—¡Jung Jaehyun! —exclamó en un doloroso grito que desgarro su garganta. Sus pies se movieron por inercia propia y de un segundo a otro llegó al Alfa, lo tomó de sus prendas y lo jalo hacia sí.

Ambos cayeron al suelo, con Doyoung debajo del contrario mientras lo abraza contra su pecho. A los segundos, lo empujó para levantarse y colocarse encima de él mientras lo jala del cuello de su camisa para mirarlo con una expresión endurecida, furiosas lágrimas caen de sus ojos.

—¿¡Cómo te atreviste a quitarte la vida de esta forma!? ¡Jaehyun, ¿sabes lo estúpido que es esto?! ¡No puedes quitarte la vida así como así! ¿¡Acaso no te valoras lo suficiente!? ¡Eres un puto egoísta que no piensa en nadie más que en ti mismo! ¡Si no vas a pensar en mi, al menos piensa en tus mejores amigos, en tus hermanos, en tus padres! ¡Piensa en ellos! ¿¡Cómo es que eres así!? ¿¡Por qué eres así!? —fue gritando palabra tras palabra, sacando toda su frustración a relucir —N-No tienes idea de lo preocupado que estaba por ti. E-Eres... E-Eres un egoísta... —y sin evitarlo, volvió a romper en llanto, por más que intentó evitarlo, tragando su nudo en la garganta o mordiendo sus belfos, fue inevitable.

—Y-Yo... —Abrió la boca Jaehyun mirando estupefacto al muchacho delante de él —Solo quería dárselo —reveló bajo, levantando la rosa entre sus manos.

—¿Dárselo a quién? ¿Qué estupideces dices? ¿Al borde del precipicio? —le regañó furioso.

—No lo sé... —contestó con confusión. Ni el mismo entiende lo que quería hacer. Miró hacia el cielo y suspiró —Sentí que era lo más cerca que podía estar de él...

—¿De quién?

Jaehyun bajó la mirada y se quedó viendo el rostro de Doyoung, sintiendo como sus respiraciones se mezclan y es que, están muy cerca, al borde de rozar sus narices.

—No lo sé... —volvió a contestar con lo mismo.

—¿No lo sabes? —lo miro estupefacto. —¿¡Cómo no puedes saberlo!? ¿¡Qué hacías al borde del precipicio?

—Se que sonará irrespetuoso en esta situación pero...

—Pero ¿qué?

—¿Quién es usted? ¿Lo conozco?

Y en ese momento, el mundo de Doyoung una vez más, volvió desmoronarse. Mirando perplejo al contrario sin poder creer lo que escuchó. Creyó que por fin pasaron aquella etapa entonces ¿por qué de nuevo es así? ¿Por qué otra vez?

—¿Cómo dijiste?

—Me... siento culpable, parece que me conoce pero realmente no lo recuerdo —en su mirar, es notoria su tristeza y culpa por la situación.

Luego de la situación ocurrida en la azotea, Doyoung llamó a los doctores asustado y ahora se encuentran en la habitación, con un Médico revisando a Jaehyun de pies a cabeza. Luego de una serie de preguntas, fue anotando en su libreta. Jaehyun reconoció a sus padres, hermanos y ambos mejores amigos.

—¿Qué sucede con mi hijo? —cuestionó la mujer asustada, sentada al lado del menor mientras le acaricia su cabello con cariño. Una venda pasa por la frente de Jung y varios parches cubren su rostro demostrando que se golpeó bastante la cabeza, y es que en realidad, entre toda la zona de su cuerpo es la más afecta y herida.

—Al parecer olvidó algunas cosas —reveló el Médico. Señaló a Doyoung delante de los ojos de Jung —Dígame, ¿no sabe quién es? —Jung negó —¿Ni tiene una leve idea? ¿Se parece a alguien que usted conoce?

Nuestro Alfa se quedó mirando por varios segundos al nervioso Doyoung, el pensar sobre él le causó dolor de cabeza.

—Creo... Creo que se parece a un ex compañero de clase pero no estoy seguro.

—¡Claro que sí! ¡Doyoung estudió con nosotros desde primer grado! —exclamó Johnny estupefacto. —¿En serio no lo recuerdas?

Jaehyun volvió a mirar el suelo con culpa y negó. Por alguna razón, todos le toman mucha importancia al desconocido Omega, al parecer, son más cercanos de lo que pensó que sería. Levantó la mirada y se quedó viendo al desconocido.

Sintió una oleada de tristeza en su pecho. ¿Por qué siente tanta culpa? ¿Por qué siente que duele tanto? ¿Por qué es así?

—¿Y recuerdas a Jungwoo? —señaló Johnny al rubio.

Sorpresivamente asintió —Claro, nos conocimos en un bar.

—¿Cómo recuerdas a Jungwoo y a mi no? —cuestionó Doyoung sorprendido.

—¿Recuerdas exactamente como nos conocimos? ¿Sabes por qué? —se aproximó Woo, esperando lograr algún recuerdo de parte del Alfa.

Pero, para Jaehyun los recuerdos de aquella noche son tan vagos y confusos —Creo que estaba frustrado por los estudios y te acercaste cuando me viste solo y estresado.

—No, no fue así —negó de inmediato el pelirubio. Se acercó al Alfa porque se veía desechado y triste, en esa noche desahogó sus tristezas y fracasos amorosos. ¿Por qué no lo recuerda? —¿Te acuerdas de Lee Taeyong? —su pregunta dejó a todos en un total silencio ansioso. Esperan la respuesta del Alfa, una que tardó en llegar ya que se dispuso a pensar y pensar.

—Si, si. Claro que sí —asintió, logrando que varios respiren relajados hasta que continuó la siguiente frase —Estudiamos la secundaria y preparatoria juntos, incluso fuimos coronados como Reyes en un baile. Fue hace años ya, ¿por qué lo mencionas? ¿Lo conoces?

—¿Olvidaste a Taeyong? ¿¡Y el amor que duró una década por el!? —exclamó el americano estupefacto.

Jaehyun frunció el ceño. —No lo olvide, incluso me lo he topado en la Universidad. Pero no creo que seamos tan cercanos como para hablar de amor.

—¿Te acuerdas de Winwin? —esta vez preguntó Kun.

—Si, me acuerdo de todo. ¿Por quién me tomas? —asintió de inmediato. Lo sabe todo hasta de que rompieron.

—¿Ten? ¿Sungchan? ¿Y Lucas?

El Alfa castaño asintió.

—Entonces, ¿sólo te olvidaste de Taeyong y Doyoung? ¿Cómo es eso posible? Doctor, hable usted que es el profesional —dijo Johnny.

El Médico suspiro y dejó de anotar la situación. —No es complicado, es una Amnesia causada por el traumatismo de su cerebro, debido al fuerte golpe que se llevó en la cabeza. Es un poco extraño que no haya olvidado nada sobre si mismo y sólo olvide a dos personas, eso debe de significar que antes del accidente debió de haber ocurrido alguna situación muy fuerte, posiblemente de estrés, culpa, amor o alguna otra emoción con estas dos personas y por ello las olvidó. 

Jaehyun confundido buscó la mirada de Doyoung, pero este la evitó.

—¿Y por qué querías tirarte? —cuestionó la madre, acariciando la espalda de su hijo, preocupada.

—No quería tirarme, de verdad —contestó seguro. —Solo... No lo sé, quería darle la flor a alguien.

—¿A quién?

—No lo recuerdo pero sé que es importante. Realmente no haría algo estúpido —apresuró en explicar, sonando honesto.

—¿A quién le darías una rosa negra a media noche en el borde de un alto precipicio? —cuestionó el Médico confuso mirándo la planta la cual fue dejada en el escritorio a un lado —Esta rosa simboliza la muerte, ¿le estás deseando la muerte a alguien o se lo estás dando a un muerto?

Sus palabras dejaron confundido a nuestro protagonista. —No lo sé... Creo que he olvidado a alguien más.

A su lado, su madre, quien le daba caricias se detuvo abruptamente al recordar la fecha. Dos de Marzo, el día de la muerte de su anterior pareja. Su extraña expresión asustada fue notada por Doyoung.

—Tus recuerdos de adolescencia, ¿los tienes todos? —preguntó el doctor. —O al menos crees tenerlos.

El muchacho asintió.

—¿Y los de tu niñez? ¿Tienes los recuerdos de tus compañeros, tus padres y familiares?

Jaehyun estuvo a punto de asentir pero cuando se dispuso a pensar bien, se dio cuenta de huecos negros en su memoria, grandes agujeros que impiden que viaje por sus recuerdos con normalidad. Su cabeza empieza a doler y se soba la frente.

—Tranquilo, no debes de esforzarte tanto, pronto lo recordarás —dijo el Doctor compasivo. —Hay que dejarlo solo, necesita descansar y dormir.

Los padres del chico asintieron y ambos le dieron un abrazo uno al que sus pequeños hermanos se unieron. Los mayores fueron los primeros en retirarse mientras Jisung se encargo de jalar a Jaemin para que dejara de aplastar al mayor.

—¿Quieres que te ponga la flor en agua? Se marchitara —dijo Kun acercándose a la planta para tomarla.

Pero Jung no parecía de acuerdo. —Déjalo así.

—¿No la quieres conservar?

—Quiero verla marchitarse —reveló dejando un poco sorprendido a los oyentes.

—¿Por qué?

—... No lo sé.

La mirada de Jaehyun fue extraña, tanto que hizo sentir mala vibra al chino por lo que decidió dejar la planta.

Los amigos de Jung salieron de la habitación con un mal sabor en la boca, un poco extrañados y Doyoung tuvo que seguirlos, aún cuando su corazón se quedó dentro de la habitación.

Afuera, el Médico se encargo de explicarles con exactitud la situación, las medicinas de Jaehyun y el Psicólogo al que le asignarán al día siguiente.

La noche para Johnny fue lo bastante pesada e incómoda, de suerte logró dormir un par de horas. Llegó a la casa a eso de las cuatro de la mañana y se quedó rodando por su cama varias horas no pudiendo conciliar el sueño. Siente pena por Kun, ya que lo escuchó partir a las siete y media al trabajo. Esta seguro que al igual que él, no pudo dormir absolutamente nada y gracias a que trabaja en una empresa con horario obligatorio tuvo que levantarse en contra de su propia voluntad.

Cuando se hizo casi el medio día, nuestro Americano se levantó de la cama frustrado, con notorias bolsas oscuras debajo de sus ojos. Caminó cual zombie hacia la cocina para servirse un vaso lleno de agua.

Pensó en hacerse algo de comer, pero no tiene fuerzas, por lo que decide pedir una pizza a domicilio, si, la vieja confiable.

Se tiro en el sofá a esperar y mientras lo hacía, recibió una llamada telefónica del seguro. Intercambiaron varias palabras sobre la situación, las demandas que puede realizar pero simplemente negó todo.

—Que lo cubra mi seguro, no quiero que Jaehyun pague nada, ni si quiera recuerda el accidente.

Dicho esto colgó. Que odiosos son, pensó con molestia.

Obviamente se siente dolido por su preciado vehículo, pero estuvo a punto de perder a su mejor amigo, a aquel que lleva conociendo desde hace más de una década, es como su hermano y también... Su amor. A pesar de que sabe que proviene de una familia más acomodada que la de él, sigue siendo incapaz de cobrarle su vehículo.

Un objeto seguirá siendo objeto no importa que tan caro sea pero, una vida es irremplazable, no se podrá comprar ni con todo el dinero del mundo.

Escuchó como tocaron el timbre y fue a abrir. Recibió la caja de Pizza y pagó.

Cuando estuvo por cerrar la puerta, ve como el repartidor chocó contra el tailandés que vive al lado. Aquel desconocido se fue al disculparse rápidamente dejando al moreno cargando una caja pesada llena de tuberías y otros objetos. Éste cayó al suelo y tuvo que recoger las cosas.

Sus miradas chocaron pero Johnny no quería ni verlo, por lo que le cerró la puerta en sus narices sin siquiera ayudarlo. Estuvo a punto de sentarse en el sofá hasta que la molestia lo atacó.

Soltando un bufido volvió a la entrada y le quitó la caja al Tailandés.

—¿Y dónde está Sungchan? ¿Por qué no te ayuda? —cuestionó seco sin dirigirlo la mirada. Apresuró su caminar y se detuvo en frente de la puerta de al lado.

Ten se quedó sorprendido de que haya salido a ayudarlo. Un poco cohibido y tímido se aproximó a la entrada de su hogar y fue metiendo la contraseña.

—Está en la Universidad.

—¿Y por qué traes tuberías? —una vez preguntó, el menor le miró nuevamente sorprendido. Ahí, Johnny desvío la vista y aclaro su garganta —No es porque me importe, claro.

Ten bufo y rodó los ojos —Sí, claro.

—Hablo en serio —le miró enojado.

—Mi ducha se dañó, compré las piezas para que el plomero venga en la tarde a repararla —dicho esto abrió la puerta y se adentro.

Una vez John puso un pie dentro del departamento ajeno, el aroma de Arena del Mar y la Miel mezclados inundó sus fosas nasales. No quiso admitirlo, pero su lobo disfruto muchísimo el suave y dulce aroma del Omega, logró hacer latir su corazón con fuerza y llenarlo de una calidez que le produce la calma que tanto ha deseado tener durante toda la noche que paso en desvela.

—¿El plomero es un Alfa? —no sabe cómo es que se atrevió a preguntar algo así y menos pensarlo. ¿Por qué le interesa saber eso?

Ten se quedó callado durante unos segundos y terminó asintiendo —Si.

—¿Sungchan estará en la casa?

El tailandés negó sutilmente. —Es solo el plomero.

—Un Omega solo no puede dejar entrar a un Alfa desconocido a su casa, es peligroso.

—Pero tu estás aquí.

—Es diferente —no sabe porqué sería diferente y no quiso pensar en una respuesta lógica para ello —Tengo herramientas en el departamento, las voy a traer y voy a reparar tu ducha.

—Pensé que eras deportista.

—Se reparar muchas cosas, no le pidas a ningún Alfa desconocido que yo estoy aquí al lado, puedo repararlo todo —dicho esto, no espero una respuesta para dirigirse directo a su departamento y sacar su caja de herramientas. Pero a penas al tomarla se detuvo abruptamente.

«¿Por qué estoy haciendo esto? Él no me interesa. No me gusta entonces... ¿Por qué?»

Si es sincero consigo mismo, cuando Kun llegó a su habitación, despertandolo con desespero para avisarle que le llamaron del Hospital por un accidente automovilístico de Jaehyun, el miedo invadió de inmediato su cuerpo. Rápidamente se dirigieron al centro de salud que queda, sorprendentemente, lo bastante lejos.

El punto de todo esto es que Johnny sintió más miedo al pensar en perder a su mejor amigo, a alguien quien considera su hermano menor más preciado y que nunca tuvo. Si, nunca pasó sobre su cabeza el miedo de perderlo en el ámbito amoroso.

Lloró por él, sí. Se preocupó por él, también. Sería capaz de donar un órgano por él, claro que sí.

Pero en todo momento, sintiendo a Jaehyun como un amigo preciado.

Aún así, Johnny prefiere seguir creyendo que ama a su mejor amigo que aceptar que aún sigue sin olvidar al Tailandés que alguna vez volvió su mundo patas arriba.

—Lo hago por una buena causa a un Omega que necesita ayuda —se obligó a creer sus palabras y volvió a la casa ajena.

Ten lo mira apenado y se adentró a su habitación con el gigante siguiéndole el paso con las herramientas y tuberías.

Cuando Johnny puso un pie dentro del cuarto ajeno, el olor a miel se intensificó aún más. Dos paredes de un tono rojo viejo y otras dos paredes Beige. Un espejo de cuerpo completo lleno de luces alrededor. Una estantería con distintos trofeos y fotografías.

Intentó no husmear mucho y adentrarse directo al baño, el cual está de los mismos tonos de la habitación como si estuviese a juego.

—¿Qué le pasó a la ducha? —cuestionó Johnny entrando a la bañera y alzando sus brazos, aunque no mucho ya que es lo suficientemente alto como para tocar con facilidad el objeto.

—No lo sé, simplemente dejó de sacar agua y los tubos gotean —le explicó brevemente. Se aproximó a Johnny sin entrar a la bañera y abrió ambos grifos demostrando que no sale agua donde debería.

El americano frunce el ceño una vez escucha algo raro de las tuberías y como gotean.

—Cierralo —ordenó mientras toma la ducha pensando en desarmarla del tubo.

—¿Lo cierro? —cuestionó para verificar.

—No, vale. Ábrelo todo —le respondió sarcástico. Lo que no pensó, es que el Tailandés debido a los nervios no le entendió el sentido a sus palabras y dejó los grifos abiertos.

—Ok —fue lo único que salió de sus labios.

En eso Johnny desarmó la ducha con pocos movimientos y gracias a que ambos grifos están abiertos al máximo, una cantidad de agua poderosa salió disparada del tubo chocando directamente contra el rostro del americano causando que perdiera el equilibrio y empezará a balancearse.

—¡Maldita sea Ten! ¡Te dije que lo apagues! ¡Apágalo! —grita furioso mientras intenta luchar inútilmente con el agua que tiene comiendo de su rostro. Le duelen los ojos, no puede abrirlos.

—¡Lo siento! —exclamó apenado mientras intenta meter sus manos y cerrar los grifos. —¡Yo lo arreglo, quítate! —empujó al Americano hacia atrás.

—¡No, quítate tu! ¡Lo arruinaste!

Ambos empezaron a jalonearse y de alguna manera, debido a la impulsividad del más alto término accidentalmente jalando al tailandés hacia el, haciéndolo tropezar contra el borde de la bañera y su cuerpo cae encima del suyo.

Con el peso y la inestabilidad de Johnny, perdió el equilibrio y cayó de espalda con el más pequeño encima suyo.

Ahora ambos, están empapados de pies a cabeza, con el agua saliendo vorazmente llenando la bañera.

Johnny está realmente molesto, tanto que estuvo a punto de gritarle al menor tantas maldiciones como es posible debido a su imprudencia pero, cuando su nariz rozó con la contraria y ambas miradas chocaron, algo en su corazón hizo un clic.

No puede gritarle, ni reclamarle.

Intenta controlarse pero tener aquel cuerpo ajeno de nuevo contra su cuerpo, en una cercanía que sin darse cuenta añoro demasiado, todos sus cuerdos sentidos se nublaron.

Solo quiere besarlo.

Y lo hizo.

Puso sus manos por detrás de la nuca del menor y estampó sus labios en un fogoso beso que tanto necesitaba. Saboreando todo del tailandés y succionando todo lo que puede de él, desesperado y necesitado.

Ten quedó perplejo al principio, pero a los segundos le agarró el ritmo y le siguió aquel beso que tanto había querido volver a tener, probar aquellos labios e inundarse del aroma a chocolate del Alfa, es sin duda, su mayor anhelo.

La noche para Doyoung fue bastante agitada, luego de enterarse que Jaehyun tuvo un accidente de auto, ir al Hospital, buscarlo porque desapareció, impedir su casi "suicidio" y por último enterarse de que fue olvidado por alguna estúpida falla en el cerebro del Alfa, sinceramente su mente y corazón no pueden más.

Está cansado, lo suficientemente cansado como para el viaje de regreso a su casa, siendo llevado por Jungwoo y su pareja a media madrugada, se quedó dormido. Luego, entrando a su casa fue directo a su cama y se tiro en ella.

«¿Qué es todo esto? ¿Por qué estás cosas solo nos ocurren a nosotros?

¿Por qué eres así, Jaehyun?

¿Cómo se supone que te voy a dejar?»

Sigue enojado, claro que si pero ¿cómo va a exigir una disculpa a un herido que además lo olvidó? ¿Qué debería de hacer a partir de ahora? ¿Quedarse con Jaehyun y empezar de nuevo? Si olvido a Taeyong, debe de haber olvidado su amor por él, ¿eso le daría una oportunidad?

Es estúpido pensar en tener una oportunidad con el Alfa ya que no debería de ser así. ¡Son predestinados! Pedir una oportunidad es algo inédito para ellos.

No sabe qué hacer, realmente que no. Dejarlo por fin y aceptar la siguiente cita que le propuso Sungchan, igualmente lo olvidó así que no lo molestara más nunca con eso de "No puedes dejarme". Ya Jae no se aferrada a él.

Pero.

Son Predestinados.

No quiere seguir en este juego estúpido durante muchos años más.

En el amor no debe de haber orgullo de por medio.

Entonces ¿qué debería hacer?

Bufo con molestia mientras esconde su cabeza debajo de la almohada.

Después de su desayuno o almuerzo, ya que no sabe cómo llamarlo con exactitud. Doyoung con la preocupación carcomiendo su cabeza pensando en Jaehyun provocando otra estupidez, pidió un taxi para ir a verlo. Hace una hora, Johnny le aviso por mensaje que trasladaron a Jung a un Hospital de la zona que queda solo a diez minutos, algo que agradeció.

Como no durmió bien, pidió un permiso para faltar en la Universidad excusándose de que esta enfermo. Sus ánimos, sus preocupaciones y sus grandes bolsas negras que de broma logró tapar con un poco de base y polvo, le impiden concentrarse y para educar como un buen Profesor, será muy difícil en ese estado.

Llegó al Centro de Salud teniendo entre sus manos, una caja de torta, más específicamente una Tarta de fresa, de esas que le encantan al Alfa.

Preguntó en la recepción y le dieron la ubicación del herido. Subió por el ascensor unos tres pisos y fue caminando por los pasillos, buscando el número en la puerta.

En eso, ve a la madre de Jaehyun, Yejin, hablando con un Doctor el cual está de espaldas y no puede verle el rostro.

La mujer lo vio y le saludó.

Doyoung fue acercándose.

—Buenas Tardes, señora Jung —la saludo con cortesía al dar una reverencia. Luego se dirigió al extraño, inclinándose un poco también.

Cuando el Médico le dirigió la mirada, Doyoung se quedó sorprendido al reconocerlo. ¡Es Moon Taeil! ¡Un profesor de su primaria! A pesar de que le dio clases por un par de meses cuando tenía unos ocho años, lo sigue recordando porque lo odio mucho en su tiempo ya que robaba toda la atención de Jaehyun.

—¿Profesor Moon?

—Oh... debes de ser Doyoung —asumió el mayor con una cálida sonrisa. Claramente se ve mayor, pasó ya unos quince años o más desde que les dio clases.

—¿Aún me recuerda?

—Claro que si, eras el alumno estrella, número uno de la clase y de los mejores del colegio —aseguró haciendo sentir apenado al menor con las alabanzas. —Eras muy buen chico.

—Muchas gracias —se ruborizo —¿Y cómo es que esta aquí? ¿Usted no era profesor?

—Tal vez no te acuerdes porque eras muy pequeño pero soy Psicólogo, estudie solo un año Educación —fue explicando —En ese momento necesitaba un trabajo urgente y me aceptaron como Maestro por corto tiempo. ¿Y ustedes? ¿Cómo es que siguen siendo amigos todos? La madre de Jaehyun me está contando de ustedes.

—¿Realmente estudiaste con mi hijo tanto años? —cuestionó la progenitora del nombrado. Bastante asombrada. Do asintió —¿Y cómo es que nunca lo supe? Yoonie nunca me hablo de ti.

—No eramos tan cercanos, ahora lo somos más —luego de responder aquello, al analizar bien la situación viendo a la mujer hablando con Moon, preguntó para afirmar —¿Será el psicólogo de Jung?

—Si, ya me llegó su caso y expediente. Dice que olvidó a dos amigos muy importantes. Necesito que me expliquen que tan importantes son y los acontecimientos antes del accidente, tal vez tengan mucho que ver.

—Oh... ¿Y ya ha visto a Jaehyun?

—A eso iré.

—Doyoung, ¿puedes acompañarlo? —cuestionó la mujer, mientras va sacando su celular —Debo hacer una llamada por el trabajo.

—Está bien.

—Gracias, solo será un momento.

Al ella irse, Doyoung junto a Taeil caminaron hasta la habitación asignada de Jung. El Omega fue quien abrió y se adentro primero, encontrándose a Jaehyun en una extraña situación, puesto a que se haya sentando en la cama mirando fijamente una rosa negra (aparentemente la trajo del otro Hospital). Se ve un poco fuera de lugar ya que esta demasiado atenta a ella sin inmutarse con ningún sonido alrededor, no sabe si es porque de verdad no se percató de que entraron o los está ignorando porque ver la planta marchita es más importante

Existe un silencio y una mala vibra al entrar, poniendo los pelos de punta al Omega y es que de verdad, Jaehyun no parece él mismo con esos ojos.

—Jaehyun —le llamó pero no fue respondido —¿Jaehyun? ¿Hola? ¿Me escuchas? —se aproximó a el con lentitud —¿Qué tiene de interesante esa flor acaso? —cuestionó un poco molesto dirigiéndose a Moon, el cual se quedó mirando el comportamiento del Alfa.

—Realmente no es interesante —contestó Jung en voz baja y ronca, dejando de ver la planta dirige su vista por primera vez en el pelinegro con seriedad y lejanía —Solo espero ver como se marchita y deja este mundo.

Doyoung miró con extrañeza al contrario mientras su lobo por dentro se llena de aún más preocupaciones. Jaehyun se ve tan pálido y demacrado, sin su brillo usual, sin sus lindas sonrisas que muestran sus perfectos hoyuelos, sin la luz de vida de sus ojos, sin sus ropas tan azules y perfectas que lo iluminan. La vista es tan diferente que parece ver otra persona.

—¿Estás bien? —aquella pregunta salió por si solo de sus labios, preocupado y angustiado por el bienestar emocional del contrario mucho más que el físico ya que sabe que su cuerpo está bien, solo fueron heridas superficiales, pero su alma pareciera que perdió las fuerzas de seguir en ese cuerpo.

Jaehyun le miró y esbozó una sonrisa que no llegó a sus ojos.

—Estoy bien, gracias.

«No, no estás bien»

¿Johnny aceptará sus sentimientos por Ten?
¿Doyoung a quién elegirá?
¿La aparición de Taeil será de ayuda?
¿Por qué tanto apego con la flor?
¿Es realmente cierto que no se quiso suicidar?

Holaa, ¿cómo están?
Mañana estaré publicando el especial. Responderé sus preguntas (aún tienen chance de hacer otra por si quieren) y también daré 10 Curiosidades del libro🤗

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