esta es de la última vez que fuiste a mi casa.

Veo que las fotos son mías saliendo con los zapatos en la mano en madrugada hasta mi auto. Aprieto la mandíbula. Nina me está provocando, hará lo que sea para que hable con ella al parecer.

—Lo voy a solucionar, quédate tranquila que esas fotos no saldrán a la luz —las tomo.

—¿Sabés quién está detrás de esto?

—Mi ex, última ex, ayer corté con ella y no se lo ha tomado muy bien que digamos, al parecer no es la mejor gestionando el rechazo. Hablaré con ella, lo voy a solucionar.

—Griselda espera —me meto al auto y se sienta del lado del acompañante—. No me importa —la miro a punto de arrancar el auto—, no me importa si esto sale a la luz.

Desisto de girar la llave y aparto la mano del arranque, viéndola extrañada. No creo lo que está diciendo.

—¿Eres consciente de lo que estás diciendo?

—Sí, éstoy cansada de vivir en las sombras mi sexualidad ¿Porque es tan relevante con quién comparto mi cama?

—Giovanna, no solo te expondrán por estar con una mujer, sino que por estar con una prostituta.

—¿Según quién? Porqué aquí en ningún lado dice que eras una dama de compañía.

—¿Me estás diciendo que no te importa que esto salga a la luz?.

—No y tampoco me importa si me relacionan contigo. Quiero estar contigo —la miro extrañada, me está costando asimilar todo—. Lo que quiero decir es que te elijo, tenías razón cuándo me dijiste que casi nunca hacía lo que yo quería y lo que quiero es esto, nosotras juntas.

Parpadeo un par de veces viéndola y en cuanto reacciono, la beso. La beso cómo si fuera la primera vez que beso a alguien, primero suave y lento y luego lo hago con ansias de no dejarla ir. Finalmente nos separamos a duras penas, porque aún estamos muy cerca, ella sigue con lo ojos cerrados y los abre lentamente.

—¿Estás segura de esto?

—Sí.

La vuelvo a besar, luego nos separamos ambas sonriendo.

—Dejame arreglar esto, no es la forma en la que quiero que lo nuestro salga a la luz, no quiero matar a mi madre de un disgusto.

Ella se baja de mi auto, se sube al suyo me tira un beso al pasar por mi lado, yo me pongo en marcha a la casa de Nina. Llego y toco la puerta ya no tengo llave. Ella me abre sosteniendo una copa se vino en pijama.

—Parece que al fin llame tu atención, pasa —entro y me besa en el cuello, yo me aparto—. Siéntate —no está borracha, recién abre la botella de vino al parecer.

—Tienes que parar Nina.

—Vuelve conmigo y paro todo.

—No, no hay ninguna posibilidad de que eso suceda.

—Bueno que lástima —deja la copa en la mesita—. A tu madre la destrozará saber que te prostituiste para conseguir el dinero que ella necesitaba —me abalanzo contra ella, quedando encima de su cuerpo y ella me toma por la cintura—. Me encanta cuándo te pones algo salvaje.

—Estás completamente loca —la suelto y me aparto de ella, no sé que puedo llegar a hacer enojada cómo estoy—. No me amas, estás obsesionada conmigo, porque a diferencia del resto, yo no cedo.

—Si te amo Griselda —se le llenan los ojos de lágrimas— y llevo años esperando que lo notes, cuándo al fin llega mi oportunidad Lyra y el otro Imbécil, lo echan a perder.

—¡No entiendes que yo no te amo! No puedo amarte Nina, te quiero y hasta ahí, no puedo amarte, lo lamento, lo intente de verdad lo hice.

—Yo cambié por ti.

—Sí, se nota —digo soltando una risita incrédula—. Besé a Giovanna cuándo estábamos juntas, dormí en su cama y mantuve el auto control pero quise estar con ella —suspiro, ella me mira con los ojos llenos de lágrimas—. Nina mereces a alguien que te ame tanto cómo tu amas, no es justo para ti que yo esté contigo pensando en otra —voltea y se limpia las lágrimas—. Lo único que vas a conseguir de mí con esto —le doy las fotos— es que te termine odiando y no quiero odiarte Nina, no quiero.

Ella se pone a llorar con desespero y la abrazo fuerte, se aferra a mí y la suelto cuándo ella está lista para hacerlo primero. Le limpio las lágrimas, sé que está media muy rete chiflada, pero no es mala, solo es media incapacitada emocional y maneja cómo la verga el rechazo.

—¿Entonces ya no volveremos a vernos más?

—No creo que quieras verme con alguien más.

—No —me dice con sollozo.

—Quizás en el futuro podamos sentarnos a tomar un café y me cuentes que encontraste a alguien que te ama y amas, estoy segura que hay alguien ahí afuera para ti, alguien mucho mejor yo. Nada más no tienes que acosarla o hacer estás locuras.

—Está bien —se suena la naríz— ¿Al menos fui una buena novia?

—Excelente y también una buena amiga. Ven —la abrazo de nuevo y le acaricio la espalda. Pequeña colorada loca de mierda— todo va a estar bien, no conmigo, pero ya encontrarás a alguien, eres guapa, inteligente y tienes tu propia empresa —tomo mi bolso—. Nos vemos en un futuro distante Nina, no me busques más.

—Está bien.

Esta es la última vez que voy a ver a Nina, no porque se haya hecho algo así misma, sino porque tomaré una distancia definitivamente de ella.

Llego a mi departamento a dormir al fin, dos noches durmiendo mal y poco van a acabar conmigo, estoy a un paso de los 30 y no dormir bien, me afecta. Dejo la cartera en la mesa y un sobre que había olvidado cae, es el sobre que me dió el Nono, lo abro, veo el cheque y mis ojos se abren grandes ante la cantidad que veo escrita, no puedo ser que me haya dejado todo esto.

Cómo fin de semana me levanto y voy a verlo, en la tarde quedó con Giovanna y le llamo a Alba para decirle que estoy bien. Llego a su casa a la dirección anotada en la servilleta, me bajo y toco la puerta de madera maciza. Me atiende una chica joven con expresión seria.

—Hola, busco al Nono.

—¿De parte de quién?

—Griselda —me hace pasar y el llega en andador a recibirme—. Nono ¿Cómo estás?

—Griselda pasa, ella es mi nieta Miranda —la joven castaña de ojos chocolate casi negros me saluda estrechando mi mano—. Mi nieta acaba de graduarse de la carrera de arquitectura y está enojada porque tiene que cuidar a un viejo.

—Yo no dije eso abuelo —se cruza se brazos—. Solo que necesito ir a repartir unos currículums y no puedo venir a verte todos los días, para eso también tienes hijos o el tío Asher también podría venir a verte.

—Tengo una amiga que tiene una constructora, su pasante renunció y quiere incluir a una mujer a su equipo —la mirada de la joven se ilumina. Nina me había comentado que su pasante Audrielle Marchant, quién casualmente era prima de Lis había renunciado—. Te advierto que Nina, no es nada suave en lo que respecta al trabajo, pero seguro aprendes algo.

—Claro, dime a dónde mando el currículum o...

—Si quieres coordinamos, le tengo que llevar algunas cosas, vienes conmigo y las presento.

—Genial.

Le doy mi número, ella se va feliz y yo me quedo junto al Nono, le sirvo café que nos dejó su nieta con algunas cosas que compré dulces y le dejo el cheque en la mesita, él lo mira y me mira.

—Esta cifra es demasiado.

—Es justo.

—Nono, si tus hijos enteran...

—Te tardabas mucho en ir a presentar el cheque —lo toma y lo rompe—, te le deposité ayer en tu cuenta. Y mis hijos no tienen nada que decir, es mi dinero y es mi empresa familiar heredada. Ni se te ocurra devolverlo Griselda, usa ese dinero para viajar o comprarte una casa o yo que sé, lo que haga la gente joven hoy en día —niego con la cabeza viendo el monto reflejado en mi cuenta bancaria— ¿Ya estás con Giovanna?

—¿Cómo lo sabés?

—Este viejo lo sabe todo —da un trago a su café—. Pasé a verte por la galería un día y ví que venías bajando de un coche, reconocería el coche de ella dónde fuera, es con quién más he disfrutado de ir a los museos. No creerás que gracias al algoritmo ella te conoció, yo le sugerí tu perfil, ustedes hicieron el resto.

Viejo astuto, le conté finalmente todo y él escuchó con atención. Al fin me sentí liviana contándole todo esto a alguien más que no sean mis amigas. Me aconsejó que fuéramos despacio con Giovanna y que pensara en la exposición pública que yo también iba a tener, dado el perfil de ella, entonces tomé una desición.

—Hola ¿Podemos vernos?

—Claro, estaba esperando que me llamarás ¿Dónde quieres que nos veamos?

—¿Tu casa está bien?

—Sí, Richard se fue de viaje e Ilaria salió con Sky. Te espero.

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