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Capítulo Diecinueve




Desde su reunión del Lunes con Sungchan, se ha mantenido en contacto con él. En las mañanas apenas y ve un ratico a Jaehyun, el cual le toca partir, unos días vuelve más tarde que otros pero nunca le olvida o deja de prestarle atención. A cada rato le escribe usando muchos emoticones algo que ya le fastidia (no soporta mucho las caritas tiernas contrario a Jung). En las noches se toma un buen de su tiempo para hablarle, le dice que no es necesario que lo haga y termine su tarea pero Jung es testarudo, dice que no se preocupe que después estudia. ¿Tanto disfruta hablar con él o es que intenta deliberadamente retrasar su hora de estudio?

Se siente mal, cada vez que tiene sed o finge tenerla, se dirige a la cocina y busca agua, lo ve. Siempre lo ve trasnochadose enfrente de la laptop, cuadernos, libros y hojas desordenadas en el salón. Sentado en el sofá, bostezando una y otra vez, con sus cansados ojos y párpados que amenazan con cerrarse una y otra vez.

Doyoung lo sabe, sabe que éste no es el verdadero Jaehyun.

Lo odia por amar a Taeyong pero hay un sentimiento que vence aquel odio y es la pena. Ver a Jaehyun hacer todo tipo de cosas por amor, hasta el punto de fingir sus gustos, forma de vestir, sus sueños y deseos, todo, absolutamente todo de sí, convirtiéndose en un ser humano vacío y hueco sin emociones ni pensamientos propios con el fin de agradar al otro. ¿Tanto da por amor?

En algún momento, en un futuro hipotético, cuando sean una pareja oficial o al menos algo parecido, no le gustaría ver que Jaehyun haga todo lo que hizo con Taeyong. Eso es triste y solo un psicópata disfrutaría recibir tal atención.

No es sano, lo que Jung hace no lo es.

Y odia que Lee no este enterado de quien es Jaehyun en realidad pero sabe que cuando se entere de la verdad, se sentirá todo menos bien.

A conocido un poco más a Sungchan, su vecino de al lado en todos estos días. Es amable, dulce y genuino. Pasarla con él, es de su agrado pues le produce calma a su alborotado corazón.

El día miércoles, fue a hacer el testimonio con Taeyong en la fiscalía por los secuestradores, pronto empezarán los juicios y les toca ir como víctimas y testigos.

Hoy, día sábado. Se levantó un poco más tarde de lo usual y cree que no es el único.

Aún en pillama, camino hasta la cocina, frotando sus ojos adormilados. Ve a Jaehyun en sus mismas fachas, pero más despierto que él, haciendo el desayuno, le mira y le regala una sonrisa.



—Buenos días, Hyung.

—Buenos días —suspiró y se sentó en la silla alta enfrente del mesón.

Jaehyun se apresuró en servir un vaso de agua y se lo dejo enfrente del mayor. Doyoung lo miró y agradeció apenado. Notó las ojeras en los ojos de Jung, sus cansados ojos que no son disfrazados por más que sonríen.

¿Siempre ha sido así y ahora es que se viene dando cuenta?
¿O el mismo cuerpo de Jaehyun se está empezando a cansar?

—¿Cómo has dormido? Te notas cansado.

—Bien —contestó sin mirarlo a la cara —¿Y usted? ¿No le es incómodo dormir? ¿Le duele la herida?

—No, ya no —nego rápido, quiso regañarlo por haber respondido a su pregunta tan evasivamente pero terminó callando.

Con Jaehyun siempre calla tantas palabras...

—Buenos días —saludo Kun, el cual se dirige a la nevera y se sirve un jugo de patilla. —¿Y Johnny?

—Sigue durmiendo —contestó Jung.

—¿Volviste a dormir hoy con él?

—No, me trasnoche haciendo la tarea de la semana que viene, terminé durmiendome encima de los libros —rió con su relato.

Doyoung no pudo reír con él.

—Bueno me voy a la oficina, los veo en la tarde —dicho esto se despidió.











Más tarde, con el reloj marcando el medio día es cuando por fin el grande americano despertó. No hicieron mucho, cada uno entretenido con algo hasta que de pronto sonó el timbre.

Jaehyun se levantó a abrir y se encontró con una agradable sorpresa, o más bien dos.

Jaemin y Jisung, sus pequeños y lindos hermanos.

—Hermanitos —exclamó feliz, abrazando a ambos y siendo correspondidos.

—¿¡Que!? —es Johnny sobresaltado, dejando caer sin querer sus papitas. Mira horrorizado hacia la puerta y se encuentra con el lindo rostro angelical del segundo de los Jung, aquel tierno Omega con cara de ángel, un lobo que viste piel de cordero, así le dice.

—¡Hyung! Lo extrañe mucho —le regala de sus radiantes sonrisas, aquella que no parece tener intenciones ocultas pero en realidad si.

Se acercó al mayor y lo abrazo. Johnny correspondió desconfiado.

—Buenas tardes, Hyung —el Alfa menor lo saludo con más cortesía y lejanía.

—Oh, buenas tardes, hermanos de Jaehyun —saludo Doyoung con respeto.

—Buenas, soy Jung Jisung, Alfa —se presentó e hizo una reverencia de noventa grados.

—Jaemin —levantó la mano el Omega con una gran sonrisa que derrite corazones por su gran ternura.

—Pueden llamarme Doyoung-Hyung, soy un amigo de su hermano —contesto el pelinegro enternecido por aquellos dos pequeños angelitos que tiene en frente de sus ojos.

—¿Amigo en el sentido de "solo amigos"? ¿O amigos en el sentido de "Nos estamos conociendo para luego salir"? —preguntó Jaemin enviándole miradas sospechosas a ambos mayores.

Doyoung se ruborizo y Jaehyun se aclaró la garganta para llamar la atención.

—Nana, ¿cómo puedes decir eso? Do-Hyung es de mis mejores amigos.

—Mamá me dijo que te mantuviera vigilado —con sus dos dedos señala sus propios ojos y luego los apunta hacia su hermano mayor, dándole a entender que no dejaría escapar nada de lo que podría llegar a pasar.

—¿Por eso los enviaron?

—Vinimos a compartir con nuestro hermano mayor, ¿no podemos? —abanico exageradamente sus pestañas con ternura —Y Trajimos tarta de fresa.

Jaehyun negó divertido. —Lo sé —y levantó entre sus manos la caja que tiene el dulce dentro.










Mientras Jaehyun con ayuda de Johnny preparaban el almuerzo, Doyoung fue obligado a quedarse sentado en la sala junto a los dos pequeñines. Con su predestinado ahí, nunca podrá entrar a la cocina y hacer algo, no lo deja. Su parte racional se molesta, ya que lo hace sentirse un inútil. Pero su parte emocional, se siente cálido por la preocupación del Alfa. Todo es tan complicado, argh...

—¿Y usted de qué trabaja? —le preguntó el segundo hermano.

—Soy Profesor de Literatura en la misma Universidad que estudia Jaehyun.

—Ohh... ¿Entonces se ven todos los días? —sus ojitos brillaron.

Doyoung con miedo asintió —Em... Si, usualmente en las cafeterías o el patio. Eso es todo.

—¿Y ustedes ya han...

Antes de que Jaemin pudiera seguir con su larga lista de preguntas, su hermano más pequeño lo tomó del brazo interviniendo.

—Déjalo, no es necesario meternos tanto en asuntos que no nos conciernen.

—No son asuntos que no nos conciernen, ¡es nuestro hermano mayor! Su futuro Omega debe de pasar por mi antes de llegar a él.

Jisung negó.

—¿Y ustedes cuántos años tienen? —preguntó Do para cambiar de tema.

Hyung tiene dieciséis y yo catorce.

—Oh... —no pudo evitar sentir ternura por el menor que cuando sobrepasa a su hermano Omega de estatura, casi que por media cabeza. —¿Y qué quieren ser cuando sean grandes?

—¿Por qué nos preguntas cómo si fuéramos críos de diez años? —Jaemin se cruzo de brazos indignado.

—Es como diez años mayor que nosotros, es entendible que nos vea como unos niños —razono Jisung, neutral.

—Bueno, bueno —se rasco su cabello y pensó —Yo quiero ser Idol —esbozo una sonrisa de oreja a oreja.

—Wow, ¿en serio? ¿Prácticas todos los días? ¿No es un futuro fácil, sabes?

—No pero desde pequeño he estado en varios cursos y hace unas semanas recibí una tarjeta de presentación de una empresa de entretenimiento —espeto totalmente emocionado.

—¿¡Qué!? ¿¡En serio!? ¿Por qué no me lo dijiste? —llegó Jaehyun desde la cocina, totalmente sorprendido por la noticia de su hermano menor.

—Si, hyung. Se me olvido decirle, lo siento.

—No importa, que felicidad —se acercó y se quita el guante de cocina de una mano para poder acariciar el cabello del menor. —Te deseo lo mejor y fuerza para tu entrenamiento como Traineer.

—Yo igual, eres muy lindo y apuesto a que eres talentoso, debutarás —aseguró Do.

—La verdad, ya tocaba que alguien de nosotros fuera artista —bromeo el Omega menor, entre pequeñas risas —Hyung es un Médico y Jisunggie dijo que estudiará para administrar las propiedades de nuestro padre.

—¿Administración de Empresa? ¿Te gusta? —Jaehyun se arrodilló delante del menor de la familia, interesado y preocupado.

Jisung asintió —No es algo que me disguste en realidad, pienso que esta bien.

—¿Entrarás a las olimpiadas de matemática de este año?

—Si, estoy más preparado. Esta vez ganaré el primer lugar —dijo con esperanza. Puesto a que el año pasado calificó en los primeros cinco lugares, aquel puesto no le satisfacía y ha estado estudiando aún más para un lugar mejor, según el. —¿Kun-Hyung está trabajando, no?

—Si, regresará tarde, no creo que lo puedas ver hoy, pequeño.

De pronto escucharon un grito agudo totalmente afeminado en la cocina. Un gran y espeso humo sale junto con un aterrorizado Johnny, el cual viste un delantal y tiene entre sus manos una gran cuchara de sopa.

—¡La sopa cobró vida, Jaehyun!

—Dios... —el nombrado se rió por las ocurrencias de su amigo.

—¿¡Qué estás haciendo, Jaehyun!? ¡Se va a incendiar todo y tu te ríes! ¡Párate! —Doyoung con enojo lo empujó, haciendo que cayera al suelo.

Jaehyun dejo de sonreír y se levantó, corre hacia la cocina para apagar la estufa.

Hacer el almuerzo de aquel día, fue un rotundo desastre pero divertido para los pequeñines.




—¡John-Hyung, apuesta conmigo ahora o iré a la Brujería de Soo para dar tu nombre!

—¡Jaehyun, ¿lo escuchaste?! ¡Tu hermanito es un demonio!

—Él solo juega, solo es un negocio de velas, no tengas miedo.

—¿Seguro? Jung Jaemin dame el nombre y la dirección del lugar para saber si es una brujería o qué.

—Solo si apuestas conmigo.

—Diez dólares.

—Cien dólares.

—Quince dólares.

—Ciento cincuenta dólares.

—¡Veinte dólares!

—Doscientos dólares.

—¡Eso no se vale, estas subiendo el número cuando deberías de bajarlo!

—No hay una regla que diga eso, ¿verdad, Jisunggie?

—Eso es cierto.

—Pequeños demonios.

Doyoung no pudo aguantar la risa al ver como el Americano pelea con unos niños quince años menores que el.

«Son un caso serio»











—¿Te agradaron mis hermanos? —cuestionó Jung interesado en la respuesta de su mayor.

Ambos en su habitación, Doyoung arreglando unos papeles en el escritorio y Jaehyun terminando de salir del armario con su pillama.

—La verdad, si —asintió, recordando aquellos pequeños —Jaemin es muy, muy lindo, le veo un buen futuro como artista. Aunque no sé, su sonrisa es tan perfecta y dulce que me hace pensar que debo de estar de acuerdo con él en todo o me va a descuartizar vivor.

El Alfa soltó una carcajada. —Puede ser porque entre todos nosotros, es al que más mimaron y siguen haciendo, es el único Omega entre nosotros, el más pequeño y lindo de la casa.

—Ya veo... Y Jisung, siendo el menor, realmente no lo parece. Es muy tranquilo, hasta serio para su edad pero es muy bueno, siento que da la estabilidad a lo emocional que puede ser Jaemin. Estoy en lo correcto, ¿no?

Asintió —Tienen edades similares, por lo que se entienden más entre ellos, ambos se hacen caso mutuamente.

—Incluso, Jisung me recordó un poco a Kun.

—Kun adora a Jisung, es su favorito entre nosotros los Jung.

—No me sorprende.

—En realidad, Jisunggie es el que más se parece a papá —admitió, se acercó a la foto familiar que tiene en su mesita de noche y la mira con una pequeña sonrisa nostálgica —Ambos son serios, matemáticos y se basan en la lógica. La diferencia es que mi hermano aún está creciendo, es también bastante tímido y cohibido. Sabe que el dinero es importante para sobrevivir en esta sociedad pero no está al nivel de Kun, Jisung no es nada materialista, solo trabajador.

Doyoung miró al menor, sintiendo algo extraño apretar su corazón. ¿Qué está sintiendo Jaehyun? ¿Por qué se siente mal? Desde que pronunció la palabra "papá" algo no está bien en el interior de Jung.

¿Acaso no tiene una buena relación con su progenitor?

Sigue sin una respuesta exacta pero sabe que por ahí va la cosa. Tal vez algo pasó, una discusión de cuando era pequeño, sus padres terminaron y volvieron o algo por el estilo. Las fotos viejas que vio antes rasgan al padre pero ésta que tiene en su mesita de noche, demuestra que están bien y lo quiere.

De forma inconsciente, Doyoung dirigió su vista hacia el armario, aquel que guarda los secretos de Jaehyun, aquel que lo tiene todo pero a la vez no explica nada. Él tuvo la oportunidad en muchas ocasiones de la semana en revisar lo que tiene escrito las cartas pero no es capaz. Jae esta confiando plenamente en él, en dejarlo en la habitación con los ojos cerrados ¿y lo va a traicionar de esta forma? ¿Aprovechando su amabilidad para hurgar?

No tiene el corazón para hacerlo.

Suspira triste y vuelve a dirigir su vista hacia Jaehyun, se sobresalta cuando se percata que ya el Alfa parecía llevar rato viéndole.

Traga duro cuando nota que el rostro de Jung no hay una sonrisa y además le hecha un vistazo al armario para luego volver su vista a él. Un poco más serio de lo normal.

Lo siente, siente su repentina desconfianza, un inexplicable miedo de desenterrar algo que desea llevarlo hasta la tumba, sin decir ni una palabra para no recordar aquel dolor.

Así se siente Jaehyun. Así es como Doyoung siente que es.

El ambiente se vuelve pesado y hasta hostil. Jung abrió la boca para preguntar algo pero no se atrevió, nada salió de sus labios y caminó hasta la salida, como si estuviese escapando. Es como si prefiriese no preguntar porque no desea hablar.

Doyoung entrecierra sus ojos mirando con sospecha al Alfa, no flaquea en ningún momento su mirada o expresión.


—Buenas noches —es Jaehyun quien cortó el contacto visual y salió de la habitación como si nada.

Al dirigirse a la sala, se encuentra con el Chino también con sus pillamada puestas, llevando un vaso de agua.

—¿Dormirás otra vez en la sala? —le preguntó echando un ojo en la almohada y la sábana que están en el sofá.

—Si, no quiero fastidiar todas las noches a John —contestó con una sonrisa tranquila —Ve a dormir, estaré bien.

Kun dudó un poco, se acercó y extendió su mano para pasar su dedo debajo del ojo de Jung para ver como se lleno de polvo de maquillaje.

—Estás ocultando mucho tus ojeras, no estás durmiendo bien, ¿verdad?

—No es nada, yo puedo dormir en todos lados, es solo por el estudio.

—Ajá, si. Hagamos como que te creo —asintió serio —No sé hasta que punto vas a soportar pero no deberías hacerlo. Buenas noches.

Dicho esto se fue dejando al menor con la palabra en la boca.

Jaehyun decidió no prestar atención a lo dicho por el mayor, sabiendo que aquello solo causará confusión en su interior. Apagó las luces y se recostó en el sofá.

No es que esté durmiendo mal en el sofá, no es incómodo, solo... Hay algo que le molesta en las noches, ese algo que no lo deja dormir y causa horas en desvela, perturbado.

Se arropó y cerró los ojos, buscando encontrar la tan esperada calma.

¿Por qué no puede dormir? ¿Por qué no simplemente puede cerrar los ojos y ya?
¿Por qué su corazón late de esta forma apresurada?

¿Por qué siente como es acechado todas las noches por algún ser siniestro como si de verdad estuviese maldito?

Esto nunca le pasó, tal vez de vez en cuando en el pasado pero desde que fue a buscar a los Omegas en aquel desolado bosque, esta así. No lo entiende o quizás... No lo quiere entender.

Creyó por fin descansar en paz pero solo se ve a si mismo corriendo en un túnel lleno de oscuridad, buscando alguna luz, alguna mano que lo ayude y saque de aquel maldito lugar.

Abatido, cansado y lleno de miedo. Su pecho sube y baja errático. No lo entiende y solo quiere salir de ahí. De pronto las paredes se hacen cada vez más pequeñas y él con todas sus fuerza intenta alejarlas, empujándolas con sus manos pero es imposible.

Intenta gritar y pedir ayuda pero la voz no sale de su garganta. Se dispuso a correr cada vez más rápido, encontrándose solo un largo camino cada vez más estrecho hasta que de pronto la oscuridad tomó su vista.

Llevó sus manos a sus ciegos ojos, temblando del el miedo. «¿Q-Qué me está pasando?»

Cerró los párpados con fuerza y cuando los abrió se vio recostado en el sofá, nuevamente en la sala.

Su cuerpo lleno de sudor, algo extraño ya que no hace calor. Su corazón palpitando tan fuerte que siente como llega a su mente causándole dolor de cabeza.

Calmando su agitada respiración, inhala y exhala profundo y lento. Se soba la frente limpiando el sudor y vuelve a cerrar sus adormecidos párpados.

El sueño lo vence y cuando casi cree caer en los brazos de morfeo, escucha el sonido de unos pasos rondando por la sala.

Se aferra a su manta con temor cada vez que escucha aquellos pies acercándose a él.

De pronto se detuvo.

Indeciso abre sus ojos de a poco.

Y lo que vio le dejó sin aire.


Un hombre vestido de negro, de pies a cabezas. Unos jogger holgados, camisa y chaqueta, hasta botines del mismo color. Tiene una capucha que oculta su rostro y mientras toma algunas cosas de la mesa, las va guardando en su oscuro bolso.

«¡Un delincuente! ¡Es de verdad uno!»

Se levantó de un tirón, sin miedo. Tomó el jarrón a su lado y se lo tiró.

El ladrón desconocido, cuyo rostro aún desconoce, se dio la vuelta ignorando por completo su presencia y siguió su camino. El jarrón chocó contra la pared justo detrás de él, pero ni se inmutó.

Jaehyun queda perplejo y hasta indignado por la acción del desconocido. Es como si de verdad no lo estuviese viendo ¿o fue ignorado?

Trota hacia el extraño y lo jala del hombro para hacer que lo mire de frente.

Cara a cara, solo ve oscuridad y un nublado rostro negro. Lo único que puede distinguir son unos malignos ojos rojos y como de ellos, aquel ser llora sangre mientras esboza una macabra sonrisa de oreja a oreja.

Retrocede con miedo.

El desconocido toma una cuerda vieja del suelo y empieza a jalar de ella.

Jaehyun empieza a escuchar sonidos extraños, como si alguien estuviese siendo ahorcado. Mira hacia todas las direcciones, dando vueltas una y otra vez en su misma posición.

Ese asqueroso sonido solo le causa repulsión, miedo y una aflicción indescriptible. Tapa sus oídos pero por más que se esfuerza por no escuchar, los gritos ajenos son cada vez más fuerte.

Y ahora se suman llantos lastimeros y Jaehyun se unió a ellos.

—D-Déjame... P-Por favor, d-deja de hacer esto... —pide entre sollozos, atormentado. Ni siquiera se dio cuenta cuando es que empezó a llorar.

Aquello le aturde, le vuelve loco.

Con la vista nublada y pasos vacilantes, se dirige al de negro y lo empuja con fuerza. Y desvaneció delante de sus ojos y aquello lo dejó consternado.

Los sonidos de llanto acabaron y por fin cree respirar en paz.

Se desordenó sus cabellos y soltando un suspiro de alivio, se gira sobre sus hombros para dirigirse de nuevo al sofá. Tiene tanto sueño que cree que caerá ahí mismo desmayado. Agotado y abatido, solo queriendo descansar.

Pero apenas al dar un paso, se encontró con unos pies en el aire. Levantó la vista y ve como justo enfrente suyo yace el cuerpo de un hombre desconocido colgado.

Su corazón se detuvo por un instante, es como si le hubiese dado algún paro respiratorio. Abre la boca buscando respirar, buscando rellenar el tan necesitado aire de sus pulmones pero le es imposible, siente como se asfixia.

Se toma el pecho con fuerza y cuando el olor a cadáver, aquel asqueroso y repulsivo que solo le causa náuseas le llega a sus fosas nasales, una cascada de lágrimas caen de sus ojos y lo único que hace es gritar.

Suelta un doloroso grito desgarrador, que sale desde su garganta hasta el punto de sentirla rasgada. Pero eso no le importa, ni si quiera le presta atención.

—¡Jaehyun, Jaehyun, ¿Qué pasa?! —llegó cansado y abatido, recién despertado de su quinto sueño, Doyoung. Detrás de él llega Johnny y Kun, quien prendió las luces.

—¿¡Qué pasó!? —el Americano se acercó a él con sus grandes ojos abiertos.

Jaehyun mira enfrente suyo y nota como el cadáver desapareció. Ya no está.

Todo fue una alucinación, su mente jugando con su roto corazón. La sala vacía y desolada, con sólo él siendo atormentado consigo mismo.

—H-Había alguien... —murmuró desorientado, entre lágrimas.

—¿Un ladrón? ¿Dónde, dónde?

Jaehyun no puede evitarlo y cae de rodillas, sollozando. Aún no puede respirar, aún no puede mantener la calma.

A Doyoung se le parte el corazón al ver a aquel Alfa llorar cual crío en el suelo, en posición de feto, temblando y tiritando.

Este llanto es diferente, no es como el de aquella noche en que se burló de él por ser patético. Este llanto está tan lleno de un profundo dolor que lleva acumulando al pasar los años. Un sufrible pasado que lo atormenta día y noche, uno que olvida por su propio bien.

Doyoung no lo entiende y odia no hacerlo.

Corrió hacia su Alma Gemela y lo abrazo, dejando aquella cabeza reposar en su pecho. Con sus feromonas le manda para tranquilizar y aliviar aquel dolor pero sabe que será imposible calmar en poco tiempo aquel llanto que lleva acumulando.

—N-No está... N-No está... N-No está más... —fue murmurando una y otra vez estando en el pecho ajeno. Desorientado, con sus ojos mirando a la nada, perdido en su propio mundo.

—Tranquilo, J-Jaehyun. T-Todo estará bien, lo estará —fue diciendo intentando sonreír pero es imposible, sus propias lágrimas hacen un camino por su mejillas sin su permiso. El dolor de Jaehyun llega a él como un enorme torbellino, el cual destroza toda su estabilidad.

La casa se lleno de fuertes feromonas de dolor.

—N-No está b-bien... N-No lo está... —se aferró al delgado cuerpo buscando calma y calidez —S-Sácame de ahí, p-por favor... D-Doyounggie.

—Jaehyunnie... —le llama con cariño y pesar. Quiere ayudarlo, desea hacerlo con todas sus fuerzas porque él es el compañero de vida que le dio el mundo, aquel que tiene su corazón desde antes de haber tenido conciencia. Acaricia la espalda ajena con suavidad, siente como su pecho se siente húmedo por las lágrimas ajenas. —P-Piensa en algo bonito, n-no pienses en cosas malas.

—P-Piensa en cuentos felices... Historias bonitas... Cuentos lindos... —se aferró a aquella oración y empezó a repetirlo una y otra vez como un disco rallado.

Está tan acostumbrado a sonreír cuando no debe de hacerlo, a decir que está bien cuando no debe de decirlo, a simplemente dejar atrás lo que no le gusta de sí mismo o de su vida. Así es Jaehyun, adora las historias felices, a los Omegas bonitos, a la perfección y a la vida con su familia y amigos.

—S-Soy feliz, e-estoy f-feliz... —murmuró entre lastimeros sollozos. Se muerde el labio inferior, tembloroso pero aquello solo logra ahogarlo. Intentando, intentando. ¿Por qué debe de seguir intentando ser feliz? —N-No... N-No estoy feliz... D-Doyounggie, a-ayúdame... S-Sácame d-de a-ahí... N-No quiero v-verlo, n-no m-más... T-Te lo s-suplico...

—No, no, no. No me supliques nada —apresuró a responder desesperado, pasando sus manos por la espalda y cabello de Jung, sin saber cómo calmarlo.

Johnny se arrodilló al lado de ambos y dejó su mano grande reposar en el hombro del castaño. Sintiendo mucho pesar y confusión.

Kun se posicionó al lado del americano y acaricia el cabello de Jung con suavidad. Usualmente es de los que menos muestra cariño o afecto en el día a día, pero en situaciones en donde siente que debe de hacerlo, lo hace.

—Piensa en Taeyong-hyung... —dijo Doyoung en un hilo de voz, su dolido corazón roto, el cual con sus propias palabras lo va lastimando más —E-En lo mucho que te gusta su rico aroma a rosas, e-en su linda sonrisa cada vez que e-esta feliz por algo causado p-por ti, e-en lo mucho que te gustan las fresas... P-Piensa en ti y T-Taeyong-hyung j-juntos en un parque, paseando. E-Estando con él sabes que todo está bien... ¿Cierto?

Jaehyun cerró los ojos y fue imaginando cada cosa dicha por el Omega. En Taeyong y sus lindas sonrisas que iluminan su día. En su hermoso aroma a rosas que lo hace sentirse en una pradera repleto de ellas. En su sola compañía y la calma que les rodea cada vez que están juntos.

—Si... —asintió inconsciente, con sus ojos cerrados inhala el aroma de Peras y Manzanas. El llanto acabó, sus lamentos también. Sólo quedan pocas silenciosas lágrimas que siguen cayendo, las cuales no pasan desapercibidas por Doyoung, quien las limpia con su pulgar, suave como una caricia, una que Jaehyun disfruta. —N-Nunca me dejes, Doyounggie.

—Prometo que no lo haré.

Aquellas palabras salieron por si solas de sus labios, tal vez no hoy pero mañana cuando se de cuenta de lo que ha dicho, empiece a arrepentirse.













¿Estos sueños de Jaehyun será por algo más?
¿Doyoung cumplirá su promesa?
¿Qué creen que oculte de su familia?
¿Les agrada Jaemin y Jisung?





Aquí una fotico de los hermosos hermanitos de nuestro besho (y tonto) protagonista💕💕




Sus apariciones serán muy leves en la historia, pero por ahí los meteré en donde puesta jsjsjs.






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