El salón había desaparecido, y la mitad de la bóveda, pero el resto de la casa estaba intacta. JunMyeon, jadeante y cubierto de hollín, corrió hacia adelante para evaluar los daños de su casa y se alborozó por todo lo que se había salvado, como si fuera un viejo amigo.

—Sólo se ha quemado el salón SeHun. —JunMyeon le dio a SeHun un pequeño abrazo—. El resto de la casa sigue en pie.

SeHun lo rodeó con sus brazos con ojos llenos de alegría.

—Siento que se haya perdido todo lo que había en el salón, incluido el órgano. —lamento SeHun en broma.

Lo único que le impedía echarse a reír eran las expresiones frenéticas y cautelosas de los humanos que se habían unido para luchar contra un enemigo invisible y ahora observaban a la pareja y a todos los centinelas convertidos en sus formas humanoides.

JunMyeon se apretó contra SeHun y enterró el rostro en su pecho para ahogar una risita infantil.

—Creo que podemos decir que el órgano está exorcizado. —le susurro a SeHun en tono jovial.

En cuanto se hizo evidente que el fuego estaba extinguido y el dios aplacado, los humanos desaparecieron. Antes de que el capitán centinela pudiera ordenar a sus hombres que fueran tras ellos convirtiéndose nuevamente en sus formas lobunas Jimin regresó del campamento humano caminando en dirección al capitán impidiendo que este complete su transformación a lobo.

—Tengo que hablar con el capitán. —declaró Jimin—. Se trata de Jackson.

—¿Qué pasa con él? —inquirió el capitán soltando un gruñido mientras olía a los humanos alejarse, podía ignorar a Jimin e ir detrás de los demás, pero los humanos los habían ayudado y dejado de disparar y por ello el sentido de equidad y justicia que tenían los alfas le impedía dar caza.

—Quiere hablar. Quiere un tratado. Pero sólo pactará con el juez Siwon y el líder Taejon presente. —explico Jimin.

El capitán se frotó la cara. Estaba cansado. Los ojos le escocían y le dolía todo el cuerpo, así como su lobo interior también estaba cansado ya de haber corrido distancias y peleado, sentía que su cuerpo lobuno aun debía tener alguna bala alojada en una zona no mortal.

—Dígale a Jackson que entregue a la omega que rapto y podrá marcharse. —sentencio el capitán observando a su sequito al mando, deberían estar igual o peor de cansados que él.

—Eso no es negociable. —le dijo Jimin—. Jackson se llevará a la omega a la cuidad humana para hacerla su esposa y, cuando intenten seguirlo, matará a sus hombres uno a uno y al hacerlo cerca de la cuidad es muy probable que inicie a experimentar con ustedes e inicie una verdadera guerra.

—¿Cree que sería capaz de una cosa así? —preguntó el capitán.

—¿Usted no? —repuso Jimin—. Jackson no parece temerle a la muerte ni a nada, esta cegado por su ambición. Sin embargo, en estos momentos parece tener algo de lucidez, es momento de aprovechar eso.

El capitán inclinó la cabeza en señal de sumisión.

—Vaya al fuerte a llamar al juez y al líder Taejon ya debería de haber llegado de su resguardo al sur. Mantendremos a los humanos a raya hasta su regreso por si Jackson pierde el estado de lucidez. —sentencio el capitán volviendo a ponerse rígido e imponente. 

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/si gustan aca si escuchen la cancion de bts, si te gusta la pareja de jeongyeon y jimin obvio/

El juez llegó la tarde del segundo día junto el alfa líder y un sequito de más centinelas. Con la tranquilidad de que el peligro había pasado y los humanos estaban dispuestos a parlamentar, habían llevado a Chanyeol, Kyungsoo y a la pequeña jeongyeon con ellos.

Fue la risa de jeongyeon lo que sacó a JunMyeon de la casa para levantar en brazos a la niña.

Con su familia nuevamente en casa, JunMyeon se dispuso a lavar la ropa y a limpiar mientras SeHun bajaba al arroyo para recuperar a los animales.

Jeongyeon estaba sentada en el peldaño de la entrada, con Jimin en cuclillas delante de ella.

—¿Pero por qué tienes que irte a vivir con los humanos Jimin? —le preguntó jeongyeon—. ¿Por qué no puedes quedarte aquí?

—Hice una promesa y tengo que mantenerla. —le dijo Jimin—. Le prometí a Jackson que, si dejaba de incendiar las casas de los hombres lobo y hablaba con el juez Siwon y el alfa líder, yo iría con él para ayudarlo a construir un lugar nuevo en la cuidad donde Irene se acoplara a la humanidad, y la humanidad se acople a Irene así como también para cerciorarme de que Jackson no experimente cosas contra los hombres lobo.

—¿Cuándo volverás? —preguntó la niña, tratando de comprender y controlando las lágrimas al mismo tiempo.

—No lo sé exactamente, pero volveré, te lo prometo jeongyeon. —le dio un golpecito en la barbilla—. Ahora dame esa bonita sonrisa con la que te pueda recordar.

—No tengo una sonrisa bonita Jimin. —dijo jeongyeon—. Los dientes de delante son demasiado grandes y el resto de mi cuerpo es demasiado pequeño, salvo mis orejas. —casi se quedó sin voz al reconocerlo. Lo último que deseaba en el mundo era que Jimin pensara que era fea—. Además. —balbució, tratando desesperadamente de cambiar de tema—, dices que no me olvidarás, pero lo harás. Te irás y nunca pensarás en mí. Y cuando vuelvas, solo dirás algo así como: «La última vez que te vi, no eras más que una niña pequeña con enormes orejas», y eso será lo único que recuerdes.

—No es cierto jeongyeon. —le aseguró Jimin sintiendo como su lobo aullaba con la premonición de dejar a su mate, pero era necesario por lo menos hasta que jeongyeon creciera y pudieran tal vez estar juntos—. Volveré lo prometo, y te recordaré mientras esté lejos.

Jeongyeon bufó y dio media vuelta. No lo creía más de lo que Jimin creía sus propias palabras. Eran un puñado de mentiras piadosas que decía la gente para que las despedidas resultaran más fáciles. Pero no era fácil. Para jeongyeon, no. ¿Cómo iba a soportar la idea de crecer y que Jimin volviera y no la reconociera? Para intensificar su angustia, las lágrimas afloraron a sus ojos y sintió húmeda la nariz, le dolía mucho en el alma, aunque no entendía del todo porque se sentía morir como si estuviera a punto de perder algo importante, sabía que le gustaba Jimin, pero el dolor que sentía era muy fuerte.

Por su parte Jimin no podía soportar verla llorar. La luna sabía que ya su omega había sufrido bastante en la vida y no quería ser la causa de más dolor. Aun así, sabía que jeongyeon era joven y que, con el tiempo, seguramente se olvidaría por completo de él y si tal vez sean mates, pero el lobo de jeongyeon aún no había madurado así que su omega no sentiría el dolor de no tener a su mate y podría ser feliz con un verdadero hombre lobo y no con un hibrido como él.

Pero aun así su lobo y su corazón no quería que jeongyeon lo olvidara, no lo soportaba así se dijera que podía ser mejor para jeongyeon si lo olvidaba. Jimin se quitó entonces del cuello un hermoso collar de zafiro que su madre se lo había entrado al morir y se la entregó a la niña.

—Cuando veas esto, piensa en mí jeongyeon. —le dijo en tono de súplica.

¡Ya estaba! Había descargado toda su responsabilidad de suavizar la despedida. Jimin dio media vuelta sin comprender el dilema de jeongyeon.

La niña no tenía nada que darle. Jimin estaba a punto de irse. Tal vez no lo volvería a ver nunca y Jimin le había dado su hermoso collar. Jimin se iría y se enamoraría de una humana y nunca volvería a pensar en ella otra vez. Tenía que darle algo, pensó jeongyeon desesperada. Algo suyo y solo suyo. Algo tan personal que al verlo Jimin sólo pudiera pensar en ella cuando lo mirara.

Jimin empezó a alejarse y jeongyeon tomó una decisión.

—Jimin, espera. —jeongyeon intentó disolver el nudo que tenía en la garganta—. Espera, Jimin. Yo también tengo algo para ti.

Jeongyeon enredó el dedo en uno de los preciosos rizos que JunMyeon le había hecho para que estuviera bonita. Con un pequeño gruñido de dolor, se lo arrancó.

Colocó el rizo en la mano de Jimin, dio media vuelta y se echó a correr.

Jimin se quedó mirando el pelo rojizo bellamente rizado en la palma de su mano. Pensó en ir tras la niña pero no había nada más que decir. Jeongyeon lo había dicho todo.

Mientras Jimin caminaba hacia su caballo, oyó a JunMyeon cantar mientras lavaba la ropa y a SeHun silbar a los animales mientras los conducía hacia la granja. Jimin sintió el amor que los envolvía.

Se llevaría parte de ese amor con él, gracias a jeongyeon. Pero más que eso, sabía que, con su regalo, jeongyeon se había asegurado el éxito de su petición, porque tan cierto como el mundo era redondo y el día seguía a la noche, Oh jeongyeon era una omega a la que Lobo de Jimin nunca olvidaría y buscaría. Lo haría cuando supiera que era el momento indicado, porque el lobo de jeongyeon podría no haber madurado todavía, pero podía sentir esa conexión, la conexión de las parejas destinadas y ahora que ambos tenían recuerdos del uno y del otro sabía que quizás no habría forma alguna en que no estuvieran juntos, con ese pensamiento beso el mechón del cabello de jeongyeon antes de tomar su rumbo, pero con la promesa de volver. 

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gente llore TnT lloren conmgo asi no les guste el ship hetero que puse, 7n7 inclusion gente inclusion. la pareja se va reencontrar más tarde que nunca.