Después de mucho tiempo, ambos volvían a tener una cita. Parecía que había pasado muchísimo desde la última vez y esto era evidente ante la emoción de la chica, quien estaba enganchada al brazo de Shido.

El anhelo por estar con la persona que amaba era algo que nadie le iba a quitar en ese momento. Ese momento ahora era de ellos dos.

— ¡Vamos Shidou! — Lo llevo hacia la entrada de una cafetería — Quiero ver si tienen pan kinako recién hecho ¡Podemos compartir juntos! —

— Tranquila, no iré a ningún lado — Respondió, antes de ser arrastrado adentro de la cafetería — ¿Cuando fue la última vez? —

Ambos tomaron asiento en una mesa vacía al lado de la ventana.

— Lo que importa es que ahora podemos tener esta cita —

— Tienes razón —

Luego de un rato, una camarera los atendió y les trajo sus ordenes. Para Tohka fue un jugo acompañado de dos panes kinako, en cambio Shidou se decidió por un simple café.

Tohka, en un acto un poco extraño de ella rompió uno de los panes a la mitad y se lo entrego a Shidou, el lo acepto gustoso. Ya que, si Tohka compartía su comida significaba qué de alguna forma estaba feliz.

—  ¿Recuerdas algo? — Shidou pregunto de manera repentina  — Es decir... No quiero que te sientas mal pero.... —

—  hmmmAntesh de esho, quiero shaber algo hmmm — Ella respondió, con la boca llena de pan — ¿Podríash contesta... Hmmm anteshn? —

— ¡Pero comete eso primero y no hables con la boca llena! — Inmediatamente Tohka se trago lo que tenia en la boca, y Shidou tomo una servilleta para limpiarle los labios que tenían migajas de pan — ¿Y que quieres preguntar? —

— ¿Qué fue exactamente lo que hiciste? — Pregunto, con un rostro dudoso — No recuerdo nada luego de que ella... Bueno, ya sabes —

— Intente salvar a Mio, varias veces — Shidou respondió, un poco deprimido al recordar el sacrificio de la peliblanca — Use a Zaphkiel para volver en el tiempo incontables veces, pero siempre el resultado fue el mismo —

— Kotori lo dijo... Ni tu puedes interferir entre un amor verdadero —

— ¿Crees que se haya reunido con.... Él? —

— Espero que si — Tohka observó por la ventana unos segundos —Yo... Supongo que me sentiría igual que ella si te perdiera. Mis recuerdos acaban en el momento en que usaste a Zaphkiel, luego de allí todo es oscuro y finalmente aparecí aquí —

— ¿Es así? —

— Si, es como antes de conocernos. Simplemente aparecí, por eso quiero saber ¿Hiciste que algo más cambiara? —

— Yo... No lo recuerdo, es extraño, se que use a Zaphkiel pero... — Shidou intento recordar, sin embargo por más que intentara ir en lo más profundo de sus recuerdos no encontraba nada, más allá de las repetidas veces que utilizo al ángel de Kurumi, sin embargo, lo que pasaba atrás de cada intento era completamente borroso — ¿Qué paso después de que viaje en el tiempo por última vez? — Empezó a cuestionarse — ¿Qué hice para que estuviéramos aquí ahora mismo? Tu y Mio... Lo intente... Lo intente tantas veces y yo.. Yo... —

— Lo sé — Tohka lo interrumpió, tomándolo de la mano suavemente, su rostro tenía una expresión comprensiva y triste — Sabia que si Mio se iba... Yo también lo haría, por eso se que también tratabas de salvarme —

—Tohka... — Ante eso, la mirada de Shidou se desvío — Si estas aquí quizás lo logre pero... —

— Shidou... ¿Sabes qué día es hoy? —

La voz de Tohka resonaba suave y melancólica, como una brisa que acaricia los recuerdos olvidados. Sus ojos, normalmente llenos de vida, estaban teñidos de nostalgia mientras miraba a Shidou.

— 10 de abril, en este día hace muchísimo tiempo tú y yo nos conocimos ¿No es así? —
Respondió Shidou, con su voz cargada de emociones contenidas.

— Este día es muy especial para mí — Tohka, quien antes tenía una expresión de tristeza al recordar al espíritu del origen, ahora se veía nostálgica — Ya que fue el día en que te conocí —

El 10 de abril, Shidou había conocido a una chica de una belleza impresionante, pero no era solo su apariencia lo que lo había impactado. Había algo en su aire de inocencia y nobleza que lo había cautivado desde el primer momento. Tohka había dejado una marca indeleble en su corazón.

— También para mí es un día especial — Shidou dijo en respuesta, con su voz temblando ligeramente — Tú también has dejado muchas cosas en mí, por eso intenté una y otra vez un mundo en el que no solo las demás, sino tú... — De repente, una lágrima traicionera bajó por sus ojos, recorriendo su mejilla y finalmente cayendo sobre la mesa — Pudieran ser felices, vivir vidas tranquilas... Incluso si... yo ya no fuera parte de eso —

Tohka extendió su mano, sus dedos delicados envolviendo los de Shidou con una calidez reconfortante. Podía sentir la desesperación y el dolor en sus palabras, cada sacrificio que él había hecho por ella y las demás espíritus.

— Shidou, lo que has hecho por nosotras, por mí... No tiene precio. Incluso si crees que tu ausencia sería lo mejor, no olvides que tú eres la razón por la que hemos encontrado la felicidad— Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero su sonrisa permaneció firme, como una luz en la oscuridad — No solo el 10 de abril, cada día contigo es especial —

El silencio se apoderó del ambiente, solo interrumpido por el sonido de sus respiraciones entrelazadas. Shidou sintió el calor de la mano de Tohka y la sinceridad de sus palabras. Recordó todos los desafíos que habían enfrentado juntos, cada momento que había forjado el vínculo entre ellos.

— Tohka, muchas gracias — Dijo finalmente, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de ella. Había determinación en su voz, pero también amor y esperanza — Gracias por todo. No lo digo solo por ti, sino por todas las demás. Quiero ser parte de ese futuro feliz que he soñado para ustedes —

Tohka asintió, sus lágrimas ahora cayendo libremente, pero su sonrisa era más brillante que nunca. En ese momento, el 10 de abril trascendió más allá de ser solo el día en que ambos se conocieron. Era un símbolo de esperanza, amor y la promesa de un futuro mejor juntos. Aquel día representaba el momento en que sus almas se entrelazaron, fortaleciendo un vínculo que se había profundizado con cada experiencia compartida.

— Y nosotras estaremos a tu lado, siempre —
Dijo Tohka, apretando su mano con más fuerza, como si quisiera transmitirle toda su fuerza y amor.

Shidou y Tohka, unidos por el destino y fortalecidos por su conexión, sabían que podían enfrentar cualquier cosa mientras estuvieran juntos. El 10 de abril no solo era un recuerdo del pasado, sino una promesa para el futuro. Cada día era una nueva oportunidad para construir la felicidad que tanto habían anhelado, y mientras sus corazones latieran al unísono, sabían que todo era posible.

Pero ¿Realmente la felicidad era posible tras tantos obstáculos? ¿Este mundo podía ser en el que podrían tener vidas tranquilas?

(...)

El día transcurrió con Shidou y Tohka visitando lugares emblemáticos para ambos, como si estuvieran recreando de alguna manera su primera cita. Aunque se haya resumido en visitar los lugares a los que fueron esa primera vez (antes manipulados por Ratatoskr) Cada sitio tenía un significado especial.

En particular, visitaron aquel lugar en el que Shidou casi muere por el disparo de Origami. Shidou se detuvo y miró el sitio con una mezcla de nostalgia y gratitud.

— Aquí es donde casi todo termina antes de empezar — Dijo Shidou, tomando la mano de Tohka con más fuerza — Me trae muchos recuerdos —

— Pero también es donde me hiciste esa promesa — Tohka le recordó, mientras mantenía una sonrisa en su rostro — Me prometiste que nunca estaría sola, que si el mundo me rechazaba tu...Me aceptarías  —

Shidou recordó aquel momento con claridad, le había ofrecido su mano y su corazón sin vacilar incluso si no era consciente de ello.

— ¿Crees que he cumplido esa promesa? — 

— Has cumplido esa promesa una y otra vez — Respondió Tohka, con sus ojos brillando con lágrimas de gratitud y amor — Shidou, gracias por siempre estar a mi lado —

El sol se estaba poniendo, tiñendo el cielo de un cálido naranja mientras Shidou y Tohka permanecían en silencio en el lugar donde habían compartido tantas promesas y momentos significativos. Sus manos seguían entrelazadas, el calor de su contacto proporcionando una sensación de seguridad y consuelo.

— Tohka... —
Susurró Shidou, su voz apenas un murmullo en el aire quieto.

Ella levantó la mirada, sus ojos violetas reflejando la luz del atardecer. Había una suavidad en su expresión, una mezcla de amor y vulnerabilidad que hizo que el corazón de Shidou latiera más rápido.

Lentamente, casi como en un sueño, comenzaron a inclinarse el uno hacia el otro. La distancia entre ellos se reducía, sus respiraciones se mezclaban y el mundo a su alrededor parecía desvanecerse. Sus ojos se cerraron, sus labios apenas a centímetros de encontrarse. El momento era perfecto, cargado de emociones no dichas y promesas silenciosas.

Justo cuando sus labios estaban a punto de tocarse, un destello cegador interrumpió el instante. Una lanza cayó del cielo, impactando justo al lado de Tohka y provocando un estruendo. El estruendo fue ensordecedor, y la explosión de energía los obligó a separar sus rostros abruptamente, ambos cayendo al suelo por la onda expansiva, con Shidou sosteniendo en sus brazos a la chica.

Shidou se levantó rápidamente, sus ojos escaneando el cielo en busca de la fuente del ataque. Tohka estaba avergonzada y molesta, ya que interrumpieron el momento.

— ¿Qué fue eso? — Exclamó Tohka mientras se separaba, sus ojos brillando con una mezcla de preocupación y rabia, noto como una figura bajaba del cielo y se ponía delante de ella, llevaba puesto algo similar a un vestido de novia — ¡Tu! ¡TOBIICHI ORIGAMI! ¡¿Por qué nos interrumpes?!  —

Quien bajó del cielo era una chica con una cara hermosa, muy similar a la de una muñeca, ojos azules qué podían recordarte al cielo y una piel blanca bastante refinada. Sin embargo, lo que más redaltaba en ella era el vestido que traía, uno muy similar al de una novia.

— Ohhhh... Ups  — Origami parecía fingir demencia, mientras se paraba enfrente de Tohka y desactivaba los poderes de su ángel Metatron , su vestimenta inmediatamente cambió a un vestido normal de colegiala  con la misma expresión de antes le respondió  — Estaba practicando con la lanza en el cielo y de casualidad cayo uno aquí, es una pena —

— ¡No mientas! ¡Lo hiciste apropósito! ¡¿Quien practicarla en medio del cielo simplemente porque si?!  —

— Tus reclamos no tienen sentido y no tienes porque juzgar como práctico  — Se puso de espaldas y vio fijamente a Shidou, se acerco a él ignorando totalmente los reclamos de Tohka — Shidou ¿Estas bien? —

— Lo estoy...— Shidou respondió mientras reía un poco nervioso — Emmm ¿Qué haces por aquí? —

— ¡Oigan no me ignoren! — Tohka inflo sus mejillas con molestia, y separo de manera brusca a Origami de Shidou — ¡Estábamos en medio de una cita y tu solo estorbas! —

— ¿Una cita? Ya veo, pues ahora yo te reemplazo, puedes irte —

— ¡Eso no funciona así! —

— Ya Shidou debió haberse aburrido, es hora de que una mujer de verdad lo complazca con una cita de verdad —

— ¡¿Q-Qué cosas dices?! ¡Shidou dile algo! —

— ¡Ya dejen de discutir! — Shidou exclamó para luego concentrar su vista en Origami — Origami ¿Me estabas bucando? — Ella asintió en respuesta — ¿Eh? ¿Por qué? —

— Shidou... ¿Qué fue lo que hiciste? —  Origami pregunto directamente — ¿Qué paso? ¿No te hiciste daño? ¿Qué hay de Takamiya Mio? —

— ...¿Lo recuerdas? —

— No mucho, todo es borroso luego de que usaras ese ángel, no solo para mi, si no para las demás —

— ¡¿Las demás también?! ¡¿Donde están?! —

— Te estan buscando...Aunque Yatogami Tohka te encontró primero y al parecer se  aprovecho muy bien de la situación —

Shidou volteo para ver a Tohka, quien observaba muy confundida a Origami.

— ¿Eh? Pero si yo desperté de la nada y me encontré con Shidou — Tohka dijo — No te vi en primer lugar, ni a ti o a las demás —

— Imposible, tu estabas con nosotras antes de empezar a buscar —

Antes de que pudieran seguir con su discusión, una alarma empezó a resonar en todo el lugar y eso solo significaba una cosa....

Terremoto espacial.

Pero ¿Quien o que lo estaba provocando?

— ¿Un...Espirítu? — Shidou parecía confundido, ya que no sentía que el poder de las demás haya abandonado su cuerpo  — Dejemos esta conversación para después, tenemos que ver lo que sucede.  —

Las dos asintieron levemente, luego convocaron sus vestidos astrales y junto a Shidou empezaron su búsqueda.

Nota del autor.

La calma antes de la tormenta.

El 10 de abril es un día especial para Shidou y Tohka, y en medio de una cita llena de recuerdos y un momento interrumpido por Origami.

Origami reveló que sus recuerdos concuerdan con los de Tohka, y que las demás espíritus no han olvidado a Shidou y comparten el mismo recuerdo.

Si es así ¿Realmente Shidou cambio algo? ¿Qué es lo que cambio para que estuvieran en ese momento?

Pero eso no es lo más curioso, si no que hay peligro de un terremoto espacial y que, según Origami Tohka despertó junto a ellas.

¿Tohka se hizo la tonta o realmente decía la verdad?

¿Quien o que provocó la alarma del terremoto espacial?

Eso lo veremos en el próximo capitulo.

¿Qué les pareció? ¡Leerlos me anima bastante!

Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.

Chao chao!