•Quince•
Extraño
Así es como JungKook podía describir a JiMin en los últimos días que habían estado juntos.
Tenía ojeras, como si no estuviese durmiendo de una manera apropiada.
También se notaba cansado y perdido. Creyó que solamente él notaba esos cambios, pero al mirar a cada uno de los integrantes de esa mesa, fue a parar en los ojos oscuros de TaeHyung quien parecía más perdido que el mismo JiMin.
¿Acaso el acoso seguía y él no sabía nada?
Lo dudaba, todos se habían alejado, un Omega acompañado era un blanco fuera de juego. El hecho de que haya una "relación" entre JiMin y YoonGi, hacía que todos tratasen de mantenerse lo más lejos de un problema posible.
Para cualquiera resultaría fácil atacar a una presa que no tenía defensa alguna. Pero el hecho de que este estuviese acompañado ya cambiaba el juego.
Realmente, Jeon estaba feliz por su amigo, feliz de que ya no lo traten como la basura, que ya no lo encuentren en los pasillos solo para hacerlo caer o golpearlo sin razón.
Estaba alegre de los cambios que veía en la cosita tierna que era Park.
O al manos estaba alegre de algunos cambios. Porque otros solamente lo desconcertaban.
¿Dónde estaban quedando esas lindas mejillas que él siempre solía apretar y aveces morder?
¿Que sucedió con la cintura curvilínea que era tan cómoda al tacto?
¿Acaso se había perdido de algo?
Sentía que sí.
Confiaba en las rutinas de YoonGi. Solían ser complicadas y estrictas, pero daban sus resultados.
Aunque él nunca había visto ese tipo de resultados. Normalmente, cuando las personas adelgazan, se ven sanas, su piel toma un color más brillantes y se ven en serio más frescos.
Pero JiMin no se veía así en absoluto.
No sabe cómo describirlo, solo entiende que estaba mal, incluso su aroma de había hecho realmente tenue, no se percibía a menos que se estuviera muy cerca de su ser.
-Minnie, hace mucho no me visitas. ¿Qué tal si salimos y vamos al cine? Puedes invitar a TaeHyung. No es como que me moleste.
Sonrió ampliamente y arrogantes, el rubio niega soltando una pequeña risa y mueve sus manos en un vago intento de detener cualquier conflicto entre Kim y Jeon.
-Ni lo pienses, aspirante a conejo. Estaré ocupado haciendo cosas más importantes que verte. Sin embargo, si Minnie me invita a su casa para que solo estemos nosotros, yo encantado.
Una sonrisa geométrica apareció en los labios del Omega alto pero eso solamente hizo que Jeon le Guiñe un ojo de forma coqueta. Ya estaba más que acostumbrado a que el de cabello zafiro lo rechacen. Pero no es alguien que se rinda fácilmente.
-Ya, no saldré con ninguno. Se llevan como gatos y perros y yo, en lo personal, no quiero tener que lidiar con las quejas que tengan si salgo con el otro. Asi que no habrá salida.
El Omega dejó su cabeza descansar en uno de los hombros de NamJoon quien inmediatamente le acarició el cabello en forma de mimos. Algo que lo dejó adormilado, evitando a toda costa observar cómo TaeHyung corría tras JungKook para cortarle el cabello con una tijera.
Él personalmente pensaba que era mejor estar así, tranquilo mientras casi dormitaba encantado con aquellas muestras de atención que le eran brindadas.
-¡No! ¡Ya me rindo! -Esa era la voz de JungKook- ¡Ya no molestaré!
El muy torpe se había resbalado y como consecuencia, El malvado omega de cabello azulado aprovechó para cortar un mechón del cabello ajeno. Lo sostuvo en sus manos para que este note que iba en serio.
-Eso te pasa por joder. A la próxima voy a dejarte sin herederos. -Abrió y cerró la tijera mientras señalaba en la entrepierna del alfa, este solamente se cubrió corriendo hacia la mesa nuevamente- ¡Eso! ¡Huye, cobarde!
Tomó asiento maldiciendo en voz baja y ganando una que otra risa de burla por parte de los miembros de aquella mesa. Aunque el más divertido parecía ser el mismo JiMin.
Miró a TaeHyung sonriente tomar asiento a un lado del pelirrojo y enseñarle con brillo en los ojos el mechón que tenía en sus dedos. Ambos dijeron algo bajo y volvieron a reír. Jeon prefirió ignorar aquello.
-JiMin, eres un mal amigo. Mira que dejarme solo en esas condiciones.
Recrimina hacia el mayor, pero este solamente lo observa con burla y se levanta de la mesa unos segundos después. Se veía más pálido de repente.
-Tengo que usar el baño. Regreso en un momento.
Una pequeña sonrisa, pero JungKook, que lo conocía bastante, supo que solo era de cortesía. ¿Cuando JiMin había sonreído en verdad teniendo los ojos abiertos? Nunca, cuando sus risas deliciosas y sonrisas dulces salían, sus ojos parecían querer ocultarse para no ser opacados con el brillo de la dentadura.
-No está bien.
Quiso decir para sí mismo. Pero se ganó miradas de los demás. Sobre todo de cierto Omega que estaba igual de preocupado.
Por primera vez, no se vieron con ganas de molestar al otro. Simplemente compartieron miradas de duda, ambos sabían que algo no estaba bien.
Y también saben que todo eso tiene que ver directamente con lo que había sucedido anteriormente en las redes de la universidad.
Ese día, JungKook consiguió la palabra correcta para definir el estado de JiMin.
Ya sabes que se veía absolutamente...
Enfermo...
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