Capítulo Ocho
—Ah... ¡Auch, Jung Yoonoh ten más cuidado! —fue exclamando un adolorido Americano haciendo muecas y soltando gemidos del dolor mientras, el Médico del grupo le limpia la herida de su brazo con algodón y alcohol.
—No es mi culpa que en medio de la noche hayas querido probar que se siente cortarse las muñecas. Tú no sufres depresión, John, sólo eres un retrasado —le regaño terminando de desinfectar para luego tomar una venda y rodear la muñeca del mayor.
Kun sentado en el sofá de al lado, su rostro tiene dos benditas y además, carga una bolsa de hielo pegada a su hinchada mejilla, más su labio inferior roto.
Incluso, Jaehyun no se salvó de estar ileso, tiene un moretón en su ojo izquierdo y sus manos ganaron unos cuantos rasguños.
Claramente, ellos tres no son buenos bebiendo juntos. La casa se encuentra hecha un desastre debido a que pelearon y discutieron hasta caer dormidos, mayormente por cosas estúpidas. Latas de cervezas tiradas por doquier y hasta sofás y muebles caídos que por cierto, una mesa tiene la pata rota, quien sabe como quedó eso así.
Siendo las ocho de la mañana, todos despertaron a duras penas por la alarma irritante de Jaehyun. Tirados en el suelo, nuestro protagonista abrazando y besando la pierna del Americano, quien a su vez jalaba los cabellos del Chino el cual tenía su cuerpo tirado encima de los más altos. Todos revueltos entre sí, despertaron de la manera más incómoda y dolorosa para sus cuerpos.
Johnny y Kun tuvieron que llamar al trabajo y avisar sobre el retraso de último minuto totalmente urgente y "justificado" mientras Jaehyun, para su suerte, la clase de ese día viernes, empieza a medio día.
—Ahora sí, debemos de limpiar este desorden —dijo una vez concluyó de tratar las heridas del más alto.
Juntos, cada uno empezó a ordenar algo. Kun se encargó de recoger todas las latas de cerveza y basuras colocándolas dentro de una bolsa negra. Johnny se dispuso a levantar los muebles caídos. Y Jaehyun de ordenar la cocina.
Ordenaron todo en alrededor de media hora y rápidamente ambos extranjeros corrieron al baño para asearse, debido a lo retrasados que están con el trabajo. Mientras, Jung se sentó tranquilamente en el sofá soltando un placentero suspiro, se cansó de tanto limpiar y por suerte tiene un momento para descansar.
Sintiéndose un poco mal por sus amigos, interrumpe su descanso dirigiéndose a la cocina para preparar una rápida sopa de verduras, ligera, saludable y deliciosa (receta enseñada por su difunta abuela). Mientras va mezclando el líquido en la olla hirviendo, escucha unos pasos detrás suyo. No se molesta en girarse y sigue con lo suyo. Hasta que de pronto siente unas grandes manos posarse en su cintura, se sobresalta un poco al sentir el mentón de alguien caer en su hombro. Ve el perfil de su gigante amigo y se ríe cuando nota como aspira el olor con gusto.
—Wow, huele rico, Yoonoh. ¿Qué le pusiste?
—Verduras —sonríe divertido cuando ve la expresión asqueada de su mayor. —Tonto, es delicioso. No solamente la comida chatarra lo es, ¿sabes? Mira, prueba un poco.
Tomó una cuchara y agarra un poco de la olla, se gira sobre sus talones quedando frente a frente del más alto, sopla el caliente líquido varias veces y le extiende el utensilio, teniendo cuidado de que cayera algo al recién limpiado piso.
—Abre la boca, John.
El americano vacila un poco pero termina accediendo, se inclina un poco y prueba. Al principio su expresión temerosa y asqueada pero terminó degustando demasiado.
—¿Ves?
—Realmente no pensé que el perejil fuera tan rico.
—Es brócoli.
Johnny abrió los ojos y asintió sorprendido. —Hasta la cosa más asquerosa sabe deliciosa con tus manos, ¿cuándo aceptarás casarte conmigo, eh? —puchereteo mientras da pasos hacia el Coreano y nuevamente posa las manos en la cintura ajena pegando sus cuerpos.
Jaehyun suelta una melodiosa risa. —Tonto, ve y consiguete un Omega que sepa cocinar y déjame en paz. No te voy a soportar tantos años de mi vida.
Empujó un poco al contrario dando su espacio personal y se dirige a unas gavetas tomando dos loncheras para vertir la caliente sopa en ambas.
—No te apresures, Johnny. Recuerda, a los treinta —le recordó con humor más un guiño.
—¿Qué haremos? Yo cumplo treinta primero —se lamento frunciendo sus labios mientras se acerca al menor y vuelve a abrazarlo por la espalda para volver a dejar su cabeza reposar en el hombro ajeno moviéndose como un cachorrito buscando amor. Jaehyun es alto y atlético, mide más de los ciento ochenta centímetros pero al ser él más grande en todo sentido, siempre ha sentido al coreano más pequeño que él. La diferencia de tamaño y altura es notoria.
—¿Se puede saber que hacen tortolitos? —llegó el Chino con su maletín en mano y una media sonrisa pícara al verlos. —Cuidado que echan a perder nuestros diez años de amistad por la borda.
—Cuidado tú, con ese tal Winwin. Si no disimulas bien, se dará cuenta hoy mismo de que lo amas, eso sí no se dio cuenta ayer —le respondió Jaehyun atacando contra el punto perfecto.
—¿Disculpa?
—No, no estas disculpado —contestó esta vez Johnny acurrucándose en el Coreano aun más.
—Ya están listas sus loncheras, llevenselas. Ayer comimos y bebimos mucho, nuestros estómagos deben comer algo saludable y ligero para la mala indigestión —aviso el menor de todos extendiendole los objetos a sus amigos, solo el Chino toma el suyo ya que el Americano sigue aferrado a su cintura.
—Y por eso después preguntas porqué no conseguimos Omegas, ya te tenemos a ti haciendo las labores domésticas y llorando por tu sensibilidad por los dramas —asume el empresario con obviedad.
—¡Exacto! ¡Eso es lo que digo! —asintió eufórico Johnny de acuerdo —¿Sabes que en estos tiempos es legal las relaciones de Alfas con Alfas?
—E incluso el poliamor, ¿por qué siempre dices que quieres casarte con Jaehyun y no me incluyes, eh? —cuestionó "ofendido" —Siempre me dejan como el tercero a la izquierda.
—"Iu, el amor, argh, asco" ese eres tu, ¿cómo quieres que te pida matrimonio si andas veinticuatro a siete así?
—Mhm, sí. Tienes razón —se encogió de hombros, no teniendo con qué excusarse y admitiendo la verdad. —Si me disculpan, me voy al trabajo.
—Tu también debes irte ya —Jae codeo al americano detrás suyo.
—Si, lo sé. Ya voy —se separó tristemente de su amigo y tomó su lonchera —Lo disfrutaré mucho, gracias, amor —le lanza un beso al aire y se va saltando como si fuese una hada saltarina.
Jaehyun ríe por la tonta y divertida actitud de su amigo.
Por un momento pensó en que si no logra conseguir a su Predestinado, no le molestaría vivir toda su vida hasta envejecer con sus tontos amigos y sus ocurrencias.
Claro, solo fue por un par de segundos hasta que recordó que es imposible «Taeyong es mi predestinado, eventualmente, de alguna manera u otra, estaremos juntos»
—¿Qué es esto? —cuestionó el Profesor de literatura viendo enfrente de sus ojos al tonto Alfa que le ha causado muchas lágrimas y sufrimiento alrededor de los años con una lonchera, la cual extiende hacia el.
—Lo siento.
—¿P-Por qué? —frunció el ceño, confundido. Su perplejidad es a tal punto que mira a los lados y detrás suyo pensando por un segundo que se confundió de persona pero no, Jaehyun se está disculpado con él.
—Realmente no pude dormir nada en toda la noche pensando en ti y en lo que hice para ofenderte. En realidad... —se rascó la nuca apenado mientras mira a los costados, temiendo que alguien que cruce por el pasillo lo escuche —Yo usualmente no soy así de maleducado, soy lo opuesto, ¡de verdad! Solo es que... No lo sé, no nos conocemos mucho pero me transmites mucha confianza y bueno, si te molesta mucho que me suelte mucho contigo, digo, con usted puedo cambiar. En fin, perdón por ser un idiota con usted y no respetarlo como se debe. Y-Y esto... —señaló la lonchera entre sus manos con sus mejillas sonrojadas —Es una nutritiva sopa deliciosa, tiene mucha zanahoria, debe gustarle mucho.
—¿La zanahoria? —bufo con diversión mientras arquea una ceja.
—Si, digo, como tiene cara de conejo —señaló el rostro del mayor mientras en el suyo se forma una genuina sonrisa que logró derretir el corazón de iceberg de Doyoung.
—Está bien, acepto tus disculpas —apresuró a decir tomando la lonchera. Siente un cosquilleo pasar por sus dedos cuando se rozan con las del contrario. Alejo su mano con rapidez y carraspea. —Eres exasperante pero eres amable, desde siempre lo he sabido. Nunca te he visto como un mal chico.
—Pero me llamas superficial —le recordó, mostrándose aún herido por aquello.
—Si, bueno, tal vez no tanto. Al menos sé, que tus sentimientos por Taeyong-Hyung son genuinos —le dolió un poco decirlo en voz alta pero era algo que debía de admitir. Jaehyun de verdad amaba a aquel Omega, no solo por su físico como siempre había pensado.
«¿Llegará a amarme con la misma intensidad?» Pensó con anhelo. Debería, ya que son predestinados pero si en dado caso que no... ¿Qué hará?
—Mm... Sí.
—¿Por qué de pronto te ves incómodo? ¿Pasó algo con tu "Alma Gemela"? —cuestionó entre comillas interesado.
—Nada, solo... La última vez que lo vi y hable con él fue el fin de semana, es... La primera vez que llevo tantos días sin comunicarme con Hyung —balbuceo un poco en su hablar, no pareciendo conforme —Le he dado su espacio por su, bueno, pareja...
—Ah, sí, su actual novio al que odias con toda tu sangre, ¿no?
—Bueno... Sí —se río un poco. De pronto una bombilla alumbró su mente, una brillante idea —¿Has visto o hablado con Tae-Hyung?
—En realidad, no. No lo veo ni hablo con él desde hace casi diez años cuando me fui.
—¿En serio? Si quieres puedo cuadrar una cita el fin de semana de los tres para que lo puedas ver y así intercambien números, ustedes eran muy amigos —la sola idea emocionó al castaño, algo que nuestro Omega se dio cuenta de inmediato.
—Solo quieres que este cerca de Taeyong-Hyung para que te ayude, ¿no?
Jaehyun puso los ojitos más tiernos del mundo mientras une sus manos como si fuese a rezar —No harías mucho, prometo no pedirte muchas cosas y además, deberías agradecerme, te haré reencontrarse con tu viejo amigo. Apuesto a que no tienes a nadie aquí en Seúl.
—Tienes razón, no tengo a nadie.
—Pero ahora me tienes a mi —se tocó el pecho con orgullo mirando con una gran sonrisa hermosa al mayor, ocasionando que su corazón lata apresurado. —Y próximamente a Taeyong-Hyung. No estarás solo, Hyung. Te presentaré a mis amigos también ¡y a todos los que conozco! También lo puedo ayudar a conseguir una pareja y cada vez que compre mi postre favorito, le traeré una rebanada.
—¿Y por qué de repente tan amable? —preguntó mientras siente sus mejillas arder. La emoción genuina y la amabilidad excesiva cuál niño del Alfa, le llegó al corazón.
—Porque me ayudaste en la secundaria y próximamente lo harás, le debo mucho.
—Si, claro...
—Por cierto, páseme su número celular. Hablaré con Tae-Hyung para cuadrar una cita.
—Esta bien.
La mano de Jaehyun tiembla mientras sostiene su celular, en la pantalla está el número de Lee Taeyong pero presionar para llamarlo le es tan difícil. Está nervioso, muy nervioso. Tiene miedo y ansiedad. No sabe cómo exactamente actuar y verle a la cara de nuevo.
Odia a Yuta y siente repulsión de solo volverlo a ver. Sinceramente, necesita a Doyoung la próxima vez que vea a la pareja, es el único que logró calmarlo la primera y última vez que se reunió con ese Alfa.
Por eso, necesita tanto del profesor con cara de conejo cerca de Taeyong y especialmente cuando se encuentre con el Japonés. No sabe exactamente cómo logró tranquilizarlo, pero su olor de Peras y Manzanas, lo hace.
Estuvo a punto de presionar para llamar, se sobresalto cuando de pronto, le llegó una llamada entrante de nada más ni nada menos que del mismo. Temblando aceptó y puso el celular en su oreja.
—¿Hola...?
—Hola, Jae. ¿Has estado bien? —la dulce voz de Taeyong, logró que su corazón aleteara.
—Si, ¿y usted?
—También. Yo... Bueno, he estado preocupado y por eso no nos hemos comunicado en toda la semana. ¿La semana ha estado difícil? ¿Tienes muchas tareas o exámenes? Sabes que puedo ayudarte, ya pase por eso.
—Tranquilo, Hyung. Puedo con todo y más.
—Tengo unas notas que tomé en mi último semestre, la próxima vez que nos veamos, te las daré. Espero que te ayuden.
—Muchas gracias, Hyung. Por cierto, ¿a qué no adivinas a quien me encontré?
—¿Quién?
—Kim Doyoung, ¿se acuerda de él?
—¿¡En serio!? Claro que me acuerdo de él ¿Dónde estuvo en todo este tiempo?
—Se fue a Geonggi por problemas familiares pero volvió hace poco más de una semana y es profesor de Literatura de mi Universidad. Él lo extraña y me dijo para hacer alguna reunión el fin de semana, si usted tiene tiempo.
—¡Claro! Mañana es sábado, vamos mañana a una Cafetería, ¿te parece?
—Si, le diré.
—Oh no, espera un momento.
—¿Qué sucede?
—Tengo una cita con Yuta-ssi... —ya Jaehyun se imaginaba el hermoso rostro ruborizado de su mayor, algo que hizo hervir su sangre.
—Bueno, si quieres lo traes y luego de que acabe la reunión ustedes salen juntos, no sé —usualmente no sería lo suficientemente amable como para decir algo así, pero necesita conocer a su enemigo y con Doyoung cerca, sabe que no hará ninguna locura.
—Si, le diré. Por cierto... ¿Qué te pareció?
—¿Yuta-ssi?
—Sí.
—El punto es que te guste a ti, no a mi —miró el hermoso atardecer del cielo con tristeza «Ojalá estuviéramos juntos viéndolo»
—Si pero tu eres mi mejor amigo y casi como mi Alma Gemela, me entiendes mejor que nadie e incluso sabes que es lo mejor para mi más que yo mismo. Entonces ¿qué te parece?
«Si me lo preguntas, yo soy lo mejor para ti»
Intentando callar todos los insultos que tiene hacia el Japonés, busca ser lo más neutral. Si dice algo fuera de lugar, Taeyong podría discutirle y alejarse de él, algo que no quiere.
—Bueno... Tiene un buen trabajo, me imagino que un sueldo estable. Se ve maduro y al ser de otro país, es bueno para que aprendas nuevas costumbres y no te quedes siempre en la Coreana. Me imaginaba que terminaría casándose con algún medico.
—¿En serio? —chilló de la emoción.
«Claro, conmigo»
—Si, eres muy sabio e inteligente como para estar con alguien que no es lo suficiente para ti. No te mereces lo peor.
«Te mereces algo como yo»
—Aun así, por ahora todo es positivo. Tengo que conocer bien al tal Yuta y darte una opinión acertada, solo lo vi una vez y no conozco mucho de él.
—Mañana pueden hablar, él te agradará mucho. Creo que de verdad es mi Alma Gemela ya que nunca sentí algo así en mi vida y...
—¿Cómo que "Crees"?
—No lo sé, osea nos estamos conociendo aún y a pesar de que es la primera vez que siento algo así, a veces para estar completamente seguros de que esa persona es tu verdadero predestinado es, bueno... tener intimidad. O porque nuestros lobos son lo suficientemente perceptivos y se dan cuenta al instante, pero mi lobo... Esta confundido.
—¿Por qué está confundido? —un pequeño pinchazo de esperanza apareció en su corazón. ¿El lobo de Taeyong duda por alguien más? ¿Será por él?
—Yo... Bueno, no lo sé, solo es así —balbuceo un poco. —Cualquier cosa te estaría diciendo, adiós.
Y así, la llamada concluyó abruptamente, dejando a Jaehyun completamente confundido y perplejo.
Su Hyung se comportó extraño a lo último, ¿por qué? ¿Qué tiene su pregunta? ¿Por qué se puso tan nervioso?
Le pareció un poco raro que cuando estaba con Yuta, le afirmó que eran predestinados pero ahora, en una charla de los dos mostró inseguridad. ¿Por qué?
¿Qué creen que suceda en la salida de estos cuatro individuos?
¿Por qué creen que Taeyong está inseguro?
¿Doyoung nuevamente ayudará hasta el final al tonto Alfa?
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