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Capítulo Doce







Lee Taeyong se ha caracterizado en toda su vida por ser una persona cerrada con respecto a la parte de socializar con otros individuos. Sus padres son muy culturales, por algo son dueños de un Templo Budista.

Siempre fue cuidadoso al relacionarse con Alfas, un poco tímido o a veces totalmente odioso si le desagrada.

Nunca, en sus veintiseis años de vida, ha tenido pareja o siquiera alguien le ha gustado. Muchos dicen que al ser tan perfeccionista y exigente, por eso no se ha enamorado y que baje sus estándares a menos que quiera morir soltero. Su cara bonita no puede arreglarlo todo, eso le decían.

Esa fue de las razones por las que cortó lazo con absolutamente todas sus amistades de la Preparatoria. Sólo quedó Jaehyun, el único que nunca lo infravaloró, nunca se quejó de su forma de ser y al contrario, es la primera persona que tiene sus mismos puntos de vista.

La partida repentina de Doyoung le dolió ya que se entendía muy bien con ese Omega y no sentía que estaba a su lado por fama o atractivo. Aún así, el mundo fue tan amable en traerle a Jung Jaehyun. Antes de conocerlo pensó que era como todos los demás pero se arrepintió, lo había juzgado como todos lo juzgaban a él.

Actualmente ama a Jung como su propio hermano menor. Por fin se sentía entendido, que no era el único con extraños gustos. Taeyong siempre se caracterizó por ser algo diferente, lo que hace que se sienta alejado de los demás. Perfeccionista y amante de la limpieza, además del amor por el estudio. Todos le miran raro cuando admite amar aprender. ¿Es tan raro así?

Con Jaehyun, éste nunca lo criticó por preferir ir todos los sábados a una biblioteca en vez de salir con amigos o pasarla en una fiesta, aunque Tae... No tenía amigos ni hermanos. Solo sus padres y Jaehyun.

Pero recientemente, tiene a Yuta.

Su corazón late rápido, sus manos sudan sosteniendo una cajita con dulces adentro que hizo con su madre la noche anterior. No es de los que les miente a sus padres, fue honesto y les dijo que estaba saliendo con un Alfa pero cuando la relación fuera más seria lo llevaría, no quería llevar a alguien a casa al cual solo se conocen por seis meses y llevan saliendo uno. Es muy pronto. Aún recuerda con confusión como su madre chilló y preguntó por Jaehyun. Creyó que ese Alfa sería su querido amigo casi hermano.

En realidad, no se sorprendió mucho cuando su madre lo preguntó, no es la primera vez que los confunden como pareja. Antes, todos en el hospital pensaron lo mismo incluso Nakamoto, algo que hizo un poco difícil que su relación floreciera. Aún así, no es culpa de él si no de todos aquellos que concluyeron algo sin preguntar.

Saludo a las recepcionistas con pena y apretando la bolsa entre sus manos camina hasta la Oficina del Alfa.

Antes de llegar lo ve con una pareja y un niño, todos entrando a la oficina. Sus miradas chocaron y el Japonés le saludo con un ademán de manos más una media sonrisa.

Taeyong solo se ruboriza.

Piensa en esperar pero su turno empezó por lo que se tuvo que ir. Guardo su preciada bolsa en su casillero y le envió un mensaje a su pareja.






Yuta-ssi

Buenos días, Yuta-ssi.
Quiero hablar con usted,
cuando tenga tiempo me avisa.
7:15 am

Buenos días, Taeyonggie.
Estoy algo apretado de
trabajo pero sacaré
cualquier momento por ti 😉
7:20 am






Sonríe y empezando el trabajo espera paciente una llamada o al menos un mensaje del Japonés. Lo que no se espero es que tardaría mucho más de lo que pensaba.

Esperando.

Esperando.

Y esperando.















—Llevas días preocupado, ¿tienes muchos exámenes? —cuestionó Doyoung al futuro Médico. Ambos sentados en una banca al lado del árbol, el mismo lugar en donde el Profesor lo encontró semanas atrás acariciando la foto del Omega pelirosa.

El día pasó volando y ahora, juntos admiran el atardecer.

Jung come unas fresas que trajo y le brinda un poco al mayor.

—No —negó y con desilusión, suelta un suspiro mientras ambas mejillas están regordetas debido a todas las fresas que tiene dentro de la boca. —Uno de mis amigos esta distante.

—¿Quién?

—Johnny, ¿te acuerdas de él?

—Si, claro. Es el americano al que te pegabas de arriba a abajo en la escuela.

—Si bueno... —rió incómodo por recordarse más específicamente en la niñez, fue un tonto al enamorarse de ese gigante —De pronto el lunes ya no volvió a casa.

—¿Y cómo sabes que no vuelve a su casa?

—Kun, Johnny y yo vivimos juntos desde hace un año. Es más fácil y práctico, cada uno paga la mitad de todo y eso nos ayuda a ahorrar dinero —explicó y el Omega asintió.

—¿Tres Alfas viviendo juntos? Debe ser un dilema —rió de solo pensarlo. Recuerda a Johnny como un desordenado y despreocupado pero amable, a Kun como un buen estudiante muy quisquilloso con todos, y Jaehyun, bueno... Ya saben como es Jaehyun.

—Ni que lo digas, el otro día nos emborrachamos y Kun y yo nos pusimos a pelear.

—¿Y por qué?

Chasqueo la lengua al recordarlo —Es que el tonto no cree en el amor pero yo le digo que el amor existe y ambos algo borrachos, peleamos. ¡Y el estúpido de Johnny se tiro encima de nosotros creyendo que no sé, estábamos en una fiesta, casi me rompe la espalda! —dramatizo lloriqueando, causando una carcajada del cara de Conejo.

—Pobre —se burlo sin piedad. Jaehyun hace un puchero con sus labios indignado por la reacción de su Hyung —Pero... Pero... —una vez dejando de reír trató de tomar aire y preguntar —¿Por qué se alejo? ¿Qué le hiciste a John-Hyung? ¿Se molestó de que no uses honoríficos con él?

—¿Cómo sabes que no uso honoríficos con él?

—Porque acabas de decir los nombres de tus amigos sin honoríficos siendo el menor de todos.

—Ellos son extranjeros, no son quisquillosos como otros que solo por ser unos meses mayor que uno se ponen sensibles —dijo con una indirecta muy obvia. Doyoung solo negó y lo codeo. Antes de que Jaehyun siguiera hablando le extendió una fresa al mayor el cual la tomó con una pequeña sonrisa. —Bueno, el punto es que John está raro, creo que tiene un problema y como sabe que es muy hablador para no contárnoslo prefiere escaparse. Eso supuse con Kun, estamos esperando a que hable, no podemos hacer nada por él si no desea hablar, ¿sabes? Solo esperarlo y darle su espacio.

—¿Desde cuándo no vuelve a casa?

—El lunes no volvió, el martes lo hizo muy tarde, estaba ocupado estudiando y no pude verlo. El miércoles y Jueves igual —volvió a suspirar triste. —Ayer corrí a la puerta para saludarlo pero dijo que se sentía mal y se encerró en la habitación. No lo entiendo y me frustra porque quiero entenderlo.

—En algún hablará, tal vez se está tomando su espacio. Sabes que todos tienen su problemas y Johnny pasó por muchos en su momento —Doyoung deja su mano caer en el hombro del menor para darle caricias y fuerza. —Verás que todo estará bien.

—¿Será que su padre saldrá de prisión este año y no nos enteramos? —cuestionó de pronto aterrado.

—No, creo que su padre sale es el año que viene. Tal vez eso lo tiene abrumado, mientras estés ahí para él apoyándolo a si sea en silencio, con eso bastará, Jung. No puedes obligar a tu amigo a contarte.

—Lo sé, lo sé... Por eso espero. ¿Deberíamos de buscar a algún abogado? ¿Tu crees que busque uno?

—No lo sé y no hagas nada así sin su consentimiento.

—Si, tienes razón. Gracias por tus palabras, de verdad.

—No tienes que agradecer, no fui de tanta ayuda, apuesto a que Taeyong-hyung dijo cosas mejores —intentó no sonar triste pero aun así su ánimo bajó. Aquellos momentos en donde está con Jaehyun, los atesorara con su corazón, aún sabiendo que sería el segundo de todo.

—¿Taeyong-hyung? Yo... Aún no le he contado nada —se sinceró, dejando sorprendido al mayor. —En realidad, desde que me reveló su relación con ese Japonés no nos hemos hablado y reunido como antes.

—Claro, debe hacer espacio para su novio y más con su apretada vida. Hyung le encanta hacer de todo y aprender de todo.

—Exacto, su poco tiempo libre lo pasa con ese —recriminó con recelo —Solo nos hemos mandado saludos o hablado de cosas triviales. Más te he visto a ti que a él.

Doyoung no quiso sentirse feliz pero no pudo evitarlo. Por fin sintió que tenía algo más de Jaehyun que Taeyong no. Y es cierto, ambos han desayunado y almorzado juntos en la mayoría de las ocasiones, y hoy, siendo viernes después de salir de sus trabajos y estudios se sentaron con calma a disfrutar del atardecer.

—¿Y si hacemos una salida de cuatro el fin de semana?

—Ay, no otra vez, Jung.

—¿Por qué? A ti te agrada Tae-Hyung.

—Si pero quiero sentirme cómodo, no atado a mandarte feromonas para te calmes y no te tires encima de Yuta-ssi.

—Es que él tiene una cara muy golpeable —se excuso obvio, haciéndose el inocente.

—Si me lo dices a mi, yo opino que Yuta-ssi tiene una cara muy atractiva además de ser maduro, amable, amigable y dulce. Pienso que es muy decente y bueno para Taeyong-hyung.

—Yo también soy bueno para Tae-Hyung.

Doyoung rodó los ojos y decidió callarse, es mejor eso a que empezar una nueva discusión con el menor.

Y cuando se dieron cuenta, la noche había caído.


—Te quite mucho de tu tiempo, ya es de noche —dijo Jung una vez ambos caminan en la acera en medio de la oscuridad y las pocas estrellas que abunda el cielo.

—Tranquilo, también me la pasé bien contigo. Es mejor que me vaya ya...

—Yo te llevo —propuso el menor, sacando las llaves de su auto —Últimamente han habido secuestros y Homicidios a Omegas Bonitos como tú, es peligroso, déjame llevarte a casa y mantenerte a salvo.

Doyoung se hubiera negado a no ser de que el Alfa se refirió a él como "Bonito". Intentando no ruborizarse asintió. Desear más momentos a solas tranquilo con el menor ¿es malo?

Se montaron en el lujoso auto, Kim nunca se montó uno de aquel modelo y sabiendo que Jaehyun no trabaja, lo compraron sus padres. Esta al tanto que al contrario que él, Jung vive de una familia acomodada. No multimillonaria como en los kdramas pero tienen lo suficiente como para que su hijo siempre vista ropas de marcas caras y nunca use algo de segunda mano.

—¿Tus padres te lo compraron, no?

—Creo que es obvio, yo no trabajo —contestó con una media sonrisa —Pero pronto lo haré y les devolveré el auto, quiero ser auto-eficiente.

—Eso está bien.

—Si, si supieras que mamá me visitó el fin de semana. Ella es muy dulce, creo que nunca la has conocido, cuando vuelva a la casa te llamaré para presentarte la. Le hable de ti e incluso le prometí traerte a la próxima —le dijo ingenuo o más bien estúpido, sin pensar en la razón exacta por la que quiere presentar al Omega a su madre. Sólo piensa que Doyoung es muy agradable, más de lo que pensó cuando tenía quince años.

—Yo recuerdo a tu madre, siempre venía a todas las juntas y a los eventos. Es una Omega muy guapa a pesar de su edad.

—Claro, pues de dónde crees que salí yo —sonrió orgulloso —Mi genética es muy buena.

—Pero no recuerdo haber visto nunca a tu padre —admitió. Como siempre supo que Jaehyun es su predestinado estuvo al pendiente de él desde pequeño, pero nunca en sus nueve años estudiando juntos vio al padre de éste. Conoce de la existencia de los dos hermanos menores de Jung, Jaemin de unos quince años y Jisung, que si no se equivoca debe de tener trece.

Jung miraba al frente atento a conducir sin borrar su sonrisa en ningún momento y habló sin una expresión —Mi padre se ocupa trabajando.

Tenso. Eso sintió Kim de parte del Alfa y sabiendo que es mejor no indagar, calló.

Odia que Jaehyun fingiera estar bien cuando no lo está. Siempre sonríe y es tan positivo. La primera vez que lo vio, supo que estaba devastado por un amor unilateral, su corazón sintió pesar por él. Pensó que al hacerse más cercano a él sería, no sé, no tan... Así.  Fingiendo ser perfecto, fingiendo sus sonrisas de comercial, fingiendo todo de él y nunca hablando con la verdad.

Diez años enamorado de un chico al cual nunca se declaró. ¿Quién es capaz de hacer algo así? Bueno no puede criticar mucho, porque él también es así.

Jaehyun se detuvo enfrente de una urbanización llena de distintos edificios.

—Vivo en el tercer departamento en el cuarto piso —explicó mientras señaló el mayor. Jung asintió.

De pronto para intervenir en su casi despedida, una llamada telefónica suena. Jaehyun saca su celular y se sorprende al ver la pantalla.



—¿Quién es?

—Es Taeyong-hyung —dijo y contestó de una vez —Buenas noches, Hyung.

Jaehyun... ¿Estás... Estás ocupado? —cuestionó el mayor del otro lado de la línea, su voz suena extraña, un poco ronca e inestable.

—No, no lo estoy. Hyung ¿está bien? —cuestionó preocupado y Doyoung a su lado lo miro con la misma expresión.

Si, solo... Quiero verte.

El corazón de Jung latió y asintió de inmediato. —Si, claro. ¿Dónde estás?

En el hospital, mi turno terminó.

—Y terminó hace un buen rato, ¿qué haces aún ahí? Ya voy para allá.

Después de colgar, Doyoung preguntó —¿Está bien? ¿Le pasó algo?

—No lo sé, dijo que quiere verme. Creo que es importante —se miró en el espejo retrovisor e intento arreglar la imperfección de su cabello —Hyung, ¿cree qué me veo bien?

Kim bufo —¿En serio me haces esa pregunta?

—¿Qué? ¿Estoy feo? —volvió a mirarse en el espejo buscando y detallando todos sus defectos asustado —Rayos, sabía que no debía de vestirme así. Sospechaba que este color de camisa no me queda a mi tono de piel, ¿se nota mucho? ¿Lo notas mu...

—Jaehyun —lo interrumpió, estando realmente sorprendido de aquella faceta insegura de su menor. Se la pasaba 24 horas al día diciendo que es lindo, atractivo, hermoso, guapo y hasta haciendo un seguro a su rostro ¿por qué de pronto toda su seguridad se esfumó? —Tu eres el Alfa más atractivo que he visto en toda mi vida.

Ahora es Jung quien lo miro perplejo, sin palabras y hasta un rubor apareció en sus mejillas. —¿En serio?

—¿Qué esperabas? Tu también repites a cada rato lo bello que eres, no te hagas el modesto ahora —decía mientras prepara sus cosas y abre la puerta. —Me voy, buenas noches.

Jaehyun se sobresaltó de lo fuerte que su amigo cerró la puerta, quiso asomarse por la ventana y decirle que no era necesario hacerlo tan fuerte pero el Omega ya había entrado a aquella urbanización.

Al ya saber que el muchacho está seguro en su casa, partió hacia el hospital. Nervioso y ansioso.

Después de unos largos minutos que le parecieron eternos en el andar, llegó y llamó al pelirosa.

A los minutos lo vio salir pero con una indecisión notoria, mirando hacia atrás esperando que alguien saliera. Tiene un bolso colgando de sus hombros y una lonchera abrazada a su pecho. Frunció el ceño al notar que aquella es la primera vez que ve algo así, a Taeyong inseguro esperando algo de alguien más.

Lee Taeyong nunca espera nada de nadie.

El Omega llegó hasta su puerta y la abrió para adentrarse. Una vez se sentó, suspiro con desilusión viendo el objeto en su regazo.

—¿Pasó algo, Hyung?

—No, solo... Traje dulces, ¿quieres?

Abrió la tapa y mostró cupcakes de chocolate.

—Claramente eso no era para mí, ¿no? ¿Qué pasó con Yuta-ssi? —a pesar de verse serio y preocupado, en su interior, espera y desea que hayan discutido o algo así.

Tae rió sin gracia —No lo sé, no discutimos exactamente pero... No me siento bien con él hoy, solo toma los dulces, no tengo a nadie más quien dárselo.

—Te los puedes llevar a casa y comer, es simple.

—Los hice con mi mamá para Yuta-ssi —ruborizado intento explicarse —Yo no lo hubiera hecho si no fuera porque veía en todos lados que los Omegas les hacen estas cosas bonitas a los Alfas y no sé, me fruste, pensé que Yuta-ssi esperaba algo así. Sentí que era una obligación —se frustró mientras soba su rostro.

—¿Y él esperaba algo así?

—No lo sé, me dejo plantado —contestó con un triste puchero. —Lo espere desde las siete de la mañana, mi turno terminó a las cinco pero aún así lo espere hasta ahora casi las ocho de la noche. Yo... Yo no estoy acostumbrado a esperar, ¿sabes? Y me frustra, simplemente no lo sé, pero no me gustó que me hicieran esperar por tanto tiempo. Sé que estaba trabajando pero solo tomaba un minuto darle esto.

—¿Y qué? ¿Le dijiste algo? Debiste quejarte, solo tomaba un minuto darle la lonchera, ¿le dijiste?

Taeyong sacó su celular del bolsillo y entró al chat con su mayor. Minutos antes de salir le escribió:

"Gracias por tu tiempo hoy, espero que siga así todos los días a partir de ahora para ver hasta donde llegaremos.

Buenas noches"


Jaehyun quería no reírse, realmente trató de no hacerlo. Con disimulo pasa su mano por su rostro. No sabe porqué está tan sorprendido, Taeyong será tierno pero es irremediablemente honesto. Tal vez... por eso es su único amigo en la actualidad.

—¿En serio le escribiste esto?

—Seé que el trabajo es importante, lo sé porque estamos en la misma rama y puede ser agobiante pero yo solo le pedí un minuto y me dejo en visto, ¿entiendes Jae? En visto —por un segundo volvió a mirar el Chat y quedó sorprendido —Conduce ahora, Yuta-ssi ya vio el mensaje. Vámonos rápido.

El Alfa haciéndole caso arrancó y se fue del estacionamiento del hospital. Pensaron que se habían salvado pero un pelirrojo que salió corriendo del Edificio, cansado y preocupado buscando en todas las direcciones mientras sostiene su celular, los vio irse.

Hace tiempo Jaehyun no se sentía tan feliz y emocionado, su Omega eligió su compañía por sobre aquel estúpido Alfa además, le metió un cupcakes en la boca mientras conducía. Se rió y terminó de comerlo.

—¿Está bueno?

—Claro que si, Hyung. ¿Hay algo que usted no sepa hacer? —halago casi como un coqueteo inconsciente que logró ruborizar al Omega.

—No soy tan bueno en todo, Jae. Solo lo intento y ya —se encogió de hombros obvio.

—¿Quieres algo de música?

—Si, pondré algo tranquilo —contestó el mayor para prender la radio y empezar a rebuscar entre los canales.


Anoche a las 12:30 de la madrugada se encontró el cadáver de un Omega de unos veinticinco años de Edad. Se dice que son los mismos perpetradores que han estado atacando y aún se encuentran acechando las... "

Taeyong pareció interesado en escuchar pero Jaehyun no, por lo que rápidamente lo cambió.

—¿Por qué lo quitas?

—¿Quieres volver a escuchar una y otra vez lo mismo? Yo no, no me gustan estas clases de atrocidades —de solo pensarlo la piel se le puso de gallina y su corazón sintió una opresión. Definitivamente no le gustan esos temas.

—Cierto, eres sensible a los casos de homicidio —asintió en un murmuro, recordando las veces anteriores que el menor le mencionó aquello.

—Lo odio —soltó de pronto, con la mandíbula tensa, obligándose a mantener la vista hacia el frente para no distraerse al conducir pero mantener su estabilidad le es difícil. Aprieta el volante con mucha fuerza, casi queriéndolo aplastar entre sus propias manos hasta romperlo. —Odio a las personas que se creen con el derecho de decidir la vida del otro, aquellos que toman un cuchillo o gatillo. Simplemente no soporto a esos criminales.

—Pareciera que alguna vez conociste a un homicida —comentó Taeyong a la ligera, no tomándose sus propias palabras a pecho. —Es bueno que los odies, esos criminales deben de estar tras las rejas y nadie debe de darles piedad.

—Piedad es dejarlos morir así sin más —agregó mostrándose neutral pero en su interior, hay algo extraño. Como si fuese algún cable teniendo un corto circuito al hacer conexión con otro, buscando hallar algo, ese algo que no encontró.

Jaehyun entró a la urbanización privada de Taeyong, el cual extendió su brazo fuera de la ventana para pasar una tarjeta en un escaner, las rejas fueron abiertas y el auto se adentro. Un lujoso sitio con más de treinta casas, distintas calles y hasta un gran parque con un hermoso manantial en el centro.

En menos de un minuto se estacionó en frente de la casa de Taeyong, grande pero no de esas llenas de una modernidad exagerada, es bastante cómodo y hogareño con un gran espacio natural lleno de flores en la entrada.

—Gracias por traerme, Jaehyun —le fue agradeciendo mientras va tomando sus cosas, preparándose para salir.

La puerta de la casa fue abierta y de ahí se apareció la hermosa madre del pelirosa, la señora Taeyeon, la cual se acercó hasta el auto. 

—Oh, tu madre bien para acá —señaló Jaehyun.

—Buenas noches muchachos —saludo ella sonriente.

Taeyong salió del auto y la abrazo. —Buenas noches, mamá.

—Gracias, Jaehyun por traerlo a casa —se asomo por la ventana del copiloto.

—No fue nada, señora —le sonrió amable.

—Siempre tan guapo, la última vez que te vi fue en diciembre. ¿Por qué no has vuelto a visitarnos? Taeyonggie ya no habla mucho de ti como antes.

—¡Mamá! —exclamó en un susurro mientras jala el brazo de su progenitora.

Jung se rió apenado. —Estoy ocupado y estresado por mi último semestre de la universidad y también su hijo ya tiene con quien pasar sus tiempos libres.

—Oh, si. ¿Lo has conocido? No nos lo ha querido presentar, ni mostrar en foto —se lamento la mayor.

—No es momento, mamá. Cuando esté listo te lo presentaré, mientras tanto prometo no hacer nada malo ni indebido.

—¡El punto es que quiero que hagas cosas indebidas! Necesito cachorritos que se parezcan a ti corriendo en la casa —anhelo casi que imaginando sus tiernos nietecitos, todos de cabelleras rosadas, labios y mejillas como unas fresitas y brillantes ojos azules. Unos lindos y regordetos bebes.

Taeyong se ruborizo y casi que se atragantó con su propia saliva. —¡M-Mamá! Vamos a entrar por favor, me estás avergonzado.

—Exagerado —rodó los ojos. —No te haré perder más tiempo, Jaehyun. Regresa salvo a casa y avísale a mi hijo para saber que lo hiciste.

—Está bien.

—Buenas noches.

—Buenas noches. Nos vemos, Tae-Hyung.

Con su gran sonrisa dulce con sus lindos hoyuelos en cada lado, arrancó.

La mujer mira el auto irse con su hijo jalando de su brazo para adentrarla a casa.

—Afuera hace frío, puedes enfermar.

—Enfermo estas tú —negó la rubia con desilusión para esta vez dirigirse por su propia voluntad al interior de su hogar.

—¿Qué? ¿Por qué?

—No lo sé. Dime ¿quién teniendo a un lindo chico como Jung Jaehyun a su lado se consigue otro novio? —cuestionó obvia.

El pelirrojo rodó los ojos soltando un exasperado suspiro, harto de lo mismo una y otra vez. —Solo somos amigos, mamá. Siempre lo hemos sido.

—Son muy cercanos como para ser normal entre sus géneros.

—Un Alfa y un Omega pueden ser amigos en estos tiempos, no estamos en la Edad Media.

—Lo sé, lo sé. Pero aún así digo, que es imposible que en tantos años ninguno haya generado sentimientos por el otro.

—Jaehyun no me gusta, eso lo sabes —espetó serio. —Y me gustaría que en frente de mi novio, al que presentaré en el futuro no menciones estas palabras, por favor.

—¿Y Jaehyun? ¿Estas seguro que no te quiere? —su pregunta lo dejo perplejo, cuando por fin pudo pensar con claridad e iba a negarse, ella prosiguió dejándole la palabra en la boca —¿Por qué él te trajo a casa y no tu novio?

—Aún no quiero que lo conozcan.

—¿Y por qué Jaehyun tiene la caja de cupcakes que hicimos anoche? —arqueo una ceja curiosa. —¿Discutiste con tu pareja o algo?

Tae frunció su ceño y no quiso responder, solo cerró la boca dándole a entender a su madre que algo así fue.

—Sólo te diré que él realmente me gusta como yerno. ¿A ti de verdad no te gusta nada nadita? ¿No has imaginado si quiera una vez un futuro con él? Jung es de verdad un buen Alfa y uno para nada dominante hablando de machismo, es super amable y pacifista, dulce y muy atento, ambos son doctores y se entienden a la perfección. Nunca han discutido o llevado mal, al contrario siempre han estado juntos. ¿No deberíamos buscar personas que nos complementan como parejas?

—...













¿El padre de Johnny en la cárcel?
¿La actitud de Jaehyun en el auto con Taeyong se debe a algo más?
¿Tae se dejará influenciar por su madre?
Y si lo hace ¿Qué será de Doyoung?

Algunas cosas podrán parecer que no tienen sentido pero pronto irá tomando forma todo y explicandose bien las cosas. El siguiente capítulo lo estoy haciendo y esta lleno de drama así que prepárense🤭







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