Si le preguntan a Min YoonGi cuál fue el mejor día de su vida, quizás responda, que fue cuando se hizo novio de su hermoso chico rubio.

Pero no estaba tan seguro de eso, porque el tiempo avanza y la vida también, en cierto punto, ser novios no fue suficiente.

No lo mal entiendan, él no se deja llevar de las etiquetas de la sociedad y menos de lo que sigan los demás, pero cada vez que veía una película al lado de su pareja y llegaba la parte de la propuesta de boda, JiMin solía prestarle más atención y se volvía bastante sentimental, sus ojos brillaban como diamantes. Él lo sabe, sabe que su hermoso chico tiene aquel deseo de casarse aunque no lo diga por alguna razón.

Quizás por miedo.

Pero lo ha notado y fue ahí, cuando Min se dio cuenta que ser novios, tampoco era suficiente para él.

Quería a JiMin siempre y lo quería atado a su corazón aunque se escuche demasiado trillado y cliché.

Se imagina cada mañana con aquella hermosa cabellera de sol contra su cara, porque a su hermoso Mochi le gusta acurrucarse en su cuello y solamente consigue hacer cosquillas en el rostro del pálido cuando este siente los rebeldes mechones rizos.

Estaba enamorado, no había vuelta atrás, solamente podía seguir avanzando con la vida, pero si él avanzaba quería que JiMin lo haga a su lado, así que estaba pensando seriamente cuál sería la mejor manera de pedir la mano de su chico.

Definitivamente no tenía ayuda de casi nadie a parte de sus amigos de siempre. Pues para Min, sus padres estaban muertos.

Recuerda vagamente cuando le preguntaron sobre ellos, en verdad, no sabe si estaban o no metros bajo tierra, pero tampoco le importaba. Él había escapado de su casa desde que tuvo la oportunidad, bueno, si es que a eso se le puede llamar escapar o casa.

Asi que no contaba con familiares y prefería decir que estaban todos muertos. Básicamente lo estaban para él.

Volviendo a la realidad, no es que él sea un idiota, pero tampoco era un experto en las sorpresas. No, de hecho no sabía nada de ellas y se ponía nervioso solamente de imaginar cómo reaccionaria su rubio al enterarse de que quería dar ese paso.

Aunque creía conocer a la persona indicada para ello.

SeokJin.

Debía ser el más sabio en esos temas. El Omega era realmente muy servicial y a juzgar por la vida organizada que lleva con NamJoon, debía saber de asuntos maritales.

Asi se encaminó hacia la vivienda Kim. Donde seguramente estaría aquel hombre de risa particular que de alguna manera había caído ante los... ¿Encantos? De NamJoon. Sinceramente no sabe que pasó con exactitud, pero supone que los opuestos sí se atraen, porque esos son como el blanco y el negro. Totalmente distintos.

Pero según lo que cuenta JungKook, el Kim menor era totalmente el tipo del Kim mayor y aparentemente era algo recíproco.

-Jin...

No recuerda el momento en que había terminado en la sala con el parlanchín Omega narrando todas las ideas que tenían. Solo sabe que estaba pensando en la relación de este y en otro segundo ya era una especie de secuestro.

-SeokJin...

No lo dejaba ni siquiera hablar. De haber sido NamJoon seguro lo estrangula, pero no podía hacerle eso a su mayor, por el poco respeto que le tenía al no ser amigos tan cercanos.

-Tambien puedes hacer un paseo en barco ¡O invítalo al bosque y tengo algo pregrado ahí!

Seguía y seguía. YoonGi a penas podía formular pensamientos o imaginarse las situaciones puesto que no bien se planteaba una ya tenía la otra en la cabeza.

Maldición.

Recordaría no regresar s ese lugar a menos que quiera morir escuchando a alguien.

-¡Kim SeokJin! -al mayor por fin guardó silencio y el pálido pudo suspirar de alivio cuando eso sucedió- Quiero algo sencillo pero Lindo. JiMin ya está lleno de cosas materiales, sus padres literalmente le compran cualquier cosa que pueda llamar su atención. Me gustaría algo más significativo para él, no viajes, no barcos, no malditos restaurantes trillados, tampoco la playa por el amor a todo.

La cara de Kim fue un poema, no supo descifrar exactamente si era bueno o malo.

-Ve a comprar el anillo y déjame pensar en algo. Estoy seguro que tengo la idea perfecta para ti, Min.

Así fue como YoonGi llegó al presente. Cuando estaba sosteniendo una caja de terciopelo negra mientras dejaba una carta al lado de la cama de su pequeño cabeza de sol.

Luego de eso se fue haciendo silencio, era de tarde y había logrado que JiMin se duerma. Si tenía suerte, despertaría en menos de una hora y así empezaría la pedida de matrimonio.

Pasaron exactamente veinte minutos para cuando el calor al lado de JiMin desapareció y este tanteó a ciegas la cama para buscar a su alfa. Aquel aroma tan característico de YoonGi no estaba, así que el rubio hizo un puchero hasta que su manita tocó un papel.

Abrió los ojos sentándose y miró lo que parecía ser un sobre.

Con curiosidad, sacó la hoja dentro de este y sabía que era de YoonGi por la letra, Aunque inmediatamente lo leyó solamente pudo confundirse más.

"Estoy seguro de que no entiendes nada, pero tranquilo, solamente debes visitar a tu mejor amigo y no hablo del dientes de conejo."

No pudo evitar soltar una pequeña risa, definitivamente era YoonGi y le parecía todo tan extraño. Pero también era interesante y JiMin no se quedaría con la duda de lo que sucedía. Así que se puso una vestimenta cómoda y se encaminó hasta la vivienda de su Tete, era su mejor amigo si quitaban a JungKook.

Al llegar, nadie estaba ahí, o eso parecía a simple vista. Pero luego el flash de una cámara lo cegó y pudo ver a TaeHyung sonriendo ampliamente mientras le extendía una fotografía.

-Es de una de sus citas. Te veías realmente tierno con esa boina, JiMin. Y hablando de boinas ¿Sabes que soy muy famosas en Francia? También lo es la pintura como en toda Europa. Deberías visitar a alguien que sepa más de artes. Estás buscando a YoonGi, él te espera luego de la pintura y los lienzos.

Besó la frente de su mejor amigo y le entregó la fotografía mientras lo sacaba de su hogar.

En ella se podía ver a YoonGi y él compartiendo un algodón de azúcar dado que a JiMin se le había antojado uno y gracias a un festival había aprovechado para comprarlo.

Bueno, al parecer eso era un tipo de persecución, porque TaeHyung le había dicho que necesitaba ir donde hay pintura y lienzos.

Eso solamente podía significar dos cosas. O tendría que viajar hasta una sala de artes o era la casa de JungKook.

YoonGi era vago, así que sí, era la casa de JungKook.

Guardó la fotografía en el sobre que le habían dado antes agradeciendo su buena resistencia física porque la casa del castaño no quedaba tan cerca y se estaba haciendo de noche. A decir verdad, el sol aún se veía al horizonte, pero no quería esperar a las estrellas para terminar ese rato juego que tenía su novio.

Llegó por fin y ni siquiera tuvo que tocar la puerta, lo recibió un hermoso ramo de girasoles que le extendía Jeon con una sonrisa bastante grande.

-No preguntes, solamente dile a SeokJin que te deje probar uno de sus pastelillos, escuché que los de chocolate son muy buenos, YoonGi quería que probaras y apartó uno para ti.

Sin decir nada, JungKook tomó su moto y se puso su casco, tiró de JiMin para montarlo atrás y también protegió su cabeza. No podían esperar hasta el anochecer Por lo que arrancó directo a la casa de su primo y sin dar más explicaciones, dio la vuelta dejando al rubio ahí.

En la puerta lo esperaba Jin con una hermosa sonrisa mientras vestía un lindo conjunto de color blanco con ligeros detalles brillantes en rosa.

-¡Minnie! No dejes que se enfríe, Hobi me pidió de favor que lleves uno de nueces para él. ¿Qué tal si vas y de camino encuentras a YoonGi?

Frunció el ceño cuando le pasaron los pastelillos en unas cajitas transparentes muy bien decoradas, pero eso no era el problema. ¿Todos sabían donde estaba su novio menos él?

-Hyung...

Pero claro, lo interrumpió.

-¡No hay tiempo! Los postres de horno saben mejor calientes.

Asi se adentró a su casa y dejó al rubio frustrado. Pero por suerte Hoseok vivía bastante cerca.

Solo bastaron unas dos o tres cuadras pequeñas para llegar hasta la cálida casa de Jung. Ahí fue recibido con la misma hermosa sonrisa y unos pequeños saltos.

-Jiminnie~ trajiste mi pedido. Oh, lo siento por eso, es que Jin cocina delicioso, debió dedicarse a eso como trabajo de vida.

Se encogió de hombros tomando el pastelillo que era suyo y lo llevo dentro volviendo rápidamente con una linda corona de flores primaverales que aunque eran pequeñas hacían resaltar realmente la belleza del rubio.

-YoonGi dijo que te quedaría hermoso. Tuvo razón. -Asiente estando de acuerdo y sonríe cálidamente- Él está con tus padres. Quisieron compartir un poco en el salón de baile al que solías ir. Me han dicho que ahora tiene un hermoso balcón ¿Porqué no vas con ellos? Vamos, ya estás cerca.

Lo motivó a hacer aquello y solamente recibió una afirmación algo dudosa. Si bien YoonGi y su padre se llevaban bien, era extraño pensar en que estos estaban juntos solo porque sí.

Pero debía dejar de darle tantas vueltas a las cosas. La noche ya comenzaba a ser visible y por suerte no estaba tan lejos de la academia, recordaba cuándo solía caminar con Hoseok de ella hasta su casa.

Río por los bonitos momento y se encontró con aquellas puertas que tantas veces había pasado. No sabe porqué de repente todo le causaba tanta intriga y hasta se sentía algo ansioso.

Se encaminó hacia el que fue su salón privado, apretando los girasoles contra su pecho y casi queda sin aliento cuando pudo percibir música saliendo de él.

Era delicada y tranquila, pero también era bastante conmovedora.

Abrió las puertas blancas encontrando todo hermosamente decorado, habían flores por toda partes y también algunas luces de colores cálidos y blancos. Definitivamente no quiere imaginar cuánto tardó YoonGi en Meter ese piano que estaba tocando.

Se veía tan guapo acariciando las teclas para hacer aquella dulce melodía, sus ojos permanecían cerrados y una sonrisa pequeña era la expresión en su rostro, tenía un traje negro, de pronto el rubio se sintió avergonzado por no haberse puesto una ropa más linda.

-Todo esto no es una coincidencia, solo, solo, yo podía sentir eso, el mundo entero es diferente a como lo era ayer, solo, solo con tu alegría.

Comenzó YoonGi a pesar de no tener la voz más dulce del mundo, a penas tuvo la canción supo que era para JiMin, supo que su rubio merecía la letra más hermosa de ese mundo, porque JiMin es todo lo bueno en el día a día.

-Cuando me llamaste me convertí en tu flor, como si estuviera esperando, florecemos hasta que nos duele,tal vez no es la providencia del universo, solo tenía que ser eso, tú lo sabes, yo lo sé. Tú eres yo, yo soy tú.

Los ojos del menor se llenaron de lágrimas cuando escuchó lo que YoonGi le estaba dedicando, porque lo miró a los ojos en todo momento aún si sus dedos estaban ocupados haciendo una melodía para ambos, solo para ellos.

-Tanto como mi corazón revolotea, estoy preocupado. El destino tiene celos de nosotros, como tú, estoy tan asustado, cuando me miras, cuando me tocas.

Extendió una de sus manos para que JiMin se fuese acercando y luego siguió con la canción, porque una vez que empezaba simplemente no podía detenerse.

-El universo se ha movido, Por nosotros, no hubo ni un pequeño error. Nuestra felicidad estaba destinada a ser, porque me amas y yo te amo, JiMin.

El rubio llegó hasta sentarse junto a su novio, lo miró siempre con una sonrisa que hacía doler sus mejillas, estaba tan tentado a acabar con la música para lanzarse a sus brazos.

-Tú eres mi penicilina, salvándome, mi ángel, mi mundo, yo soy tu gato cálico, estoy aquí para verte, ámame ahora, tócame ahora.

>> Solo déjame amarte, déjame amarte, déjame amarte, solo déjame amarte, déjame amarte, déjame amarte. Desde la creación del universo todo estaba planeado, solo déjame amarte, déjame amarte...

Min besó los labios de su novio antes de que pueda decir algo, y este soltó todo lo que sostenía solamente para tomar el rostro de su alfa y no dejarlo irse.

Pero el cuerpo ajeno bajaba y era el rubio quien tenía que inclinarse hasta la altura de su pálido chico.

Pero sintió sus labios separarse y soltó un pequeño quejido. ¿Ahora qué? Solamente quería quedarse ahí junto a YoonGi.

-No seas berrinchudo, Sunshine. Recuerda, estamos destinados a estar juntos desde la creación del universo. No vamos a separarnos. -Le sonrió y JiMin abrió los ojos para quejarse pero solamente se limitó a soltar un jadeo de asombro y lágrimas cuando vio frente a él a un YoonGi arrodillado extendiendo una caja y un anillo en ella.- Te amo, JiMin y aunque ya lo sabes ¿Qué te parecería demostrárselo al mundo? Mi pequeño Mochi ¿Te casarías comigo?

No hubo respuesta, solo un tierno Omega sobre su pareja llenado de besos su rostro hasta que pido articular las palabras y no dejó de decir que sí.

Todos aparecieron en ese momento, cada uno de los que habían planeado aquella sorpresa y también los padres del rubio, BaekHyun sonreía con lágrimas por su pequeño y ChanYeol estaba aun peor que su esposo.

El pálido se levantó ayudando también a su ahora prometido, puso el anillo en su dedo y le dio un tierno beso en la nariz arreglando al mismo tiempo la linda corona de flores.

-Sabía que te quedaría hermosa. En nuestra boda recuérdame buscarte una.

Recibió una sonrisa del Omega que solo lo abrazó fuerte, cosa que Min correspondió con todo gusto.

JiMin pensó que sí existían los finales felices, pues su vida había sido una miseria, pero en ese momento no podría estar mejor, no había manera de imaginar algo que supere su actualidad.

Tomó el rostro de su ahora pálido prometido y lo besó envolviendo sus brazos en el cuello ajeno mientras sentía que era también abrazado.

¿Quién lo hubiese imaginado? Él nunca pensó enamorarse de su entrenador.

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Capítulo especial dedicado para Mica_MinPark quien dio la idea para la trama de este capítulo y apoyó bastante la obra. Será el último de la historia, gracias por el apoyo de todos y Disfruten <3

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