JunMyeon se giró delante del espejo de cuerpo entero mientras Kyungsoo, de cuclillas, unía las manos con satisfacción.

—Estás tan bonito como una flor. —exclamó Kyungsoo al ver su gran obra—. Pondré agua a calentar para quitarte las arrugas con el humo y serás el omega más bello del baile. —salió a paso rápido de la habitación mientras JunMyeon daba pasos de vals y admiraba su imagen.

Ya imaginaba cómo sería. Bajaría grácilmente las escaleras, con su preciosa máscara de plumas y el magnífico vestido de color arándano flotando en torno a él. Aceptaría el brazo de SeHun. Cómo no, SeHun sabría quién era, pero estaría tan abrumado por su belleza que no querría revelar su secreto. Lo ayudaría a subir a la calesa y se sentarían juntos, sus brazos y piernas en contacto, durante el trayecto hacia el baile. Su lobo se pavoneo de la emoción.

Una vez dentro, SeHun no podría ocultar su ansiedad por abrazar a JunMyeon. Por bailar con él sobre el suelo brillante de roble. Empezaría a sonar la música y se sorprenderían unidos en un abrazo. Bailarían, y sus pasos estarían tan acompasados que todos en el salón de baile se detendrían a admirarlos.

Los ojos de SeHun se suavizarían al ver su belleza. Sabría, sin el más leve rastro de duda, que no podría vivir sin JunMyeon. Al final, buscaría a Park Chanyeol e irían ante el juez para proclamarlo inocente de la muerte de Seulgi, y JunMyeon volvería a la granja como el esposo de SeHun.

JunMyeon cerró los ojos mientras aquella maravillosa fantasía florecía en su imaginación, pero, cuando los abrió, comprendió que era irrealizable. Por muy bonita que estuviera con su vestido prestado, SeHun nunca lo amaría, nunca querría casarse con él ni desearía que fuese algo más que su criado, su lobo gruño dándole la contra, pero JunMyeon lo ignoro, no podía vivir ilusionado tenía que pisar la realidad por más dura que sea.

Se secó las lágrimas antes de que mancharan la preciosa seda del vestido. Unas voces masculinas y el ruido de unos portazos sonaron por toda la casa y, antes de que pudiera ponerse el abrigo, SeHun entró en la estancia con Chanyeol pisándole los talones.

—Ponte tu ropa de viaje JunMyeon. —le ordenó SeHun—. Volvemos a casa dentro de una hora.

Kyungsoo está recogiendo las cosas de jeongyeon y miro a SeHun anonadado sin comprender nada y JunMyeon se quedó mirándolo, perplejo.

—¿Y qué pasa con el baile? —consiguió decir JunMyeon.

—Destruiste toda esperanza de poder asistir cuando caíste en medio de los niños de la ciudad como un ángel vengador. —gruño SeHun—. Irene está pidiendo a gritos tu encarcelamiento por amenazar a la mitad de los niños del territorio. Cuanto antes te saquemos de aquí, mejor.

Aquel tono hostil lastimo mucho a JunMyeon, planeo responder y explicarle las cosas a SeHun cuando en aquel momento, se oyeron unos golpes en la puerta. Chanyeol la abrió e Irene entró arrasando como un ciclón.

—¡Te lo dije! Te dije que este omega sólo podía traer desgracias. —gritó a todo pulmón—. Casi mata del susto a la mitad de los niños de la ciudad, por no mencionar lo que les hizo a mis propios hijos.

—Dudo que JunMyeon conociera a tus hijos, aunque los viera. —SeHun intentó defender a JunMyeon.

—¡Eso no importa! —demando Irene—. Mis hijos saben quién es JunMyeon. Saben que es un asesino y que no debería estar entre los cambia-formas decentes.

Para sorpresa de SeHun, JunMyeon dio un paso al frente.

—Si quiere que sus hijos se traten con gente decente, debería enseñarlos a comportarse como es debido. —le dijo JunMyeon—. Debería enseñarles a no atormentar a jeongyeon ni intentar robarle su toca para avergonzarla. —ataco.

Irene se enderezó con un bufido.

—Mis hijos nunca harían una cosa así. —dijo con arrogancia.

—Pero si lo hicieron... ¡Lo hicieron, lo hicieron! —jeongyeon se acercó corriendo por el pasillo.

SeHun levantó a su hija en brazos.

—¿Estás segura? —cuestiono SeHun con voz calmada para no asustar a la niña.

—Sí, papá. —contestó la niña con solemnidad.

SeHun apenas se molestó en mirar a Irene otra vez mientras arrojaba sus bolsas y provisiones al carromato. La mujer continuó su arenga sin apenas parar para respirar. Finalmente, al darse cuenta de que nadie tomaba sus amenazas en serio, fue a la yugular.

—Y no hace falta que traigas a tu familia a mi casa por Navidad SeHun. —gritó—. No recibiré a ese convicto en mi hogar. Y jeongyeon se está volviendo como ese omega. —escupió.

—ah no, No tienes de qué preocuparte Irene. —replicó SeHun con frialdad—. No nos acercaremos a tu propiedad. Y espero lo mismo de ti, Irene. —gruño, apretando los puños para no transformarse y atacarla—. Si tú o los tuyos ponen el pie en mi granja a partir de hoy, no me hare responsable de lo que pueda hacerles y tú sabes que en Goyan no existe un alfa más fuerte que yo así no me tientes porque lo vas a lamentar muy caro.

Acto seguido, la tomo fuertemente del brazo para sacarla arrastras hasta la calle y cerró la puerta de la casa en sus narices.

SeHun todavía estaba temblando de ira cuando se volvió y vio que Chanyeol lo miraba fijamente, algo asustado como todos.

—No me digas nada que no estoy de humor. —le advirtió mientras calmaba a la furia de su lobo.

—Los Lee son tus vecinos más próximos SeHun. —señaló Chanyeol ladeando el cuello en señal de sumisión, porque sabía que con un SeHun enojado no habría muchas posibilidades de vivir.

—Los Lee sólo crean problemas. —replicó SeHun gruñendo—. Estaremos mejor sin ellos.

—Va a ser un invierno muy largo y solitario. —le recordó Chanyeol a su amigo.

—Estaremos bien sin ellos. —murmuro SeHun ya más calmado al sentir a JunMyeon y a su hija—. Nos tenemos el uno al otro.

—También tienes una enemiga feroz. —dijo Chanyeol y le dio a SeHun un apretón amistoso en el hombro.

Mientras tanto, el corazón de JunMyeon estaba henchido de alegría. SeHun lo había defendido. No había comprendido ni aprobado lo que había hecho, y aun así lo había defendido. Aunque ya no habría baile, no le importaba.

Desde el momento en que SeHun había echado a Irene a la calle, JunMyeon había comprendido que ya no podía negar su amor por SeHun ni la esperanza de que él lo correspondiera. Sí, lo amaba y quería que SeHun lo amase, aunque corriera el riesgo de perder la vida por ello. Tanto JunMyeon como su lobo estaban de acuerdo en correr el riesgo de morir.  

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ahh, junmyeon ya acepto sus sentimientos ahora solo falta sehun. Me olvide de decir algo me encanto leer que dos personitas estuvieron haciendo teorias sobre ¿porque irene es tan mala con myonie? jaja solo dire que... no puedo, si lo digo ya seria un tremendo spoiler