Por primera vez después de nueve años, la usual alarma que retumba todos los días a las seis de la mañana y hasta a veces a la cinco en la habitación de Jung para levantarlo y empezar su día, no sonó.

Y no solo eso, si no también su cuarto se haya completamente desordenado, cuadernos, libros y papeles por doquier, incluso la mesa de estudio se haya movida y el estante con todos sus libros caídos. Un desastre total acompañando a nuestro repentino desordenado muchacho durmiendo con la ropa de salir aún puesta hasta los calcetines, sus cabellos enredados, saliva seca adornando los costados de sus belfos y un pequeño charquito en la sábana de éste.

Las horas fueron pasando estando el sol a lo alto en todo su resplandor, es decir, cerca del medio día y Jaehyun aún seguía durmiendo.

La puerta de su habitación es ligeramente abierta, siendo Johnny con curiosidad husmeando, algo preocupado de que el castaño aún no hubiera salido de su habitación. Pensó que estaría estudiando y no quiso interrumpirlo en toda la mañana, pero ya siendo medio día se preocupo de tener algún muerto en la casa desde hacía rato.

Se sorprendió cuando encontró la habitación desordenada mientras escucha los ronquidos de su amigo. Confundido cierra la puerta para dejarlo descansar.

Camina por el pasillo y llega a la sala para toparse al chino sentado mientras bebe una tasa de Café viendo las noticias del Clima en la tv, como si fuese un viejo de tercera edad, pensó el americano.

El más alto se acercó y sin importarle interrumpió al menor.

—Jaehyun aún sigue durmiendo —reveló.

El chino inmediatamente deja de ver el televisor para mirar al también extranjero con el ceño fruncido.

—¿Bromeas?

—No, hablo en serio.

—Está bien, necesitaba descansar y eso que soy un Contador de una buena empresa pero nunca he estado tanto tiempo enfrente de papeles y computadoras como el —admitió con calma y toma un sorbo de su tasa.

—Kun, ¿no entiendes lo que está pasando? —dramatizo Johnny, se acercó y se sentó al lado de su amigo —Jaehyun se volvió un maniático madrugador y tenía su habitación perfectamente limpia, todo cuando se propuso conquistar a Taeyong. ¿Y ahora? Su cuarto está hecho un desastre, ¡está peor que el mío!

—John, no mientas. Es imposible que este peor que el tuyo.

—¡Si no me crees, ve a ver!

El chino curioso y desconfiado se levantó y fue un momento a revisar. Luego volvió con una expresión entre sorprendida y preocupada.

—Bien, hay que preocuparnos.

—¿Será que se dio cuenta de que Taeyong no es su alma gemela y ya no le gusta?

—O... Taeyong consiguió pareja.

—Oye, tampoco le desees tanto mal a nuestro amigo.

—John, para que alguien deje de enamorarse de una persona requiere un cierto tiempo y acciones determinadas que Yoonoh aún no ha demostrado. Por lo que, lo más obvio para su repentino cambio totalmente drástico, es que le rompieron el corazón y sabemos que el único que puede romper su corazón es Lee Taeyong.

—Oh por Dios... Le rompieron el corazón a Jae —dijo un tanto dramático el americano colocando ambas manos en su mejilla. A pesar de su exagerado comportamiento en realidad, sí está muy preocupado. No sabe lo que pasará con su mejor amigo y espera que todo sea para mejor.

Mientras tanto, dentro de la habitación, luego de horas durmiendo, de pronto sus párpados empezaron a moverse con lentitud. Su mente aún dormida pero poco a poco empezaba a despertarse.

Abrió ligeramente sus ojos y los frota mientras suelta largos bostezos. Estira sus brazos al aire y rueda por la cama deseando acomodarse y seguir durmiendo. De pronto y sin darse cuenta, llegó a la orilla y cayó duro contra el suelo golpeándose la cabeza.

Soltó un quejido del dolor y se frota la cabeza. De inmediato despertó y abrió los ojos con sorpresa.

Se sintió raro, desorientado. ¿Qué pasó? ¿Dónde está?

Miró a su alrededor aún manteniendo su mano en su rojiza frente.

Al notar el desorden de su cuarto quedó consternado. ¿Por qué todo está fuera de lugar?

Y así fue como de pronto, una increíble y poderosa oleada de recuerdos lo atacó tan fuerte como si le hubiesen dado una cachetada. Cayó al piso de nuevo, abatido y sorprendido sintiendo como de nuevo, todo su mundo cayó en pedazos.

Se toca el rostro con ansiedad y respira entre cortado.

«Lo olvide por un segundo, Taeyong me dejó»

De pronto siente un dolor en su mejilla derecha. Confundido se levantó de un tirón y se dirigió al espejo para ver una pequeña zona de su piel tornándose morada, justo debajo de su ojo izquierdo.

Otros increíbles recuerdos atacaron su mente. Primero sentado llorando en la acera. Segundo un hermoso Omega de apariencia de conejo pero con hablar y comportar rudo se sentó a su lado. Y tercero, de un momento a otro, sin ninguna razón, se acercó para intentar besarlo.

Pero Doyoung no lo dejo y en cambio le propicio el puñetazo de su vida además de reclamarle de que le respete.

—M-Mi... M-Mi... ¡Rostrooo! —gritó dramática y exageradamente, con una expresión totalmente rota con lágrimas desbordando de sus ojos como cascadas.

Ante su grito, sus compañeros de la sala se alarmaron y corrieron a la habitación para entrar sin permiso.

—¿Qué pasó? —cuestionó el chino.

—¿Quién murió? —está vez fue el americano.

Jaehyun se gira para verlos justo en frente.

—¿Q-Qué voy a hacer? —sollozó cual crío.

Sus amigos le miraron con pesar.

—Tranquilo, las cosas pasan por algo, si Taeyong te dejo es porque no estaba destinado a estar contigo, él se perdió al mejor alfa...

Ante lo que decía John, Jung inmediatamente lo interrumpió —No, hablo de mi rostro —señaló su herida.

—¿Quién te golpeó?

—¿Estas llorando por tu rostro? —Kun arqueo una ceja asombrado. El peligris con tristeza asintió mientras se tapa la mejilla.

—No puedo salir a la calle hoy —murmuró y con desespero corre hacia sus gavetas para buscar alguna crema que le pueda servir.

—No sé como sentirme al respecto —murmuró el americano rascándose la nuca —Es la primera vez en nueve años que vuelves a llorar ¿y es por tu lindo rostro arruinado? ¡Vaya estafa! ¡Por el amor de los cielos, Jung Yoonoh!

—¿Qué? ¿¡Por qué me gritas!? —lo encaró con molestia —¡Mi rostro está arruinado por culpa de un estúpido cara de conejo! ¿Qué haré? ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo iré a la Universidad mañana? ¿Cómo saldré de esta casa así? —Ambos amigos lo miraron con el ceño fruncido no pudiendo creer aquella superficial acción mientras Jaehyun no le intereso prestarles atención para solo cerrarse en su mundo. —¿Qué voy a hacer? —murmuró perdido.

—¿Pero quién te golpeó? —cuestionó el chino perplejo.

—Hasta a mi me dan ganas de darle un maldito puñetazo por la estúpida actitud que esta portando —asumió John con desagrado.

—¡Es que ustedes no lo entienden! ¡Mi rostro es la clave de todo! —exclamó dramático —¿Saben qué? Mejor larguense.

—¿Qué? Pero si nosotros vinimos para ayu...

—¡Largo! ¡Fuera de mi habitación y no entren sin permiso! —exclamó mientras va empujando a ambos extranjeros y cuando los tiene fuera de la habitación, les cierra la puerta en sus narices.

Suelta un suspiro y vuelve a tocarse su herida con delicadeza, como si de verdad se fuese a morir por eso.

Se sobresalta cuando escucha algo sonar en su habitación, se gira y encuentra su celular en el suelo con la pantalla rota. Con un triste puchero de miseria se acercó y se agacho tomando el aparato con tanto cuidado como si fuese un cristal.

Cuando ve el nombre de "Taeyong-Hyung" como si aún fuese posible, su corazón terminó desmoronándose. Los recuerdos atacan como unas malditas dagas terminando de degollar casi por completo su estabilidad y cordura. Con su tembloroso dedo presiona el cristal y acepta la llamada.

Traga el nudo de su garganta y se aclara para poner el celular en alta voz. No tenía ganas de levantar su brazo, ni tampoco de pararse del suelo manteniéndose arrodillado entre todo el desastre de su habitación.

—Hola, Jaehyun. ¿Cómo estás?

—B-Bien ¿Y tú? —se dio un golpe mental por lo su tartamudeo.

—Bien —el Omega soltó una pequeña risa incómoda —Yo... Te escribí desde hace horas porque estaba en la Biblioteca por si querías ir pero ya me fui.

—Oh... Lo siento.

¿Por qué su Hyung quería verlo? ¿No se supone que encontró a su "pareja predestinada"?

Casi gruñe de solo pensar en aquel estúpido Japonés.

Un silencio se formó, en donde el mayor parecía querer decir algo más.

—Me preocupe por ti —admitió de golpe.

—¿Qué? ¿P-Por qué? —su corazón revolotea.

—Porque acostumbras a despertar temprano y siempre respondes rápido, realmente pensé que había pasado algo. No apareces en línea desde ayer en la tarde.

Jaehyun sintió una calidez indescriptible en su corazón. Le seguía importando y mucho a Taeyong, lo conoce tan bien que una mínima falta lo nota de inmediato.

Esbozo una sonrisa inconsciente y de pronto, se sintió totalmente renovado. ¿Por qué hacia un drama innecesario? Taeyong y él nacieron para estar juntos y ni ese Yuta lo va a impedir.

—Estaba cansado y dormí una pequeña siesta.

—¿Sigues muy cansado? ¿Vas a poder ir a la Reunión Social para plantar árboles? —Jaehyun estaba a punto de responder que si hasta que el mayor se adelanto —Por cierto, invite a Yuta-sii. D-Debemos pasar más tiempo como pareja y-y así tu puedes conocerlo más —ya podría imaginar el ruborizado rostro del mayor y eso, le lastimó de sobremanera.

—Tengo evaluaciones el lunes y estoy algo cansado entonces...

—Prefieres descansar, ¿no?

—Si...

—Esta bien, te entiendo. Para mi también fue muy duro el último año de medicina pero verás que todo será para bien pero lo bueno es que cuando algo te gusta, nunca te cansarás de ello aun si tu cuerpo necesita un descanso.

“Cuando algo te gusta, nunca te cansarás de ello”

Aquella oración quedó profundamente marcado en la mente del Alfa, el cual no sintió similitud con aquellos pensamientos del Omega.

Estudiar Medicina se sintió como si un camión lo estuviese arrollando una y otra vez, hacer los trabajos llega a ser de un nivel tan cansador que necesita tomar muchísimo café y bebidas energéticas, sonreír y decir que le gusta la medicina, últimamente se ha vuelto tan doloroso y la única forma de no hacerle caso a aquellos raros sentimientos de su corazón, crea una apretada agenda en la que no tiene ni tiempo para pensar sobre si mismo.

«Pero a Taeyong-Hyung le gusta la medicina entonces a mi también me gusta» Ese ha sido su pensamiento desde hace años hasta la actualidad.

—Bueno me despido, si sucede cualquier cosa me llamas, ¿si?

—Está bien.

—Adiós, amigo.

—Adiós... Amigo —se despidió con un sabor amargo en la boca y colgó.

Miró su desordenada habitación y decidió ordenarla para que quede perfecta como antes. Si bien, Taeyong aún no se ha fijado en él no es porque no es su Alma Gemela, si no, es porque no se ha dado cuenta. Pronto lo hará, es solo cuestión de tiempo para que termine con ese estúpido japonés y corra a sus brazos.

«Taeyong solo está confundido» Pensó seguro de sí mismo.

La mañana del lunes llegó de un momento a otro. Siendo el domingo un día para reflexionar, Jaehyun se pasó la tarde encerrado arreglando su cuarto y en general ordenando su vida y lo que hará a partir de ahora. Sinceramente no fue muy difícil pensarlo, lo difícil será actuar.

Su plan consta de tres simples pasos:

1ro Espiar y encontrar un defecto de Yuta Nawasaski.

2do Contárselo de inmediato a Taeyong con pruebas convincentes e irrefutables, tanto así que termine de inmediato con su pareja y no quiera volver a verlo nunca más.

3ro y último paso, ser el hombro al cual su querido y amado Hyung llore, no dejarlo y apoyarlo por completo, y así eventualmente, se dará cuenta de los sentimientos ocultos que tiene por él y que en todo este tiempo era su predestinado.

¿Existe un mejor plan que eso?

Claro que no, imposible.

El único problema es ¿Cómo encontrara un defecto lo suficientemente grave como para que su Hyung deje a ese tonto? La única opción es la infidelidad pero... ¿Quién en su sano juicio le sería infiel a alguien tan hermoso como Lee Taeyong?

—Será difícil, pero no imposible —pensó en voz alta Jaehyun mientras termina de preparar dos loncheras llenas del bibimbap que hizo ayer.

—¿El qué?

Jung suelta un grito afeminado y se gira mientras se toca el pecho dramático, encontrándose con su amigo americano justo detrás suyo.

—¿Q-Qué hacías espiándome? —cuestionó una vez que se relajo.

—No te espiaba, esta también es mi cocina, ¿sabes? —se encogió de hombros el más alto, tomando una soda de la nevera. Iba a abrirla hasta que de pronto el menor se acercó y se la quito de encima.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que esto es malo para la salud? No puedes tomar todos los días soda, eres un deportista Seo John —le regaño, lo hace a un lado y abre la nevera. —Mira cuanto jugo natural traigo a la casa, debes de agregar esto a tu dieta del día a día.

Agarro un jugo de naranja y toma un vaso de la gaveta de arriba, y le echa para extenderle al mayor.

—Toma, bebelo, tiene vitamina A y C muy buena para que no te enfermes. En estos tiempos has sufrido de indigestión por tu forma holgazana de comer, te ayudará mucho. Pronto empezarán las evaluaciones para los candidatos del partido Nacional, debes de estar sano para ese entonces —le dijo con seriedad.

El mayor sonríe de lado y toma el vaso asintiendo.

—A veces cuando lo pienso bien, no me hubiera molestado si hubieses sido Omega —comentó con honestidad. Se traga el vaso completo de un sorbo y toma la botella de jugo para servirse más.

Jaehyun arquea un ceja y lo mira curioso mientras se apoya en la barra de la cocina —¿Y a qué viene eso?

—Joder, Jaehyun. Siendo un Alfa reconozco que hubieras sido el Omega Ideal, hasta más perfecto que ese Taeyong por el que babeas, ¡osea esta ciego, además su apariencia será dulce pero es un perfeccionista al extremo! —después de exclamar se dio cuenta que aquello podría enojar a su amigo y rápidamente se disculpa —Lo siento, no te ofendas, es mi humilde opinión.

—Me gusta el lado perfeccionista de Taeyong-Hyung —asumió honesto —Lo hace ser cuidadoso e inteligente.

—En estos tiempos los Omegas son tan... Argh... —bufa sin saber como llamarlos, notándose molesto —Se que no soy tan atractivo como tu o inteligente como Kun, pero aun así debo tener lo mío, ¿no? A diferencia de ti, que tienes a un montón de Omegas detrás tuyo solo le haces caso a los pendejos que no te valoran y luego estoy yo, solo, solín, solito de la vida.

—Al menos se que no soy el único con problemas de amores —sonríe de lado para darle un ligero golpecito amistoso al hombro del más alto.

—El amor no sirve, están sobrevalorando esa estupidez en un mundo que ya lo tiene infravalorado —se acercó el Chino vistiendo su pulcro traje con corbata azul. Un atractivo empresario con su maletín en mano.

—Por gente como tu está infravalorado pero de que existe, si existe —contestó Johnny.

—La oportunidad de conocer a tu Predestinado en estos tiempos es casi nula. Dejen de seguir ilusionandose y trabajen, nada como la estabilidad económica —se acercó al mesón y vio dos loncheras de bibimbap. —¿Y por qué hay dos?

Jaehyun estuvo a punto de responder una es suya y la otra la llevaría a Taeyong, hasta que recordó el pedido de su Hyung de que deje de llevarle ese tipo de cosas. Al retractarse y queriendo hacer algo bueno por sus amigos, cerró ambas loncheras y le extendió a cada uno.

—Es para ustedes, disfruten la comida que hice.

—Siempre lo hago, bebé —el americano sonrió pícaro para acercarse y dejar un beso fugaz y exagerado en la mejilla del castaño.

Jaehyun asqueado seca su mejilla con una servilleta. —Maldito, tu saliva.

—Gracias —agradeció el chino tomando el suyo.

—No te cuesta nada creer un poquito en el amor.

Kun puso los ojos en blanco y negó —Cada uno tiene un diferente punto de vista de la vida, los apoyo si quieren formar una relación o si quieren creer en el amor pero para mi esa cosa, no va conmigo. Ahora si me disculpan, tengo una junta temprano, hasta la noche.

Se despidió y salió rápido.

—Solo porque sus padres son divorciados no debería ser así —murmuró el americano mirando la puerta de salida de la casa.

Desde pequeño, Qian Kun nació como fruto de una pareja que si bien al principio se amaban, con él tiempo la costumbre y aburrimiento los agotó hasta que ocasionó muchos problemas. Discusiones, infidelidades y gritos tenía que soportar desde muy pequeño de ambos, los cuales sólo seguían juntos por el pequeñin. Al final sus padres se divorciaron y él junto a su madre se mudaron a Corea. Nunca perdió contacto con su padre y a pesar de que éste formó su propia familia en China, nunca se olvidó de él, llamándolo y felicitándolo. Le manda dinero e incluso vino a su graduación de Preparatoria y a la de Universidad junto a su nueva familia.

Nadie de su familia, ni siquiera sus abuelos son Almas Gemelas. Nunca en frente de sus narices, en su entorno alguien encontró a ese gran "amor verdadero" por lo que creció sin creer en esas aclamadas "Parejas Predestinadas".

No le tiene guardado ningún rencor a sus padres, al crecer se dio cuenta que en realidad es mejor que terminaran a que siguieran una tóxica relación sin amor.

Kun no quería formar una relación así, prefería evitarlo. De igual forma, entre el grupo es el único que nunca en toda su vida se ha interesado por un Omega.

—Jaehyun si de aquí a los treinta años seguimos solteros, ¿serías mi Delta? —la repentina pregunta de Johnny sacó de los pensamientos al mencionado, sobresaltandolo.

—¿Qué?

—Sólo pregunto —se encoge de hombros como si aquello fuera lo más normal del mundo.

Jaehyun se lo pensó un poco y terminó asintiendo con una sonrisa humorística —Esta bien, trato hecho.

Aún así, esta seguro de que ese día no llegará. Antes de eso, habrá acabado la relación de su Hyung y se habrán vuelto pareja.

Despues de tres agotadoras horas en clases, la campana sonó indicando que es hora de su descanso. Jaehyun guarda sus útiles en la mochila y se levantó, despidiéndose de forma educada de todos y sale del salón. Cabe destacar, que tiene puestos unos oscuros lentes negros para tapar la "herida" de su rostro.

Camina por los pasillos sintiendo como su estómago ruge pero antes de saciar su hambre, tiene que pasar un momento a la biblioteca de la Universidad para devolver unos libros y pedir otros.

Llega a ésta y saluda al viejo Bibliotecario del otro lado de la recepción. —Buenas, traigo estos libros que pedí hace dos semanas —saludo con su característica sonrisa bonita, de su bolso saca tres grandes libros que pesan como el infierno y lo deja caer en frente suyo en la mesa que los separa.

Luego de devolverlos, camina hacia adentro entre los pasillos buscando otros tipos de libros de Medicina para ampliar su conocimiento.

De pronto, el aroma a Peras y Manzanas entra a sus fosas nasales. Mira a todas las direcciones buscando a ese estúpido Omega que oso golpearle el rostro el fin de semana.

Camina mientras una molestia engloba su interior, creciendo cada vez más. Dobla por el pasillo y encuentra al Omega bajando una alta escalera después de haber dejado unos libros arriba.

Sus miradas se encontraron.

—¡Tu, ¿cómo te atreviste a...! —fue exclamando mientras se acerca furioso pero sus palabras se quedan en el aire cuando sus ojos captan como unos anchos libros justo arriba de la cabeza de Doyoung caen. —¡Cuidado!

Corre al Omega alarmado, abrazando aquel delgado cuerpo contra sí mientras lo protege con el suyo. Los libros chocan contra el espalda de Jung y terminan cayendo al suelo.

Jaehyun siente el cuerpo de su mayor por meses temblar ante su agarre, por fin parece un Omega que necesita de la protección de un Alfa, pensó orgulloso de su acto.

—¿Estás bien? —se alejo un poco mientras tiene sus manos encima de los delgados hombros. Se detiene abruptamente cuando ambas narices se rozan y sus respiraciones chocan suavemente contra el otro.

No sabía porqué, pero de pronto su corazón comenzó a latir mucho más rápido de lo normal.

¿Qué creen que suceda después?
¿Doyoung lo golpeara de nuevo?
¿Cuando Jaehyun se dará cuenta de quien es en realidad su Alma Gemela porque lo es Doyoung, no?
¿Kun seguirá pensando de la misma forma?

Actualice algo rápido porque ya tenía los capítulos listos y me dio ansiedad tenerlos aún en borrador entonces de una vez los publique jsjsj, 🤭

La amistad entre el trío es curiosa, cada uno tendrá un diferente punto de vista del amor y de lo que busca a futuro. Como se habrán dado cuenta Jaehyun es el más emocional y amante a los romances de novela (yo xd), Kun es el más "racional" y Johnny es como el más relajado, aún así todos tendrán sus preocupaciones que se irán desenglozando mejor a futuro.

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