CAPITULO 9: Heil
Veo por el retrovisor a Ed que estaba concentrado en el camino que estaba frente a nosotros, después de su extraña aparición dijo que venía a recogerme y se ofreció a llevar a Heil por acompañarme aun no le pregunto porque estaba ahí porque era obvio que el ambiente estaba muy tenso ¿Estaba celoso? No era algo que Ed haría así que no sabia
—Ese curso que hacen ¿Lo hacen juntos? —la voz de Edward inmunda el auto, sonaba más frio de lo normal hasta Heil estaba concentrado en su celular, no sé a quién diablos le escribía pero parecía relajado, no dijo más nada después de su chiste de mal gusto
—Si—respondo rápidamente hasta que Heil diga algo noto que me ve, yo le sonrió forzosamente esperando que me siguiera el juego
—Claro literatura, son muy buenos pero es más para ponernos al día, unas clases extras nunca están de más además Esmeralda y yo siempre quedamos para leer un poco, me conto que le gusta Gabriel García Márquez— ¿Quién era ese hombre? Edward sabía que no tenía un género en especificado ni autor
— ¿Enserio? Hasta donde sé, no le gusta ese género
—Heil me lo mostro—el chico a mi lado me ve con cara de asombro al ver mi rostro—sus novelas son muy buenas
—Tendrás que mostrarme, no soy fan de la fantasía—Heil teclea algo en su celular y me ve, escucho el mío y lo tomo, era un mensaje de él “¿Enserio no lo conoces? Me siento ofendido, mañana tendremos clases nuevas señorita” rio por lo tonto del mensaje y veo que me llega otro “No es de risas ¿Cómo no lo conoces? Sus libros son hermosos” le respondo que exagera y rio al ver sus cara de indignación, sus expresiones eran algo exageradas— ¿Esmeralda? —levanto mi vista del celular y veo que Ed me veía por el retrovisor, borro mi sonrisa al sentirme descubierta en una travesura
—Si claro lo hare, uno muy buena es…—veo que mi celular brilla y leo el mensaje rápido—Cien años de soledad divino—Ed ya no me observa
—Habla de la historia de una familia muy grande…gira a la derecha y puedes dejarme en la esquina—extrañamente me sentía ansiosa por la llegada de Heil, no quería estar a sola con Ed algo me decía que iba a explotar— ¿Edward?
—Si es mi nombre, disculpa por no recordar el tuyo creo que Esmeralda nunca nos presentó, no sabía que eran amigos
—Yo tampoco—veo que el auto se detiene—Solo quería decirte que solo era broma lo que hablábamos en la parada no seas tan duro con ella—me ve y señala mi celular—nos vemos—asiento y veo mi celular “Sé que tenemos clase algo tarde pero ve temprano, es urgente que resolvamos esta situación” envió un mensaje rápido aceptando y sonrió, me recordaba a lo sucedido en la clase
— ¿Te incomoda hablar con él frente a mí? —veo a Ed que me observaba y guardo mi celular, no sabía que responder ¿Era así? — ¿Crees que no vi que se escribían?
—Sé que eres observador—me paso para el asiento delantero y le sonrió—Igual ¿Quién te hablo de mi curso? —Me ve, parecía inquieto por algo—además no te cuesta enviarme un mensaje si vas a ir por mí se supone que nos tomamos un tiempo ¿no?
—Pregunte primero Esmeralda—veo que pone en marcha el auto, yo veo por la ventana porque no tenía respuestas— ¿Es todo lo que me dirás?
—Edward no puedes jugar de esta manera conmigo—aprieto las manos algo inquieta—Me pides un tiempo y aun así estas merodeándome pero si lo hago yo te molestas, no es justo solo acepta que te equivocaste y dejemos esto
—No lo hare ¿Qué hablabas con ese chico? ¿Puedes aclarármelo? —lo veo, no parecía alterado, ya no estaba inquieto
—Solo conversamos ¿Por qué escuchas cosas que no debes? — extrañamente me molestaba que me pidiera explicaciones, no quería dárselas tampoco
—Esmeralda solo llegaba y estaba hablando de cosas que ante mis oídos no se le dicen a un amigo además ¿Desde cuándo son tan cercanos?
— ¿Estas celoso? —Mis palabras salen sin que lo piensen tanto—Es ridículo
—Ridículo es que pienses que estoy celoso porque no es así, confió en que no pasa nada pero si me gustaría saber que hablaban por teléfono cuando no los veía
—Tendrás que quedarte con la curiosidad porque no te lo diré—me cruzo de brazos y noto como se aferra al volante algo molesto—igual ¿Por qué estás aquí?
—Por nada, ni siquiera sé porque vine—noto que estaba inquieto otra vez ¿Había sucedido algo? No debía preocuparme por el
—Entonces puedes dejarme en alguna parada conseguiré un taxi—sabía que no lo haría, Edward se preocupaba demasiado por mi
— ¿Para que vayas otra vez hacer lo que quieras? No pasara—frunzo el ceño al escucharlo—No juegues conmigo Esmeralda, sabes como soy
—No lo sé y si puedo hacer lo que quiera porque soy dueña de mi vida—algo no me estaba diciendo—Se directo Edward ¿Por qué viniste?
—Por nada—veo que se estaciona, habíamos llegado—Te llamare después
—Mejor no lo hagas y tampoco vuelvas por mi idiota—tomo mis cosas para bajar del auto y acercarme a la casa ¿Qué le pasaba? Estaba siendo muy frio, pensaba que las cosas iban a estar bien pero tenía mal humor y venía a descargarlo conmigo, estaba muy equivocado si pensaba que se iba a quedar callada, ya no era esa chica
***
Veo la montaña de libros que Heil puso delante de mí, su cara estaba seria aunque solo me provocaba gracia porque no le quedaba para nada, eran muchos libros y todos lo había sacado de una sesión algo desolada de la biblioteca, no iba a leer todo eso
—Heil ¿No crees que son mucho? Me gusta leer pero mira todo eso
—Nunca es mucho cuando se habla de obras maestras—se sienta y toma el primer libro, deslumbro el título del libro que me menciono ayer—Cien años de soledad, Gabriel García Márquez, pensé que no existía humano que no lo conociera
—entonces soy una extraña especie—lo tomo y abro—es algo grueso ¿De qué se trata? —tenía un prólogo parecía narrado en los tiempos de antes como el siglo XV
—No puedo decírtelo, solo léelo, te va a encantar, es un excelente escritor me he leído todas sus novelas como las de Dan Brown —lo veo extrañada— ¿Hablas enserio? No lo conoces, creo que vamos a necesitar más clases
—Me gusta más Jojo Moyes, Stephen Chbosky, Araceli Samudio entre otros
—Pues ese entre otros no me convencen por lo menos alguna película tendremos que ver porque si seguimos así nunca vamos a terminar—saca un cuaderno y lápiz para escribir sonrió ante la estupidez porque estaba tomándolo como una ofensa—aquí está todo lo que tienes que leer al menos lo primordial, hasta que no leas algo de eso, no me dirijas la palabra
—Oh no toda una tortura—me sonríe—De verdad estas exagerando, cosa número dos de Heil exagera hasta por las cosas más pequeñas y hace rabietas como un niño pequeño, cuatro es un pésimo comediante pero sus estupideces me hacen reír por alguna razón
—Ya estamos progresando pero habla enserio al menos cuando termines leyendo cien años de soledad conversamos—veo como se levanta—anda tenemos clase
—Creí que no me ibas hablar—lo sigo y el ríe, yo solo sonrió para dirigirnos a clase
***
Bien había conseguido el tedioso libro que era muy raro y tenía que leerlo con cuidado si no sentía que perdía el hilo de la historia, llevan unos días leyéndolo pero solía llegar cansada y no terminaba de leerlo, Heil si no me había hablando enserio pero esa mañana me envió un mensaje diciendo que se quedaría hasta tarde haciendo inventario y que no lo esperara por eso estaba leyendo en la parada de autobús esperando por Angel que le conté lo que sucedió con Ed y me dijo que no sabía que pasaba le creí porque si lo supiera me hubiera dicho que si pero que no me contaría nada
Ya era algo tarde y aun no llegaba, reviso mi celular para ver que me había enviado un mensaje decía que se había quedado varado en la autopista por falla de su auto ¿Ahora que podía hacer? Me aconsejaba que llamara a Carlos podía hacerlo pero no sabía si debía
— ¿Por qué sigues aquí? —Veo a Heil que se acercaba, sonrió al ver que su promesa la había rompido— ¿Paso algo con tu novio?
—Su nombre es Angel y no es mi novio pero se le daño el auto estaba esperando pensando en cómo irme ahora—señala la parada de autobús—no me gusta
— ¿Y te quedaras sola a esta hora? No dormiré en paz, pienso subir contigo
—Para eso prefiero un taxi Heil—toma el libro que tenía—aun no lo termino
—Lo note pero llevas más de la mitad, ya estas aprobada pero aun no hables del libro hasta que lo termines—tenía muchas preguntas que hacerle sobre ese odioso libro pero me las reservaría quería terminarlo rápido
—No pensaba hacerlo solo señalar el hecho que me hablas
—Creí que era yo el que señalaba las cosas obvias—veo como un autobús se detiene—Mira ¿No es al auto de tu amigo? —volteo pero siento como soy jalada y arrastrada pero me doy cuenta de que estoy rodeada de personas una vez que reacciono—bienvenida al autobús Esmeralda Díaz
—No, tengo que bajarme—el autobús estaba lleno y comenzaba a traspirar, intento respirar porque sentía que el aire comenzaba a faltarme—Sácame de aquí
—Solo es cuestión de acostumbrarte—lo veo con odio porque sonreía cuando yo apenas podía controlarme—sígueme—me toma del brazo y soy consciente de su tacto pero era lo único conocido que tenía, me arrastra hasta un esquina donde no había tantas personas—Respira un poco y céntrate en otra cosa
—Heil no me gusta los lugares lleno de personas lo sabes—me abrazo esperando tranquilizarme, logrando estabilizar un poco mi respiración
—No te centres en el miedo—noto que ve a su alrededor—es divertido viajar en bus, mira la mujer del frente—sigo su mirada y la mujer estaba vestida con un uniforme de oficina pero parecía fresca—Me gusta inventar historias es divertido y distrae mucho y más si eres escritor—ya sabía por dónde iba—parece la chica que se queda hasta tarde por horas extras—rio porque por su tono algo me decía que no se refería realmente lo que decía
— ¿Extras? ¿Ahora se le dice así cuando te acuestas con tu jefe? —ríe
—Me gusta ser más sutil pero no eres la señorita sutilidad por lo que veo—señala a otra persona—tu turno ¿Qué hay de aquella? —la detallo y veo que es una señora con un moño desordenado y parecía cansada
—Es la que si hace horas extras porque su jefe es una basura y le pasa todo el trabajo de la que finge hacer horas extras—lo escucho reír, las personas nos ven pero no me importa porque también rio
—Eres buena en esto, mira aquel—observo a un hombre que parecía serio y estaba vestido de oficina—Es la clase de hombre que solo espera su gato en casa porque su esposa lo dejo por ser un grano en el culo—rio ante sus palabras
—Yo pienso que es típico que llega a casa a sentarse a ignorar los problemas familiares y se pone a ver TV—asiente y veo a un chico a lo lejos, tenía el pelo castaño y escuchaba música, hacia unos extraños movimientos con sus manos, parecia concentrado
—Un chico que parece que está sumergido en su mundo y no quiere salir de él porque sabe que la realidad es una mierda—lo veo extrañado porque ahora estaba serio por alguna razón
— ¿Por qué no ves el paisaje? También es bueno
—Me parece un chico que le gusta dejarse llevar por lo que siente y hace lo que quiere a pesar de lo que demás piensen—veo que Heil ve por la ventana ¿Conocería al chico? Ahora que lo pensaba no sabía mucho de el
—Si es así el chico es un idiota por mostrarse como es—definitivamente había recordado algo que le dolía
—Heil nunca me has hablado de ti—me observa unos segundos y me sonríe
—Pues si es así tu tampoco solo sé que tienes dos novios y tienes miedo social además de que estudias literatura pero no sabes de cultura
—Supéralo por favor, sabes más de mí que yo de ti, el otro día mencionaste algo que un amante ¿Tienes pareja?
—No coquetees conmigo no soy tan fácil—rio ante el cometario porque a pesar de que era un chico guapo no me interesaba de esa forma—además se dé la existencia de tus otros novios ¿Enserio piensas que caeré?
—Muy gracioso, no te vería de esa manera, no me gustan los idiotas
—Qué manera de conquistarme—me sonríe, su buen humor estaba de vuelta—Tu novio sí parece del tipo idiota ese día ¿Discutieron?
—Si pero no es algo normal en nuestra relación y no hablamos sobre mi
—Bien pareja, no tengo, vivo con mi madre tengo un perro que lo llame Dog—rio ante el nombre—es muy original y tengo 23 muy joven para ti ¿Verdad? Me gusta leer y tenía un hermano pero bueno murió hace un tiempo
— ¿Es a quien visitabas en el cementerio? —ve por la ventana
—Algo así pero mi vida no es nada interesante por eso me gusta crear historias así la mantengo interesante igual los libros te trasportan a un mundo único, soy mas fan de la lectura que cualquier otra cosa
—Pienso lo mismo—veo los autos pasar— ¿Por qué odias a los de la clase?
—Información no encontrada por ahora—me ve— ¿Porque tienes fobia social? O solo naciste con ella, es impresionante que tengas tantos amigos según tú y encima pareja teniéndola
—No fue nada fácil hacerlos…sabes—lo veo—no sé dónde debo bajarme—lo escucho reír fuertemente—Heil hablo enserio ¿Dónde me voy a bajar?
—Eres un desastre Esmeralda—veo que saca su celular—dame tu dirección—se la dicto y el teclea algo en su celular luego de unos minutos me lo muestra—Parece que era en la parada de antes—frunzo el ceño— Hey deténgase—me toma de la mano una vez que el autobús se detiene y bajamos—Te acompaño, es mi culpa por no prevenir esto
— ¿No vives más lejos? ¿Cómo te iras? Los autobuses no trabajan hasta tan tarde
—Pediré un taxi—asiento y comienzo a caminar todo estaba solo, comenzaba a tener algo de miedo porque no había nadie cerca— ¿Qué ahí de ti en internet que no quieres que sepa?
—Averígualo si quieres pero ya sabes la consecuencias—lo veo de reojo parecía concentrado pero no creí que lo haya hecho todavía
—Aparecerá que asesinaste a un tipo o algo así porque eso me daría miedo, déjame decirte que tienes cara gáster también—rio por sus ocurrencias
—No soy una asesina al menos que matar hormigas de pequeña cuente
—Entonces seremos un par de asesinos porque yo también lo hice—rio pero veo que se detiene yo hago lo mismo al ver donde observa—supongo que es aquí
—Si—ignoro la presencia de Ed en la entrada y veo a Heil—Llamare a un taxi si quieres o puedes quedarte, seguro a Carlos no le molestara, mis hermanos son un poco inquietos pero te agradaran
—Está bien con el taxi, otro día
—Yo lo llevo—frunzo el ceño al ver a Ed que se había acercado—Puedo hacerlo, no me molesta—iba a negarme pero Heil me interrumpe
—Gracias—su sonrisa es más grande de lo que esperaba— el dinero no es algo que crece en los arboles de manera literal
—Vamos—veo que Heil me entrega el libro
—Nos vemos el lunes—asiento y veo como se aleja al auto con Ed igual ¿Qué hacía ahí afuera? Una vez que se van entro a la casa y me encuentro con Carlos que estaba en al estancia leyendo algo mientras mis hermano jugaban videojuegos en el televisor
—Esmeralda comenzaba a preocuparme por ti, Ed estaba afuera ¿Lo viste?
—Si—me acerco al sofá y me lanzo algo cansada en este— ¿Sabes porque vino?
—Esperaba por ti quería conversar algo ¿Lo hicieron?
—No y si viene dile que me acosté a dormir, no quiero hablar con el—me levanto para ir a mi habitación, quería ducharme y seguir leyendo
— ¿Puedo saber que pasa entre ustedes? —veo a Carlos, estaba preocupado por mí—Ed parece molesto por algo pero no me lo dijo
—Estoy bien de verdad pero él fue el que metió la pata esta vez, no yo, no tengo hambre, estaré leyendo—el asiente y entro a mi habitación esperando que Ed no volviera, no quería hablar con él porque sabía que solo discutiríamos y no sabía cómo podía solucionar ese problema
***
—Esmeralda Díaz en autobús, tengo que verlo para creerlo—niego levemente al ver el asombro de Angel—Ese chico logro algo que solo Emma hizo una vez
—No fue la gran cosa solo supo distraerme pero no creo que pueda lograrlo sola, poco a poco quizás ¿Qué paso con el auto?
—Está en el taller, Oliver será mi trasporte por ahora pero no podre ir por ti, usaría mi auto pero sabes que no me gusta sacarlo seguido y como Oliver se ofreció—Angel usaba el auto de Emma para el uso diario, ella usaba el trasporte que le proporcionaba la empresa donde trabajaba, todo porque desde que Angel había comprado con tanto esfuerzo su auto le daba miedo usarlo, estaba obsesionado cuidando ese auto
— ¿Le dijiste a Ed que fuera por mí? —veo que sonríe nervioso—Angel
— ¿Qué? No sabía que estaría molesto por ese amigo tuyo además no es el tipo celoso hasta donde se aunque se ofreció a llevarlo—le había contado a Angel lo que había sucedido la noche anterior
—Y no lo está, creo que está molesto por otra cosa y no sé porque tampoco quiero averiguarlo, me culpa a mí
—Debe tener sus razones—veo mi vaso de jugo que Angel me había ofrecido, estábamos en su casa esperando por Emma ahora vivía con el—Pero no hemos hablado mucho
—Debe ser su nuevo caso ¿Crees que deba hablar con él?
—Creo que debes esperar a que se calme al menos
—Meck creí que sabias que Angel no es bueno dando consejos—sonrió al ver a Emma que llegaba—lamento tardar es que tuve un percance
—Me ofendes porque soy bueno dando consejos
—Claro la última vez que acepto un consejo tuyo solo sirvió para molestar a Edward
—Terminaron en unos besos subidos de tono esa vez ¿No? —siento mi rostro arder ante ese recuerdo, Había extrañado sus besos a pesar de que solo los había hecho pocas veces, el solo recordarlo me hace querer correr en su búsqueda pero no podía hacerlo, mas estando en su situación
—Eso no quita que Ed estaba molesto lo primero que tienes que hacer es solucionar el problema Esmeralda ¿Por qué discutieron?
—Ni siquiera lo sé, solo está molesto conmigo por algo
—Es por su nuevo amigo, esta celoso seguro piensa que tienen algo, lo cual no es verdad ¿No? —Sonrió al ver que Angel me ve
—Ya aclaramos que no es así pero no está celoso, Ed no tiene esos sentimientos
—Todo hombre los tiene, nunca lo van a aceptar y siendo Edward creo que tampoco dice que eso es para inseguros hasta donde se
—Yo no soy insegura o quizás si—veo a Emma— ¿Qué crees que deba hacer? Ayer no quise hablar con él, fue por mí y le dije a Carlos que mintiera
—Amiga las relaciones no avanza si se ignora el problema en cambio van creciendo poco a poco, los pequeños son los más peligrosos
—Nosotros tenemos pequeños y grandes también—suspiro—Iré a hablar con él pero por ahora es mi última clase—veo a Angel que parece inquieto
—No estoy seguro de esto—rio al ver a Emma abrazarlo de los hombros
—Cariño sabes que puedes confiar en Esmeralda—mi amiga la veía con seriedad, se sienta sobre el para sonreírle—Solo es un auto
—Pero es mi bebe, sabes lo que me costó comprarlo
—También lo que te costó conquistarme ¿Quién importa más? —desvió mi mirada porque me ponía nerviosa, esperaba que algún día tuviera esa confianza con Ed, el solo pensar en el me daban ganas de ir a verlo, todo me enojo se había ido, no podía durar mucho tiempo molesta con el pero sentía que no podía tener el valor de enfrentarlo y más ir a verlo
—Vamos Esmeralda—salgo de mis pensamientos para ver a Angel levantarse y Emma sonriendo de manera inocente, no sabía que tanto habían hablado mientras yo estaba pensando en Ed
—Yo iré también —suspiro y veo como Angel saca las llaves de su bolsillo y me las extiende yo las tomo y algo inquieta me encamino hacia el auto, subo y espero a que mis amigos hagan lo mismo—Vamos al súper, tengo que comprar cosas para la cena de esta noche, no es muy lejos
—Bien, muéstrame lo que te enseñe—todo esas semanas habíamos practicado con el estúpido videojuego y solo un par de veces con su auto pero nada de encenderlo, esta sería la primera vez
—Bien, puedo con esto—enciendo el auto y sonrió al escucharlo rugir—póngase los cinturones—veo con humor con Angel se aferra al suyo—Mi propio maestro duda de mí, se supone que debes confiar
—Si claro que confió en que te vas a estrellar—rio algo nerviosa y pongo en marcha el auto, veo por el retrovisor para ver a Emma que estaba tranquila—No apartes la vista del camino Esmeralda y recuerda que no eres la única en la carretera—asiento y avanzo lento para esperar no chocar con nadie, había varios carros una vez que Salí de la calle donde vivía Angel
—Meck no estés nerviosa—asiento pero lo estaba, sentía que las manos me sudaban, tenía pavor de que algo podía pasar ¿Y si chocaba? El recuerdo del accidente de Brayan viene a mi mente y siento mi respiración acelerarse
—Esmeralda respira—veo de reojo a Angel y como me muestra como tranquilizarme, lo imito y me permito seguir avanzado lento pero aún estaba nerviosa—Estamos por llegar ¿Recuerdas como estacionar?
—No—mi mente estaba en blanco porque no recordaba que me lo hubiera hecho
—Baja la velocidad y cruzas lento, recuerdas las luces—veo la tienda y hago lo que Angel me explica pero termino subiendo a la acera, suspiro y bajo el auto para poder acomodarlo para apagar el motor—Por fin—rio al ver como Angel se baja y abraza el suelo, niego para bajar junto a Emma—nunca dude de ti
—Si como no—veo que sonríe—Gracias pero aun necesito practica antes de hacer el examen para conseguir la licencia
—Tengo una idea cuando…—ve a Emma y entiendo lo que quería decir—Con Carlos sería perfecto que él te enseñara con su auto
—Es una buena idea Meck, Angel vamos me tienes que ayudar con las bolsas ¿No te molesta quedarte sola?
—No pero me traen algo dulce—mi amiga me sonríe
—No lo dudes y lo hiciste muy bien amiga—asiento y los veo alejarse, suspiro esperando conseguir esa licencia rápido pero necesitaba poder controlarme para poder lograrlo pero sabía que si podía hacerlo
***
Cobarde esa era una palabra perfecta para describirme ¿Por qué? Porque no podía enfrentar a Edward y poder arreglar los problemas, ahí estaba frente a su casa pero no tenía valor de discutir con el solo lanzarse a sus brazos y olvidar lo demás, mandar todo al diablo solo para estar en sus brazos
Y estaba ahí solo por la ayuda extra de una botella que se había comprado, si no seguro no estaría ahí por eso era una cobarde, con su cuerpo relajado y mente despejada sentía que podía contra todos, sobre todo con el hombre que tenía como novio, esa palabra le gustaba, sonaba perfecta para Ed, el solo imaginarlo en sus brazos, los besos que le daba cuando se dejaba llevar, Dios comenzaba a tener calor y eso que la noche era helada
—Es mejor dejar de imaginarlo y ponerlo en marcha—sonrió y toco la puerta pero no escucho nada, hago otro intento pero nada, intento abrir y para mi sorpresa lo hace, era extraño porque no era una persona descuidada—Ed—entro a la casa cerrándola tras de mí y sonrió al ocurrirseme que podía sorprenderlo si entraba en silencio, paso por la estancia y noto que habían unos papeles en la mesa, la cocina estaba vacía así que estaba en la habitación, me acerco a esta y abro la puerta pero me sorprendo a ver a mi policía en tolla y esa mujer sobre su cama, siento algo romperse dentro de mí en el segundo que mi mirada se cruza con la de Edward
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