Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Trece










—Buenos días, hyung —saludo Doyoung asomándose por la ventana, viendo hacia adentro al conductor, el cual es el Omega pelirosa quien le sonríe a medias.

—Buenos Días, Dongs. Ven entra.


El menor se sentó de copiloto después de guardar el bolso que trajo en los asientos de atrás.


—¿Qué tan lejos vamos? —preguntó una vez el mayor arranco.

—Saldremos de la Ciudad y nos rodearemos de naturaleza pura —contestó anhelando aquello. Alejarse de la ciudad, alejarse de todos.

—Ayer estaba con Jaehyun cuando lo llamaste, ¿discutió con Yuta-ssi? —se atrevió a preguntar.

—No... Solo no quiero verlo hoy, ¿no puedo? —sonrió tranquilo mientras no despega su vista de la calle. —Por cierto, hace dos semanas en una Reunión Social para plantar árboles conocí a un chico muy dulce que ama la naturaleza, me hizo prometer invitarlo cuando saliera así, si llegaba a hacerlo —se rió recordando a aquel joven rubio.

—Oh... ¿Viene con nosotros?

—Si, es un Omega, creo que te agradará.

Después de unos minutos conduciendo, se estacionó un momento y se montó un nuevo individuo. Un hermoso Omega de cabellera rubia y ojos mieles. Alto y pálido con aroma a Lavanda y Jazmines.

Doyoung lo reconoció de inmediato, aún así, oculto su sorpresa.

—Hola, hyung —saludo primero al pelirosa —Un placer en conocerte, Tae-Hyung me hablo de usted. Soy Lee Jungwoo.

—Kim Doyoung, un placer.

Ambos hicieron una pequeña reverencia con respeto.

Y así partieron a las afueras de la Capital.

—No se porqué vengo si he escuchado de los casos de secuestro y asesinato de Omegas —negó Doyoung para si mismo.

—Eso sucede una vez cada cierto tiempo y además no nos quedaremos hasta la noche, estaremos bien —dijo despreocupado Taeyong —Aún así, si te sientes inseguro de venir, no te obligare.

—No, no, yo iré —«Y porque Jaehyun me matará si no lo hago.»

—Yo vine a escondida de mi pareja —soltó una risilla Woo —Es que si le decía no me iba a dejar, ha estado muy sobreprotector. Necesito un descanso... —suspiro como si estuviera harto de una situación.

—A mi, es lo contrario —suspiró Taeyong —Estoy molesto con él, no quiero verlo hasta el lunes.

—Uh... ¿Primera discusión de pareja? Eso es normal —relajo el rubio como todo profesional —Está bien que te quieras dar un tiempo pero que no sea tan largo porque podría afectar su relación. Todos cometemos errores al inicio de una relación, mientras sean lo suficientemente maduros como para hablarlo y resolverlo juntos, eso es lo que hace una buena pareja estable.

—Hablaré con él el Lunes pero no hoy.

—¿Qué falta comprar para nuestro día de picnic? —preguntó Doyoung intentando cambiar de tema para que su Hyung no esté tan serio.

—Solo falta comprar un botellón de agua y los que quieran snacks —contestó el conductor.

A los minutos estacionó en un super mercado y todos bajaron.

Mientras ambos Omegas compran, Doyoung aprovechó y se tomó un tiempo para alejarse de ambos y hacer una llamada.

Hola, hyung. ¿Qué hay?

—Buenas tardes, Jaehyun. Te aviso que estoy con Tae-Hyung —fue directo al grano, mientras mira temeroso hacia atrás no queriendo que sus amigos lo descubran en esa llamada.

Oh, ¿en serio? ¿Y qué harán?

—Haremos un picnic a las afueras de la Ciudad, creo que esta molesto con Yuta-ssi y necesita tomar aire fresco del natural no del industrial de Seúl.

—Oh... ¿Pero no será peligroso?


—Nos iremos antes del anochecer.

Pero ¿y si...? No sé, ¿no sería bueno que un Alfa los acompañe? Puedo ir yo, si quieren. Me mantendré alejado si no les gusta que los escuche hablar, pero...

—Es una reunión de Omegas y solo de Omegas, Alfa como tu sobran. Estaremos bien, así que tranquilo.

Tienes que mandarme una actualización de lo que hacen cada hora, ¿si?

Doyoung rodó los ojos y quiso negarse para quejarse de porqué pero terminó asintiendo. —Esta bien.

—¿Y cuándo lleguen puedes pasarme tu ubicación por GPS?

—Jaehyun —lo amenazó entre dientes.

No iré, lo prometo pero quiero estar al tanto de dónde están por si llega a ser peligroso.

—Te lo pasaré —y colgó.


Nadie además de los tres Omegas saben que irán para allá. A Doyoung le pareció relevante decirle a alguien en la Ciudad a donde irían y el único ser cercano a él por ahora es ese tonto Alfa.

Ciertamente, ahora se siente un poco más protegido, como si tuviera alguien cuidándole pero no quería ilusionarse. A pesar de que sabe que Jung está preocupado por el, esta mil veces más preocupado por el Omega con aroma a Fresas.

—Dongs, ¡mira esto! —escuchó a Taeyong llamarle con emoción desde uno de los estantes.


















La música a todo volumen, mientras todos cantan y disfrutan de las hermosas y dulces Twice con sus diferentes temas. Taeyong conduce mientras tiene una gomita larguísima cayendo de su boca que come con calma y de alguna forma logró rapear la parte de Dahyun en Likey. Si, extraño y divertido.

Jungwoo tiene unos grandísimos lentes graciosos y un cintillo se gatito mientras sus manos sostiene varios chocolates. Y Doyoung sólo tiene puesto un gorro con orejitas de Conejo, y come unas galletas.

Hace dos horas se alejaron de la Ciudad e incluso la señal está algo inestable, aún así disfrutan de la libertad y el aire que se cola por la ventana desordenando sus cabellos.

Hacía tiempo que Doyoung no se sentía tan libre e incluso, Taeyong aún más.

—Geogi neo Fancy You~~ —empezó a cantar Woo simulando que la cajita de jugo es un micrófono. —Amuna weonhaji ana
Hey, I love you

—¡Love ya! —exclamaron Tae y Do como las voces de fondo.

Geurae neo I fancy you, kkumcheoreom haengbokaedo dwae. Cause I need you. What?

Y juntos los tres siguieron con lo demás del coro —Fancy you~~ Nuga meonjeo joahamyeon eottae. Fancy you~~ Jigeum neoegero gallae. Fancy, ¡Wooh!


Risas y diversión.


—Oh, ya casi llegamos, chicos —avisó el pelirosa después de haber cantado y se desvía del camino de asfalto para adentrarse a uno de tierra y arena.

Paso rodando por ahí durante unos cinco minutos hasta que por fin se estacionó.

—De niño venía de vez en cuando a hacer picnic con mis padres, les gustará. Nunca vine con nadie más, es la primera vez —se sinceró Tae.

—¿Ni con Jaehyun? —cuestionó Doyoung asombrado de tal dato.

—Ni con Jaehyun —rió —Apuesto a que se decepcionará pero siempre habrá algo que nunca contaremos.

—Tienes razón.

—¿Jaehyun? —ahora es Jungwoo quien se ve sorprendido —¿Hablan de Jung Jaehyun, el Alfa estudiante de último año de Medicina?

—¿Lo conoces? —preguntó el pelirosa mirando hacia atrás al rubio.

—Lo conocí hace unas dos semanas en un bar, es muy bueno y lindo, de verdad me da tristeza su amo...

—¡Wow, desde aquí veo unos girasoles! —exclamó Doyoung de pronto interrumpiendo al rubio. —Vamos a salir ya —apresuró a sus amigos y abrió la puerta. Finge una sonrisa pero en realidad esta tenso, casi, casi ese Omega suelta algo que no debía. «Rayos, ¿por qué Jaehyun le contó toda su dramática historia "trágica"?» Aunque es un alivio que no le haya dicho el nombre de Taeyong, ahí ya no hubiera podido salvar su pellejo.

Cada uno tomó sus mochilas y bolsas. Caminaron por el pasto hacia el centro de una hermosa pradera llena de diferentes flores.

—Oh, ahí estás Taeyong-hyung —señaló Doyoung una vez vio unas hermosas rosas de diferentes colores.

—No soy el único, por allá hay Jazmines —señaló un poco a lo lejos.

Jungwoo se rió. —¿Y dónde nos sentaremos?

—Donde quieran.

—Vamos por aquí —Kim se detuvo y señaló el suelo.

Asintieron y juntos pusieron la manta en el piso para sentarse encima de ellas. Doyoung preparo kimchi y bibimbap para el almuerzo. Jungwoo trajo sandwiches y snacks. Taeyong bebidas y cupcakes.

Después de que se sentaron tranquilamente, el reloj marcaba las una y media de la tarde. De pronto el de pelo negro recordó que debía de mandarle su ubicación a Jae. Sacó su celular y trató de enviarla pero no tiene señal, nada.

Hyung, ¿aquí no hay señal? Necesito enviar algo del trabajo urgente.

—Bueno, si vas para allá y te montas en aquel árbol puede ser —señaló un poco a lo lejos, después de las flores.

Doyoung suspiró abarrotado y se levantó —Ya vuelvo.

Corrió hacia el otro lado y tomando una bocanada de aire intenta escalar con dificultad. Estuvo a punto de abandonar y que Jaehyun se muriera de la preocupación hasta que lleguen a casa pero... No pudo ser tan malo, cumplirá lo que dijo.

De alguna manera logró subir a la punta y enviar incómodamente el mensaje además de recalcarle que no hay señal por ahí. Casi cae al suelo sintiendo que su vida pasa delante de sus ojos. Suspiro aliviado cuando sus pies tocaron el piso otra vez.

Volvió con sus amigos y se sentó más relajado al comer.

—¿Desde hace cuando que conocen a Jae-Hyung? —cuestionó Jungwoo de pronto para hacer conversación, sus ojos curiosos mirando a ambos Omegas, sospechando que uno de los dos debería ser la razón por la que hace tres semanas el Alfa se emborracho.

—Estudiamos juntos desde primer año de secundaria pero cuando realmente lo conocí fue en primero de preparatoria.

—Oh... Ya es bastante tiempo ¿y usted, Doyoung-Hyung?

—Primer grado —su respuesta sorprendió a ambos muchachos, los cuales lo miraron perplejos.

—¿En serio?

—¿Tanto tiempo?

—Mm... Si, John-ssi también conoció a Jaehyun desde primer grado —agregó hablándole a Taeyong.

—Oh, si, eso lo sé.

—Aunque bueno, me desaparecí por nueve años así que, usted ha pasado más tiempo con Jaehyun que yo —asumió, intentando disimular la incomodidad repentina sorbiendo un jugo de uva.

—Si pero desde que volviste has estado en mucho contacto con él, más que yo —aseguró, aunque no pudo sonreír en su oración por lo que tomó un poco de Kimchi con lechuga y se lo comió.

—Trabajo como profesor en su misma Universidad, es claro que nos veríamos todos los días.

—Tae-Hyung mencionó que eres profesor, ¿de qué? —cuestionó asombrado Jungwoo interviniendo.

—De Literatura.

Tae carraspeo un poco y se atrevió a hablar —Cuando estoy contigo y hablamos de Jaehyun siempre terminas contando algo de él que yo no sé —Doyoung miró con sorpresa al pelirosa, sintiendo de pronto el ambiente algo pesado. ¿Por qué pareciera que Tae se está lamentando aquello? —¿El tiempo es importante para conocer a alguien? Hay personas que conoces toda la vida y no logras entenderlas.

—Jaehyun solo es de carácter un tanto peculiar pero él te aprecia muchísimo —apresuró a decir Doyoung intentando remediar algo que de alguna forma, no entiende.

—A ti también, Dodo. Él te quiere.

Jungwoo escuchando la conversación, mira con confusión a ambos muchachos, no entiende mucho lo que está pasando o si de verdad está exagerando y todo aquello que dicen son simples palabrerías. De lo único que está seguro es que es Lee Taeyong, Jaehyun dice amarlo a él.



Ahora... ¿Qué es Kim Doyoung exactamente?














Jaehyun por fin pudo esbozar una tranquila sonrisa cuando le llegó el mensaje de Doyoung con su ubicación. Le respondió con una carita feliz y siguió con sus estudios un poco más relajado.

Siendo hoy sábado, al menos Johnny debería de estar en la casa pero mandó un mensaje al grupo en donde están los tres compañeros de departamento diciendo que no volverá a casa esa noche. Mientras Kun, él como siempre se debe encontrar en su oficina trabajando, a parte de haber mencionado que tal vez llegue un poco más tarde de lo usual.

Después de unas excesivas siete horas de estudio, Jaehyun se frotó los ojos con estrés, aburrido. Miró las cuatro paredes de su habitación y luego su celular. Quiso llamar a alguien para reunirse, sentía que se estaba asfixiando ahí dentro sin nadie pero se dio cuenta que no tenía a quien llamar.

Sus dos amigos no están en casa, Doyoung y Taeyong salieron. ¿Quién quedaba? Nadie.


¿Tan solo estaba?

Lo peor es que desde hace tres semanas no va al club de ajedrez. Cancelo casi toda su apretada agenda gracias a que Taeyong ahora hizo su "espacio".


Marcó al líder de la agrupación de ajedrez y decidió ir para allá. Ya estaba harto de los números, si no hace algo más siente que se volverá loco.








Después de regar las flores que pudieron, tomarse distintas fotos y reírse por sus ocurrencias. La hora paso volando. Todos necesitaban ese tiempo lejos de la urbanización conectándose a la naturaleza.



—Pronto va anochecer, deberíamos irnos —comentó Doyoung viendo el cielo colorado, un hermoso atardecer.

Jungwoo con su celular toma distintas fotos de aquel evento tan bello —Es hermoso, digna de un retrato.

—Si que lo es. Bueno, vamos —Tae fue el primero en empezar a guardar las cosas, los demás lo siguieron.

Cuando llevaron todo al auto y pensaron en subir, Doyoung notó los movimientos extraños del rubio.

—Jungwoo, si quieres ir al baño, de verdad, ve a hacerlo en algún lugar. Falta mucho para llegar a la Ciudad, se te va a reventar la vejiga si sigues así —le dijo preocupado. El menor lleva horas aguantándose las ganas de orinar.

—Es que no sé... Me da penita, prefiero esperar.

—Pena ni que nada, yo que soy doctor te digo que la salud va primero —apoyo el pelirosa al pelinegro.

Woo asintió, no pudo seguir negándose porque de verdad sentía que se haría encima. —Ya vuelvo, será rápido —y salió corriendo para perderse entre los árboles, verificando que nadie sea capaz de verlo.

—¿Verdad que es muy tierno? —cuestionó con una enternecida sonrisa Tae.

—¿Jungwoo? La verdad si, bastante. Prácticamente es el prototipo ideal de cualquier Alfa —asintió Do.

—Cualquier Alfa no lo podrá tener, él ya encontró a su pareja Predestinada.

—Eso es bueno. Hay otros que tienen que esperar un largo tiempo —suspiró con melancolía, fija su vista en el atardecer y admira lo hermoso que es.

—A mi nunca me intereso encontrar a mi predestinado, en realidad estaba bien hasta hace unos meses que Yuta-ssi vino a acabar con toda la paz —se rió nostálgico, agarra una botella de agua dentro del auto y bebe un poco.

«Yo encontré al mío antes de siquiera tener consciencia o pensamientos propios»

—Yuta-ssi de verdad parece un buen partido, se ve amable y tiene un buen puesto —fue lo único que dijo Do.

—Si, lo sé.

—Ya casi esta oscuro, ¿por qué Woo no ha llegado aún? —cuestionó cambiando de tema. La oscuridad está empezando a asustarlo un poco.

—¡Jungwoo, ¿estás ahí?! —llamó el mayor hacia los árboles. —¡Jungwoo, contesta! —luego con ojos asustados vio al menor. —No está respondiendo.

—T-Tal vez se perdió, vamos a buscarlo rápido antes de que se haga oscuro —apresuró a decir el pelinegro, sacando su celular y prendiendo la linterna.

—Iré yo adelante, soy mayor.







Jaehyun se muerde las uñas con nerviosismo mientras por décima vez, el celular le dice "El usuario al que usted desea contactar, se encuentra fuera de línea. Por favor, llame más tarde o deje un mensaje de voz".

—¡Maldición! —exclamó soltando un bufido. Aprieta el volante con su otra mano sintiendo una extraña opresión. Un miedo irracional. —¿Por qué Doyoung no contesta? —se preguntó y volvió a presionar para llamar. —A esta hora deberían de estar volviendo para acá.

Se siente preocupado y no sabe qué exactamente hacer. Después del club de ajedrez y perderse leyendo en la biblioteca, volviendo a su departamento quiso verificar si ya los Omegas volvieron, algo que se dio cuenta que no.

Incluso llamó a Taeyong pero le da lo mismo. ¿El mundo puede hacer una jugada peor?

Se sorprende cuando ve en la acera frente de su edificio una reconocida cabellera pelirroja, Yuta Nakamoto. ¿Qué hace ahí? No quería hablarle pero al ver su expresión preocupada, el teléfono en mano y caminando en círculos como si estuviera pensando qué hacer. Sospechó que ese japonés está en las mismas que él.

Se estacionó enfrente y bajo la ventana.

—¡Yuta-ssi! —lo llamó.

El nombrado se giro con sorpresa y corre hasta el castaño.

—Oh, hola, Jaehyun.

—¿Qué haces aquí?

—Tu... ¿Puedes intentar contactar a Taeyonggie? Estoy preocupado.

—También me aparece fuera de línea si eso vienes a preguntar —contestó de una vez. —Al parecer aún no han vuelto, deben de seguir por las afueras de la Ciudad.

—Es peligroso, Tae no es tan descuidado para quedarse ahí hasta estas horas. Esta atardeciendo —miró el cielo con varias gamas de colores, desde azul a rosado y naranja.

—Tal vez tuvieron algún problema, no podemos pensar lo peor. ¿Y si el auto se averió? —Jae ignorando sus celos y sabiendo que es lo mejor, fue honesto —Tengo la ubicación de ellos, pensaba en ir. ¿Vienes conmigo? —dos Alfas juntos son mejor que uno, pensó.

—Vamos —apresuró a contestar y se montó en el copiloto.

Jaehyun arrancó y puso en el GPS del auto la última ubicación de Doyoung. Cuando le tocó pararse en un semáforo, aprovecho en llamar a sus compañeros. Kun y Johnny pero ningún desgraciado contestó.

En el transcurso del camino le pidió al Pediatra que siguiera llamando a sus amigos y nada.

—Esos estúpidos, en un momento urgente no contestan —bufo con molestia. —¿Puedes entrar al grupo y mandarles la dirección? Y diles que fui a buscar a Taeyong-hyung y Doyoung-Hyung ahí.

El japonés asintió y envió todo.

Ahora les espera un largo viaje de dos horas. No pensaron en lo peor, en realidad, lo que más daban era que o pudieron perderse, el auto se quedó sin gasolina o se averió. Algo así.

Jaehyun pasó por un negocio de repuestos de autos y compró gasolina y un neumático extra por si acaso.










—Ya llevamos más de una hora buscando a Woo —dijo en un susurro Doyoung, el y su mayor con sus brazos entrelazados, sosteniendo sus celulares alumbrando el oscuro camino.

La luz de luna es lo único que alumbra el tenebroso cielo de penumbras. El sonido de los búhos, Cuervos y Luciérnagas es lo poco que hace que ambos Omegas se den cuenta de que no están tan solos como piensan.

—Y ahora nos perdimos nosotros —concluyó temeroso. Ve la pantalla de su celular y lloriquea —Aún no hay señal. No le ha llegado ningún mensaje a Jaehyun, nada. Tae, ¿qué vamos a hacer?

Doyoung se siente al borde del colapso, de la locura. Quiere correr, escapar y salir de ese horrible bosque. Que el que Jungwoo haya desaparecido sea solo una estúpida pesadilla o alucinación.

Sólo quiere estar en la Universidad dando clases y compartiendo el recreo con ese tonto Alfa que ama con su vida.

—Tranquilo, Do. Todo estará bien, ya lo verás —intentó dar ánimos Tae, siendo el único cuerdo. Acaricia los cabellos oscuros del menor pero más alto. —Recuerda que estuve tallando árboles para no perdernos, sólo hay que buscar uno y podremos volver.

Dicho esto se dispuso a alumbrar entre los árboles buscando su marca.

—Está muy oscuro, ¿cómo podríamos...

—Aquí hay una, Do. Significa que no estamos tan perdidos como pensábamos —dijo con esperanza, tranquilo y transmitiendo calma a su compañero. —Vamos a volver, nos colgamos del árbol buscando la señal y llamamos a emergencias, ¿si?

Doyoung asintió como un niño mientras siente como unas pequeñas manos limpian sus húmedas mejillas. Mira a Taeyong y realmente envidia su calma. Su Hyung es tan fuerte y capaz, no cayendo ante nada y luchando.

Tomando una gran bocanada de aire se armó de valor y entrelazando sus manos con la contraria, siguen adelante.

«Vamos, Doyoung. Tienes que ser valiente» Se dio aliento a sí mismo, buscando respirar con tranquilidad. «Por favor, Jaehyun. Date cuenta que ya es tarde»

—Ya estamos llegando, Do. Tranquilo —murmuró Taeyong.

De pronto escuchan voces, inmediatamente el pelirosa apagó su linterna y se escondió detrás de unos arbustos.

—Huele a más Omegas —escucharon la ciniestra voz de alguien acompañada de unas sonrisas.

—Pronto tendrás compañía, pequeño Jazmín —esbozó una media sonrisa como un total bastardo aquel Alfa dirigiéndose a Jungwoo, el cual se encuentra amarrado, con lágrimas en sus ojos y una tela cubriendo su boca para que no hablara.

Cuando ambos Omegas escondidos escuchan pasos avecinarse hacia ellos, entrelazan sus manos con temor.

—Yo los distraigo y tu salvas a Woo —dijo lo más bajito posible, casi inaudible.

Doyoung quiso negarse, no puede dejar a su amigo arriesgarse pero cuando abrió la boca se dio cuenta que no es momento de discutir quien hace qué. Es hora de actuar.

Taeyong, valiente salió del arbusto y se dejó ver ante aquellos cuatro atemorizantes Alfas, los cuales al verlo, murieron de deseo.

—Uno más lindo que el otro —soltó uno de ellos, pasando con descaro su lengua por su labio inferior.

—Suelten a mi amigo y dejaré que me lleven —sentenció con seguridad mientras camina a paso lento hacia el enemigo. Por más que su interior esté asustado, no flaquea su expresión seria.

—Claro que te vamos a llevar, pero no dejaremos a tu amigo ir.

Taeyong toma dos piedras del piso y las tira a los hombres, logrando golpear a uno por la nariz y a otro su hombro. Escuchando los reclamos y gritos acompañados de insultos. Tae se dispone a correr por su vida sabiendo que los hizo enojar.

—Ya verás, maldito Omega —murmuró uno entre dientes sacando un arma y disparando en dirección hacia donde fue el menor —¡Persiganlo! ¡Ahora!

Doyoung se encogió en su lugar una vez escucho el sonido del disparo. Tapándose su propia boca con sus ojitos brillantes debido a las lágrimas. Se asoma un poco y ve que ya no hay nadie rodeando a Jungwoo.

Se levantó con temblor y corre al menor, el cual se sorprendió.

Doyoung intenta desatarlo pero es imposible, jala y desgarra pero solo ocasiona heridas en sus manos. A unos metros hay un oscuro auto negro estacionado sin placa. Abrió la puerta con miedo y logró sacar un cuchillo. Volvió al rubio y lo desató por completo con éxito.

Hyung, ¿Q-Qué hacen aquí? Debían de escapar, no e-estar aquí y-y... —decía Jungwoo entre lágrimas, sintiéndose entre conmovido y culpable con mucho, mucho miedo. —E-Ellos...

—Tranquilo, Woo. No íbamos a dejarte solo y no dejaremos a Tae-Hyung solo —dijo con decisión ganando un poco más de confianza, debe ser valiente como su mayor. Se levantó mientras toma de las manos al menor ayudándolo. Ambos tiemblan pero buscan mantenerse de pie. —Vamos al árbol.

Caminan con rapidez hacia el roble en el cual Doyoung hacía horas había subido para enviarle un mensaje a Jaehyun. Se montó con ayuda de Jungwoo de forma incómoda. Subió a lo alto y cuando sacó su celular se dio cuenta de lo inestable que se volvió la señal.

—¿Funciona, Hyung? —cuestionó el menor estando abajo esperándolo, mientras mira a los lados entre la oscuridad con miedo.

—No lo sé, creo, creo que si... —fue moviendo el celular de un lado a otro y estiro su brazo hacia arriba. Se inclino en la rama de forma peligrosa en donde fácilmente podría resbalarse y caerse contra el suelo, lo cual en parte si sucede. Doyoung se resbaló y con su instinto de supervivencia activado, se agarró con fuerza impidiendo su caída pero en cambio, su celular sufrió las consecuencias.

Jungwoo corrió hacia el aparato el cual hasta la batería se salió de su interior, intentó reponerlo y prenderlo pero no funcionó.

—Jungwonnie~~ dime que prendió el celular —no es tanto por el dinero que le costo, ya que todas esas preocupaciones urbanas y materialistas desaparecieron una vez estando en una situación de vida y muerte, literalmente.

Hyung, ¿q-qué haremos? —sollozo el rubio, cayendo arrodillado contra el suelo.


Doyoung baja del árbol y abrazo al menor. —Encontraremos una manera, yo iré a ayudar a Tae-Hyung y tu corres por ayuda, ¿si?

—Pero, ustedes... —no quería aceptar, no quería dejarlos solos, sacrificándose por el.

—Yo soy mayor que tu, podré manejar la situación. Tu busca a alguien, quien sea, hay que llamar a la policía.


De esta forma, ambos terminaron en caminos opuestos.

Doyoung agarró con fuerza el cuchillo entre sus manos, será valiente pase lo que pase, se prometió.

Corre en búsqueda de esos criminales y de su Hyung. El miedo, la incertidumbre y la oscuridad del bosque lo aturde, lo abruma de sobremanera erizando su piel y sobresaltando su corazón cada que escucha el sonido de un búho o de sus propios pies pisando alguna rama.

Escucha unos sonidos de forcejeo. Corre sin pensar y ve como uno de los hombres golpea con fiereza el rostro de Taeyong hasta tumbarlo contra el suelo de manera cruel y sin piedad.

Sintió una opresión al ver a su Hyung malherido por salvarlos. «Si él es valiente, yo también puedo, necesito ayudarlo así como lo hizo conmigo antes» Pensó.


—¡Maldito Omega, no pensé que con tu carita bonita tuvieras una mano dura! —escupió aquel Alfa sangre que acumulo de su boca, sangre que fue causada por el Omega.

El pelirosa intentó levantarse pero es tomado por ambos brazos y aprisionado, sin escapatoria. Levanta la vista sin despegar su mirada de los ojos contrarios, sin temor a retarlo.

—Deja de mirarme así, ¿no tienes miedo, ah? ¡Te enseñaré una lección, maldito! —exclamó furioso de tanto alboroto por un débil Omega que no le llega ni a los talones pero que intenta sobrepasarse y atreverse a levantar la vista. Levanta su puño y lo golpea en el abdomen.

—No tendrá miedo con unos simples golpes, quitemosle la ropa y miremos si seguirá siendo tan valiente —opinó uno recibiendo afirmaciones de todos.

Ahí fue cuando el corazón de Taeyong sintió un miedo profundo. Aún es virgen y estos estúpidos cuatro Alfas se iban a atrever a robarle algo tan preciado como eso. Si tuviera fuerzas, se escaparía de sus agarres y se tiraría al lago que se encuentra a sólo unos pocos metros. Prefiere ahogarse muriendo que ser tocado de esta infame manera.

Cuando siente unas grandes y ásperas manos colándose por debajo de su camisa, cierra los ojos con fuerza como si de verdad fuese a  desaparecer, ojalá.

«Ayúdame, por favor. Sálvame»

Pidió con desespero, anhelando que alguien estuviera ahí para salvarlo y sin querer, terminó usando su voz de Omega, llamando a su Alfa a que viniera a su rescate.

—¡Dejen a mi amigo en paz! —exclamó esta vez, Doyoung quien a toda velocidad logró clavarle un cuchillo a uno de los hombres, quiso sacarlo pero no tenía fuerza suficiente y fue empujado con brusquedad hasta caer contra el suelo.

—¡Estúpido, Omega! ¡Desgraciado, mátenlo! ¡Matenlo ahora! —fue gritando en parte por el dolor, el cuchillo fue clavado en su abdomen bajo.

Doyoung se asusto cuando vio como un hombre sacó una pistola.

—¡Doyoung, vete! ¡Vete de aquí y déjame! ¡Debiste irte! —exclamó Taeyong entre lágrimas, se mueve inquieto pero es imposible, no le van a soltar.

El pelinegro se levantó y negó. —Hyung, no podía dejarlo sufriendo aquí solo.

—Dos Omegas para nosotros, genial —soltó un morboso.

—¿¡Dos!? ¿Quién dice que dos? ¡Arrojen a este maldito al río! —perdió todas sus ganas de estar con alguien que osó tocarlo.

El hombre que apuntaba a Doyoung con su arma se acercó y le señaló el lago. —Tu eliges, saltas y te ahogas o te disparo.

—¡Doyoung! ¡No, no le hagan nada malo a mi amigo!

El pelinegro a paso lento y tembloroso se dirigió a la orilla. Vaciló un poco. Pensó por un segundo que de verdad su valentía valdría de algo, que podría ser capaz de cambiar algo. «Que iluso» se insulto hacia sí mismo.

Y antes de que pudiera hacer algo más, escuchó el sonido de un disparo detrás suyo y como algo caliente se crea desde dentro de su cuerpo. Baja la vista y sangre cae como cascada ensuciando toda su ropa.

La vista se le nubla y cae débil al agua.

—¡D-Doyoung-ah! —Taeyong desgarro un grito entre fuertes sollozos.

Tal vez, lo llamaran cobarde o débil. Pero con una herida de bala y desangrándose mientras se ahoga en un lago con criminales arriba esperando a que si sube le volverán a disparar, Doyoung no tuvo ni la fuerza ni el valor de luchar por su vida.

Se dejó caer en lo profundo, aguantando la respiración hasta donde pudo.

Siempre ha sido un cobarde, por eso nunca ha podido encarar a Jaehyun y decirle de frente que ellos son los verdaderos predestinados. Entierra su tristeza, su sentimiento de desolación en lo más profundo de su corazón, aquel infernal dolor como fuego ardiente en su carne. Duele, duele mucho seguir viviendo al lado de Jaehyun.

Acostumbro a ser evasivo, a comportarse como un ignorante a la verdad, a simplemente vivir con una carga de su pecho, con aquel "rechazo" inconsciente de Jaehyun.

Había tantas cosas por hacer, había tantas cosas por vivir pero definitivamente, no quiere vivir para el momento en que ese estúpido Alfa logre de verdad unirse al Omega pelirosa. Ahí si, no lo podrá soportar.

Su lobo interior prefiere morir antes que presenciar tal acto que logrará arrebatar su cordura y sumirlo en un infierno lleno de dolor, en el que el simple respirar desencadenará múltiples púas que se clavan su corazón.

«Ayúdame, Jaehyun. Sálvame» Pensó en el último segundo en donde sus pulmones no aguantaron más y abrió la boca buscando respirar un aire inexistente. El agua entró y fue llenando su cuerpo.

Con su vista borrosa mira hacia arriba, la brillante Luna de la noche, la cual parece admirar su último momento de vista. Doyoung se molestó, se molestó de que estuviera ahí y no fuera capaz de dar una mano para ayudarlo en aquel tan trágico evento.

Logró visualizar una extraña pero a su vez familiar silueta tirarse al Lago. No puede ver el rostro de aquel muchacho pero sabe que alguien está yendo a su rescate.

La consciencia le pesa y cerró los ojos sintiendo de último momento como inundó sus fosas nasales el aroma de Campo Silvestre y Café.













¿Lograrán salvar a los Omegas con éxito?
¿Jaehyun habrá escuchado el llamado de Doyoung?
¿Hay algo más de Taeyong que no demuestra?


Para las personas que no se han pasado en mi otra historia de NCT, les aviso que mis escritos son algo dramáticos. No puedo evitar el drama y hasta la pizca de acción. Los verdaderos problemas para la unión de Jaehyun y Doyoung apenas es que están empezando 😈Hay bastante camino por recorrer...




No olviden votar y
comentar si les gusto❤️













Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro