Capítulo Veintitrés
La luz del sol trae a este Domingo la temperatura un poco más arriba de lo normal, pronto estarán entrando a Primavera. Si bien no hará calor, al menos será una estación de lo bastante cálida y que traerá consigo muchas historias.
El reloj marcando más de las diez de la mañana. La mayoría siguen dormidos y otros empezando a despertarse.
Entre todos ellos, se encuentra una habitación específica, la más alejada en todo el fondo y que pertenece al Chino.
Kun odia las reuniones sociales pero el día de ayer, sinceramente lo disfrutó un poco más de lo normal. Odia que desconocidos anden en su casa pero se divirtió con ellos hasta caer totalmente borracho. Odia que alguien irrumpa en su habitación y cause desastres pero... Ya sucedió.
Durmiendo plácidamente en su desordenada cama, con ropas regadas por el piso, Kun se encuentra abrazando un cuerpo contrario y lo único que los cubre es la manta porque de ropa, no tienen puesto nada.
Se sintió tan cómodo que se acurrucó al otro, escucha un ronroneo, uno que inconscientemente le gustó y esbozo una sonrisa entre dulces sueños. Para cuando se dio cuenta, abrió los ojos, se alejo de aquel cuerpo y soltó un grito de sorpresa...
Winwin despertó gracias a ese grito y también entre sorprendido y asustado, gritó.
—¿Qué? ¿Qué está pasando? —llegaron Sungchan y Jungwoo, los más cercanos abriendo la puerta de golpe, encontrando a ambos chinos en la cama desnudos.
Kun rápido cubrió su cuerpo. —¡Esto es invasión a la privacidad! ¡Largo!
—No sé ni para que gritas si eso es lo más normal —se quejo Woo. Luego sus ojos captaron algo peculiar en ambos cuellos de la pareja. —¿Tantas ganas tenían de marcarse ya?
Kun abrió aún más los ojos y saltó de la cama para verse en el espejo. Y en efecto, fue marcado por el Omega.
—No vi nada y si me vas a demandar es culpa tuya —dijo el rubio cubriendo sus ojos desde la puerta. —Vámonos, Sungchan. Creo que ellos necesitan estar a solas.
El Alfa asintió perplejo y cerró la puerta aún procesando lo que acaba de ver.
Winwin toca su cuello y siente la marca. Se ruboriza cuando su mente le trae los vagos y subidos de tono recuerdos de anoche. Mientras Kun frota su sien estresado y pensativo, sin percatarse de que esta completamente desnudo parado en el centro de la habitación.
Esto nunca le ha pasado en la vida. Osea sí, ha llegado a emborracharse y acostarse una que otra vez con ciertas personas específicas que elige después de ver su planilla médica que demuestra no tener ninguna enfermedad de transmisión sexual. Si, es muy meticuloso hasta con eso. Prefiere que lo den por loco a que enfermarse por el resto de su vida.
Corre a unos gavetines y abre el último, viendo todas las pastillas anticonceptivas y condones en su mismo estado. «Genial» pensó sarcástico. No se cuido con Winwin anoche y ¡cualquier cosa puede pasar! ¡Kun no puede morir ni enfermarse joven! O peor aún ¡no puede dejar a nadie cargando un hijo creado por producto del alcohol!
Tomó una pastilla y una botella de agua de su pequeña nevera privada y se acercó al menor para extenderselo.
—Estas son pastillas anticonceptivas de veinticuatro horas, pero su eficacia sólo es de un 98%. Tómala, luego cuando se cumplan treinta y seis horas te daré otra —especificó totalmente serio. —No podemos tener un hijo ahora.
Winwin asintió cabizbajo y tomó la pastilla.
Carraspeo incómodo aún no pudiendo alzar la vista —¿P-Puede vestirse, XiaoBei?
En eso Kun baja la vista dándose cuenta en qué fachas anda. Rápido corre al armario y se encerró con su rostro rojito. Toma sus ropas y está vez corre al baño para asearse primero.
«Maldita sea, Kun. ¿En qué te metiste ahora?» se frustró. Ahora que se pone a pensarlo, hace tiempo no se echaba un buen polvo, tal vez por eso se apresuró mucho con el rubio. Aún así las relaciones se hacen paso por paso, con un orden definido ¡y él salto todos los malditos pasos!
Se da una cachetada cuando se dio cuenta como su mente vuelve a revivir el momento en que besaba aquellos apetecibles labios pomposos, fundiéndose en el sabor y aroma a Cereza. Su piel blanca totalmente apetecible que logró dejar por fin sus marcas.
Y otra vez se dio una cachetada en la otra mejilla.
—Controlate —se apuntó a si mismo contra el espejo.
Para Jaehyun, fue de sus mejores cumpleaños. Mirando a todos como están sentados, bromeando y divirtiéndose fue de lo más satisfactorio.
Su torta ya fue picada y cada uno tiene un pedazo en sus platos. Mientras se haya sentado al lado de Doyoung, toma una rebanada de su pastel y mientras la va metiendo a la boca, su vista se dirige a sus padres.
Jung Bin y Hye Yejin.
Ambos mirándose con amor, regalandose sonrisas bonitas y dándose de comer tiernamente. Jae queda embelesado con la expresión llena de alegría de su madre hasta que de pronto nota una sombra oscura detrás de su progenitor, una sombra que fue volviéndose más nítida. Vistiendo ropas holgadas y negras, una capucha cubriendo su oscuro y profundo negro en el que debería de verse el rostro y dos ojos, dos iris brillando de color carmesí.
Jaehyun intentó abrir la boca y avisarles a todos los invitados del intruso pero nadie parecía verlo, nadie parecía darse cuenta de su lucha por hablar o moverse para llamar su atención. Volvió a centrar su vista en su madre preocupado y está vez, notó como su sonrisa desapareció y solo tiene una expresión deprimente, rota, sin vida con lágrimas deslizándose por sus mejillas.
Ella lo miraba a él y él solo podía mirarla a ella.
Su progenitora abrió la boca y dijo entre un susurró prácticamente inaudible pero que por alguna razón Jaehyun logró escuchar tan claramente como si le hubieran hablado y respirado en el oído —Lo siento —fue lo que dijo ella.
Y de un parpadeo, Jaehyun abrió los ojos encontrándose acostado boca arriba mirando el azul característico del techo de su cuarto.
Cansado y con el sueño venciendole de nuevo, cerró los ojos pero una vez recordó que ahí es donde debería de estar durmiendo Doyoung, los abrió al instante, sentándose en la cama de un tirón y miró a sus costados.
Se tranquilizó y esbozó una sonrisa al notar los gemidos de cachorrito que suelta el mayor. Tomó la manta para arroparlo mejor y fue acariciando aquellos cabellos negros para quitarlo de su frente. No se percató del tiempo que se pasó admirandolo y tocando su cabello, ni siquiera piensa con claridad ya que se haya medio dormido.
Pero Doyoung, no mintiendo cuando dijo que su sueño es super liviano despertó de golpe abriendo los párpados, posando su vista directamente a los ojos contrarios. Su mano tomó la muñeca de Jung y lo alejó.
—¿Qué se supone que haces? —cuestionó con voz ronca y su ceño fruncido. Esa situación es totalmente extraña.
—¿Yo? —Jaehyun parecía seguro al hablar pero de pronto, la palabras se desvanecieron junto a su enternecida sonrisa. Incluso hasta él mismo se hizo esa pregunta ¿Qué se suponía que hacía? —L-Lo siento, es que te veías tierno... —se disculpó apenado mientras se levantó de la cama alejándose. —N-Ni siquiera me acuerdo cómo llegué a la cama, siento haberte incómodado.
—Tranquilo —relajo, suelta un gran bostezo y estira sus brazos para luego dejarlos caer entre sus piernas cruzadas mientras sus ojos aún no están completamente abiertos.
“Lamento no querer encontrarte "
Aquella oración apareció como un repentino trueno en su mente para deshacerse de su tranquilidad y paz interior. Dirigió su vista a Jaehyun quien parecía dirigirse al baño.
—¡Alto! —exclamó y saltó de la cama al piso, por desgracia sus piernas se enrredaron con la manta y cayó al piso torpe, aún así con rapidez se quita todo eso de encima y se levantó.
—¿Estás bien? ¿Te golpeaste fuerte? —se aproximó preocupado.
Doyoung negó con seguridad ignorando el hecho de que sus rodillas duelen como el propio infierno.
—¿Por qué te disculpaste?
Jaehyun lo miró con confusión —Yo... Bueno ¿porqué dormí contigo y te desperté...?
—No, no, eso no. Ayer en la noche, antes de dormirte me dijiste claramente que lo lamentabas, ¿lo recuerdas?
Jaehyun intentó hacer memoria pero desde a mitad del juego de verdad o reto sus recuerdos se vuelven muy escasos. —¿Te ofendí anoche?
—No, no lo hiciste —apresuró en especificar una vez notó la expresión de culpabilidad del menor —... Pero te disculpaste, dijiste "Lamento no querer encontrarte".
Definitivamente la mente de Jae está en blanco. —¿Jugamos al escondite o algo parecido?
—No.
—¿Entonces porqué me disculpe?
—¡Yo que voy a saber! —exclamó casi al borde de un ataque.
Jaehyun se sorprendió por la reacción tan repentina de su mayor. —Siento haberte causado inconvenientes por mi extraña disculpa, no volverá a pasar —dicho esto dio media vuelta y entró al baño.
Doyoung quedó completamente confundido y frustrado. ¿Acaso todo fue su alucinación o qué?
Mientras Jung, una vez entró al baño sus piernas flaquearon y casi cae al suelo si no fuera porque se apoyó del lavado. Su ritmo cardíaco aumenta y un indescriptible miedo lo carcome. Su cuerpo tiembla y es extraño porque no entiende esa extraña reacción.
«¿"Lamento no querer encontrarte"?» Pensó desconcertado, con una laguna mental casi que infinita.
Se frota la sien intentando relajar su dolor de cabeza. Se mira en el reflejo viéndose borroso, está mareado. ¿Producto del alcohol que bebió anoche o porque...
Sin querer pensarlo más, abrió el grifo y se lavó el rostro repetidas veces.
Recordando que tal vez tenga muchos invitados por ahí regados en la casa, salió de la habitación.
—Haré el desayuno —le alcanzó a decir a Do antes de salir.
Cuando llegó a la sala se encontró con Sungchan y Jungwoo ordenando la sala. Yuta y Taeyong parecen recién levantándose. Siente un revoltijo incómodo cuando ve como el Japonés acaricia los cabellos rosas del menor para acomodar sus mechones y además le deja un besito en la frente, Tae se ruboriza y Jae se acerca aclarando su garganta.
—Buenos días a todos —saludo llamando la atención.
—Buenos días —fueron saludando al unísono.
—¿Conoces el gran chisme de hoy? —cuestionó Jungwoo, recibiendo miradas curiosas.
—¿Qué chisme? —Jae lo miró curioso. —Apenas acabamos de levantarnos ¿y ya traes cuentos?
—Pero son muy buenos —aseguró con una sonrisa y se detuvo aún teniendo la escoba en la mano. —Al parecer Kun-Hyung marcó a Winwin anoche.
—¿¡Qué!?
—¿¡En serio!?
—¿¡Hablas del más serio y normal de entre ellos!? —esta vez fue Yuta realmente sorprendido. Kun le había dado una imagen muy pulcra y seria.
—E incluso, si te asomas a la habitación de John-Hyung puedes ver como arropó a Ten-Hyung dejándolo dormir cómodamente mientras él está en el piso. Me dio penita cuando lo vi que busque una mantita y lo cubrí —relato el rubio.
—Ya sabía yo que algo se traía con Ten-Hyung —aseguró Jae con una sonrisa de victoria.
De pronto, el timbre resonó interrumpiendo la charla.
Jaehyun siendo el único dueño de la casa entre los de la sala, confundido se dirigió a la entrada principal y abrió la puerta encontrándose con un alto moreno, uno que se le hizo super familiar hasta que su mente logró localizar aquel exótico rostro en su memoria.
Wong Yuhkei, el novio de Jungwoo.
El moreno al verlo, pareció reconocerlo y no puso buena cara.
—¿Qué haces aquí? ¿Y dónde está Jungwoo? —cuestionó entre dientes con enojo.
Jae rodó los ojos y dio espacio invitando a pasar al extranjero. —No te hagas ideas locas, Woo no fue el único que se quedó a dormir. Entra, te invito al desayuno.
Lucas lo miró con el ceño fruncido y no le hizo caso, entro dando zancadas molesto y preocupado pero cuando sus grandes ojos captaron aquella reconocida cabellera rubia, su delgado y alto cuerpo esbelto y su reconocido olor a Jazmines, su corazón de nuevo se sintió cálido y sonrió.
—¡Xuxii~~! —chilló el pelirubio con emoción y mucha sorpresa. Tiró la escoba al piso y corrió para tirarse encima de los brazos de su novio, colgándose como un mono.
—Ya, ya... Pareciera que eras tú el que no podía localizarme —dijo el moreno, un tanto desorientado.
—Es extraño que hayas tenido tiempo a plena luz del día a verme —especificó el rubio poniendo sus ojitos más lastimeros cual cachorrito. Y es que es cierto, la profesión de Lucas le quita muchísimo tiempo por lo que mayormente esta. libre era a partir de la media noche y muy de vez en cuando tiene ratos libres. Usualmente el moreno hubiera mandando a sus guardaespaldas a buscar al rubio pero ya en las últimas dos ocasiones, es ¡él mismo quien lo busca!
—¡No te localicé en toda la noche! ¡Tu última ubicación daba aquí y por un segundo pensé en no encontrarte! No contestabas ningún mensaje o llamada.
—Ay... Es que se me acabo la batería anoche —se rasco su cabello apenado.
Ambos parecían hablar como si no hubiera absolutamente nadie más en la sala, con el rubio colgado encima del cuerpo del mayor quien lo sostiene por la cintura. Sus ojitos brillando mientras se ven el uno al otro y esa química celestial que es notada por cualquiera.
—Se nota tanto que son predestinados —murmuró Jae con una sonrisa. Ojalá tuviera un amor así de lindo.
—¿Y este quién es? —llegó un recién bañado y oliendo rico, Kun. Detrás de él camina tímido Winwin, tomando del brazo al pelinegro un tango cohibido. También recién bañado usando un jogger negro y un suéter gris holgado.
—Buenos días —saludo el Omega, contrario al Alfa quien mira a todos con el ceño fruncido.
—E-Es Lucas —dijo Sungchan con un tono de voz que denota sorpresa y nervios. Mirando al moreno como si fuese algún ídolo y claro que lo es.
—¿Me conoces? —le preguntó el moreno al coreano.
—¡C-Claro! —asintió totalmente eufórico —¡Yo escucho su música!
—Oh, ¿es cantante? —cuestionó Yuta curioso.
—Rapero —corrigió el hongkones.
—¿P-Puede darme su autógrafo? —cuestionó el alto Alfa Coreano con un brillo de ilusión en sus ojos, uno que causó ternura en el moreno.
—¡Claro que sí!
—¡Doyoung-Hyung! ¿Dónde estás? ¡Necesito que me preste un lápiz y una hoja! —fue exclamando Sungchan mientras se pierde en el pasillo de las habitaciones.
—¿Y para qué quieres un la...? —ahora llega Johnny, soltando largos bostezos mientras desordena sus cabellos mañaneros. Deja las palabras en el aire cuando sus ojos capturan la imagen de un moreno totalmente conocido —Creo que estoy alucinando, ¿desde cuándo viene un famoso a nuestra casa? —preguntó de lo más relajado y pensando que es un sueño se pellizco el brazo.
—No creo que sea una ilusión, todos lo estamos viendo —hablo Taeyong mirando con confusión la reacción de ahora, ambos Alfas.
Entró de nuevo Sungchan y pidió con emoción el autógrafo, el hongkones soltó a su pareja y firmó la hoja que trajo el Alfa menor, mientras el rubio puchereteo molesto ya que quería seguir en sus brazos.
Jaehyun fue a la cocina e inició con el desayuno, unas deliciosas panquecas al estilo americano con miel y mantequilla encima, junto a un nutritivo jugo de naranja. Mientras las hacia, casi todos se aglomeraron en la cocina ayudándolo.
Al terminar se sentaron en la mesa y se dispusieron a comer, en un ambiente cómodo y ameno el círculo de amistad de aquellos tres Alfas, Jaehyun, Johnny y Kun tuvo un significativo cambio. Con Doyoung, Ten, Jungwoo, Lucas, Yuta, Winwin y Sungchan agregados recientemente. Todo es tan divertido.
Entre ellos intercambiaron números telefónicos y al culminar fueron ordenando.
Luego de ello, algunos como Lucas y Jungwoo, Ten y Sungchan se fueron. Kun se encargo de llevar a Winwin a su casa. Johnny fue a ducharse mientras Yuta contesta una llamada en la sala. Jaehyun dejó un momento a ambos Omegas en la cocina para ordenar unas cosas.
Doyoung tomó un vaso y fue sirviéndose agua, mientras Taeyong se haya sentado esperando a que su pareja terminará con lo que estaba haciendo.
—Fue divertido —aseguró Do refiriéndose a todo en general, ayer e inclusive hoy.
—Si, hacía tiempo no veía a Jaehyun bromear así —asintió el pelirosa, el cual se quedó recordando todas las actitudes del Alfa anoche —Creo que nunca lo había visto reír tanto...
Doyoung sintió el lamento en las palabras del mayor. Claro, ¿cómo va a reír con tanta espontaneidad con Taeyong si se la pasa ocupado ideando hasta el como levantarse de una silla y no verse, según el, vergonzoso?
—Es porque era su cumpleaños y fue una gran fiesta, era obvio que se divertirá aún más —asumió el pelinegro, se aproximó al mayor y se sentó a su lado.
—Nunca lo había visto beber así, es la primera vez que Jae se emborracha, de verdad se divirtió —sonrió al recordar la expresión adormecida del Alfa, con sus mejillas ruborizadas.
—No es la primera vez —corrigió el pelinegro pero al instante se arrepintió de haberlo dicho. Se supone que para los ojos de Tae, Jae de broma pasa dos tragos de alcohol, no más.
—¿Jaehyun está tomando a menudo? —cuestionó sorprendido.
—No, no, no —nego rápidamente, con nervios sintiendo que metió la pata. —Es cierto que ha bebido más en estos días, pero no es algo a menudo, es más por el estrés que ha pasado por el estudio. Jaehyun ha estado día y noche pegado entre libros, realmente casi nunca descansa, además, no pasa ni un momento en donde no deje de atenderme y atender a otros. Conoces lo servicial que él es.
—¿Él ha estado bien con sus estudios?
—Claro que sí, es muy inteligente, solo que pasa día y noche estudiando, siempre está cansado pero aun así nunca deja de esforzarse. Siendo sincero, me da pena... —sin querer fue alargando la respuesta —Es que si tu lo vieras, en las noches se vuelve casi como un zombie, un caminante sin vida de lo tanto que se cansa el pobre. Incluso, los apuntes que le prestaste la semana pasada, madrugo casi todas las noches para poder entenderlo, realmente se puso tan mal que empezó a tener pesadillas —rió un poco, pero se sintió un poco mal cuando en su interior recordó la pesadilla que había tenido Jaehyun como para despertar gritando y llorando.
—¿Tan difícil fue que entendiera mis apuntes? —cuestionó perplejo. Claramente recuerda a Jaehyun diciéndole que fue pan comido.
—Casi que murió y resucitó —bromeó. —Pero él es perseverante, se lo aprendió todo.
—Él me dijo que no había sido difícil —declaró Tae pensativo, frunciendo el ceño —Siempre ha dicho que entiende todo fácilmente, que soy muy claro con mis apuntes y le ayudaban, no que lo confundieran —ahí Doyoung se dio cuenta que tal vez metió aún más la pata, no pensó que Jae realmente no le contará absolutamente nada de él mismo al pelirosa. Ni su felicidad o sus problemas, nada. ¿Qué sabe Tae del Alfa? ¿Si quiera lo conoce? Podrá no ser el enamorado de Jaehyun pero al menos sabe quien es.
—Tal vez le daba pena decir lo contrario —intentó aligerar el tenso ambiente que se empezó a formar, soltando una pequeña risa nerviosa. —Sabes que él es muy orgulloso.
—Jae no es orgulloso, es humilde —corrigió el pelirosa al instante pero luego de pensarlo bien, empezó a dudarlo —... Él es una persona humilde, ¿verdad?
Doyoung notó el temblor en la mirada del pelirosa, dolor, eso siente del Omega mayor y es que claro, Taeyong esta empezando a dudar de su amistad con Jaehyun. ¿Son mejores amigos? Jung es humilde, amable, pacífico, inteligente y maduro, ¿no? Porque ese es el Alfa que conoce o creía conocer.
Desde anoche lo supo, supo que Jae portó un comportamiento un tanto diferente a lo que acostumbraba, pensó que podría haber sido producto del alcohol que entró a su cuerpo pero ya no sabe si creer que fue por eso.
—... Jaehyun es humilde —aseguró Kim intentando sonar lo más seguro posible pero ya era tarde, Taeyong no le creyó nada.
Luego de eso, el Omega con olor a fresas se fue del apartamento junto a su novio, sin alcanzar en despedirse de recién cumpleañero. Mientras el interior de Doyoung es un revoltijo, sin querer arruinó un poco o tal vez mucho la imagen que tanto le había costado al Alfa castaño crear. Realmente espera que no se entere porque si lo hace, no se imagina la reacción que podría llegar a tener.
—¿Vas a salir? —le preguntó Jaehyun curioso, viendo como Doyoung termina de peinarse mientras se ve en el espejo.
Además de haberse vestido bien, anda bien perfumado, cosa que le extraño un poco. ¿A donde saldrá que no le ha dicho nada?
—¿Yo? Si —contestó distraída mente cuando en realidad no se atrevía a mirarlo a los ojos —Aún no conozco bien la Ciudad, daré un recorrido con Sungchan.
Jae asintió con una sonrisa sellada —Uhm... Buena suerte.
Un extraño sentimiento abrazo su corazón, no lo entiende pero sabe que está lejos de ser algo positivo. Sacude su cabeza y se dispone a simplemente tomar el reciente libro que pidió de la biblioteca. Salió de la habitación y justamente Doyoung lo hace detrás de él.
Al sentarse en el sofá, mira como el Omega se dirige a la salida y desaparece de su vista. Siguió mirando aquella puerta olvidando por completo el libro que tiene entre sus manos, hasta que de la cocina sale Johnny con un bol de palomitas y unos refrescos.
—¿Quieres ver Spider Man conmigo? —le preguntó una vez se sentó a su lado, justo en frente del televisor.
Jaehyun asintió.
Mientras, afuera justo cuando Doyoung salió se encontró con Sungchan esperándolo a un lado de la puerta.
El Alfa cuando apenas lo vio, esbozó una sonrisa genuina. —¿Vamos?
—Vamos —afirmó.
Ambos se dirigieron al ascensor y descendieron a la planta baja.
—Hay un Parque Marino que seguro le encantará, Hyung. ¿Quiere ir?
—Claro.
La cita fue de lo más agradable. Entre palabras y chistes, Doyoung se lo pasó de lo más cómodo y pudo por fin olvidar el mal rato que ha estado teniendo por culpa de aquel Alfa con prototipo de príncipe. Con Sungchan todo surge natural y solo, no necesita preocuparse por tener aunque sea un mínimo de atención porque ya la tiene toda para él. Jaehyun es muy bueno y todo con él, pero su trato a veces es muy confuso o solo es de amigos mientras Sungchan, a pesar de verse algo tímido y genuino esta siendo más directo y notorio con sus sentimientos, es claro que está buscando crear algo más que una simple amistad.
Aquello perturba un poco a Doyoung. Si bien, el Alfa es muy bonito y atento, sabe que no lo amará y aquello es triste. Ojalá su destinado fuese Sungchan o al menos que Jaehyun fuese más consciente.
—¡Mire, hyung! Ese pulpo es rosado —exclamó con emoción el más alto señalando aquel animal acuático que se encuentra detrás de una vitrina.
Doyoung vio en aquella dirección y se sorprendió, claramente lo es. —Wow, ¿Realmente existe?
—Estás como que algo tenso, Jae —escuchó como el Americano le dijo una vez la película terminó.
—No, ¿por qué lo dices? —negó fingiendo calma aún cuando sus manos se encuentran entrelazadas en su regazo temblando y no dejando de moverse.
—Por esto —el mayor puso su mano encima de la del Coreano, aprovecho y le dio un apretón como transmitiendole que esta ahí —¿Estás bien? ¿Pasa algo?
—No, nada, tranquilo —apresuró en responder esbozando una nerviosa sonrisa que amenaza en desaparecer, las comisuras de sus labios tiemblan haciéndolo sentir como si fuese algún títere con un maquiavélico Tiritero jalando los hilos que se encuentran en las dos esquinas de sus belfos en contra de su voluntad.
“Lamento llegar tarde”
“Lamento que las cosas resultarán así”
“Lamento no haberte encontrado”
Son oraciones que de pronto vino a su mente. Jaehyun no ha olvidado la frase de Doyoung de esta mañana, pero hay algo en lo más profundo de su interior, un lado oscuro cual agujero negro que intenta jalar y arrebatarle toda la curiosidad que le generó aquella oración para taparlo sobre un mantel negro.
Pero lo curioso es que de "Lamento no querer encontrarte" de tango pensarlo y repensarlo "Lamento no haberte encontrado" llegó a su cabeza de imprevisto, como un trueno repentino el cual cae justamente sobre una barra eléctrica y destruye todos los cables a su paso. Así se siente la cabeza de Jaehyun, como un montón de fusibles rotos sin hayarle conexión, estando así es cuando claramente se dio cuenta de un hoyo negro que nubla partes de sus recuerdos.
Sólo sabe que, la frase que recordó no fue dicha por él, si no por alguien más, alguien cuyo rostro se le hace borroso y mientras más lo piensa, más ansioso se vuelve hasta el punto de empezar a morderse las uñas en frente de su mejor amigo.
Se levantó de golpe e ignoró a Johnny quien le hablaba, ni si quiera lo puede escuchar con claridad y eso que están a unos pasos de distancia. Pasos que se volvieron pesados para dar y cuando menos se dio cuenta, sus ojos se volvieron a cerrar para caer en la profundidad de un insólito negro.
—¡Jaehyun!
No me encuentres. No lo encuentres.
¿Qué es lo que tanto esta atormentando a Jaehyun?
¿Logrará salir adelante solo o necesitará la ayuda de terceros, como Doyoung, por ejemplo?
¿Afectará su tal vez posible interés amoroso, osea Sungchan?
¿Kun y Winwin podrán formar una estable relación?
Holaaa, siento la tardanza :'(.
Si, casi dos semanas sin actualizar, haré lo que pueda para no atrasarme, mientras disfruten este capítulo. Y siento que en estas horas de la noche es que publico el cap 😢 (dependiendo de qué país seas)
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