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Capítulo Uno














Jung Jaehyun siempre ha sido un niño encantador, desde que era un bebé todos quedaban enamorados de sus brillantes ojos, su pálida piel de porcelana y de sus singulares hoyuelos característicos.

Mientras iba creciendo, debido a su singular belleza daban por seguro que sería un hermoso Omega y como todos lo decían, él mismo empezó a creerlo.

En su primer día de primer grado, todos quedaron encantados con la belleza del infante, todos los niños querían sentarse a su lado en medio de la clase causando disturbios, al hacerse el recreo más de una docena lo rodeo.

Jaehyun se sintió muy feliz de tanto cariño pero algo agobiado, nunca espero recibir algo en exceso.

Al día siguiente, minutos antes de que hagan la formación, los niños jugaban y corrían. Jaehyun un poco tímido se escondió en la puerta de entrada, ¿otra vez será seguido como el día anterior?

Un toque en su hombro lo hace sobresaltarse de su sitio para girarse y encontrarse con otro niño. Posiblemente de la misma edad que él, un poquito más bajito, cabellera negra y piel blanca.


—Toma, dejaste caer tu borrador ayer —le extendió el pequeño objeto.

Jaehyun reconoció el borrador como suyo y lo toma, esbozando una gran y tierna sonrisa. —¡Oh, muchas gracias!

El contrario juega con sus deditos nervioso y roburizado —N-No es nada...

—¿Quién eres? ¿Cómo te llamas? —cuestionó ingenuo sin reconocerlo.

—S-Soy Kim Doyoung, t-tu compañero de clase, m-me siento detrás tuyo —explicó con leve toque de decepción. Jung no lo había reconocido.

—Oh, lo lamento, soy distraído. Yo soy Jung Jaehyun.

—Lo sé —asintió.

El castaño no pudo evitar fruncir su ceño al mirar con atención las delicadas y bellas facciones del pelinegro. —¡Eres muy lindo, Doyoung-ah!

—G-Gracias —río con su rostro rojito cual tomate. Se arregla el cabello con timidez —Y-Yo en realidad c-creo que t-tu t-también eres...

Jae no parecía prestarle atención a su compañero ya que se distrajo cuando una moderna camioneta negra se detuvo y fue bajando un niño al cual nunca en su vida había visto pero vaya que es hermoso. Sin percatarse ignoró al pelinegro que hablaba frente a él y pasó de largo para acercarse al extraño.

Y en ese día, un niño fue transferido de los Estados Unidos, dos años mayor pero fue puesto a su curso debido a que no sabe para nada el idioma Coreano, algo que lo hizo atrasarse un poco.

Jaehyun tuvo un inmediato crush con él.

Enamorándose de su altura, hombros anchos, mirada filosa, porte dominante y ojos oscuros al igual que su melena. A pesar de su corta edad era tan varonil y seguro de sí mismo que gritaba en todos los sentidos "Alfa" algo completamente contrario a él.

Se acercó y se hizo amigo de él con otras intenciones, pero lo que no se espero fue que esa amistad se volvió tan grande hasta convertirse en una hermandad.

Realmente le gustaba Johnny, pero años más tarde esos sentimientos fueron cambiando por si solos. Claro, de tanto que se harto llorar por el maldito poste que ni siquiera le dirigió una mirada durante seis años, el cuerpo de Jaehyun se había disecado por completo hasta el punto de quedarse sin una lágrima cual derramar, no lloró por su gatito Luly cuando se murió y todo por culpa del americano. De igual forma y por suerte para menos dolor en su pequeño corazoncito roto, sus sentimientos de amor por el mayor se volvió admiración y aprecio.

Además, gracias a que su profesora de sexto grado enfermo de una grave hepatitis, un profesor suplente llegó. Un hermoso Beta a los ojos de un Jaehyun de doce años, quedó flechado con el Maestro Moon.


—¡Maestro Moon! ¡Maestro Moon! —fue exclamando el pequeño niño con sus cabellos desordenados y risa risueña. Corre hasta su Docente, el cual se gira curioso.

—¿Qué haces persiguiéndome, pequeño? Debes de aprovechar el recreo con tus amigos —le dijo el mayor mientras se pone de cuclillas y toma al menor de los hombros, mirándolo con ternura.

—¡Y-Y-Yo... Le traje esto a usted! —dice con muchos nervios mientras saca tiernamente del bolsillo de su pantalón un caramelo.

—Mejor comelo tú —le sonrió amable. —Te debe de gustar mucho.

—Porque me gusta mucho el caramelo se lo quiero dar a usted para que lo pruebe también —hablo nervioso con su tierna voz aguda.

—¿Y por qué si te gusta tanto me lo vas a dar?

—P-Porque usted también me gusta —aquella confesión hizo que Taeil se ría enternecido mientras el corazoncito de Jung late descontrolado —Me ve como un niño pero pronto creceré y seré un hermoso Omega para usted.

—Yo soy un Beta, un Omega esta predestinado a estar con su Alfa.

—¡Patrañas! —exclamó de forma repentina con sus mejillas ruborizadas y su ceño fruncido —Mamá me dice que este con quien yo quiera estar sin importar el estatus o el género. Usted es mi predestinado, Maestro, ya lo verá.

—Está bien, está bien —asintió sin poder declinar al menor. Con una sonrisa acepta el caramelo. A fin de cuentas los niños cambian de opinión muy rápido, pensó.

Jaehyun se despidió de su Maestro y corre al patio del recreo mientras toca sus mejillas calientes.

—¿Qué es lo que estabas haciendo con el Maestro? —de repente llego el pegoste del americano con el ceño fruncido, viéndose disgustado.

—Nada, no es tu problema —le sacó la lengua infantilmente.

—¡Es un beta, yo soy un Alfa! —bociferó pero Jaehyun ya se había ido corriendo de su lado, sin siquiera escucharlo.

Johnny tenso la mandíbula molesto sin ninguna razón.

La hora de salido llegó y mientras Jaehyun espera a sus retrasados padres, se escabulle para ir en busca de su Maestro y despedirse en privado. Sin darse cuenta el pequeño futuro Alfa lo fue siguiendo por detrás.

Ve a su amado Maestro Moon entre los pasillos, quiere ir a él hasta que lo ve con otra persona, un chico de piel tostada y cabellos rubios. Su mundo se derrumbó cuando los vio darse un beso en los labios, quiso ir y reclamarles pero una mano toma su muñeca para alejarlos de ellos.

—¿¡Qué haces, Jaehyun!? ¡El Maestro solo lleva un mes aquí y te enamoras de él! ¡Él es un beta y tu serás un Omega! —le regaño el alto americano después de que escondiera a ambos detrás de las gradas de la cancha deportiva.

—¡Déjame, tu no sabes nada, somos predestinados! —le grito furioso. ¿Desde cuándo Johnny se interpone en sus relaciones? Nunca lo ha hecho, siempre lo trata como un amigo marcando la línea de la amistad. Eso daño mucho el corazoncito del menor, ya que ha escuchado de los mayores que "Johnny podría ser su Predestinado" pero él ya lo no ama, ama a su Maestro Moon.

—¡Tonto, solo pueden existir predestinados Alfas y Omegas! ¡No con Betas, investigalo o pregúntale a tu mami!

—¡Tonto, te odio!

—¡Yo también te odio!

Poco después de que esto sucediera, la Maestra regreso y el Docente Moon se tuvo que despedir de sus pequeños alumnos. Aquello dejó en una profunda tristeza a Jung, el cual fue consolado por su estúpido amigo gigante, volviendo a su amistad de antes. Luego, no más de dos meses después antes de su graduación de Primaria para pasar a la Secundaria ocurrió un cambio radical en él. Se hizo más alto y ancho, su mandíbula delgada se agrandó y perfiló dándole un toque totalmente varonil, y su porte dominante fue notado por cualquiera.

Ahora no sabían qué decir, ¿Jaehyun será un Alfa o un Omega?

Luego de que Jaehyun entrará a la Secundaria, se presentó a la edad de doce años, uno de los primeros en su clase, siendo un Alfa para la sorpresa y decepción de algunos.

Pero lo que el menor no esperaba, era que entre sus primeros días de colegio después de haber sido presentado (además de que le hayan atacado miles y miles de olores) se apareció una persona enfrente de sus ojos que logró enamorarlo por completo.


Sucedió aquel día de primavera.

—¿A dónde vas Jae? —cuestionó el americano al notar que el menor parecía querer desviarse a otro pasillo.

—Para la tarea de Historia necesitamos un libro, ¿no vienes a la biblioteca conmigo? —contestó obvio.

Johnny hace un ademán de manos desinteresado —Voy después.

—Como quieras, te veo en unos minutos en la cafetería entonces.

—Vale, no tardes.

Jaehyun le dio la espalda al pelinegro negando con una sonrisa divertida. El mayor es tan flojo y deja las cosas a última hora, tanto es así que en varias ocasiones le ha tenido que dar su tarea o pasar las respuestas. No es que él sea el más inteligente del salón pero sobrevive a base de un promedio de 15, estaba bien.

Al entrar a la biblioteca fue rebuscando entre los estantes, doblando por un pasillo se encontró con un chico.

Un hermoso chico de cabellera pelirosa, piel cual porcelana, ojos brillantes, delgado y no tan alto. Es tan hermoso como un muñequito.

Jaehyun no pudo evitar caer ante el encanto de aquel desconocido y su corazón se contrajo debido a la ternura al verlo ponerse de puntitas para intentar alcanzar un libro alto en la estantería.

En ese momento, Jung flasheo un kdrama que ha estado viendo recientemente con su madre. Si, está será la perfecta manera de enamorar a un Omega tan hermoso como él.

Se acercó a paso lento y cuidadoso, se posicionó detrás de la espalda del contrario, se aproximó peligrosamente hasta que sus cuerpos rozaron.

El más bajo se tensó inmediatamente y su rostro se tiñó de rojo cuando una mano más grande de la suya tomó el libro que tanto le ha costado tomar. Se giró con sorpresa teniendo que alzar un poco su mandíbula para ver el rostro del más alto.

Jaehyun mantuvo como pudo su expresión tranquila aún cuando en su interior estuviese muriendo de un ataque cardíaco y gritando como fangirl al ver a su idol preferido.

Verle el rostro en primera fila, hizo que se diera cuenta que aquel ser es mucho más hermoso de lo que imagino.

¿Puede existir la perfección? Si, y lo estaba viendo en directo.

—¿Estabas buscando esto? —cuestionó con suavidad, el pelirosa asintió con rubor y timidez. El más alto sonrió a propósito estando al tanto de sus hoyuelos ilegales, todo el mundo ha quedado encantado con su sonrisa que es imposible que alguien no lo haga. —Toma.

—G-Gracias...

Jaehyun se hizo a un lado aun sin dejar de mirar con un brillo especial al pelirosa. —Puedes irte, nos vemos pronto.

—Esta bien...


«No puede ser es tan hermoso, ¿será mi alma gemela? Creo que es mi alma gemela»



» Me parece que si, humano.
Ese omega tiene un olor
tan dulce«


En eso Jaehyun inhala todo lo que puede del aroma del chico para inundarse de la fragancia de rosas y fresas.

Un toque en su espalda lo sobresalta haciendo que se volteara de inmediato alarmado, para encontrarse a un chico casi de su misma estatura, blanco y de cabellera negra. Tiene un toque atractivo e incluso su aroma de peras y manzanas, aunque no sea tan dulce ni cortejable, es cierto que el olor es limpio y agradable.

—Yo también estaba buscando un libro para la tarea de historia y tomé uno para ti como vi que no has encontrado uno, toma —dijo el extraño, para extenderle uno de los libros.

Jaehyun frunció el ceño y vacilante toma el objeto. —Gracias...

—No hay de que, Jaehyun —al decir aquello, sonrió amable viéndose tan tierno a los ojos del castaño.

—¿Quién eres? —después de su pregunta, la sonrisa contraria desapareció por completo.

—Soy Kim Doyoung, tu compañero de clase —contestó en tono neutro.

—Ah... Si, si —asintió fingiendo que lo recordó aunque en realidad no fuese así. —Soy Jung Jaehyun, gracias.

—Lo sé —dijo corto y conciso Kim.

En ese momento Jae no pudo evitar analizar de arriba a abajo al chico enfrente de sus ojos. Si bien no es tan atractivo, ni hermoso cual príncipe o sacado del mundo irreal de Barbie, es pasable. Los rasgos de su rostro son como los de un tierno conejo, lo malo es que no posee un dulce aroma, la manzana y la pera se sienten cítricas, no le irrita pero tampoco lo hacen fundirse de amor como lo hizo el pelirosa. Además sus características físicas son más pequeñas que las de un Alfa pero más grandes de lo que debería ser un Omega pequeño y tierno, parece más un Beta.

—La verdad eres lindo —contestó sin más, dejando perplejo al chico. Parezca o no un típico Omega dulce, en realidad no le desagrada verlo.

—¿Yo? G-Gracias... —sus mejillas se calientan y se dio un golpe mental al responder entrecortado.

Jaehyun se ríe un poco enternecido, Doyoung quiso abrir la boca y comentar algo más pero el castaño se despidió en un ademán de manos y le dio la espalda yéndose de ahí.

Su corazón se apretó y un sentimiento de rechazo inundó su ser. Su triste lobo interior cabizbajo se encerró a sí mismo.

«¿No pudiste hablar con él?»

» Es raro, no se
ha dado cuenta«


«En algún momento lo hará
pero... no se si quiera que
eso suceda»

» ¿Por qué? «


«Taeyong-Hyung es
mucho más lindo que yo»


Porque tristemente, Doyoung había visto la escena de dorama minutos atrás. Una escena que logró romperle el corazón por completo. Jaehyun es alguien realmente atractivo, un chico popular que merece a alguien más decente, lindo e inteligente que él.

Alguien que parezca un Omega, no un error como él.















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