Capítulo 1: Reencuentro
10 de abril.
Bajo el suave resplandor del sol poniente, Itsuka Shidou caminaba entre los árboles de cerezo en plena floración. El suelo estaba alfombrado con un manto de pétalos rosados, y el aire llevaba consigo el delicado perfume floral que inundaba el lugar.
Mientras avanzaba entre las ramas, Shidou se sumergía en sus pensamientos, recordando cada sacrificio que había hecho para salvar a las espíritus que ahora vivían vidas normales, ajenas a su pasado ya inexistente. Cada sonrisa, cada lágrima, cada muerte y perdida resonaba en su mente, pesando en su corazón.
A medida que avanzaba, las imágenes de su pasado se entrelazaban con el presente, formando un collage de emociones y recuerdos. Se detenía de vez en cuando para tocar suavemente las flores, como si buscara consuelo en su suave fragilidad.
Origami, Yuzuru, Kaguya, Yoshino, Natsumi, Nia, Kotori, Miku, Kurumi, Mukuro...
Para ellas, él ahora era un desconocido total.
Tohka y Mio ya no existían, él aun se culpaba por esto, pero ya no había nada que pudiera hacer, más que lamentarse porque no pudo otorgarle a ellas una vida. Por más que lo intentará era imposible cambiar eso.
Mio se sacrifico y Tohka desapareció junto a ella.
A pesar del dolor y la soledad que lo embargaban al ser el único en recordar todo, Shidou encontraba fuerzas para seguir adelante. Sabía que cada sacrificio había valido la pena para darles a las espíritus la oportunidad de vivir vidas felices y libres.
Con cada paso entre los árboles de cerezo, la resignación comenzó a inundar el corazón de Itsuka Shidou. Aunque el peso de la soledad y el sacrificio lo acompañaban, una nueva comprensión se abría paso en su alma. Si ese era su destino, si su papel en esta historia era el de ser el único en recordar, entonces lo aceptaría con dignidad.
Una sonrisa melancólica se dibujó en sus labios mientras miraba al cielo teñido de tonos azules. Aunque el dolor de la separación lo consumía, la alegría de ver a las espíritus viviendo vidas normales, libres del peso de su pasado inexistente, llenaba su corazón de un cálido resplandor.
Shidou cerró los ojos por un momento, dejando que la brisa primaveral acariciara su rostro. Aceptar este destino significaba permitirles a ellas la oportunidad de la felicidad, y eso, en última instancia, era lo que más deseaba.
Además, este día en particular era muy especial para él. La fecha de hoy tenía un significado especial para Shidou.
Hoy, hace un largo tiempo Shidou conoció a una chica aterradoramente hermosa, pero también inocente y con algo faltante... Una chica que era más noble que cualquiera y le dejo muchas cosas a Shidou.
Luego.....
Con una determinación renovada, Shidou continuó su camino entre los árboles de cerezo, llevando consigo el peso de sus recuerdos y la esperanza de un futuro lleno de posibilidades. Porque aunque su destino fuera solitario, sabía que el amor y la felicidad de las espíritus valían cada sacrificio.
Más allá de lo justo, enfrente de Shidou la figura de una persona estaba ahí.
Al ver esa figura, Shidou abrió involuntariamente sus ojos... Un largo cabello del color de la noche que brindaba en aquel fondo rosa.
Un par de ojos cristalinos qué proyectaban un color ilusorio...
Una cara brutalmente hermosa. Pero que mantenía una expresión suave.
—Tu eres.... —
Dentro de su media conciencia, Shidou soltó esas palabras. Se preguntó ¿Por qué? Si la veía, necesitaría preguntar. En algún lugar dentro de su cabeza, sintió como si entendiera eso que estaba viendo.
— Mi nombre.... Es Yatogami Tohka... — Aquella chica rompió el silencio, mientras esbozaba una dulce sonrisa y situaba su mano en su propio pecho — Este es un nombre importante que me dio una persona importante ¿No es genial? —
— ¿T-Tohka? — Levanto la mirada, y observó fijamente a la chica que no dejaba de sonreírle, cualquiera que la viera seguramente sin dudarlo diría que es hermosa — No... N-No.¿E-En serio.... Eres tu? —
— Shidou... — Ella amplio aun más su sonrisa hacia el joven — Y-Yo.... — Pequeñas lágrimas empezaron a bajar por su rostro — Me alegro de verte —
La expresión de Shidou cambió drásticamente; sus ojos parecían al borde de derramar un torrente de lágrimas ante lo que veía y escuchaba. Frente a él estaba alguien que una vez fue increíblemente importante para él, y ahora se miraban fijamente, con un mar de emociones turbando el aire entre ellos.
¿Cómo es que esto era posible? ¿Cómo ella estaba de pie justo enfrente de él?
Tohka observó con creciente preocupación cómo la expresión en el rostro de Shidou se desvanecía ante sus ojos, dejando paso a una expresión de total desasosiego. Su corazón se apretó al verlo tan vulnerable, como si estuviera al borde de romperse en mil pedazos. Era algo que nunca había visto de su amado.
— S-Shidou t-tu — Ella cambio su expresión, para observarlo con bastante preocupación y confusión — Y-Yo ¿H-Hice algo mal? ¿N-No te alegras de verme? —
Shidou se sobre exaltó ante el cambio repentino en Tohka, y rápidamente se llevó sus manos a los ojos para que ella no viera como él estaba llorando.
— E-Estoy tan feliz... — Se seco las pocas lágrimas que bajaban de sus ojos — Tohka ¡Me alegra tanto verte! —
— Shidou... ¡Yo también estoy muy feliz de verte! —
La sonrisa de la chica volvió a aparecer, y Shidou correspondió aquel gesto llenándose en un mar de nostalgia total. Esto se sentía, como si de alguna forma fuera la primera vez.
Aunque el escenario era distinto, y lo que sentían también, lo que lo llevaba a aquella nostalgia era saber que... Logró salvarla.
Ante el impacto abrumador de ese encuentro surrealista, Shidou no pudo contener más el peso abrumador de sus emociones y se dejó caer de rodillas, las lágrimas brotando sin control mientras su corazón se desbordaba con una mezcla de dolor, sorpresa y anhelo acumulados durante tanto tiempo.
¿Acaso estaba soñando?
— Dime... Dime que esto no es un sueño — Le pregunto a Tohka — P-Por favor... Dime que no es una cruel broma del universo —
— Yo.... Yo ¡Estoy aquí, y eso es todo lo que importa! — Se acerco a él, se agachó a su altura y lo abrazo, ante el contacto Shidou correspondió y empezó a llorar como nunca lo había hecho, Tohka se contaminó por esto y eventualmente también empezó a llorar — S-Shidou... Shidou... ¡Shidou! —
Al reescribir la historia, Shidou desencadenó una serie de eventos que alteraron el curso del destino, resultando en la desaparición total de Takamiya Mio, que al morir ella, todos los Sephira debían desaparecer y volver al lugar donde pertenecen, esto incluía a Tohka, ella y Mio como espíritus puros, parecían estar destinadas a desvanecerse. Sin embargo, lo que se suponía que sería su desaparición inminente resultó ser algo completamente diferente, desafiando toda lógica.
¿Cómo era posible que Tohka estuviera ante sus ojos?
¿Qué significaba esto? ¿Acaso fallo?
A pesar de esas preguntas, no le importo nada. Lo que realmente importaba ahora es que podía sentir el calor que tanto lo reconforto antes. Pudo sentir de nuevo aquella inocente y bella presencia.
El llanto de ambos, era la emoción de aquel encuentro. De ese evento que supuestamente no estaba destinado a suceder.
Ambos después de unos minutos rompieron aquel abrazo, para observarse entre sí a los ojos.
— Tohka ¿Tu me recuerdas? ¿Recuerdas lo que paso? —
— ¡¿C-Cómo podría olvidarte?! — Ella lo observó, con sus ojos aún totalmente cristalizados por las lágrimas — Y-Yo.... N-No se bien que paso, pero ¡Solo importa que estamos juntos otra vez! —
La inocencia de aquella hermosa chica no había desaparecido, esto era real. Tohka era real y estaba enfrente de Shidou.
— Pero yo... —
— Tenemos tiempo, para averiguar todo eso después — Ella se levantó e hizo una pequeña pose delante de él, luego de secarse las lágrimas — ¡Te quiero, Shido! ¡Tengamos una cita! —
Las palabras resonaron en el peliazul, pintando sus mejillas con un suave rubor mientras un torbellino de emociones revolvía su interior. Sin embargo, en un instante, Shidou recuperó su determinación y dejó atrás las dudas y los nervios que lo habían invadido, devolviendo una sonrisa cálida y sincera a Tohka.
En ese momento, no le importaba en lo más mínimo una explicación del porqué Tohka, quien estaba destinada a desaparecer de la existencia estaba enfrente de él. Porque para él tenerla a su lado, y que ella lo recordará lo hacía infinitamente feliz.
— Yo también te quiero, Tohka — Se levantó, y la tomo de la mano — Vamos, tengamos esa cita —
###########.
...
En un lugar apartado, un mundo sumido en una oscuridad absoluta albergaba a una figura pálida, observando con atención el único objeto visible en ese vacío desolado: un cristal. Este cristal, un tipo de ventana hacia lo que llamaban "El mundo sensible", era su única conexión con lo que parecía ser la realidad. En ese instante, la mujer de cabello blanco presenciaba a través del cristal una escena reconfortante: Shidou y Tohka caminando juntos, tomados de la mano, dirigiéndose hacia algún lugar para compartir un momento juntos. Era un destello de luz en medio de la oscuridad que la rodeaba, una pequeña muestra de felicidad en un mundo dominado por la sombra.
Sin embargo, los sollozos sacudieron el frío silencio de aquel mundo oscuro mientras la mujer contemplaba la escena con una mezcla de dolor y envidia ¿Por qué ella, la única que no pudo tener su final feliz no logro estar junto a Shin? ¿Por qué ? ¿Por qué se le negaba el derecho de estar junto a la persona a la que amaba con todo su ser? Las preguntas sin respuesta atormentaban su alma, ahogándola en un mar de angustia y desesperación mientras sus lágrimas caían sin consuelo.
¿Por qué Tohka no murió cuando dejó de ser un espíritu? Ella de alguna forma rompió las leyes impuestas por el mismo. Y de alguna forma toda lógica logrando así convertirse en una humana.
Aunque claro, esto no fue algo que Tohka hizo en primer lugar.
¿Por qué...Mio debía seguir vagando en el limbo?
— S-Shin.... AYÚDAME —
Nota del autor.
En este capítulo, nos comenta que Shidou de alguna forma reescribio la historia y el mundo. Pero es bastante dudoso el ¿Por qué? Y ¿Cuando?
A pesar de ello, carecieron detalles. Pero se nos aclaro que al denegar la existencia de los espíritus, lo que son Mio y Tohka desaparecieron del todo de la existencia pero....
¿Qué tan cierto es?
¿Realmente Shidou tiene que ver con este mundo?
Shidou se encontró con Tohka de la nada, rompiendo toda lógica y para colmo, una voz conocida aclaró que ella era humana.
¿Cómo Tohka, quien siendo un espíritu puro logro Seph convertirse en humana?
¿Qué fue exactamente lo que hizo Shidou para cambiar el mundo?
¿Por qué Mio vaga en el limbo? ¿Y que paso con el espíritu sin identificar?
¿Shidou le hizo algo a Westcott para evitar que invocara/trajera a Mio al mundo? O su mera batalla ¿Ya estaba destinada?
Eso lo veremos en los próximos capítulos.
¿Qué les pareció este capítulo? ¡Leerlos me anima bastante!
Este capitulo contiene el sentimiento que me provocó cuando me spoilearon el final de la novela (Que no entiendo y no quiero más spoiler) pero en si, lo que es ese sentimiento es satisfacción, tristeza y confusión.
Sin más que decir, espero que apoyen mi nuevo enfoque hacia esta franquicia, y así poder sacar todo lo demás que tengo planeado.
Les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.
Chao chao!
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