Capítulo Veinte
Los brazos de Doyoung terminaron entumecidos de tanto sostener a Jaehyun contra su pecho, siendo casi que aplastado con los brazos del Alfa que rodean su cuerpo. Lleva rato que se quedo dormido y Kim se ha encargado de acariciarle el cabello, pasar suaves caricias que logra sacar adormecidas sonrisas del menor.
—Ya debe de estar profundamente dormido —asumió Kun en voz baja.
—Dámelo, lo cargaré y lo llevaré a mi cama —dijo Johnny poniéndose de cuclillas.
—Llévalo mejor a su cama —pidió Doyoung.
—Tu duermes ahí, no pondré a un herido dormir en el sofá.
—¿Y tu dónde dormirás?
—Con él —contestó obvio —Normal, somos amigos.
—Si, si. Tienes razón —asintió un tanto avergonzado. Casi, por unos breves segundos, sintió celos olvidando por completo que Johnny es un Alfa al igual que Jaehyun, es imposible que se forme una afección amorosa para ellos.
El Americano posa su mano en la espalda de Jung y aleja el cuerpo de Doyoung, pasa su otro brazo por las piernas ajenas y se lo lleva cual princesa hacia su habitación.
Una vez Do sintió como despegaron a Jae de su lado, sintió un vacío en el pecho. Toma la prenda de su pillama, arrugándola con su puño. Impotencia, eso siente.
Solo tuvo unos minutos abrazando y estando al lado de Jaehyun, pero aquello se sintió como una eternidad y odió que haya sido alejado.
Su Omega interior se sintió nuevamente, triste.
—¿Puedes levantarte? —cuestionó Kun, mirandolo con preocupación.
Kim asintió y se levantó, sus piernas quedaron entumecidas y casi cae si no fuera por el Chino quien lo tomó de los hombros.
—Ven, te ayudaré a llegar al cuarto.
Asintió ante las palabras del extranjero y dejó que lo ayude.
Se siente cansado y sin fuerzas, con su lobo ahuyando entre la oscuridad de su interior, buscando a su perdido Alfa que no desea aparecer y crear la conexión además, al tener contagiado la tristeza de Jung, es tan doloroso que en más de una ocasión, en medio de la noche se golpea el pecho con su puño, buscando calmarlo.
Algo que fue imposible.
A la mañana siguiente, un domingo en donde el frío es sorprendentemente mucho más arrasante que antes. Se supone que el infierno llegará a su fin, en Diciembre nevó bastante y en Enero se calmo el frío. En estos primeros días de Febrero, las calles heladas continúan pero es algo que cualquiera que pasó por Diciembre puede sobrellevar con facilidad.
Mientras personas como Johnny quedan profundamente dormidas. Otros como Kun y Doyoung, salieron temprano de sus habitaciones. Curiosamente al mismo tiempo.
—Buenos días —dijeron al unísono, en un pasillo lleno de silencio y un poco de tensión.
Cierran las puertas de sus habitaciones y caminan hacia la cocina sin decir palabra.
—¿Tu... Qué vas a hacer? —se atrevió a preguntar el Chino.
—Em... Bueno, por lo de ayer, no me gustaría que Jaehyun me vuelva a cocinar, ahora que despertará tarde, quiero aprovechar —reveló un poco apenado.
—Oh... Bueno, si supieras que hoy se me antojo cocinar —aseguró el extranjero.
Desde ese momento, ambos se coordinaron para hacer un muy buen desayuno, digno del talentoso Chef que es Jung. Incluso empezaron a preparar algunas cosas para el almuerzo, un rico pollo al horno.
Un par de horas después, cuando el reloj marcó las once. El gigante mutante junto al príncipe andante, llegaron a la cocina, somnolientos.
Jaehyun tiene su cabello desordenado, ojos hinchados, piel bastante pálida, mejillas sonrojadas y ojos entrecerrados. Cuando se despertó, pegó un grito, es muy tarde para él levantarse. Intentó bajar de la cama y terminó tumbando a Johnny al piso en el proceso. Se levantó con rapidez con un pensamiento automático "Debo hacer el desayuno".
Quién diría que cuando entró a la cocina, un rico olor a huevos revueltos le golpeó.
Kun y Doyoung para variar, hicieron unas tortillas de huevo, con queso derretido encima, unas tocinetas asadas en un sartén con un poco de aceite. Unos panes de sándwiches para el que quiera comer con ello a gusto y un jugo de naranja recién servido por el chino.
—Que bueno que se levantaron, justo pusimos la mesa —les sonrió Kun —Siéntense a comer. Buenos días, por cierto.
—Buenos días.
Jaehyun miró a Doyoung, el cual dejó el sartén en el lavado y se giro a ellos. Se preocupó y sintió mal por hacer que trabajará por él. Pero también no pudo evitar deleitarse con lo lindo que le quedaba su delantal azul. Deja ver su delgada figura esbelta y su rostro con una pequeña suciedad en su mejilla, lo hace ver muy tierno.
—Jaehyun, por favor siéntate —pidió Do, una vez se acercó a él.
Asintió pero antes de hacerle caso, extendió su mano y con sus dedos retira con suavidad la suciedad en el rostro ajeno.
Doyoung siente como sus mejillas se calientan y una vez Jung retiro su mano, bajo la vista apenado —G-Gracias.
—Gracias a ti por haber cocinado.
Doyoung carraspeo nervioso y apuntó a la mesa —Siéntate y come.
—Vamos.
Juntos se sentaron, uno al lado del otro y empezaron a comer.
—Mhm... Está delicioso —admitió Johnny devorando su plato.
—La verdad, si —asintió Jae de acuerdo. —Hace tiempo no cocinas para todos, Kun.
El nombrado se encogió de hombros —Siempre cuando voy a la cocina, resulta que te adelantaste tu. Solo te dejé ser, porque pareciera que te gusta.
—¿Cocinar? En realidad no mucho —negó con una dulce sonrisa —Me gusta hacerlos felices.
—Lo sabemos pero, así como a ti te gusta vernos sanos y felices, debes de saber que es un sentimiento mutuo entre todos nosotros, ¿no? —le miró con seriedad, cambiando el rumbo de conversación —No dormí bien en toda la noche, pensando en lo extraño que fue ayer.
—¿Ayer? —cuestionó Jae frunciendo su ceño.
—¿Qué? ¿Ahora te harás el tonto? —John lo señaló con molestia, notándose resentido —Lloraste por una hora en el pecho de Doyoung, ¿por qué? No lo sé. Gritaste cómo un loco desquiciado diciendo que viste un "ladrón" ¿por qué? Tampoco lo sé. ¿Puedes contarme algo alguna vez en tu vida, Jung Jaehyun?
—Yo siempre te cuento todo —se defendió el castaño, haciéndose el inocente. —Pero no tengo tantos problemas familiares ni laborales como ustedes. No tengo nada relevante de mi vida además de Taeyong-hyung.
Doyoung notó como los ojos de Kun oscurecen y tensa su mandíbula hasta tal punto en sobresaltar sus venas.
—Yugyeom, ¿lo que sucedió con él no fue relevante? —soltó de pronto el Chino, haciendo que la mesa se llenará en un tenso y extraño silencio.
«No tuve ni que preguntar, ya ellos empezaron a hablar por su propia cuenta» Pensó Kim interesado.
—¡Si, nunca nos contaste con que te amenazó como para que lo golpearas en pleno recreo en medio de todos! —asintió eufórico el americano, recordando aquel momento.
—Somos tus amigos. ¿Sabes lo que eso significa, no? Los amigos son personas que mantienen una amistad, una cercanía a base de confianza, solidaridad, lealtad, simpatía y honestidad. Llevamos más de una década juntos, John y yo confiamos en ti y te hemos contado todos nuestros problemas y hasta inseguridades pero tú, el único problema de tu vida en el que estoy al tanto es en Taeyong. ¿Me consideras un amigo tuyo? ¿Por qué gritaste y lloraste ayer? ¿Qué te atormenta?
Jaehyun se sintió entre la espalda y la pared, mueve su pierna de arriba a abajo nervioso sin poder mantener el contacto visual.
—No pasa nada —fue lo único que dijo, mirando a la nada.
—Todos en esta mesa hasta tu mismo, sabemos que mientes —Kun se cruzo de brazos.
—¡No pasa nada! —Jae explotó de pronto, en un grito que sonó como un rugido, rápidamente se levantó y se dirigió hacia su habitación con pasos pesados, al llegar se encerró dando un portazo.
Se molestó tanto que dejó demostrar que su lobo se puso a la defensiva como si hubiera estado entre enemigos.
Doyoung se abrazó a sí mismo con cierto miedo. Levanta la vista y ojea a ambos Alfas que quedan, los cuales debido a la explosiva actitud que portó Jae por un momento, activo su lado defensivo, siendo algo ya intuitivo por si llegaba a atacar.
Ahí Kim se dio cuenta que nunca conoció a Jaehyun enojado y tal vez, jamás desee hacerlo.
Jaehyun se había encerrado en su habitación, rato después salió vestido y escapó de la casa sin mirar a nadie más, deseando tener un momento a solas.
Doyoung lo vio de espaldas, como camino hacia la salida. Quiso hablarle y detenerlo, saber qué estaba mal con él pero se contuvo, su parte racional le dio una cachetada a su herido corazón diciéndole que debe de acabar el Doyoung comprensivo, aquel que siempre ayuda y apoya a Jaehyun. Lo hacía porque lo ama, porque es su predestinado. Pero ¿si el sentimiento no es recíproco debe de seguir detrás de los pasos de Jaehyun?
No, no lo hará más.
Que se joda él y su amor por Taeyong.
No supo cuanto tiempo duró sentado en la sala mirando a la nada con tristeza, hasta que sintió el sofá a su lado hundirse. Casi le da un ataque cardíaco de la sorpresa.
—¡Me asustaste! —exclamó recobrando el aire.
Kun se rió por la reacción del contrario —Nunca me escondí, ese eres tú que andabas por las nubes.
—Lo sé, lo sé —asintió soltando un cansador suspiro. Luego miró de pronto al chino con confusión —¿Quieres algo?
—¿Cómo lo sabes?
—Llevo una semana aquí y es la primera vez que te sientas en el mismo sofá que yo a hablarme —podrá sonar cruel pero es la verdad, Kun realmente es un odioso.
—Lo siento pero no te conozco, ¿sabes? Y además, no quiero que estando contigo de pronto te ataque tu Celo, soy cuerdo y controlo bien a mi lobo pero es mejor prevenir que lamentar. ¿Trajiste supresores? Si lo hiciste de igual forma toma estos —sacó de su bolsillo una cajita de pastillas y se la extendió al profesor —Somos adultos maduros, sabemos como prevenir para no andar lamentando después.
—Si, gracias —aceptó las pastillas para mirar sospechosamente al chino. —Tú no gastas dinero en nadie, ¿qué quieres a cambio?
—Te lo diré pero me tienes que prometer no contárselo a nadie, nunca, jamás te atrevas a abrir la boca sobre esto que diré, ¿entendido? —lo miró con tanta seriedad como si fuese algo super, ultra, mega secreto.
—Está bien, lo prometo pero tal vez mi silencio cueste caro. Dime qué sucede y luego negociamos.
Si Kun es un hombre de negocios, Doyoung no se quedará atrás y le negociará bien.
—Bueno, es que... —de pronto, se volvió inseguro. Se frota sus manos y piensa meticulosamente qué decir —¿Los Omegas usualmente son tan sensibles?
—¿Los Omegas? Bueno, si, genéticamente lo somos pero aunque no lo creas, somos mucho más fuerte de lo que crees. En estos tiempos luchamos contra nuestra debilidad, ya no somos los mismos sumisos de hace cien años.
—¿Entonces por qué se molestan con cosas absurdas?
—¿Cómo que cosas? ¿Qué has hecho, Kun?
—Tengo un Junior en mi trabajo, él es como un típico Omega tierno y sensible pero tengo que admitir que es bastante trabajador y aunque no tiene tanto talento, el esfuerzo que da, lo vale todo —sin darse cuenta, esbozo una sonrisa que no paso desapercibida por Doyoung —Pero no sé... Parece que se molestó conmigo hace una semana, quedamos en salir por trabajo y en toda la salida pareció molestarle lo que le dije. Desde entonces no me habla.
—¿Qué le dijiste?
Y con frustración fue hablando mientras recordaba los sucesos —Es su culpa, como tiene cara de niño le dije que vaya a los juegos infantiles y me deje en paz. También quería un helado, se lo compré pero de alguna manera empezamos a discutir. Ambos somos diferentes, muy diferentes. Le dije que tener una pareja es una pérdida de tiempo, sería una carga para mi vida y prefería envejecer, morir y ser enterrado hasta solo. ¡Y se molesto! Sigo sin entender porqué, osea es mi vida. Si quiero morir solo, ¿cuál es su problema? En toda la semana no me ha dirigido la mirada. Antes a primera hora de la mañana se paraba delante de mi escritorio y me saludaba con su linda sonrisa, se sonrojaba por cosas tontas y eso me daba risa. El punto es que nos llevábamos bien pero ahora no me saluda, no me habla como antes, solo acata mis órdenes y ya.
—¿No es eso lo que tu querías? Creo que Jaehyun me contó que te tocó enseñar a un Junior y eso te fastidiaba demasiado, que no lo querías.
—¡Claro que no lo quiero! Lo soporto es por el dinero que ganaré —se obligó a creerse sus palabras.
—¿Seguro? —arqueo una ceja —Si es así ¿por qué te importa tanto llevarte bien con él? ¿No deberías estar aliviado de que no te hable como antes?
—Si... No... —él mismo se enredó con sus palabras. —Estar con él no es tan desagradable, ¿sabes? Es más soportable que otros Omegas.
—¿Por qué todos en esta casa son unos tontos? —se froto su sien, estresado.
—¿Me llamas tonto? ¿Por qué me insultas?
—Si se molestó porque tu dijiste claramente que es una carga tener una pareja, es porque él tiene sentimientos por ti —especificó tan claro como el agua. Kun lo miro perplejo —Mencionaste sobre no querer encontrar a tu predestinado, ¿no?
—Mm... Si, dije que no lo quería.
—Ay, dios mío —se volvió a frotar la sien, aún más sorprendido.
—¿Qué pasa, Doyoung?
—Él es tu predestinado, ¿no?
—¿¡Qué!? —exclamó de pronto y negó de inmediato —¿Cómo va a serlo? Eso no existe ya en el mundo, menos del cincuenta por ciento de la población encuentra a su pareja predestinada. Mi familia nunca de los jamaces se casó con sus almas gemelas, por lo que eso en mi mundo, no existe.
—¿Tienes ganas indescriptibles de protegerlo de todos los peligros?
Kun pensó responder en un rápido "no" pero cuando fue pensando, se dio cuenta que era al contrario. Cuando fueron al bosque con los policías para encontrar a su tonto amigo Jaehyun y los Omegas, temió tanto por Win que lo obligó a quedarse en el auto. —Si.
—¿De forma inconsciente o tal vez consciente marcas territorio con él?
—¿Marcar territorio? No somos como los perros —bufo irónico.
—Digo, no te despegas de él y no dejas que se acerque a otros alfas y odias aun más oler el olor de otro Alfa impregnado en él.
Kun se lo pensó y al recordar como Xiaojun y Hendery tienen el ojo metido a Winwin, apretó los puños con fuerza —... Si.
—Puedes oler sus emociones de forma muy clara y él también con las tuyas.
—¿Cómo lo sabes? —lo miró perplejo.
—Aunque te cueste admitirlo, para ti el olor más rico y hermoso es de ese Omega.
—Es más soportable que los demás —admitió a medias.
—Dices odiarlo pero en realidad lo amas. El problema aquí eres tú y tu insaciable deseo ahorrativo y negociador. Tal vez el ambiente en el que hayas sido criado tiene mucho que ver con eso, no sabes como crear relaciones amistosas y menos amorosas, no sabes como amar y tampoco lo que se siente ser amado. Piensas que es un desperdicio pero no es así, encontrar a tu Alma Gemela traerá felicidad y estabilidad a tu vida, es lo mejor que te habrá pasado. Me alegro de que lo hayas encontrado, eso significa que empezarás a cambiar o al menos, debes de aprender a hacerlo. Una relación es de dar sin buscar nada a cambio.
—¿Le estás dando clases de altruismo a Kun? —llegó Johnny con una bolsa de papas y se sentó en un sofá viendo a los contrarios.
—Kun encontró a su Alma Gemela y le estoy diciendo que no puede seguir siendo tacaño, no al menos con su Omega.
Incluso antes de que Doyoung terminará de hablar, Johnny escupió sus papas de la sorpresa y los mira estupefacto.
—¿¡En serio!? ¿¡Este imbécil lo encontró antes que yo!? ¡Maldita sea Kun y tu suerte! ¿Es el niño mimado, no? —lo que al principio empezó con gritos de molestia terminó en una gran sonrisa eufórica —¡Felicidades, mi amigo!
—Él no puede ser mi alma gemela, eso no existe... —murmuró el chino mirando a la nada, pensativo. Se muerde su labio inferior, su pierna derecha sube y baja con rapidez mientras frota las palmas de sus manos, todo aquello por los nervios. No sabe porqué o más bien no quiere entender el porqué de sus ansias. —E-Es imposible... ¿Yo? ¿Con un predestinado? No estamos en un cuento de hadas. Esto no es real, chicos.
—Te guste o no, esto es real, Kun —le dijo con seriedad, Doyoung —y te pido por favor, no lastimes a ese Omega, sufrirá él y tal vez sufras tú.
Kun no quiso ni mirarlo a la cara y se levantó para encerrarse en su habitación. Necesita digerirlo, pensarlo y analizarlo para llegar a una buena conclusión.
Sin darse cuenta, llegó a conducir durante media hora por toda la ciudad sin tener una dirección fija y en un abrir y cerrar de ojos, estaba en el vecindario de Taeyong.
Suspiró y se desordenó sus cabellos con algo de estrés. ¿Cómo es que llegó ahí? Su cuerpo de forma inconsciente lo trajo.
Había bajado la velocidad del auto, quedando a unos metros de la casa de Lee. Estuvo indeciso en sí visitarlo o no, quiere un cambio de aire y no tiene con quien ir, el único amigo que le queda que no esta esperando y obligando una respuesta de su parte es el pelirosa. Porque antes de ser su amor platónico, Tae es su amigo.
En su debate mental, no se dio cuenta cuando un auto pasa justo a su lado deteniéndose y pitando. Se sorprendió y lo miró, encontrándose con la madre de Taeyong.
—¡Oh, Jaehyun-ah! ¿Cómo estás, amor? —le saludó cariñosa la señora, siendo la conductora y única persona de su auto.
—Buenas, señora. Bien ¿y usted? —contestó con una radiante sonrisa, pero un tanto nervioso en su interior.
—Bien, bien. ¿Y qué haces por aquí? ¿Vienes a visitarnos? Taeyong esta en la casa, justo vamos a almorzar, acompáñanos.
—Y-Yo... Muchas gracias pero tal vez tenga que declinar su oferta.
—¿Y por qué?
—Yo... Bueno, no quiero incomodarlos a ustedes, mejor me voy...
—¿Incomodarnos? Bueno, hablemos de eso. Estoy incómoda porque la última vez que nos visitaste fue en Diciembre y ya estamos a Febrero.
Jaehyun no pudo seguir negándose más, siendo honesto, si le gustaría ver a Taeyong, ¿por qué ser tan modesto?
—Está bien —terminó asintiendo.
Condujo y en menos de un minuto, estacionó su auto al lado de ella y bajaron.
La Señora lo abrazo con cariño y lo llevó a la puerta de su casa.
—¡Mamá, la comida de la Señora Im ya está lista! —exclamó Taeyong aproximándose, se detuvo abruptamente y miró con sorpresa al Alfa —J-Jaehyun...
—Hola, hyung —saludo un poco tímido.
—Me lo encontré en la calle aquí cerca y lo invite a comer porque veo que tú no lo has hecho ya, jovencito —su gran sonrisa, que por unos segundos se torció y jalo por un momento la oreja de su hijo —Tienes que traerlo más a la casa, si no lo quieres no importa, al menos yo quiero seguir viendo a Jung.
Taeyong quiso quejarse pero no supo con qué, con su ceño fruncido y sus mejillas sonrojadas por haber sido regañado en público.
—Bueno, vamos a comer mis chicos.
Todos caminaron al comedor y se sentaron.
Tae y Jae uno al lado del otro, mientras la mayor en frente de ellos. Justo a los segundos se unió el padre de familia, esbozando una agradable sonrisa al ver a Jung sentado en su mesa después de un largo tiempo.
—¿Y cómo te ha ido en los estudios, Jaehyun? —le preguntó el hombre, el cual esta llegando a los cincuenta años.
—Bien, bien, es un poco rudo porque estoy elaborando mi tesis final pero estoy seguro de que me graduarme con honores —contestó cordial, intentando ser lo más respetuoso y amigable delante de los mayores. Hay algo que tiene que a Yuta le falta, la aprobación y cariño de sus suegros.
—Eso lo sabemos, eres un muchacho muy inteligente.
—¿Aún no tienes un Omega? —se apresuró en preguntar la Señora.
—¡Mamá! —susurró/gritó Tae molesto.
Jae se ríe un poco —No, sigo soltero.
—¡Que bueno, Tae también! —chilló con emoción.
—Yo tengo a Yuta-ssi, creo habérselos dicho —recalcó el pelirosa entre dientes, serio sin un atice de humor.
—Aún no lo has traído a la casa, no lo conocemos. ¿Cómo dejaré que mi hijo Omega sea tomado por cualquier Alfa? Mira a Jaehyun, será un exitoso doctor —fue dando su opinión el padre.
—Yuta-ssi también es doctor —masculló con la comida en la boca.
—¡Pero es Japonés! ¿Acaso los chicos de tu nación no son lo suficientemente atractivos? —intervino la madre —Jaehyun es un buen ejemplo, es atractivo, bueno, te cuida mucho, viene de una buena familia y estudia una muy buena carrera. ¿Qué más quieres? Son amigos de la infancia. ¡Jaehyun-ah! ¿mi hijo Taeyonggie no es lo suficientemente lindo? La próxima vez que pises mi casa debe de ser como mi yerno.
Taeyong no se percató de la cantidad de rabia que fue empezando acumular en su corazón, en realidad lleva un largo tiempo haciéndolo, la misma situación todos los días, una que ya le harta, una que odia y ha provocado problemas con su relación con el Japonés.
Desde que es cercano a Jaehyun siempre le han dicho que son el uno para el otro, que son predestinados y si no lo son, deberían de serlo porque parecen una.
Desde la preparatoria, cuando terminó aceptando ser la pareja de Baile de Jaehyun, fue porque le pareció el menos desagradable entre todos sus pretendientes. No se arrepintió de haberlo aceptado, una bonita amistad se creo a raíz de ello.
Se sintió querido, entendido y apoyado.
Era la primera vez que un Alfa no lo veía con rareza por decir que ama los libros escritos por Frankenstein y las Teorías de Mendel.
Nunca vio con otros ojos al Alfa, siempre lo vio como un amigo preciado, uno que fácilmente puede llamar hasta su hermano.
¿Por qué su familia no puede entenderlo de una vez por todas?
¿Por qué tiene que soportar que hablen tan mal de Yuta? No debería de hacerlo, es su pareja y merece el respeto como tal.
Armándose de valor por primera vez en su vida, se levantó de un tirón y golpea la mesa con ambos puños.
—¡Si tanto te gusta Jaehyun, cásate tu con él!
Fue lo único que salió de sus labios y dejando su plato aún lleno de comida salió corriendo hacia su habitación en el segundo piso.
Por esta razón no había invidado más a Jung, no es porque no lo quisiese, si no porque sus padres insisten en algo que no es. Ambos se quieren como amigos, nada más o bueno eso se obliga a creer.
Jaehyun quedó sorprendido al ver aquella reacción, Taeyong nunca le ha levantado la voz a sus padres y ver el semblante herido de ambos, hizo que se incomode.
Se levantó de la mesa pidiendo permiso y caminó al cuarto de su Hyung.
Tocó la puerta.
—Soy Jaehyun.
Varios segundos después, cuando creyó que sería ignorado escuchó un "Pase" de adentro.
Entró y se encontró con la limpia y ordenada habitación de su Hyung, la cual es de colores neutrales, con estantes a cada lado lleno de libros. Un escritorio, armarios y gavetas.
Tae se encuentra recostado en su cama, arropado de pies a cabeza.
Se acercó a él y se puso de cuclillas justo enfrente.
—¿Puedo verte? —preguntó suave.
El mayor con lentitud empezó a bajar un poco la manta y dejó ver la mitad de su rostro, hasta media nariz.
—Lo siento... —se disculpo sin ser capaz de mirarlo a los ojos.
—¿Por qué te disculpas? Está bien, tus padres te metieron algo de presión...
—Aún así... Lo siento, ellos no deberían de haber hablado de esas cosas, nosotros solo somos amigos.
—¿Olvidas lo del bosque? —cuestionó intentado no verse herido, pero en realidad si lo está y mucho. Al ver la indecisión del mayor al responder, tomó la manta y la hizo un lado para poder bien el rostro ajeno.
Tae retrocede e intenta cubrirse pero Jaehyun siendo más rápido, se sentó en la orilla de la cama y tomó ambas muñecas del mayor, haciendo que lo mire directamente a la cara.
—Estoy claramente seguro de que escuché a un Omega pidiéndome que lo salvara, ¿estás pidiendo que ignore mi naturaleza? ¿a mi predestinado?
—Ni siquiera estamos seguros de que lo seamos...
—¿Por qué no estás seguro?
—Yuta, Yuta-ssi me gusta.
—Entonces dime ¿qué sientes por mi, Hyung? —cuestionó sin miedo, acercó su rostro al contrario.
Taeyong intentó alejarse, pero su cabeza choca con su almohada mientras tiene a Jaehyun casi que arriba de él, dejando poca distancia entre sus rostros. Ante la posición, no pudo evitar no sonrojarse, ni siquiera con Yuta ha mantenido tanta cercanía.
Están solos, en su habitación, en la cama. Eso es malo y no le gusta pero por otra parte confía en que no pasará nada, Jae no es como los otros alfas.
—Yo... —quiso decir que no siente nada por él, que solo son amigos y ya.
Pero de pronto, todos sus recuerdos y pensamientos empezaron a invadir su mente dejándolo sin una buena respuesta.
Todos dicen que son predestinados, debería ser por algo, ¿no?
Sus padres quieren muchísimo a Jaehyun como yerno, ¿cómo podría seguir peleando con ellos?
Siempre han dicho que harían la pareja perfecta, que juntos son el milagro más grande del mundo.
Todos en algún momento le han preguntado si Jae es su novio o hasta se llegan a referir a él como "su novio" directamente, creyendo que de verdad son algo sin una pizca de inseguridad.
Lleva siete meses haciendo la pasantía en el hospital, siete meses en donde su mundo cambió por completo al conocer a Yuta Nakamoto.
Desde un principio le pareció atractivo y un hombre decente pero sin darse cuenta, empezaba a buscar verlo en los pasillos, se arreglaba solo un poquito más para verse más bonito y por cosas tontas quería hacer un tema de conversación. No se dio cuenta cuando fue que empezó a comportarse más como un Omega, en toda su vida solo ha sido libros y libros.
Forjar su relación con Yuta tardó varios meses. Si bien al segundo mes se conocían por sus nombres, el Alfa era muy reacio a él, un poco lejano. Al tercer mes fue cuando se dio cuenta que todos hablaban de su relación con Jung Jaehyun, fue la primera vez que se molesto en negar lo suyo con su amigo y varios días después, delante de una máquina expendedora, Yuta le preguntó sorpresivamente si era cierto que Jaehyun no era su novio. Su respuesta fue claramente un "No, nunca lo fuimos. Sólo somos buenos amigos" y desde entonces, Nakamoto fue buscando de su compañía.
Creyó que todo estaría bien con su relación pero no fue así, en realidad tuvo varias discusiones que en ese tiempo creía estúpidas pero ahora pensándolo mejor se dio cuenta que no es así.
Antes le ponía mucha más atención a Jaehyun que a Yuta.
Antes olía todo el día a Café y Campo silvestre.
Antes Jaehyun lo visitaba casi todos los días al Hospital.
Antes su mundo y el día a día, estaba rodeado de puros Jaehyun.
Poco a poco empezó a darse cuenta de ello y empezó a buscar lejanía. No quiere que Yuta mal piense o que no confíe en él pero tampoco quiere alejarse de Jaehyun.
No lo entiende, no entiende cómo resolver la situación.
Sus padres y todo su alrededor lo emparejan con Jaehyun, siempre ha sido así desde hace años. ¿Debe de hacerles caso?
¿Y si de verdad Jaehyun es su predestinado?
¿Y sus sentimientos por Yuta son pasajeros?
Y nuevamente recae en la realidad, rebobinado una y otra vez la pregunta de su menor.
“¿Qué siente por mí, hyung?”
¿Qué siente por Jaehyun?
Se siente entendido, aceptado y querido. Siente que tiene con quien compartir gustos sin recibir malas miradas, siente que puede ser de todo y Jae nunca lo criticara. Siente que a donde sea que vaya, su mejor amigo estará con él en todo momento. Se siente bien y aquello lo está confundiendo.
—No lo sé —fue lo único que salió de su boca, con sus orbes mirando profundamente, como si quisiera de verdad entender a través de los expresivos ojos de Jung sobre si mismo. —Realmente ya no lo sé...
¿Cuando Jaehyun se dará cuenta de quien fue el que pidió que lo salvará?
¿Qué hará Kun con respecto a Winwin?
¿Cuál será la decisión de Taeyong a raíz de sus problemas?
¿Cuáles son sus verdaderos sentimientos?
Hace tiempo no actualizaba dos veces por semana, la verdad no se si pueda seguir haciéndolo. El 18 de este mes empiezo mi cuarto semestre de Universidad 😢 espero que no consuma tanto de mi tiempo y poder seguir actualizando corrido.
Estoy estudiando Diseño Gráfico, ¿y ustedes? ¿Siguen en la Escuela o están en la Uni?
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