En el lugar yacía una infinita oscuridad, parecía no tener salida, cualquier cosa material parecía inexistente. No parecía haber señales de vida, excepto por una figura inesperada: una hermosa joven vestida de blanco, destacando en medio de la desolación.

La mujer era notable por su belleza, aunque su rostro mostraba una expresión impasible, desprovista de cualquier emoción. Con cabello blanco como la nieve y ojos que recordaban al mar en invierno, así era Takamiya Mio.

— ¿Esto se siente.... Morir? — Mio se volteo hacia su ángel Ain Soph Aur, que se encontraba a sus espaldas, sin ningún Sephira incrustado en él   — Shin... ¿Donde estas? —

Antes de que Mio pudiera reaccionar, sintió cómo algo o alguien se acercaba rápidamente a ella. En cuestión de segundos, escuchó unos leves susurros.

— ######## —

Lo que parecían ser varios lazos oscuros se dirigieron hacia ella con intenciones de atacar, pero en cuestión de milisegundos logró esquivarlos de un salto, con una habilidad digna de ella.

— ¡Ain! —

La peliblanca grito en medio del aire así utilizando uno de sus tres ángeles, Ain qué es capaz de crear o destruir cualquier cosa. Lo manifestó como unos lazos blancos qué se dirigieron hacia el lugar del que provenía aquel ruido.

Previamente ese ángel qué uso Mio, fue la causa de muerte de los espíritus que poseían las Sephira. La confianza que tenía era alta ya que no había nada ni nadie en esos momentos que pudiera hacerle frente al mismísimo espíritu del origen.

O eso era lo que pensaba, y no era algo anormal que lo hiciera. El único problema potencial qué logro herirla había sido completamente eliminado junto a ella.

— ########:Primordial—

De las sombras empezaban emergir siluetas qué empezaron a atacar a Mio, intentando abalanzarse sobre ella.

— ¿Eh? — Mio, parecía sorprendida — ¿Un ángel? No... Eso no es un ángel ¡Ain Soph! —

Una de las cualidades de su segundo ángel Ain Soph es que puede restringir cualquier ley o lógica, sin importar que pueda cambiar la misma realidad.

Se manifestó como un hermoso árbol blanco que parecía de fantasía, sus ramas inmediatamente se estiraron e intentaron atacar a quien sea que estuviese ahí, incluidas las sombras qué invocaba.

Aquellas sombras empezaron a teñirse de un color blanco al entrar en contacto con las ramas del árbol, y desaparecieron luego de segundos.

— No importa que tanto intentes cambiar las reglas, no voy a parar —

Nuevamente varios lazos negros intentaron alcanzar a Mio, pero ella los esquivaba por las justas y con la protección de sus ángeles Ain/Ain Soph.

Además, cabe resaltar que ella no estaba utilizando todo su poder, nada más lo que consideraba necesario para ese momento.

— ¿Quien eres? —

Desde las sombras emergió una figura femenina: una chica de largo cabello negro y ojos rubíes, vestida completamente de negro, su vestido era muy similar al traje astral de Mio a diferencia del color.

Su presencia irradiaba un aura oscura y opresiva. Al verla, Mio sintió un escalofrío que le heló la piel.

— Eso es algo que no te interesa  —

— ¿Qué es lo que eres? Tu aura... Es muy similar a la de un espíritu, pero no recuerdo haberte creado o dado un Sephira.....Además ¿Qué es este lugar? —

Mio tenía una expresión de completa seriedad, pero a la vez sentía un poco de miedo por el aura oscura qué ella poseía y contaminada el ambiente.

— ¿De dónde venimos? ¿Adonde vamos? Esa es la respuesta —

Respondió vagamente con preguntas, a diferencia de Mio ella estaba completamente indiferente.

— Veo que no tienes intenciones de responder a mi pregunta —

— Todo lo que puedes saber, es que estas muerta por ahora   — Tomo un leve respiro para observar con desdén a Mio — No pensé que este momento llegaría —

— Yo, de alguna forma lo esperaba —  Salto unos metros hacia atrás — No pareces ser amigable   —Tomo un leve respiro — Así que, te quítare del camino ¡Ain Soph Aur! —

Su tercer ángel, manifiesta una flor gigante de un color blanco, que emite destellos de luz y partículas capaces de borrar a cualquiera de la existencia con el simple contacto.

Una luz fuerte empezó a alumbrar el lugar en el que se encontraba el espíritu, esta era la autoridad del último ángel de Mio Takamiya.

Sin embargo, cuando la luz desapareció se dio cuenta de que no le pasó nada a aquel espíritu.

— ¿Querías borrarme? — Le pregunto de una manera fría — Lo siento espíritu del origen, pero eso no funciona conmigo —

Mio al percatarse de ello pego un brinco de la impresión ¿Cómo era posible que ella no sufriera los efectos de su ángel?

— I-Imposible... — Por primera vez, empezó a sentir un miedo incontrolable — M-Mis ángeles son una autoridad sin l-limites... ¡Son la misma manifestación del árbol de la vida que está justo allí! —

Previamente aquel árbol se había manifestado con Ain Soph, era conocido como el mismísimo árbol de la vida, cada una de sus ramas es representada por los cristales qué originalmente yacian en los anillos de Ain Soph Aur.

—  Oh, y pensar que parecías tan relajada hace unos momentos — La chica se empezó a acercar a ella — No te equivocas en lo absoluto, pero no puedes borrar a alguien que no existe en primer lugar  —

— ¿Q-Qué? -— Antes de poder reaccionar, varios lazos negros la sujetaron de todas sus extremidades —  ¡¿Q-Qué estas haciendo?! —

—  Aun estoy incompleta, pero... —  Ella la vio fijamente — Tu... Me ayudaras a volver estar completa, y con ello podré completar mi propósito —

En las espaldas de la chica de negro, emergio un trono, que estaba quebrantado como si de una antigüedad se tratase. En el trono, había una lanza incrustada, y a su alrededor varios anillos qué eran similares a los que tenía Ain Soph Aur para almacenar los Sephira.

— N-No... ¡Shin! ¡Shin!  —

Al estar sumida en el miedo, el espíritu del origen empezó a gritar el nombre de la primera persona que le llegó a la mente.

— A diferencia tuya, yo jamás tuve nada, por eso destruire todo en vida y muerte. Para ello, te robare tu ángel ¡########:Abyssal! —

Aquellos lazos que sujetaban a Mio, empezaron a emanar una gran electricidad que empezó a torturarla y electrificarla, por debajo de la chica vestida de negro, su sombra  empezaba a concentrarse una gran cantidad de energía.

Pero, antes de que pudiera continuar, la espíritu desconocida empezó a ser electrificada también.

— ¡HWAAAAAAAA! —

Mio gritaba de agonía, por el dolor de la corriente y a la vez porque sentía como si una parte de ella fuera lentamente arrebatada de su alma.

— Tsk... -—Gruño molesta la pelinegra, que estaba echando humo de su cuerpo por la electrificacion  —Al parecer no puedo robarle al espíritu del origen  —

— ¿Q-Qué me hiciste? — Pregunto con una voz debil — E-Es como si me hubiera.... Separado.... —

— No me queda opción... — Los mismos lazos qué sostenían a Mio empezaron a ejercer más fuerza en el agarre — Tu... Harás lo que yo te diga ahora ########: Asmodeo —

Una mano sombría se posicióno suavemente en la cabeza de Mio, y luego la agarro con fuerza.

— N-No... NO — Mio empezó a gritar, a pesar de que esa mano no estaba intentando aplastar su cabeza, por alguna razón empezó a llorar y a exaltarse — ¡DETENTE! ¡NO QUIERO VERLO DE NUEVO! ¡NOOOOOOOO! —

— Te romperé por completo, hasta que tenga la oportunidad — La pelinegra dijo — Solo así, podré estar Completa una vez más —

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Nota del autor.

Empezamos con mi primer fic de Date a Live carajo.

En un mundo desconocido, Takamiya Mio yacia sola en medio de una oscuridad infinita, estando en una soledad absoluta.

¿Donde esta Shin?

De la nada, en medio de aquella soledad y sus propios pensamientos. Un nuevo espíritu, completamente desconocido lucho y derrotó de manera sorpresiva a Mio.

Esta entidad posee un poder desconocido que parece similar a un ángel, y tiene la capacidad de usar habilidades que más que complicar a Mio le hicieron sentir miedo.

¿De dónde viene esa entidad y ese ángel que usa?

¿Realmente lo que emplea aquel espíritu es un ángel?

¿A que se refería cuando le dijo a Mio "No puedes borrar a alguien que no existe"?

¿Qué les pareció este inicio? ¡Leerlos me anima bastante!

Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.

Chao chao!