Epílogo - Boda
2 años después...
2024
Mirándose en el espejo, Jaehyun sonríe ante su reflejo. Su pulcro pelo peinado con gel, su elegante traje negro con corbata rosa. Irradia belleza y delicadeza para su firme porte atlético y esbelto. El vestuario acentúa su trabajado cuerpo y hombros anchos, agregando la ternura de su sonrisa. Todo lo hace ver un hombre multifacético y perfecto. Realmente perfecto.
Termina los últimos arreglos de su corbata y suspira.
«Hoy es el gran día»
La emoción abraza su corazón, haciéndolo sentir cálido y emocionado.
Durante años había pensando en ese día especial, el día en donde prometería frente al Altar su amor eterno a su persona especial. Le emociona la sola idea de por fin poder vivir con Doyoung y tener muchos cachorros. Bueno, muchos no porque Kim le dio un máximo de 3 cuando el había pedido unos seis a lo mínimo.
«Tres está bien, es suficiente.
Incluso uno solo también lo es. Los que acepte Doyoung-Hyung esta bien»
Incluso, no puede evitar fantasear por la noche de bodas o la luna de miel que tendrán en París. Ahorró y rogó a su mayor durante meses que fuese en aquel país del amor, Do preferiría hacer algo mejor con ese dinero pero terminó aceptando para cumplir el sueño frustrado del menor.
Imaginar a Doyoung vistiendo una lencería roja con su pálida piel, besar cada parte de su cuerpo, lamer su pecho y escuchar los hermosos gemidos que salen de su boca gracias a sus acciones. Todo, ansia hacer todo con él. Y no es que no lo hubiesen hecho antes, ambos perdieron su virginidad hace dos años, lo malo para Jung es que no es constante porque si fuera por él, le haría el amor todos los malditos días pero Doyoung es tan cruel en golpearlo y regañarlo.
Por los preparativos de la boda, lo dejó en una cruel abstinencia de tres semanas. Desea tanto volver a tenerlo en sus brazos tras las sábanas. Incluso preparó la habitación de hotel que usarían esa noche. Decoró el cuarto con globos rojos de forma de corazón flotando en el techo. Unos pétalos de flores en el suelo formando un camino hasta la cama, la cual también encima tiene más pétalos formando un corazón.
En el baño, hay dos toallas, una azul y otra rosa. La gran tina llena de agua con flores flotando y aromatizantes dando una delicia al olfato, al igual que la habitación.
Lo tiene todo listo, solo falta llevar a su esposo.
«Mi esposo» chilló de felicidad de solo pensarlo.
—Hijo, el carro esta aquí con tus amigos —le llamó su padre desde afuera.
Rápidamente salió y lo encontró vistiendo un traje negro más una cobrada roja. Usual, pero un clásico que lo hace ver atractivo.
Jung Bin al ver a su hijo vestido y listo, esbozó una nostalgia sonrisa en su rostro. —Has crecido mucho —soltó de pronto para luego abrazarlo. —Está nueva vida que te espera no sólo será hermosa, también caótica y estresante pero al haber elegido a tu pareja ideal, perfecta a tu medida, podrán sobrellevar todo juntos. Te deseo lo mejor.
—Gracias, papá.
Ambos se separan del abrazo.
—Tu madre y hermanos me esperan en el auto, ya me iré. Allá nos vemos —dicho esto se despidió.
Jae tomó su celular y apagó las luces de su vieja habitación. Una que ya no volverá a ocupar más. Caminó por el pasillo hasta la sala y ve a sus dos mejores amigos esperándolo. Ellos le sonríen y él devuelve aquel gesto.
—El tiempo pasa muy rápido —murmuró.
A pesar de que Kun dejó el departamento hace dos años, a veces se quedaba a dormir. Y Johnny recientemente, se fue a vivir con Ten. Por lo que en más de una ocasión se quedó durmiendo solo. Aunque mayormente aprovechaba e invitaba a su pareja a que lo acompañe.
—Ni que lo digas —aseguró Kun.
Johnny suspiró con melancolía —Pasamos por tantas cosas en este lugar y ahora lo dejaremos.
—Fueron buenos momentos —agregó el chino —Pero no hay que ponernos tan sensibles, podemos seguir viéndonos, salir, visitarnos. Este no es el final de nosotros, solo es un cambio.
—Es cierto, es un cambio que estamos enfrentarnos pero no por ello vamos a abandonarnos. Somos mejores amigos —dice nuestro protagonista.
Si bien, es cierto que va a extrañar todos los momentos vividos en aquel departamento. Fue bueno dejar esos tiempos en donde se encontraba dañado atrás. En esta nueva etapa de su vida, la disfruta tanto que no necesita enfrascarse en el pasado recordando. Fue feliz con ellos y disfruto mucho al lado de sus seres queridos. No los abandonará, solo cambiará un poco su estilo de vida.
—¿Vamos? —cuestionó el chino —No debes de llegar tarde a tu boda.
—Claro —asintió.
—¿Y los anillos? —preguntó el americano.
—Aquí está —sacó del bolsillo de su saco una cajita esbozando una sonrisa emocionada —En todos estos días los cuide como mi propia vida esperando este momento. Ya me imagino... —fue relatando con felicidad y a lo último se dispone a abrirlo pero al hacerlo detuvo su hablar para soltar un grito de terror —¡Los anillos!
—¿Qué pasa?
Jung les muestra horrorizado el interior de la caja demostrando que no hay nada.
—¿Dónde están los anillos? —cuestionó Kun perplejo.
—No lo sé, deberían de estar aquí —contestó angustiado, intentando pensar y recordar dónde se supone que deben de estar —Doyoung me va a matar...
—Búscalo, debe de estar por ahí. Te ayudaremos —apresuró a decir el americano para empezar a rebuscar entre la sala y cojines.
Jaehyun fue hacia su habitación mientras Kun, no sabiendo dónde buscar sólo revisa la cocina.
—¿¡No tienes la menor idea de donde están!? —grita el chino mientras abre los gavetines apresurado.
—¡No, nunca los saqué de ahí! ¡Doyoung-Hyung me dijo que los cuidara y no los toque!
Kun siguió revisando hasta el cansancio pero al no conseguir nada salió de la cocina para encontrarse al americano, el cual se haya en las mismas que él. Sin nada.
Jaehyun sale de antigua habitación y los mira con preocupación.
—No está, no está en mi habitación.
—¿Pero dónde más lo dejaste? ¿Cuándo fue la última vez que lo viste?
Ante la pregunta del Chino, Jaehyun se dispuso a recordar. Ayer en la noche tuvieron su despedida de soltero, con todos sus amigos Alfas en ese mismo departamento. Recuerda que antes de iniciar dejó la cajita en una gaveta y más nunca lo agarró hasta hoy.
Pero.
Si es sincero, cuando la agarró esta mañana, se dio cuenta que estaba en una posición diferente a la de cuando la guardó anoche. No prestó atención a eso y simplemente la tomó.
—Creo, no sé. La guardé en mi gaveta pero... ¿Será que cuando nos emborrachamos anoche lo agarre? —se preguntó vacilante.
—¿Lo agarraste cuando estabas borracho? —cuestionó John.
Jung se lo pensó pero no supo que respuesta dar. —No me acuerdo.
Ahora está vez Kun preguntó —Pero... ¿Tu crees que existe la posibilidad que lo hayas agarrado borracho?
—La verdad... Creo que si —se rascó la nuca avergonzado.
Johnny y Kun quedan sorprendidos pero también preocupados.
—En quince minutos empieza tu ceremonia, Jaehyun —le recordó con rudeza el chino.
—Lo sé —asintió con su rostro lleno de agonía.
—Sigamos buscando —fue lo único que se le ocurrió al contador —Y tú, mientras buscas, intenta recordar. ¿Entendiste?
—Si.
En eso, nuevamente buscaron pero esta vez más profundo. Movieron hasta los muebles para revisar debajo de ellos. Pero nada encontraban y cuando Jaehyun recibe una llamada de Doyoung se altera.
—¿Qué hago? ¡Me está llamando!
—Contestale normal, solo dile cualquier excusa.
Jaehyun le hace caso al pelinegro enano y tomando una gran bocanada de aire para tranquilizarse, contesta.
—Jung Jaehyun, ¿se puede saber dónde estás metido? En cinco minutos empieza la boda y no estás aquí.
—¿Como aseguras que no estoy ahí si no podemos vernos hasta en el Altar? —intentó dársela de ingenioso pero no le sirvió.
—Lucas y Sungchan me lo dijeron —contestó obvio —Además no veo tu auto en el estacionamiento, ¿dónde estás? ¿Por qué no estás aquí? ¿Sabes que del departamento para acá son quince minutos? Espero que no sigas ahí porque o si no...
—Es que... A Johnny le dio diarrea —soltó de pronto, sin saber que más decir, dejando en un largo silencio que duró varios segundos en la línea.
El americano al escuchar como su nombre es usado de esta manera, le envía una mirada acusatoria al menor, haciendo la típica seña de "estas muerto".
—¿J-Johnny? Oh... ¿Y está bien?
—Si, si ya salió del baño pero...
—Entonces ven.
—Pero ahora Kun no sale del baño —debido a su segunda mentira, el chino lo mira asesino. En su mirada se ve claramente como lo manda mil metros bajo tierra —S-Solo di que hay un retraso por temas de salud, ya te llamo.
Dicho eso colgó sin esperar respuesta.
Ambos extranjeros lo miran con enojo.
—Me dijeron que inventara cualquier excusa.
—La próxima vez, usa tu nombre —le señaló rabioso el chino.
—Es que no sabía que más decir, al menos tenemos unos diez minutos ganados. Debemos encontrar rápido los anillos.
—Ya buscamos todo el departamento, ¿dónde más buscaremos? —cuestiono Seo pensativo.
—Hay un lugar, lo pensé hace rato pero quise dejarlo de última opción —comentó Qian con cierta expresión de dolor.
—¿Qué lugar? ¡Dilo, por favor! —Jae lo toma del brazo agitandolo.
—La basura —contestó simple y serio. —Es asqueroso pero efectivo. Sólo debemos de revisar un poco.
En eso, Jung y Johnny ponen expresiones de horror.
—¿Qué pasa?
—Temprano, bote toda la basura —reveló Jung con terror.
—Dios mío —murmuró con estrés. —Mejor sigamos buscando por aquí, igual es imposible que lo hayas botado.
—T-Tal vez no sea imposible —asumió Jung avergonzado.
—¿Qué? ¿Recuerdas algo?
El menor sonríe nerviosamente —Es algo muy mínimo sin importancia —juega con sus manos nerviosamente. —Pero recuerdo botar algo a la basura teniendo la caja de anillos en mis manos.
—¡Dios mío, Jung Jaehyun! —exclama lleno de ira Kun.
—Tenemos que buscar rápido en la basura —dice John.
—Eso si no vino hoy el camión a recogerlo —rodó los ojos Qian. Suspiró exasperado —Vamos.
El trío sale del departamento y con rapidez bajan por el ascensor. Al llegar a la planta baja se dirigen a la puerta trasera que lleva a un callejón un tanto descuidado, en el cual hay un gran barril de que se supone debe de contener toda la basura de los que viven en el Edificio.
¿Y por qué se supone?
Porque está vacío, demostrando no sólo un mal olor si no también que el camión de basura si lo recogió todo esa mañana.
—No puede ser —se sobó la frente con estrés, Kun.
Johnny se pasa las manos por sus cabellos sin saber qué decir y Jaehyun, el cual quedó varios segundos estupefacto.
—Gracias por su ayuda chicos pero no tienen que acompañarme, iré solo —les dijo a sus amigos, los cuales le miraron un tanto sorprendidos.
—¿Qué? ¿Planeas ir al basurero? ¿Y solo? —cuestiona el americano sin creerlo. Kun pensó que lo regañaria por esa idea estúpida pero se llevó una sorpresa al escuchar lo contrario —¡Claro que voy contigo! Debemos de encontrar esos anillos.
—¿Es en serio? ¿Al basurero? ¿A estas horas? ¡Jaehyun se supone que ya debes de estar en el Altar pero mira donde estamos!
—¿Cómo se supone que me voy a casar sin los anillos?
—Sale más rápido comprar unos nuevos que ir al basurero a buscar esos, ¿lo sabes?
—Doyoung-Hyung me va a regañar, además, a él le gustó mucho esos anillos. Me costaron mucho dinero y esfuerzo. Si le traigo otros ¿Qué va a pensar de mí?
—Dile la verdad y ya.
—¡No!
—No vengas si no quieres —intervino John —El problema es que éste no quiere arruinar su traje, déjalo. Vamos nosotros, será rápido.
Kun los ve irse sintiendo mucha ira y molestia, no solo por el hecho de que ellos irán al basurero y perderán tiempo, si no también porque su estúpido corazón le dice que vaya y los ayude, que ese par de tontos necesitan de su cerebro para sobrepasar esa situación.
Soltando un bufido exasperado caminó detrás de ellos con pasos duros y pesados. No quiere ir, realmente no lo desea pero no quiere que la tan anhelada boda del tonto Alfa se arruine.
Para sorpresa de sus dos amigos, se montó en el asiento de pasajeros.
—¿Vendrás? —cuestionó Jung con ilusión en el copiloto.
—No perdamos tiempo, muevanse.
Johnny asintió y buscó en el GPS del mapa del vehículo la dirección del basurero más cercano. ¿Lo malo? Es que queda al menos unos veinte minutos lejos.
—Queda muy lejos, no vas a alcanzar ir y venir —dijo Kun.
—Entonces ¿Qué hacemos?
En eso, Jaehyun recibe una llamada de parte de Jungwoo. Un tanto temeroso contestó.
—¿Dónde estás? La ceremonia debió de empezar hace diez minutos, Doyoung-Hyung está nervioso.
—Es que... Es que...
Antes de poder explicar algo, escuchó una charla desordenada de entre él y otras voces que reconoció como su pareja, Taeyong y Ten. Todos están hablando al mismo tiempo y de manera desordenada. Hasta que se detuvo y escuchó fue la voz de su novio.
—¿Dónde estás? ¿Cuándo vienes?
—Es que... Es que...
—¿"Es que" qué?
—M-Me dio diarrea —soltó en un hilo de voz muy delgado y agudo, sintiendo mucho miedo.
—¿Tu también? ¿Acaso me estás mintiendo? ¿Me ves la clara de estúpido? ¿¡Cómo es que a ustedes tres les dio diarrea el mismo día y al mismo tiempo!?
—¿A ellos también les dio diarrea? —Jaehyun oyó la voz de Jungwoo cuestionar.
Doyoung frunce el ceño y mira al pelirubio —¿"También"? ¿Quién más?
—Mi xuxi despertó con dolores de barriga, al parecer comió algo que le cayó mal anoche con los chicos —explicó con obviedad —Pero ya siente mejor, se tomó unas pastillas y té.
—¡Eso! ¡Eso mismo! —exclamó Jung luego de escuchar aquello. —Creo que a nosotros también nos cayó mal.
La expresión molesta de Doyoung se calmó —Tomate un té y una pastilla, en quince minutos debes de haber mejorado. No tardes.
—Entendido.
Dicho esto colgó y miró a ambos chicos, notando que John no ha empezado a conducir.
—¿Qué haces? Vamos rápido.
—Estamos hablando que tal vez sea mejor que no vengas con nosotros —dice Kun. —Quédate aquí, llamaremos a Jungwoo para que te busque y vayas a la Iglesia.
—No puedo ir sin los anillos.
—Escóndete y pierde el tiempo con cualquier cosa.
Jung quiso seguir discutiendo pero luego de pensarlo un poco más, se dio cuenta que es mejor que él como el novio esté en su boda. Bajó del auto y se despidió de sus amigos. Quiso llamar a Jungwoo pero recordó que tal vez siga con Doyoung, así que prefirió llamar a Lucas.
—¿Qué hay? Me contaron que ustedes no pueden dejar el baño.
Jae se avergonzó al escuchar aquello —En realidad... Ocurrió un problema.
—No me digas, ¿es uno grande? ¿No puede salir?
—¡No! —grito totalmente avergonzado —¿Qué cosas dices? ¡No es nada de eso!
—¿Entonces?
—Perdí los anillos de boda.
—¿¡Qué!?
—Johnny y Kun están de camino al basurero de la Ciudad porque creo que los bote.
—¿¡Que!?
—Ayúdame a que Doyoung no me mate ni me corte en pedazos, deseo vivir —dice con dolor.
—¿¡Qué!? —exclamó de nuevo pero se dio cuenta que esta última información no es para sorprenderse, por lo que más relajado soltó —Nah, te lo mereces.
—¡Lucas! ¡Te llame para que me ayudaras!
El Moreno rodó los ojos —Ash... Esta bien, pero depende. No iré al maldito basurero.
—Solo búscame.
—Pero tu tienes tu propio auto, puedes usarlo.
—Iré para allá pero estaré oculto, si voy con mi auto, lo verán, sabrán que estoy ahí, Doyoung se enterara que perdí los anillos y ¡no me casaré y tengo que casarme hoy!
—¿Y por qué no mañana?
—¡Ya esta todo listo! ¿Qué? ¿Les digo a los invitados que vuelvan mañana? ¿Lo ves lógico siquiera?
—Tranquilo viejo, andas sensible. Ya voy para allá.
—Y no le digas nada a nadie menos a Jungwoo.
El moreno asintió y colgó.
Quince minutos después, aquel extranjero llegó pero sorpresivamente no fue en su vehículo y ni siquiera estaba de conductor. Es el auto del Pediatra Infantil, osea Yuta Nakamoto y de copiloto se encuentra su novio, Taeyong. Y el jodido hongkones de pasajero.
Al verlo traer a la pareja, lo miró con furia, con sus ojos en llamas.
—¿Qué? Me dijiste que no le dijera a Woo y no se lo dije —se encogió de hombros inocente.
—¿Perdiste los anillos? —cuestionó el japonés.
—¿Cuánto tardarán Kun y Johnny? —esta vez el pelirosa.
Jung suspiró exasperado. —No lo sé, pero debo de ganar tiempo para que lo encuentren.
—Ay dios mío... —murmuró Taeyong —Móntate y cuéntanos la historia completa, por favor.
El menor le hizo caso y se acomodó en el vehículo. Una vez dentro, de camino al lugar donde sería la boda, les contó todo lo sucedido en ese día, dejándolos sorprendidos. El trío no supo que idea dar por lo que esperan, ansían y desean que ambos amigos del castaño encuentren los anillos antes de que sea muy tarde.
Luego de quince minutos de camino, llegaron al lugar.
Jaehyun y Doyoung decidieron hacer su boda al aire libre, en un hermoso jardín lleno de flores preciosas. Una decoración algo simple pero suficientemente cautivadora para cualquiera. Yuta se aseguró de estacionar lo más alejado en el estacionamiento para que nadie los vea. Jung pudo ver a todos los invitados esperando en sus posiciones confundidos y preocupados, incluyendo sus padres.
Cerca de ahí, se haya una cabaña, en la cual sabe que está Doyoung escondido esperando su llegada.
Se golpea la frente molesto consigo mismo.
«Tonto, tonto. ¿Cómo pude ser tan tonto?»
—Vamos a quedarnos aquí hasta que tus amigos nos llamen —dijo Yuta.
Jung asintió y se dispuso a esperar. Pero luego de unos minutos, empezó a recibir llamadas no sólo de su pareja, si no también de su padre y demás amigos que no están al tanto de la situación. Y no es raro que le llamen tanto, se ha retrasado ya unos cuarenta minutos de su propia boda.
Angustiado llama a Kun, el cual le contestó rápido.
—¿Están allá? ¿Lo consiguieron?
—¡Maldita sea tu y mi suerte arruinada por ti! —exclamó el chino asqueado y no es para menos, ya que hace rato llegaron al basurero y para rebuscar entre las bolsas de residuos recientes, se puso unos guantes y para cubrir su traje un delantal bastante grande. Incluso se puso una bolsa en la cabeza para proteger su cabello y un tapabocas por el asqueroso olor. Y todo para buscar el puto anillo.
—Lo siento mucho, te lo recompensare.
—No me debes una, ¡me debes mil, ¿escuchaste?!
—Si, si, si. Claro que sí.
—Pero seré honesto contigo —dice más serio deteniendo su búsqueda —Ya Johnny y yo registramos la basura de la casa, y dos veces por si acaso.
—¿No está?
—No, no está.
—¿Por qué? ¿Cómo es posible? —su expresión alarmada, hace que todos en el auto se interesen y se preocupen. Suelta un suspiro rendido y dice con más tranquilidad —Déjalo, ya no busques más y vengan.
—¿Qué harás?
—No lo sé, pero déjalo.
—Estaremos allá en veinte minutos, esperanos.
Asintiendo, ambos se despiden y cuelgan.
—¿Qué pasó? ¿No lo encontraron? —cuestiona el pelirosa.
—No —contesta con dolor mientras se desordena sus cabellos, frustrado.
—Deberías de ir y decirle a Doyoung la verdad —opinó el mismo Omega, preocupado —Se molestará, claro que si, pero es mejor ser honesto de una vez y decirle en vez de asustarlo y preocuparlo por no aparecerte en su boda. ¿Sabes lo que él debe de estar sintiendo en este momento?
Muerde su labio tembloroso intentando ahogar el sollozó que quiere salir pero es inevitable —E-Es mi c-culpa...
—Tu como que lloras mucho, ¿no? —arqueo una ceja Lucas pero rápidamente recibe un golpe de parte de Taeyong —¡Auch! ¿Por qué me pegas?
—Sácate de ahí —le dijo rudo, para el salir del auto y abrir la puerta de pasajero, sacando al Moreno a rastras y sentarse dentro junto al Alfa castaño. —Tranquilo, no llores.
—E-Es que me siento m-mal, a-arruiné e-el día d-de mi b-boda. Y-Yo n-no quería d-dañar este d-día...
«Me siento culpable. Doyoung no se merece esto de mi. Debí de haber sido más responsable»
Taeyong suspiró con tristeza y acaricia el cabello del menor con cariño, apenado de la situación. Mira a su pareja buscando ayuda o alguna idea pero éste solo negó, no sabiendo que dar.
—Solo... —Yuta balbuceo algo inseguro al principio pero prosiguió con un poco más de seguridad —Si se aman de verdad, Doyoung te va a perdonar. Él sabrá que no lo hiciste de mala intención.
Jung se seca las lágrimas y asiente. —Creo que debería de comprar nuevos anillos.
—Si, es lo mejor. Yuta, ¿puedes llevarnos rápido?
—Claro —asintió y cuando justo prendió el auto, dos rubios se aparecieron en frente de ellos, los cuales al ver al novio en el auto se apresuraron por abrir la puerta y sacarlo.
—¿¡Qué haces aquí!? —exclamó Jungwoo alterado.
—¡Le diré a Doyoung-Hyung que ya llegó! —esta vez hablo Winwin con emoción.
—Si, si. Llama a todos, avisa que el novio ya llegó.
—¿Q-Qué...? Y-Yo... —quiso decir algo, excusarse pero no fue capaz y en un abrir y cerrar de ojos, Woo lo había arrastrado sin que nadie pudiera decir nada. ¿Qué? ¿También les dirá a ellos que perdió los anillos? No puede, y menos a Jungwoo, es muy cercano a su pareja.
Yuta y Taeyong con caras largas se acomodaron entre el público junto a Winwin, el cual los miraba con confusión.
—¿Han visto a Kun?
—Está de camino —respondió Tae.
El menor asintió pero aún así, le envió un mensaje de texto a su pareja diciéndole que la ceremonia ya va a empezar.
Pocos minutos después, encendieron la melodiosa música clásica, haciendo que la multitud se quede en silencio atentos a la llegada del novio.
Jung no sabiendo que es lo que le deparará el futuro, y con dolor hace unos momentos le entregó a Ten la caja de anillos, vacía como su mente en estos momentos.
Tomando una gran bocanada de aire intenta tranquilizar el dolor que le causa a su corazón el sentimiento de culpa, y esboza una sonrisa un poco torcida.
Camina en medio de todos los presentes hasta llegar al frente, teniendo al Padre, el cual le sonríe para tranquilizarlo al notar sus nervios.
Luego, las damas de honor entraron, primero Jaemin vistiendo un hermoso traje azul pastel el cual le da un tire sotisficado y de ternura, más la aureola de flores encima de sus cabellos. Sostiene una canasta de flores, las cuales riega en el camino. Detrás de él, camina Ten desfilando como toda una celebridad, meneando sus caderas mientras lanza flores y besos al aire. Por último llega Jungwoo vistiendo un traje lila, bastante hermoso y delicado para su cuerpo alto y esbelto.
Pero entre todos los presentes, para Jaehyun el más hermoso es solo uno. Una persona en específico que cuando hizo su aparición le dejó sin aire.
El mundo vino completamente abajo, todos desaparecieron y solo tenía a Kim Doyoung enfrente de si.
Entrando junto a su padre, el cual le sostiene de la mano.
Aquel hermoso Omega viste un traje blanco de cuerpo entero, junto a una llamativa corbata negra. Sus cabellos azabache ordenados hacia un costado, dejando ver su frente. Su rostro levemente maquillado y arreglado.
Él camina lentamente tomando un ramo de flores entre sus manos. Nervioso y ansioso. Pero su corazón no es el único que palpita de aquella forma voraz ya que el de Jaehyun, no está para nada estable.
Una vez sus miradas chocaron desde un inicio, no se volvieron a despegar. Doyoung pudo sentir las tan famosas Mariposas revoloteando en su estómago y un rubor tiñe sus mejillas avergonzado.
Es el momento.
Cuando Jaehyun se acercó para tomar su mano, ante el contacto de ambas palmas, sintieron unas chispas pasar por todo sus cuerpos. Jung afianzó el agarre y lo llevó hasta en frente del Sacerdote, el cual poco tiempo después empezó a hablar.
En medio de aquel emotivo momento, Winwin recibe una llamada telefónica de su pareja, contestó aún sentado pero agachandose y bajando la voz.
—La ceremonia empezó, Kun. ¿Dónde estas?
—¿¡Qué!? ¡No, no puede empezar ahora!
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Y por qué no estas aqui?
—Ash... Ese estúpido de Jaehyun...
—Jung Jaehyun ¿quieres recibir a Kim Doyoung como tu esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
Jung se quedó mirando por varios segundos al señor con nerviosismo. Un silencio infernal se formó gracias a la tardía de su respuesta. Sintió su corazón agitarse y llenarse de inseguridades, pero supo que no eran sus sentimientos, son los de Doyoung quien está preocupado.
Tomó las manos de su pareja y regalandole una hermosa sonrisa compasiva asintió.
—Claro, ¿por qué estaría aquí si no? Quiero casarme contigo.
Doyoung baja la vista ruborizado.
Una vez Jae dio su respuesta, no sólo sus padres si no también los del Omega, los cuatro al mismo tiempo soltaron todo el aire contenido en sus pulmones debido a los nervios.
—Kim Doyoung ¿quieres recibir a Jung Jaehyun como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? —ahora se dirige a Doyoung.
—Se están dando el si —le murmuró Winwin al teléfono.
—No, no, tienes que detenerlo. Atrasarlo.
—¿¡Qué!? —susurró/gritó logrando captar la atención de algunos de los que le rodean. Apenado baja la voz —No puedo hacer eso.
—¿Hacer qué? —cuestionó Tae al menor —Deja eso, ¿no estarás atento a la ceremonia?
—Es Kun.
Doyoung levanta la vista y asiente con seguridad —Si, acepto.
—Ahora, si hay alguien que no está de acuerdo que hable ahora o calle para siempre.
—Kun, ¿qué voy a decir? ¿Quieres que arruine el momento?
—¡Solo grita cualquier cosa!
—¿Cómo qué?
—¡Oponte!
—Si no hay nadie...
—¡Yo me opongo! —exclamó alto y claro Winwin levantándose de un tirón, llamando la atención de absolutamente todos debido a la sorpresa. Al recibir tal atención, toda su confianza desapareció en cuestión de segundos y con un rubor notorio intentó explicarse —Y-Yo... Y-Yo... ¡No me opongo! ¡Es él! —rápidamente toma a Taeyong de los hombros y lo levantó.
Al hacer tal acto, muchos se quedaron pasmados y hasta jadearon de la sorpresa.
Taeyong mira con los ojos bien abiertos al chino y luego a su pareja, el cual está igual o más perplejo que él.
—¿T-Taeyong? —cuestionó Jaehyun perplejo.
—Y-Y-Yo... —tartamudea de forma notoria sin saber que decir. Pero si Winwin le hizo pasar por esto, debe de ser algo importante. Tomó aire y recobró la cordura, aunque sea un poco —¡Si, me opongo!
—¡Él se opone! —apoyo Winwin, no sabiendo que más inventar pero lo bueno, es que ambos Omegas se vieron muy seguros de si mismo a pesar de su estupidez.
—¡Yo. Me. Opongo! —volvió a repetir Taeyong, detenidamente con fuerza mientras se cruza de brazos.
—¡Él. Se. Opone! —repitió mientras copia la pose de su mayor y mueve exageradamente su cuello.
—Si, ya entendimos que se opone —dice el Padre un poco confundido. —¿Por qué?
—¿Por qué? —se preguntó Taeyong en un susurro.
—Si, ¿por qué? —le preguntó Winwin, logrando que el pelirosa le mirase indignado y hasta ofendido de la rabia.
«¡Tonto, si tu me dijiste que me oponga!» Intentó tranquilizar su alma interior por más que quisiese ahorcar al rubio enfrente suyo y se dispuso a pensar en una razón convincente.
—Bueno... Yo me opongo...
—Te opones —repitió el chino con interés.
—Porque...
—Porque...
—¡Por ti! —señaló a Yuta con furia, dejando a todos aún más confundidos.
—¿Por mi? —se señaló perplejo.
—¿Qué tiene que ver Yuta con esto? —cuestionó Doyoung, sigue sin entender tal escándalo pero si viene de Taeyong-Hyung, significa que debe de ser algo grave e importante.
—¡Porque estoy muy molesto contigo señorito!
Sicheng para apoyar la causa, se apega del pelirosa y mira amenazante al Japonés. —¡Si, él está muy molesto contigo! Ups... Digo, usted.
Yuta se levantó de su asiento, un tanto confundido pero pensando, se dio cuenta que tal vez ellos quieran ganar tiempo por el anillo perdido. Al entender rápidamente, intentó seguirles el acto.
—Lo siento, lo siento mucho. No era mi intención.
—Pues es muy tarde —dramatizó Taeyong y se dirigió hacia el pasillo de enmedio de los asientos para irse.
Pero Yuta corre, lo persigue y lo toma de la muñeca deteniéndolo en frente de todos. —¡No era mi intención, perdóname!
—¿Qué se supone que le tiene que perdonar? —le susurro Woo a Ten, el cual respondió con un encogimiento de hombros, no sabiendo qué sucede.
Taeyong jadea bastante fuerte y exagerado, en modo dramático y le da una cachetada sonora al pelirrojo. Y si antes todos estaban confundidos y perplejos, ahora aún más.
—¡No! ¿Qué es lo que pasa? —se acercó Doyoung preocupado, no queriendo que suceda un malentendido entre aquellos dos. Se supone que se aman, son almas gemelas. —Yuta-ssi es una buena persona, te debes de haber confundido con él, Hyung.
Mientras Jaehyun se haya pasmado ante el acto, le dirige una mirada a Sicheng, el cual le guiña un ojo.
«¿Qué están haciendo? ¿Me están ayudando a ganar tiempo?
Y aunque lo ganemos, ¿donde buscaré el anillo?
De igual forma estamos perdidos»
De pronto, un auto a toda velocidad se estaciona mal haciendo un chirrido bastante fuerte debido al derrape. De ahí salen Johnny y Kun, apresurados, cansados y preocupados.
Corrieron hacia el arreglo y las personas.
—¿Qué pasó? ¿Por qué llegan tan tarde? —pregunta Do.
—Nada, no es nada. Jaehyun no perdió el anillo, todo está bien —dice Johnny nervioso fingiendo un relajo inexistente.
Cuando soltó aquello, el novio castaño abrió los ojos como platos, teniendo ganas de exterminar a ese gigante sin cerebro de este mundo.
Doyoung en cambio frunció el ceño —¿De qué estás hablando?
—Lo siento, es todo mi culpa —interviene Jung apenado, recibiendo todas las mirada hacia su persona. Se acercó a Doyoung y le tomó de las manos, teniendo las suyas temblando debido a su inestable corazón. Las lágrimas no tardaron en acumularse en sus ojos —No sé cómo ni en qué momento lo perdí. Realmente me importa mucho esta boda, es lo más importante de mi vida, lo juro. Cuidé y atesoré nuestros anillos con todo mi corazón p-pero... L-Lo perdí. L-Lo siento, l-lamento decepcionarte y-y a-arruinar este d-día... Q-Quería que f-fuéramos felices.
—Em... ¿Hellooo? ¿Hablas de estos anillos? —cuestiona Ten, abriendo la cajita que sostiene entre sus manos, mostrando claramente aquellos dos objetos.
—¿C-Cómo...?
Doyoung suelta una pequeña risa y con cariño le seca las lágrimas al Alfa. —Tonto, ¿no te acuerdas?
—¿Acordarme de qué?
—En la madrugada después de tu despedida de soltero fuiste a mi departamento borracho llorando. Traías el anillo contigo y me pediste que me lo quedara, que yo lo cuidaría mejor por ti. Pero me los diste sin la cajita.
Aquella información cayó como un balde de agua congelada encima de su cabeza. Y no sólo para él, Kun estalló en llamas.
—¿¡Cómo es posible!? ¿¡Hice todo esto por nada!? ¿¡Fui al maldito basurero a buscar tu porquería para que me salieran con esto!?
—Calmalo, se puso sensible —el tailandés codea al chino rubio, el cual se acercó a su pareja furiosa.
—¿Por eso tardaste en venir? —Do le preguntó al menor.
Jung asiente apenado, con sus mejillas sonrojadas —Y-Yo... Pensé que los había perdido.
—Realmente se preocupó mucho —dice Taeyong.
—Incluso se puso a llorar como nenita hace un rato —revela aquella anécdota Lucas, sin pena.
Jaehyun le insulta por dentro.
—El malentendido ya se resolvió, ¿vamos a seguir con la boda o no? —interrumpió de pronto el escandaloso Chenle parado encima de su silla, vistiendo un traje dorado, tan brillante como el oro —Porque tengo una agenda muy ocupada con Jisung.
—¿Agenda? ¿Qué agenda? —el Alfa menor frunce el ceño, sin estar al tanto.
—Tu cállate y hazle caso a Chenle, es mayor que tú —le reto Jaemin.
—¡Por dos meses! —le recordó entre dientes.
Jaehyun se ríe por las ocurrencias de los menores. Dirige su vista a el Omega frente a si mientras le extendiende la palma de su mano. Doyoung la acepta gustoso y volvieron hacia el Padre.
Con el malentendido, las damas de honor volvieron a sus posiciones. Taeyong besa la herida mejilla del Japonés, apenado de lo que hizo. Winwin intenta tranquilizar a su enojada pareja. Y todos los demás, se sentaron en sus asientos.
—Ahora, si no hay nadie más que se opone...
—¡Me opongo! —dice Kun rabioso —Esto es indignante, inhumano y estoy indispuesto a esta unión porque soy la única víctima en esta situación. Fui afectado no solo físicamente si no también mentalmente y...
—Los declaró pareja, Alfa y Omega. Ahora puedes besar al novio —dice el Padre, interrumpiendo e ignorando al Chino.
—Te voy a besar —le aviso Jung en un susurro mientras toma las mejillas del mayor.
—Lo sé.
Ambos se miran con un brillo especial en sus ojos y formando una sonrisa, se besaron.
Los aplausos no se hicieron esperar. Todos emocionados por la unión exclamaron y apoyaron.
Cuando llegó la hora de arrojar el ramo. Todos los Omegas solteros se aglomeraron con los Alfas viendo curiosos y algunos hasta preocupados deseando que sus parejas no sean las que lo agarren. De entre todos, Chenle es el más competitivo, se echa para atrás sus mangas y fuego ardiente en sus ojos, deseando ser él quien lo tome.
Una vez el ramo salió volando por los aires, el chino menor empujó a todos los que estuviesen estorbando sin pena. Saltó con una fuerza sobrehumana y tomó el ramo de flores, para caer con estilo.
—¡Ja! Soy el mejor —dice orgulloso. Y de pronto, tres agentes de negro hacen aparición. Uno le hecha aire con un pequeño ventilador para que se le viera el cabello moviéndose junto al viento. Otro le tira brillos y escarcha. Y el tercero le coloca unos lentes de sol.
—¿De dónde salieron ellos? —cuestionó Yoonoh perplejo. Nunca los vio en ningún momento.
—¡Jung Jisung vamos a casarnos pronto! —exclamó el Omega saltando hacia el pequeño Alfa, el cual horrorizado corre y se esconde tras su madre.
—¡Mamá dile que me dejé en paz! ¡Está loco!
Luego de todo aquel momento bello pero a su vez caótico, el momento de la fiesta no se hizo esperar. Johnny y Ten besándose en alguna esquina del lugar. Jungwoo deleitándose de los dulces mientras Lucas no paraba de mirarlo pensando que el Omega es más delicioso que toda esa azúcar. Chenle siguiendo los talones de un avergonzado Jisung. Los padres de la pareja hablando felizmente.
Un dato bastante sorprendente es que, además de que Taeil fue invitado, no estaba solo si no acompañado de su pareja Haechan. Llevan dos décadas en una relación, ese era el Omega con quien Jaehyun lo vio besarse de niño. Luego de tanto tiempo, por fin lo conoció.
Kun más relajado habla con Winwin alegremente, ambos sosteniendo diversos papeles por su apretados trabajos pero siendo de la misma rama y con casi mismos gustos, no les molesta trabajar en un lugar donde se supone que deben de festejar.
Yuta tomando flores y sorprendiendo a Taeyong con unas cuantas.
—Todo es tan lindo —suspiró Doyoung mientras sostiene un cóctel y bebe un sorbo de él.
—Pero usted es el más lindo —opinó Jung, pasando su brazo alrededor de la cintura del más bajo para acercarlo.
—Háblame de tú, ya estamos casados.
—Esta bien, Doyoung. Doyoung-ah~~ —lo vuelve a llamar meloso mientras restriega su cabeza contra el hombro ajeno.
—Siempre como un pegoste —se rió. —¿Tanto necesitas de mi?
—Si, necesito mucho de ti —asintió con repentina seriedad. Acercó sus labios a la oreja contraria para susurra con picardia —Prepárate, la luna de miel no se hizo para dormir.
De la sorpresa ante aquellas provocativas palabras, Do soltó el vaso, ensuciando el césped del coctel mientras Jaehyun le mira entre burlón y lujurioso para luego irse y dejarlo.
Y como había dicho, prometió.
Luego de toda la fiesta, una vez llegada la noche, la pareja se dirigió al lujoso hotel que el Alfa había alquilado para una noche. La noche en donde todas sus emociones llegaron al límite, probando uno al otro y reforzando su marca a través de mordidas que causan placer.
Gemidos, jadeos y besos húmedos. Se escuchaba todo eso entre aquellas cuatro paredes.
Se entregaron cuerpo y alma. Dieron su corazón al otro y llenaron su lujurioso mundo lleno de un amor profundo y eterno que no sólo les durará esta vida sino en las próximas.
Porque son predestinados, están destinados a encontrarse una y otra vez a lo largo de sus diferentes vidas y tiempos, hasta que desistan y acepten al otro.
—Te amo.
—Yo también te amo... —soltó el Omega entre bostezos, cansado y abatido por aquella noche. Recibiendo el abrazo y calor de su Alfa, se quedó profundamente dormido.
De entre todos los capítulos, el epílogo es el más largo xd Espero que lo hayan disfrutado.
He preparado 7 Extras para ustedes, de todas las parejas 🤗
Hoy mismo empezaré a publicarlo y mañana lo termino, estén al pendiente ✨
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