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Capítulo Cuatro







—¿Qué?

—Somos predestinados.

Jaehyun sintió algo extraño romperse dentro de su corazón. Un extraño sentimiento de rabia retorciéndose entre las oscuridades de las penumbras de su corazón, formándose y creciendo para adueñarse y oscurecer todas las grietas formadas gracias a todo lo que ha sufrido y hecho por amor dañándose a si mismo en el proceso.

Su puro corazón agrietado, tornándose negro gracias a una venenosa serpiente que atacó sus sentidos mientras siente como el diablo le susurra en su oído «Hazlo tuyo, quiera o no, es tuyo». Esa voz le puso la piel de gallina y además nublo su mente en una enorme nube oscura a punto de soltar una gran tormenta.

Jaehyun no soporta ver a la pareja en frente suyo. Siente un gran odio, repudio y celos. No puede ser así, es imposible. Taeyong es suyo, solo suyo.

Quiso abrir la boca y gritarles que no es así, que están equivocados, que ese hermoso pelirosa es suyo y nada más. Estuvo a punto de hacerlo, casi pero de pronto un extraño olor de Peras y Manzanas entran por sus fosas nasales y siente que esto aclaro su mente y tranquilizo un poco su corazón.

No sabe de quién es y porqué esa persona está haciendo esto. Pero lo único que sabe es que debe de estar al tanto de su destrucción interior y le envió feromonas privadas para que logre tranquilizarse.

Suspiro e inhalo aún más aquel neutro aroma que le transmite paz y cordura.

Esbozo una falsa sonrisa que parece muy real y hablo.

—Wow, ¿en serio? Me alegro por ti, pensé que morirías siendo virgen —contestó con toque humorístico. Taeyong se avergonzó tanto que se ruborizo completo y bajo la vista, Yuta a su lado sonríe enternecido.

Jaehyun solo tiene ganas de ir y deformar el rostro del japonés con sus propios puños.

De pronto, el aroma de las Peras y Manzanas se huele con más intensidad pero solo le transmite paz y calma. Sin evitarlo, aspira el aire buscando saciarse del olor ¿Por qué? Ni el mismo lo sabe ¿Los chicos en frente de sí lo huelen? Tal vez si pero no le prestan atención, eso pensó el ingenuo Jae.

—No hables cuando tu estas en las mismas —se quejo el pelirosa receloso.

—¿En serio? —el Japonés lo mira sorprendido.

—¡Si! —exclamó de pronto sobresaltado —Como te he contado, Jaehyun y yo hemos sido amigos desde el primer momento en que nos vimos. Es como mi alma gemela de amistad, somos muy parecidos, nuestros gustos y costumbres, hasta inclusive nuestro desinterés en el amor. Es cierto que la gente siempre ha pensado que seríamos predestinados por nuestro parecido y en realidad eso creo yo también, siento que eramos hermanos en nuestra vida pasada —dicho esto dirigió su mirada en el castaño y le sonríe con honestidad.

Jaehyun ha luchado nueve años de su vida, reformando sus gustos, costumbres, manías y todo en él en general para colarse en el corazón de aquel pequeño y lindo Omega. ¿Quién lo diría? Si entro a su corazón, pero como un hermano.

En su interior, rió del dolor y la decepción. ¿Tan solo esto va a recibir de Taeyong después de todo su esfuerzo? ¿Tan patético ha sido toda su vida? A final de cuentas ¿Su Hyung no es su predestinado?

Él solo asintió en silencio y agradecido que justo llegarán las pizzas. Bien, comerá lo más rápido que puede y buscará una excusa para irse de ahí. Aún con el aroma de Peras a Manzanas inundando sus fosas nasales, no cree poder durar una hora sin soltar ni una lágrima.

Tomó una cerveza y con los contrarios, hizo un pequeño brindis.

—Por su relación —les dijo esbozando una gran sonrisa junto a sus lindos oyuelos, los cuales se suponen que enamoran a cualquiera. Vaya estafa, pensó. Ha dedicado toda su vida en llevar al máximo su atractivo, pensando en que las historias en los kdramas podrían repetirse en su vida. Que iluso.

Se siente perdido, desorientado. Con ganas de tirar todo por la borda. No sabe como soporto estar en frente de ellos, pero lo hizo.

Hablaron de cosas triviales, conoció un poco más al novio japonés y éste a él. Taeyong se veía completamente interesado en su reacción por su pareja.



«¿Tanto le importa si me agrada o no su pareja? ¿Hasta este punto de hermano soy? Y si le digo que no me agrada, ¿lo dejara?»


Terminó de comer y cuando se sintió un tercero innecesario, se levantó.

—Lo siento pero ya es tarde, tengo que irme —dijo más una reverencia.

—Oh, si es cierto, lo lamento —se apresuró a levantarse Tae con pena.

—Un placer conocerte, espero verte más seguido —le dijo amigable el japonés extendiendo su mano, el menor de todos la toma con respeto.

—Igual, gracias por la cena, espero que la pasen bien esta noche.

Bien, Jaehyun no sabe ni como pronunció aquella oración sin mostrar algún signo de asco.

Se despidió y dejó a la pareja. Una vez fuera de la pizzería, recordó que cerca se encuentra un bar, a dos calles. Decidió ir caminando en vez de ir al estacionamiento a buscar su coche. Viendo como la calle de Seúl esta muy transitada en la noche, con personas junto a sus amigos o parejas. Mientras él, él está solo sin nadie acompañándolo.

Se hurgo la nariz confundido una vez se dio cuenta de que el aroma seguía ahí. Se gira en todas las direcciones buscando a la persona dueña del olor pero al parecer no la encontró. ¿Será que está alucinando? ¿Se habrá vuelto tan loco con la declaración de Taeyong que terminó creando un olor ficticio de alguna persona ficticia para no volverse loco? ¿Tan inteligente y trastornado es su subconsciente?




» ¿Ahora qué haremos? «




Cuestionó su lobo con tristeza, su rabo metido entre sus patas mientras se recuesta en forma de feto perdiendo cualquier ánimo posible.

—No lo sé... —murmuró perdido. Mira el cielo, carente de estrellas. Por eso mismo odia Seúl, no se ve ni una puta estrella. ¿Por qué? No lo sabe, desde siempre odiaba ver el cielo porque es tan patético y realista. Por algo los doramas son mucho mejores, si su vida fuese una historia, claramente Taeyong terminará siendo suyo pero, su vida no es una historia. Esta es la vida real por más dolorosa que fuera.

Sus sueños, sus planes a futuro y lo que lo deparará a mañana ¿Qué sucede con todo eso? Ya planeo una vida entera, durante años a pesar de tener problemas para seguir aquel camino que eligió, logró enfrentarlos pero ninguno se compara al de ahora. ¿Cuánto tiempo Taeyong saldrá con aquel Alfa? ¿Seis meses, un año, cinco años, una década o toda la vida?

Se adentró a un bar y se sentó pidiendo más de tres botellas de soju. Nunca, ni siquiera cuando cumplió la mayoría de edad se había emborrachado y todo para mantener la viva imagen de “Jaehyun el príncipe perfecto”, “Jaehyun el que no fuma ni bebe” y “Jaehyun el atractivo e inteligente”.

Toma una gran bocanada de aire ansioso porque está sería su primera vez tomando alcohol en todo sus veinticuatro casi veinticinco años. Sin pensarlo mucho toma el pequeño vaso de un solo sorbo y se sirve más.

Pierde la cuenta, después de la cuarta vez que llamó al mesero para que le trajera más alcohol.

Solo intenta, por una vez en su vida, olvidarse de aquel hermoso Omega de cabellera rosa. De su bello rostro, su piel blanca cual porcelana, de su apetitosos labios brillantes, de su pequeña y tierna altura pero que a pesar de eso no hay que subestimarlo, de su actitud a veces temeraria y lo decidido que es, adora eso de Taeyong, no flaquea y no cambia por nadie. Intento olvidar todo aquello pero no pudo, para su mala suerte, recordó aún más sus felices momentos juntos.

Adoró y amó cada extremidad del Omega más de lo que alguna vez se quiso a sí mismo. Luchó tantos años para que al final todo lo que alguna vez soñó, se volviera polvo en cuestión de segundos gracias a una maldita oración.

“Somos novios”


Sin evitarlo, lágrimas traicioneras descienden de sus mejillas de a poco hasta volverse un torbellino inevitable. Sostiene el vaso con fuerza, tensando todos los músculos de su cuerpo mientras solloza cuál crío.

Todos en el bar bailan, se divierten, conversan con otros y hacen cualquier cosa menos lo que Jaehyun esta haciendo. Llorando como un pequeño niño indefenso mientras se apoya de la barra, murmurando lo patético que ha sido toda su miserable vida amando a alguien que no ha sabido corresponderle como debía.

Y por alguna razón, aquel olor de Peras y Manzanas llegó con más fuerza a sus narices para traerle consuelo. Rió sin gracia, pensando en lo patético que debe ser alucinar un aroma para consolarse a sí mismo.

De pronto, sintió como alguien toma asiento a su lado pero ni se molesto en mirar quien es.

—¿Estás bien? —cuestionó la persona a su lado.

Jaehyun levantó la vista y con sus ojitos cristalinos mira al contrario. Un tierno Omega de cabellera rubia, labios carnosos y rosaditos, piel blanca cual nieve y mejillas sonrojadas. Viste un suéter lila y unos Jeans azules claros.

Su belleza es tanta que llego a cegarlo por un momento.

«Parece un ángel»

El aroma de Lavanda y Jazmines opaca por completo las Peras y Manzanas, hasta el punto de llegar a imaginar un hermoso campo lleno de flores y un cielo azul. Hay otro olor en el Omega pero no logró descifrarlo y se dejo llevar por el rico aroma, nunca pensó que encontraría a alguien que tuviera uno aún más perfecto de lo que tendría Taeyong pero ahí está, en frente de un total desconocido en medio de un bar.

—¿Está bien? —volvió a preguntar el joven con preocupación.

Jaehyun pensó en lo bello que se ve aquel rostro con el ceño fruncido y luego dirigió su vista al frente para soltar un suspiro de desilusión.

—Ojalá... —murmuró. Se echo un poco de alcohol a su vaso y cuando intento tomar, el rubio se lo impidió.

—Llevo rato viéndolo desde mi mesa, realmente te ves muy afligido y aunque seas un Alfa, igual sigue siendo peligroso beber tanto a estas horas y solo —le dijo con total honestidad para alejar el vaso del castaño.

—Es mi primera vez bebiendo, déjame —pidió e intento alcanzar la bebida con dificultad. Su vista nublada y todo dándole vueltas.

—¿En serio? —los ojos del chico se abrieron debido a la sorpresa —No te creo —frunció los labios con ternura.

—N-Nunca bebí para gustarle al Omega que a-amo —balbuceo un poco y nuevamente las lágrimas salen de sus ojos.

—¿Tu Predestinado?

—N-No lo se, c-creo que ya no lo es...

—Esta bien, en cualquier momento llegará alguien que te valore.

—N-No, no está bien, y-yo lo amo, l-lo amo muchísimo... —sin evitarlo, sollozo.

El Omega contrario viendo como el joven se desmorona enfrente suyo, se acercó y con delicadeza dejó que la cabellera contraria se recargue en su hombro mientras le da caricias.

—Las cosas pasan por algo, tal vez no era para ti, tal vez no te valoro lo suficiente. Lo siento mucho por todo, realmente espero que puedas salir adelante.

Jaehyun se sintió conmovido con aquellas palabras y asintió mientras inhala su rico aroma. Es tan tranquilizador y hermoso. No sabe si está exagerando debido al alcohol pero realmente cree que es lo más rico que ha olido en toda su vida y estando en aquellos brazos ajenos siente una calidez que Taeyong nunca le brindo y no es porque fuese malo o algo, simplemente jamás en sus diez años de amistad se mostró débil ante el pelirosa. Acostumbró a comportarse como el príncipe perfecto de cualquier cuento de hadas que no tuvo tiempo ni para pensar en sus propios problemas y crisis emocionales. Olvidó a su yo verdadero hasta el punto de ni siquiera haber llorado durante tanto tiempo, ¿eso está muy mal?

Le gustó el calor que le es brindado del cuerpo ajeno, es todo tan íntimo y por fin se sintió de alguna forma escuchado.

Durante los casi seis años de su enamoramiento por Johnny, lloró muchísimas veces por cualquier cosa estúpida (una razón más para pensar que sería Omega) pero éste nunca supo consolarlo de manera adecuada, aunque siendo sincero si lo intento de maneras torpes y poco afectivas, ya que él no es bueno para consolar pero si que lo intento así que se lo agradece, al menos hacía olvidar sus llantos para cambiarlo por ruidosas carcajadas por sus ocurrencias. Luego con Taeil-Hyung, en sexto grado, fue algo que duró muy poco y conociendo al hermoso Beta compasivo, si lo piensa bien si hubiera habido una ocasión en donde hubiese llorado, esta seguro de que le consolaría muy bien. Triste, eso nunca pasó.

Luego con Taeyong, se adueñó de casi diez años de su vida y en realidad, a pesar de que el pelirosa lo ame como un hermano, todo es gracias a la personalidad perfecta que creo solo para él. Solo quiere a una ilusión.

Pero es que vamos, el pelirosa nunca en aquellos años lloro. ¿Por qué él siendo un Alfa tendría que llorar? Claro que no, imposible. El debe de consolar a los Omegas.

Claramente su orgullo está herido en frente del desconocido pero se siente, de alguna manera, muy bien. Ha estado buscando alguien que le de aquel calor que nunca obtuvo, aquel cariñoso abrazo que casi ni tuvo con sus antiguos amores.

¿Será este el inicio de un nuevo amor?

Y una bombilla prendió la mente borracha del castaño. «¡Claro! ¡Este es el perfecto inicio de un amor como en los kdramas Pensó exaltado.

Las lágrimas cesaron y se alejo del contrario secando su rostro, se le extiende un pañuelo y lo acepta apenado.

—Gracias, aunque me siento avergonzado —murmuró con rubor.

—No deberías sentirte así, no porque seas un "poderoso Alfa" te debe impedir demostrar tus sentimientos, no serás más débil ni inferior que nadie —contestó el chico abrumado por lo escuchado.

Tan lindo, amable y con pensamientos para nada ambiguos. Pensó Jae con ilusión.

—¿C-Cómo te llamas? —preguntó con un brillo en sus ojos.

—Kim Jungwoo, ¿y tu? Perdón, ¿y usted? Creo que es mayor que yo —murmuró lo último apenado.

—Jung Jaehyun y tengo veinticuatro años.

—Yo veintitrés.

—Puedes llamarme Hyung, no tengo ningún problema.

—Esta bien, Hyung.

Ambos en esbozan una sonrisa.

Jaehyun sintió un aroma repentino atacar sus fosas nasales, Manzanas y Peras podridas, realmente malholientas.

Y como si fuese lo más normal del mundo, empezaron a entablar una conversación a mena. Conociéndose un poco más, Jung abrió su corazón y contó su historia con Taeyong, a pesar de que sienta cierta atracción por el lindo chico aún no olvida a su amor más grande por lo que ligeras lágrimas cayeron ante su relato. El alcohol lo hizo demostrarse tal cual es, torpe, sensible y emocional. Pero aquello no parecía disgustarle a Lee, al contrario, se veía atento, preocupado y amable.

En aquella charla Jaehyun supo que el menor está estudiando Veterinario en una Universidad que no queda muy lejos de la suya, ama a los animales como si fuesen su vida y tiene mucho amor por las plantas, algo que comparte con Taeyong, incluso mencionó que irá a la Reunión Social para plantar árboles de mañana sorprendiendo al castaño.

Sin evitarlo, terminaron intercambiando números, todo de manera natural.

—Voy un momento al baño, ya vuelvo —dijo Woo.

Jaehyun asintió y se quedó esperando en la barra con una tonta sonrisa en sus labios. ¿Este es el destino? ¿En realidad Jungwoo es su predestinado? Soltó una pequeña risa feliz de por fin (eso cree) haber encontrado a alguien después de un largo tiempo y hayan conectado tanto.

Su mente se fue a otro mundo imaginando como sería su día de mañana, dejando a Taeyong para ir con Jungwoo y juntos plantar árboles. Hablando, riendo y jugando tiernamente como toda una pareja que recién se está formando. ¿Será así?

—¿Por qué hueles a Woo? —la voz de un chico detrás suyo interrumpió sus pensamientos. Se gira un poco pero aún sentado en la silla para toparse con un alto muchacho de piel morena, ojos grandes, labios carnosos, cabellos castaños cayendo de forma desordenada en su frente y viste cómodamente. Es un Alfa con olor a Bosque.

Jaehyun arquea una ceja y lo mira con confusión, el chico enfrente también tiene el aroma del rubio y además, ahora que lo piensa, el olor que descartó de Jungwoo es el del chico.

Abrió la boca y antes de que pudiera responder, el rubio llegó.

—¡Oh, Xuxi, estás aquí! —exclamó el Omega sorprendido, con un rubor en sus mejillas y un brillo peculiar en sus ojos abraza al más alto para dejar sus brazos reposar en los ejercitados hombros ajenos.

—Tu reunión con tus amigos término hace rato, me preocupe de que te haya pasado algo —dijo el moreno con un puchero. Su aura dominante despareció para dar paso a un tierno Alfa que mira con amor a su Omega.

—Ah si, se me olvido avisarte —se alejo y con vergüenza señaló al castaño mayor de los tres —Conocí a Jaehyun-Hyung, lo vi sufriendo y no dude en acercarme.

—Siempre metiéndote en problemas ajenos —murmuró negando el hongkones más una pequeña sonrisa.

—¡Pero de verdad estaba muy mal! —exclamó con un puchero de molestia —Y luego nos distrajimos hablando e hice un nuevo amigo, es un buen chico. —luego se gira a Jaehyun para acercar a ambos Alfas —Jung Jaehyun, este es mi novio y predestinado Wong Yuhkei pero llámalo Lucas porque se pone sensible —murmuró lo último pero aun así el moreno indignado lo escucho.

—¡Oye!

—Xuxi, él es mi nuevo amigo Jaehyun-Hyung.

«¿Hasta cuando seguiré ilusionándome en vano?» Pensó el castaño Alfa con desilusión.

—Un placer —Lucas lo miro de arriba a abajo analizando al mayor con desconfianza.

—Igual —contestó en voz un poco baja y desanimada, y se levantó —Tengo que irme ya es muy tarde, nos veremos otro día.

—Esta bien, Hyung. ¡Le escribiré para que me cuente más de su vida de dorama! —dijo el ingenuo Omega, abraza a Jung por su empatía con él. Y agita su mano cual niño despidiéndose.

Jung no puede evitar soltar una pequeña risilla por la actitud del menor y se despide de la pareja.

Sale del Bar y no puede dejar de pensar lo malditamente suertudos que son muchos Alfas con Omegas tan bonitos y dulces como Taeyong o Jungwoo. ¿Tanto lo odian los cielos como para no darle una pareja? ¿Morirá solo así de patético?

La soledad de la calle es abrumadora y el frío aún más, poniendo su piel de gallina debajo de su saco. Pone sus manos en sus bolsillos y sigue caminando hacia su auto. Ve la pizzeria cerrada y recordando el momento exacto en el que Taeyong le dijo que tenía pareja, todo dolió otra vez y aún peor porque el mundo con Jungwoo se encargo de demostrarle lo aún más solo que está.

Seca sus lágrimas con brusquedad no queriendo llorar pero es tan inevitable. En vez de conducir así de inestable a su auto se sentó en la acera al lado del vehículo con su cabeza entre sus rodillas para desahogarse con más tranquilidad.


«¿Por qué todo es tan difícil? ¿Por qué la vida le encanta joderme? ¿Por qué no puedo tener un bonito Omega como los demás? ¿Por qué soy un Alfa tan sensible? Si hubiera sido Omega como todos habían previsto en primer lugar, ¿habría tenido más suerte en el amor?»

Su mente divaga y divaga tanto que empieza a cuestionarse en su simple existir. Un Omega necesita de un Alfa y un Alfa de un Omega. ¿Puede existir uno sin el otro? ¿Entonces porque no le traen un puto Omega?

—L-Los odio a t-todos... —murmuró entre sollozos. —E-Es tan p-patético...

—Si, en realidad te ves demasiado patético —la voz de un chico lo sorprendió hasta el punto de sobresaltarse en su sitio, la calle vacía sin ningún transeúnte por ahí, cualquier sonido de pasos lo hubiera escuchado ¿o tan absorto esta en sí mismo? Levantó el rostro y se topa con un muchacho sentándose justo a su lado en la acera mientras le extiende una botella de agua.

Piel bastante blanca pero no tanto como la de Taeyong ni se ve suave y bien cuidada como la de Jungwoo. Sus cabellos no son claros, por el contrario, es un negro azabache a toda pasión. Ojos filosos y oscuros. Su pantalón negro y suéter del mismo color. Todo en él se ve como una simple persona normal, incluso quitando su aroma a un lado a simple vista parece un Beta, no es tierno ni dominante e incluso, es más alto y atlético que un Omega o al menos los Omegas que Jaehyun frecuenta.

Pero por más sorprendente que fuera, ese chico de aroma a Peras y Manzanas es un Omega.

El desconocido sin decirle nada le extiende una botella de agua que acababa de comprar en una tienda de convivencia.

Jaehyun un tanto cohibido la aceptó, la abrió y bebió de ella mientras todo su cuerpo tiembla.

—G-Gracias... —dejando el objeto a un lado en el piso, dirige su vista al Omega que tiene en frente —Tu... ¿Me has estado siguiendo? Ese era tu aroma...

El contrario bufa hasta viéndose indignado  —¿Ahora es que te das cuenta de que es mi aroma? En todo lo que va de la noche me has mirado varias veces y nunca supiste que era yo.

—¿E-En serio? Y... Y... ¿Por qué me estás siguiendo entonces? ¿Acaso mi patética vida te parece tan entretenida? —sin duda alguna, el ser perseguido por alguien todo el rato, no le gusto para nada.

—Si ¿Y qué? —contestó a la defensiva con tanta rudeza que sorprendió al Alfa hasta el punto de dejarlo boquiabierto y mudo. El Omega niega con su cabeza mientras rueda los ojos —No pensé que fueras a ser tan patético pero veo que me equivoque, verte fue realmente entretenido y más porque eres un estúpido superficial que solo se fija en el físico.

—¿¡Qué me dijiste!? —ladró con enojo. Nadie tiene derecho de insultarlo de tal forma. —¿Superficial? ¿Qué solo me fijo por el físico? ¿Acaso me conoces?

—No lo sé... —dudó un poco.

Jaehyun se dio cuenta del ligero puchero que se formó en los labios ajenos y aquello le pareció absolutamente tierno. Esbozo una repentina sonrisa genuina que dejo estupefacto al contrario ¡si hace un segundo atrás estaban discutiendo! Hasta que luego recordó que el castaño está más borracho que vivo.

Jung extiende su mano y sin permiso alguno toca con su dedo los labios del mayor con curiosidad, el cual se ruborizo. «Ahora si parece un Omega y uno muy lindo» Pensó con su mente nublada con tantos pensamientos y sentimientos a la vez.

El contrario empuja al castaño con molestia aunque interiormente intentaba ocultar sus nervios.

—¿Qué es lo que haces?

—Tu... ¿Quién eres?

La pregunta de Jaehyun arruino por completo el ambiente. El pelinegro lo miro al principio con sorpresa para luego soltar un suspiro de desilusión. Claro, él nunca se ha aprendido su nombre y menos su cara. ¿Por qué sería diferente esta vez? ¿Cuántas veces ya se ha presentado ante el Alfa?

Con una opresión en su corazón que duele como el infierno y su Omega interior cerrado a sí mismo casi al borde del llanto, él no dejó mostrar todo lo que el estúpido Alfa causaba en él.

Aún con el ceño fruncido y la rudeza en sus palabras respondió. —¿En serio? ¿Cuántas veces más me lo vas a preguntar? Soy...

—Kim Doyoung —respondió Jaehyun por él, dejando al nombrado perplejo.

¿Jaehyun por primera vez sabe quién es? ¿No lo ha olvidado como acostumbra a hacer? ¿Aún después de casi diez años?

—¿C-Cómo...? —intentó hablar pero sus palabras salen torpes demostrando lo consternado que se encuentra.

—¿Crees que iba a olvidar a la persona que me ayudó a acercarme a Taeyong-Hyung por primera vez? —cuestionó obvio.

—Pero parece que no te ha ido muy bien.

Silenciosas lágrimas descienden de sus mejillas pero más no solloza, simplemente esboza una triste sonrisa. —Tienes razón, no me ha ido muy bien. En nueve años, Hyung no se ha enamorado de mi.

Doyoung lo miro con pesar, con su Lobo interior pidiéndole que consolara al triste Alfa en frente de sus ojos. Como destinados que se encontraron hace ya muchísimos años en primer grado, se supone que pueden sentir las emociones contrarias. Él desde los siete años le ha llegado todo lo que ha sentido ese estúpido Alfa a lo largo de los años, tanto así que se preguntó más de un vez “¿Cómo un Alfa puede ser tan sensible?” “¿La Reina Luna se confundió? Todos dicen que será Omega, ¿por qué mis compañeros no creyeron cuando dije que sería lo contrario?” “¿Tan triste es Escalera al Cielo? Jaehyun lleva un mes llorando por ese drama” “¿Por qué llora tanto? ¿No se supone que soy yo el que debería de llorar y él protegerme?” “Siendo tan sensible y emocional como mi Alfa, ¿logrará darme la protección que espero de él?”

Claramente la última pregunta se reformó, porque ya no deseaba que Jaehyun lo protegiera. Volvió a Seúl por cosas del destino pero justamente en su segundo día en la capital se lo encontró, si no supiera que es su Predestinado se hubiera sorprendido pero al saberlo, está consciente que se supone que deberían de estar juntos pero ese futuro lo ve muy lejano, casi inexistente porque Jung es un Estúpido Alfa con debilidad a los tiernos y bonitos Omegas, lo contrario a él.

—Taeyong no es tu destinado.

—¿Y cómo estás tan seguro de ello? ¡Si cuando me ayudaste también lo creías!

—No, nunca dije que creía que ustedes son destinados, solo te ayude porque me dio pena pero no pensé que casi diez años después me darías aún más pena, que digo, vergüenza.

Jung quedó sorprendido «Este Omega habla muy rudo, no tiene pelos en la lengua» Pensó con sorpresa. Escanea el rostro del contrario y sin evitarlo, vuelve a compararlo con Conejos, al menos de alguna forma es tierno, solo que su actitud y sus ropas es contrario pero dejando solo su rostro y quitando su ceño fruncido. ¡Doyoung es tierno como un conejo!

Fascinado por aquel rostro, se acercó tanto al contrario hasta el punto de invadir su espacio personal rozando sus narices. El rostro de Kim se ruborizo y su corazón late tan fuerte que zumba sus oídos y teme que el contrario escuche, no le gusta que por cualquier simple acción del castaño toda su faceta dura desaparezca y descontrole sus sentidos para volver su mente en polvo, pero odia aún más ser el único que siente algo, el único que se dio cuenta y el único que debe sufrir para el bienestar del otro. Por algo se fue hace nueve años y ahora está empezando a arrepentirse de haber vuelto.

Como almas gemelas que ya se conocen, están destinados a encontrarse en sus caminos una y otra vez hasta que por fin estén juntos y no se separen.

Jaehyun levantó una mano con temblorismo e inestabilidad —recuerden que aún sigue borracho— y la deja posar en el rostro más pequeño con cuidado. Sonríe como bobo mientras entrecierra sus ojos.

—E-Eres muy lindo, ¿ya te lo han dicho?

Si Jung no estuviera a centímetros de sus labios sonriendo tan tontamente que alborota su interior, Kim ya hubiera puesto los ojos en blanco. Es la tercera vez que se lo dice.

Quiso abrir la boca y responder pero ningún sonido sale de sus cuerdas vocales cuando siente la respiración caliente de Jung chocar contra sus labios, tan cerca, tan íntimo.

Su cuerpo temblando debido a la ansiedad y su mente completamente nublada, dejándose llevar por primera vez después de nueve años cuando creyó haber endurecido su corazón, con una simple mirada de Jung su barrera cayó y sinceramente, lo estaba disfrutando.

¿Será diferente esta vez?

Esperaba que si y cerró los ojos ansioso de lo que sucedería.








Uhhh, reencuentro 🤭🤭

¿Qué creen que pase?
¿Doyoung se dejará besar?
¿Jaehyun es capas de hacerlo?







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