La operación de Bloom fue un éxito rotundo, estemos en la habitación esperando que ella venga del control. La traen y le preguntamos por lengua de señas cómo está, mi madre ingresa, y tomando el bolso va por café. Nicole está aquí desde ayer, se quedó en la sala de espera, sí, asombrosamente la bully de su antigua escuela terminó siendo su amiga, solo Bloom se haría amiga de su bully y pensar que yo casi me meto a su casa a darle una lección.

—¿Cómo estás? —le pregunta ella a Bloom en lengua de señas.

—Bien ¿Qué haces aquí? Tendrías que estar practicando para el juego de esta noche —ella me mira y yo le traduzco—. Griselda no le digas esto, pero ¿Desde que cuándo está aquí?

—Llegó al poco tiempo que te ingresaron a quirófano ayer.

—Le dije que no hacía falta que viniera.

—¿Qué dice? —me pregunta Nicole nerviosa.

—Solo pregunta si puede comer algo tiene hambre —Bloom me lee los labios y sube su pulgar—. Me tengo que ir a trabajar —me acercó y beso su frente abrazándola despacio—. Escríbeme. Mamá ya viene.

Miro a Nicole, que ahora me cae mucho mejor que antes, ya que llegó a disculparse a casa y hasta llevó audífonos de regalo. Nadie sabía que Bloom iba a cambiarse de colegio y le sorprendió al no verla luego del receso, supongo que la culpa hizo su efecto en esta mocosa. La camioneta de la empresa me busca a la salida del hospital y me lleva al encuentro con la única persona que espero ansiosa de ver, Giovanna.

Llegamos a ubicación que me manda, ya hemos practicado muchas veces a estacionar y veo el BMW de Úrsula estacionado, pero hay un hombre de camisa, anteojos gruesos con una libreta.

—Hoy sacarás tu licencia de conducir

Me tira las llaves y me sonríe subiéndose atrás en el auto, el hombre me estrecha la mano se sube de copiloto, me subo me abrocho el cinturón, ubico bien los espejos, el volante y la altura del asiento. Estoy algo nerviosa pero tenerla a ella atrás me calma un poco, estoy segura que no es parte del protocolo que alguien más aparte del evaluador nos acompañe, pero ¿quién le dice a no a Giovanna Ferrari? Por último me hace estacionarme y luego del protocoloso exámen, tengo mi nueva licencia, al volver al auto ella va de copiloto, me deja manejar a mí y me pide estacionarme a la vuelta de un café, estacionando de cara a una de las paredes laterales, antes de dejarme bajar, se acerca y nos besamos.

—Lo hiciste muy bien, te felicito —me regala nuevamente un beso corto.

—Estoy muy feliz, ahora podré ir a buscar a mi madre y hermana —ella sonríe— ¿Qué?

—Te has sacado la licencia y en lo primero que piensas es en ir a buscar a tu madre y tu hermana para llevarlas, ni siquiera quieres irte de viaje, o salir con amigas. Eres adorable —me pellizca una mejilla.

—Bueno igual primero tengo que comprarme un auto, claramente, tal vez mañana vaya a ver alguno de segunda mano.

—¿Qué hay de este?

—No se ajusta a mi presupuesto.

—Al mío sí.

—No puedo recibir este auto Giovanna.

—¿Por qué no? Y no puedes decirme porque no y ya.

—¿Cómo voy a explicarle a mi familia que —una clienta, una amiga, una conocida, qué somos— me regaló este auto? Yo sé y ellas saben que no me lo podría haber comprado.

—Lo ganaste en un sorteo, listo solucionado. Aparte es de segunda mano le has hecho varios kilómetros. Por favor —me mira suplicante, estoy a punto de negarme de nuevo.

—Giovi un auto es un gran regalo y...

—Me gustaría que lo tengas, sin ofender pero tu motoneta ya se quiere jubilar —le sonrío— ¿Me lo aceptas? Por favor.

Coloca un mechón detrás de mi oreja, muerdo mi labio inferior y me apoyo mejor en el respaldar de mi asiento, luego la miro, y ella sigue muy cerca de mí. La beso hasta sacarle el aliento, me va a hacer enloquecer, ella coloca su mano entre mis piernas y yo subo mi mano al costado de su cintura despacio subiendole la camiseta. Mi teléfono suena.

—Hola mamá —contesto y le limpio el labial corrido a Giovanna—, estoy en mí descanso, dime. Okay —la miro—. Sé que no corresponde pero ¿Te molesta si voy por mi hermana al hospital? Le están por dar el alta.

—¿Han operado a tu hermana y estás aquí?

—La operaron ayer y estuve con ella temprano, ví que estaba bien entonces vine. Aparte de verdad quería verte —su sonrisa, le marca la comisura de los labios y el costado de los ojos.

—Vamos.

—¿Vienes conmigo? —asiente— ¿Cómo quieres que te presente?

—Una amiga estaría bien.

Y algo en eso me molesta, pero recuerdo que ella es casada y yo estoy trabajando. Mientras manejo la tomo de la mano, mi madre sale al lado de Bloom y la suelto, ella me mira y ve el gesto con algo de desagrado. Antes de subir a mi hermana, ella baja del auto y las saluda, todas se sorprenden al verla salir del auto.

—Ella es Giovanna Monet una amiga.

Claro que no doy su apellido real, mi hermana es una stalker de primer nivel, y no tardará mucho en atar cabos sueltos.

—Oh, hola —me dice mi madre y ella se acerca a estrecharle la mano, a mi hermana y a Nicole que la empujaba desde atrás en la silla de ruedas— es un placer conocerlas, Griselda me ha hablado mucho de ustedes —se coloca nerviosa las manos atrás en sus jeans.

—Es hermosa —me dice Bloom en lenguaje de señas— ¿Qué les has dicho sobre nosotras? —levanta una ceja.

—La verdad —le respondo—, que tengo a la mejor hermana menor del mundo, una madre que me vuelve algo loca —mi madre me sonríe y miro a Nicole agachandome frente a mi hermana— y quizás una cuñada en algún tiempo.

Ella me aleja con un empujón en el hombro y blanquea los ojos mientras yo me río. Volteo a ver a Giovanna que está expectante de saber que hablamos.

—Quizas yo sea la que tenga una nueva cuñada.

—Me dijo que eres muy linda y quiso saber que te había contado sobre ella, le dije que te dije que tengo la mejor hermana menor y una madre que a veces me vuelve loca —la rubia sonríe y se relaja—. Por cierto —dudo—, estuve practicando y me saqué el Carnet de conducir para auto con ayuda de Giovanna, porque...

—Se ganó este auto y quería darles una sorpresa al venir a buscarlas en el —las tres me miran con la boca abierta y luego al auto varías veces— ¿Les gusta?

—Es hermoso —dice Nicole.

—Que tu hermana o tu madre vayan adelante.

—Yo voy adelante dice mi madre, no me va a venir mal un asiento para mí sola.

Se sube y nos reímos, atrás va mi hermana en medio, Giovi detrás de mí y en la otra punta detrás de mi madre Nicole. Le pregunto a Nicky si no quiere que la deje en su casa y ruego que me diga que sí, entonces lo hace me dice que sí, y voy a dejar primero a mi madre y hermana. Veo bajando el espejo retrovisor a Nicole que coloca un brazo por atrás de Bloom y una mano entre las suyas, mientras le pregunta si le duele algo, aunque no es necesario que esté tan cerca de ella para que le lea los labios. Quizás soy algo sobreprotectora, y quizás no me importa, Bloom ha pasado por mucho y parte de eso tiene la culpa esta mocosa de ahí atrás, aún está en período de prueba, dónde se resbale la empalo.

Comparto una mirada con Giovanna por el espejo retrovisor, ella me levanta una ceja, levanta un lado de la comisura de la boca y sonríe, yo subo el espejo retrovisor y resoplo, ella me acaricia breve el hombro del lado izquierdo. En cuánto llegamos a casa de mi madre, Bloom está reacia a que Nicole se vaya conmigo, pero haciendo uso de mi mejor actuación y eludiendo a que tiene que descansar, también mi madre, logro que "Nicky" suba al auto y en cuanto la puerta se cierra le pongo el seguro.

—Bien Nicky ahora vamos a hablar —ella abre los ojos grandes y yo arranco alejándome de la casa—. Seré directa ¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana?

—Yo... yo...

—Teléfono —ella me lo pasa—, quisiera que nuestra charla se mantenga privada —Giovanna parece divertida con mi versión del policía malo—. Por ti y tus secuaces, la cambiamos de escuela ¡Entonces ten por seguro que si le haces algo...!

—¡Me gusta Bloom! —lo dice y el silencio se instala en el auto—. Me gusta Bloom ¿Está bien? Cuándo me acerqué a ella —habla rápido— quería disculparme con ella y a medida que fuimos hablando algo en ella, es que ella...

—Lo sé, es mi hermana y la conozco. Bloom es una buena persona, cálida, amable y sin una gota de maldad y...

—Cuándo sonríe no puedo ver nada más, y cuándo habla de algo que le gusta o mira concentrada —sonríe— algo, cualquier cosa, sus labios...

—Ya entendí el punto, por Dios santo es mi hermanita —digo y Giovanna estalla en risas, yo la palmeo.

—¿Ustedes son más que amigas? Porque se ven cómo yo veo a Bloom —la risas se cortan y me aclaro la garganta.

—Es más complicado que eso —freno— ¿Esta es tu casa? —ella asiente e intenta abrir la puerta que sigue con traba y me volteo a verla—. Escúchame bien "Nicky" si vuelves a lástimar a mi hermana, voltearé hasta la última piedra para encontrarte y te aseguro que haré que te arrepientas —intenta abrir de nuevo—. Ahora si la cuidas y ella te acepta, no me opondré y voy a aceptarlas, apoyarlas y defenderlas.

—Gracias, ella siempre dice que eres una buena persona y buena hermana.

—Lo soy en tanto no la lastimen —Giovanna coloca una mano en mi pierna y destrabo la puerta—. Ten un lindo día —Ella casi salta del auto, y se pega la vuelta porque olvidó su teléfono—. Y que esto quede entre tú y yo —le digo pasándole el teléfono.

Miro a Giovanna, ella me toca el ceño fruncido y se ríe, luego se acerca besándome, se separa y la vuelvo a traer hacía mí, satisfecha arranco el auto y ella coloca una ubicación en el GPS.

—Sorpresa, tú maneja.