La habitación vibró de perplejidad y silencio. Los dos alfas se miraron y luego fijaron la vista en la niña. Chanyeol se acercó a jeongyeon, decidido a interrogarla, pero SeHun lo retuvo con un, ademán.

—¿Qué quieres decir, jeongyeon? —preguntó SeHun en voz baja—. ¿Viste cómo tu madre se caía por las escaleras? ¿Estabas dentro de la casa aquel día? ¿Sabes qué pasó?

SeHun nunca había considerado aquella posibilidad. Había supuesto que jeongyeon estaría fuera jugando con los demás niños, pero de sus palabras se derivaba que no había sido así.

Chanyeol se inclinó hacia delante y observó a la niña con atención. Al mirar a su padre, jeongyeon supo que no tenía más elección que decir la verdad. Había vida y esperanza en sus ojos, y la expresión de su rostro le recordaba a cómo se sentía ella justo antes de Navidad.

Su padre creería cualquier cosa que dijera, pero el tío Chanyeol se daría cuenta si mentía, así que tendría que ceñirse a la verdad.

—Sólo tienes que decirnos lo que ocurrió ese día, jeongyeon. Empieza por el principio y cuéntanos todo. —oyó decir al tío Chanyeol.

Jeongyeon podía hacer eso. Cerró los ojos y recordó el último día de la vida de su madre y el primer día que había visto a Kim JunMyeon.

—Bueno, estaba durmiendo profundamente aquella mañana cuando mamá me despertó. —dijo jeongyeon, siguiendo sus instrucciones como sólo un niño podía y empezando desde el mismo principio—. Dijo que me diera prisa porque nos íbamos a ir de paseo en el carro y, si no me daba prisa y me vestía enseguida, me obligaría a ir sin mi toca y todo el mundo se reiría de mí. De haber sabido que íbamos a ir a casa de tía Irene no me habría molestado en ponerme una toca limpia porque los niños siempre me la quitaban y se reían de mí de todas formas, pero pensé que íbamos a ir a algún sitio importante y me di toda la prisa que pude. Corrí tanto que se me olvidó desayunar.

La niña hizo una pausa para recobrar el aliento.

—Cuando llegamos a casa de tía Irene ya se había pasado la hora del almuerzo. No vi a la tía Irene, así que pensé que no estaba, ya que no solía estar cuando mamá iba a la granja. El tío Leeteuk sí que estaba. Me dijo que saliera a jugar y él y mamá entraron en la casa. No me apetecía jugar con los niños y como no los vi por ninguna parte, fui al huerto en busca de algo que comer. Las manzanas estaban todavía verdes y duras, pero comí algunas de todas formas. Luego me senté donde pudiese ver la puerta para estar lista cuando mamá me llamara para ir a casa. Esperé mucho tiempo y la tripa empezó a dolerme. Pronto me dolía tanto que apenas podía contener las lágrimas, así que eché a andar hacia la casa. Tenía miedo de ir al retrete de fuera. Mamá me había dicho muchas veces que si no estaba lista para irme cuando me llamara me dejaría en casa de tía Irene... —sollozo la niña asustada de solo recordarlo—. y ya llevábamos allí mucho tiempo.

Jeongyeon levantó la vista hacia su padre. Este tenía una expresión extraña y se mordía el labio inferior como solía hacer la gente cuando intentaba controlar la risa.

—No te rías de mí, papá. —dijo jeongyeon con indignación—. No es una historia divertida.

SeHun bajó la cabeza para que la niña no pudiera ver su rostro.

—No me estoy riendo, cariño. —le dijo SeHun—. Créeme.

¿Por qué no se había dado cuenta?, se preguntó SeHun. ¿Por qué no había adivinado que Seulgi ya no lo amaba y estaba teniendo una aventura con otro alfa? ¿Cómo podía haber sido tan estúpido para permitir que jeongyeon viviera aquella terrible situación? SeHun intentó aclarar sus ideas y al mismo tiempo buscar palabras de consuelo para su hija, pero fue Chanyeol quien habló.

—Nadie va a reírse de ti, jeongyeon. —la tranquilizó Chanyeol—. Ahora, continúa con tu historia. ¿Cómo conseguiste llegar a la casa cuando te dolía tanto la tripa?

Los dos alfas contuvieron el aliento mientras esperaban a que la niña hablara.

—Acababa de entrar en la casa cuando oí que un carromato se acercaba por el prado. Mamá y el tío Leeteuk no estaban por ninguna parte y sabía que yo no debía estar en la casa sola, así que me escondí debajo del aparador con la esperanza de poder salir por la puerta sin que nadie me viera. Luego la tía Irene entró con las manos llenas de paquetes. JunMyeon entró justo detrás de ella, solo que no sabía que era JunMyeon. No sabía quién era. Pero sabía que no era la tía Irene porque ella entró primero y de ahí JunMyeon. —explico.

Luego asintió a modo de confirmación y miró a los alfas. Se dio cuenta de que la escuchaban atentamente. Era una sensación halagadora y jeongyeon se sintió tentada a aderezar un poco la historia, pero la advertencia tácita en los ojos del tío Chanyeol la persuadió para que se ciñera a los hechos.

Tosió y continuó su relato.

—JunMyeon siguió a la tía Irene a la cocina. Yo me preparé para salir corriendo por la puerta, pero la tía Irene volvió a entrar en la habitación enseguida. Se soltó el cabello y empezó a subir al piso de arriba. —susurro—. La tripa me dolía mucho y supe que si no salía de la casa me lo haría debajo del aparador de la tía Irene, así que en cuanto la tía Irene desapareció por el pasillo, empecé a salir a rastras del mueble.

A Chanyeol le resultó imposible no interrumpir a la niña.

—¿Dónde estaba JunMyeon, jeongyeon? —quiso saber Chanyeol.

—Supongo que seguía en la cocina. No sé dónde estaba. —chillo jeongyeon angustiada—. Pero confiaba en que no estuviera en el retrete, porque yo quería ir allí.

SeHun le lanzó a Chanyeol una mirada de reproche. No quería interrumpir el relato de jeongyeon por si acaso la niña se ponía nerviosa y dejaba de hablar.

—Continúa, cariño. —dijo SeHun a su hija con suavidad.

—Bueno, antes de que pudiera llegar a la puerta oí mucho ruido en el piso de arriba. Mamá, la tía Irene y el tío Leeteuk salieron corriendo al pasillo. Luego la tía Irene empezó a gritar sobre una zorra. No sé de qué estaba hablando porque no hay zorros por aquí, ¿la aldea de los zorros está bien lejos verdad papá? —cuestiono la niña—. pero la tía Irene no hacía más que gritar: «Zorra, zorra». Cuando mamá quiso irse, la tía Irene la agarró y luego mamá cayó por las escaleras. La tía Irene se puso a gritar y el tío Leeteuk se acercó cojeando por el pasillo.

Jeongyeon miró a los alfas para ver cómo habían tomado su recuento de la situación. Estos la observaban como si no comprendieran sus palabras, así que siguió.

—JunMyeon salió corriendo de la cocina y se agachó junto a mamá al pie de las escaleras. Entonces la tía Irene empezó a chillar como una loca, pero no pude comprender lo que decía. Solo sabía que, si no salía de allí enseguida, me haría mis necesidades y cuando mamá se despertara, me obligaría a volver a casa andando detrás del carro, así que salí corriendo por la puerta y... —jeongyeon se encogió de hombros con elocuencia— eso es lo que pasó. 

*************

Bueno sus teorias estuvieron buenas jaja no era el interes amoros de irene por sehun pero si fue un interese amoroso que desencadeno todo esto.  La persona que acerto fue SONIAMARVB lo acerto primero luego ya se fueron dando cuenta ustedes tambíen como que hubo más pistas y todo.