CAPITULO 8: Trabajo
Bien quizás mi repentina decisión de trabajar no fue tan buena, Heil trabajaba en una tienda de ropa, de eso no es que supiera mucho y por desgracia me dieron un uniforme del cual odie porque era caluroso y horrible, era un pantalón con una camisa verde oscuro, estaba hecha de una tela gruesa por eso era calurosa ¿No se supone que se debe dar comodidad a los trabajadores?
A Heil no parecía molestarle, seguro estaba acostumbrado con su uniforme porque según me había dicho llevaba un tiempo en la tienda y todo porque la paga era buena, no hacía mucho, el a diferencia de mi tenía que estar en el almacén buscando cosas y organizando, era como el encargado, en cambio yo tenía que atender a los clientes que llegaran, incitarlos a comprar, no era mi fuerte pero me las había arreglado para que me dejaran en caja por ahora pero no siempre iba a ocupar ese lugar, no había sido buena idea
En cuanto a Heil se había comportado bien a pesar de que yo aún le daba respuestas cortas y se veía muy diferente con el uniforme, más serio y responsable, a diferencia que con su ropa normal que consistía en playeras y pantalones de mezclilla se veía como un chico despreocupado y rebelde, creo que era la forma correcta de describirlo
Se me hizo larga la jornada porque al ser Heil que me sugirió me aceptaron, fue una sorpresa porque confían en él, todos parecían admirarlo en el lugar y yo que había creído que no tenía amigos y solo se dedicaba a molestar a chicas solas en salones de clase pero si tenía, al parecer se llevaba muy bien con todos en el lugar, en más me había presentado con todos pero no les presente atención a ninguno a pesar de que mi objetivo en el lugar era socializar pero aún no me salía
Ahora finalmente estaba con mi ropa habitual, no había pasado nada fuera de lo normal, lo mismo que solía hacer con Emma cuando la ayudaba a trabajar antes, ahora estaba pensando en que era tarde y estaba oscureciendo aunque le había dicho a Carlos que llegaría tarde porque no quería decirle de mi empleo porque solo se preocuparía por ahora guardaría el secreto pero le diría que estaba tomando unas clases extras para intentar estar al día y recordar lo que había hecho en cuatro años en la universidad, era una buena excusa
Pero ahora que salía no había pensado en la manera de cómo iba a volver, tomar el autobús no era una opción y Heil no parecía tener trasporte, el tener un vehículo era una necesidad ahora, más cuando querían mantener su trabajo en secreto ¿Qué podía hacer? Llamar a Carlos no era una opción
—Parece que va a llover—veo a Heil que había traído una chaqueta lo cual yo debería recordar si iba a salir a esa hora, siempre hacia frio
— ¿Por qué lo piensas? ¿Por las nubes o el clima? —veo que sonríe e iba abrir la boca para decir algo—Ya se te gusta señalar las cosas obvias
—Vaya apenas un mes de conocernos y ya no te agrado, creo que es un record
—Para ti pero yo odio todo lo que me mire, incluso tengo un amigo que…—sonrió al recordar a Angel, el si me iba a llevar y sería capaz de guardarme el secreto, era la hora de la salida de su trabajo— ¿Tienes trasporte?
— ¿A qué viene el cambio de tema? —veo como comienza a jugar con unas llaves que tenía, ya estábamos fuera del local, yo había salido primero y esperado por Heil, me daba un poco de miedo estar sola—Me voy siempre en bus
—Anticuado, además muchas personas—veo como detiene el movimiento de las llaves y me ve, parecía ofendido por algo— ¿Qué?
— ¿Anticuado? Disculpa señorita de la alta sociedad pero déjame decirte que tiene su belleza, siempre me ha gustado ir en bus, además de que no conduce y puedes disfrutar de la vista es muy entretenido—sonrió porque a mi mente viene la excursión y mi viaje junto a Edward, me había gustado
—Olvidaba que te gusta meterte en la vida de los demás
—Eso no es cierto, en lo que te conozco nunca lo he hecho, solo me acerco porque me gusta como pierdes la paciencia fácilmente, es divertido ver tus expresiones y también molestarte—frunzo el ceño y el ríe— ¿Vez? es sencillo hacerlo
—Eres un idiota—le doy la espalda para comenzar a caminar y marcar el número de Angel, si le explicaba todo entendería, quería darle un aventón a Heil porque me había conseguido trabajo pero ya había cambiado de opinión
—Solo soy sincero—veo como se para frente a mí—Te acompaño a tomar uno y te muestro la maravilla de ir en bus ¿Qué dices? —sigo caminando pero el comienza hacerlo pero de espalda para seguir viéndome a la cara
—Angel—veo que voltea los ojos y yo le frunzo el ceño— ¿Te puedo pedir algo?
—No pudo creer que Esmeralda Díaz termine otra vez pidiendo mi ayuda a pesar de que te cansas de insultarme además de decir que soy un pésimo maestro en cuanto a dar clases de manejo se trata
—Es que lo eres, mira que un videojuego, eso no me ayudara en nada
—No subestimes las estrategias del maestro, veras que en menos de un mes estarás en las calles, es mas en cuanto te den la licencia yo mismo te acompañare a comprarte tu primera moto—rio al escucharlo, siempre tan arrogante
— ¿Moto? ¿Qué te hace creer que me gustaría una? —Heil ahora caminaba a mi lado entretenido con el celular, era extraño que no me molestara
—Pues claro, un auto no queda para nada contigo, ni loco dejare que compres otra cosa que no sea una moto aunque Edward se moleste
—No le va hacer ni un poco de gracias, sabes que no le gustan, saldrá con algo de lo peligroso que pueden a llegar a ser
—Entonces será un secreto entre ambos, cuando se dé cuenta no podremos devolverla ¿Te parece la idea? —veo que Heil se detiene, noto que se coloca unos audífonos para escuchar música, estábamos en una parada de autobús, seguro el tomaría uno
—Sí, hablando de secretos ¿Puedes guardarme uno? Es el favor que te quiero pedir, ni siquiera Emma puede saberlo
—Que jugoso, Esmeralda confiando en mi—sonrió—Cuéntame soy una tumba—rio y comienzo a contarle lo que había hecho en el día y mi decisión de tomar un trabajo—Es una buena idea —se queda en silencio un momento como pensando algo— ¿Estás sola ahora mismo? —su voz sonaba preocupada
—No—veo de reojo a Heil que observa algún punto en la calle en cuanto nota mi mirada se quita uno de los audífonos pero no dice nada ¿Dónde había quedado su voz? —Un amigo me acompaña—noto como Heil me ve y sonríe
— ¿Amigo? Bueno ya me lo contaras porque eso es nuevo, envíame la dirección de donde están e iré por ambos
—De acuerdo, nos vemos—cuelgo para enviar el mensaje cuando levanto la vista de mi celular Heil me sonreía— ¿Qué?
— ¿Amigo? ¿Ahora si soy tu amigo? —suspiro para ver hacia otro lado
—Quise decir compañero pero si estás aquí no es porque estas esperando autobús ¿Verdad? Han pasado varios y ni te has movido
—Tenía la esperanza de que pueda convencerte de subir a uno conmigo pero ya que vienen por ti, lo dejare por hoy—veo que se cruza de brazos—ahora dime ¿Cuántos novios tienes exactamente? Porque parece que con este te llevas muy bien—rio al imaginarme a mí y Angel saliendo, era absurdo
—Es solo un amigo, es el novio de una de mis mejores amigas, seria terrorífico enamorarme de alguien como Angel
—En el amor no existen las barreras—veo que veía algún punto de la calle—Solo nos enamoramos no importa quién sea o si es bueno o malo, solo lo hacemos—No lo había escuchado mencionar de alguna pareja ¿Tenía una? Solo ese extraño amante pero no le creyó
— ¿Tú le escribiste a Edward el día del cementerio? —recordaba muy bien que el único que tuvo mi celular fue el, ella no lo había enviado
— ¿Si te digo que lo enviaste tú en tu estado de embriaguez ese día me crees?
—Por supuesto que no ¿Por qué lo hiciste? No conoces la relación que tenemos
—No pero estabas sola en un cementerio ebria y él es tu novio o eso creo según lo que hablaron el día que lo conocí, si fueras mi novia seguro no la dejaría ebria en un cementerio y sola, además se nota que te aprecia ese día por un segundo creí que era uno de esos tipos celosos y se alteraría solo por verme
—Edward nunca ha sido esa clase de persona—me veo las manos porque en el fondo le gustaría que su policía no fuera tan razonable y se dejara guiar por sus sentimientos como solía hacerlo ella aunque no le había funcionado muy bien—No siente nada parecido a eso
— ¿Por eso lo engañas con este Angel? ¿Por qué no te quiere?
—Angel y yo no tenemos nada y Ed si me quiere solo que estamos pasando por una situación complicada aunque…—desde que lo conocía la situación entre ellos había sido así ¿Eso cambiaria algún día? —Gracias por lo del trabajo
—Qué cambio de tema tan radical pero lo dejare pasar y de nada si lo necesitabas no hay problema—me cruzo de brazos porque hacia frio y estaba algo incomoda con Heil ahí pero era mejor que estar sola—No te gustan las personas ¿Verdad?
—Las odio, tampoco que se me acerquen—lo veo— ¿No me conoces? La verdad creo que media ciudad lo hace—noto que me llega un mensaje de Angel diciendo que estaba llegando
—Disculpa señorita popularidad pero no me gusta mucho la televisión pienso que es mejor conocer a las personas de frente y comprobar que de verdad es lo que tanto se dice, es como los artistas muchos dicen amarlo pero en realidad no lo hacen porque ni siquiera lo han visto en persona, solo les gusta cómo actúan no la persona en si—sonrió porque a pesar de su vestir Heil le agradaba
—Existe un pequeño grupo de personas que no odio en este mundo, solo entran personas especiales, no estas entre ellos porque recién te conozco pero si no me buscas en internet veremos—me sonríe, escucho un auto estacionarse y el sonido de una corneta
—Anotare las cosas que vaya descubriendo sobre ti por mi cuenta, número uno a Esmeralda Díaz no le gusta las personas y por increíble que parezca quiere trabajar en una tienda que requiere ser sociable
—Es un buen punto, vamos te llevo por acompañarme, no me gusta deber favores
—Punto numero dos es amable pero no le gusta que las personas lo sepan y punto tres aunque le gusta estar sola no le gusta mucho la soledad, recordar no dejarla sola esperando el autobús además de que los odia ¿Voy bien?
—Me das miedo—veo que sonríe— ¿Vienes?
—No, tu otro novio se molestara—noto que Angel nos observaba curioso y parecía algo molesto—Es mi bus, nos vemos—sube a autobús y veo como se marcha, suspiro para acércame a Angel iba a abrir la puerta del auto pero estaba cerrada, observo a Angel que me veía
— ¿Qué? Hace frio déjame entrar—me observa parecía detallarme—Angel
—No estas engañando a Ed ¿Verdad? Porque sé que se ha comportado como un idiota pero hace un esfuerzo al menos merece sinceridad
—Existen más posibilidades de que me meta a una discoteca que le sea infiel a Edward—veo que sonríe y quita el seguro para yo subir— ¿Dónde quedo tu apoyo incondicional?
—Te apoyo con el chico si eres sincera con Edward, ya mi niño ha tenido mucho
— ¿Puedo saber de qué hablas exactamente? —noto que pone a andar el auto
—Son sus problemas no los míos, tengo que ser justo con ambos ¿No? yo no le cuento nada de lo que tú me cuentas y no te cuento nada de lo que el habla conmigo, es un balance entre ambos, si veo que son demasiados idiotas intervengo pero del resto no me sacaras nada
—Odio que seas así, solo quiero ayudarlo
— ¿Quién es el chico si no es tu nueva conquista? —frunzo el ceño al escucharlo, no me diría nada, Angel era uno de los amigos más fieles entre todos
—Es un nuevo compañero de la universidad, no me agradaba pero el hecho que se parece un poco a ti me agrada un poco
—Oye soy irremplazable, no lo olvides, si me cambias por Angel de bolsillo no te lo perdono—rio al escucharlo—no te rías hablo enserio
— ¿Angel de bolsillo? ¿Enserio?
—Si te agrada debe ser por algo pero si te atrae dímelo—no creía que eso fuera a pasar—aunque si se parece a mí significaría que…—ambos ponemos cara de asco y reímos al vernos—Hablo enserio pero ¿Se llevan bien?
—Por ahora, cuéntame ¿En qué caso trabajas? —veo como no aparta su vista del camino pero aun así me comienza a detallar sobre su nuevo caso, sonrió porque me gustaba escuchar sus anécdotas
***
— ¿Quién tiene el tema perfecto para nuestro trabajo final y tiene dos pulgares arribas? —levanto la vista de mi cuaderno para ver a Heil que tenía dos pulgares arribas señalándose
—Te dije que ni loca me pondré contigo, se nota lo irresponsable que eres, lo hare sola, buscare la forma del que el profesor me acepte y ya—su sonrisa aún no se borraba, era un chico muy difícil de bajarle el ánimo, sonrió al recordar a Angel y en la comparación que hizo sobre el
—Por lo menos intenta—se acerca, yo me alejo instintivamente—Este chico—sonríe señalándose—Eres una mujer muy extraña ¿Lo sabes?
—Sí, me lo han dicho incontable de veces pero dijiste que lo normal es aburrido ¿no? por eso sigues merodeándome
—Tristemente tienes razón otra cosa que se de ti, Esmeralda Díaz siempre dice cosas coherentes—lo veo por un segundo
—Siempre no es una palabra que debas usar a la ligera y no soy así, por eso no me conoces solo hace un mes tampoco es que me agrades
—Pero no te desagrado además no es justo que intente conocerte pero tú no a mí, así no funcionas las amistades ¿Verdad?
—Esto no es una amistad y si se cosas de ti—suspiro cerrando me cuaderno—no hare el proyecto contigo
—Llevo un par de años en su clase y nunca lo he visto cambiar de opinión, aún tenemos tiempo pero creo que no deberías pensarlo tanto además si aceptas también aceptas que estás loca—frunzo el ceño porque no me gustaba esa palabra
—Eres un imbécil—cierro mi cuaderno para levantarme aún falta un poco para próxima clase que teníamos
—Espera—suspiro al escucharlo seguirme— ¿Te ofendí? Sé que en la mayor parte del tiempo eres muy despectiva pero siento que este si lo dijiste enserio
— ¿Sera porque lo dije enserio? —intento acelerar el paso para dejarlo atrás pero es más rápido y se pone frente a mi caminando de espalda para verme, era una costumbre de el— ¿Por qué haces esto?
—Porque no me gusta dejar las cosas a medias, siempre termino lo que empiezo, así que ¿Por qué te molestaste? ¿Qué dije?
—No habla de eso—me detengo y el me imita—cuando hablamos y caminamos sueles hacer eso ¿Por qué lo haces? Es extraño ¿Sabes?
—Mmmm bueno me gusta hablar con las personas viéndolas a los ojos para saber si son sinceras ¿Sabes que sueles ser muy expresiva? Cuando te molesta algo es muy obvio y creí que habíamos quedado que lo extraño era bueno
— Y no he cambiado de opinión —continuo caminado y sigue delante de mi sonriendo como idiota, si hubiera sido mi antigua yo seguramente lo habría herido con palabras para que me dejar en paz—Otra cosa que se de ti, eres extraño
—Igual que tu pero puede ser más creativa ¿Qué más haz notado? No soy muy observador pero si he notado esas cosas pero tu pareces de esas chicas no emos silenciosas que observan todo—rio ante el apodo—Vamos inténtalo
—Heil es un idiota pero le gusta contagiar el buen humor por eso no lo han despedido de su empleo
—Eso no es cierto, si soy bueno en mi trabajo—ruedo los ojos—además lo dice la chica que tiene fobia social—Frunzo e ceño—si era un secreto eres muy obvia
—No es un secreto pero tampoco me gusta que los demás lo sepan
—Esmeralda eso es un secreto—me detengo porque estábamos ya frente al salón aún faltaba una clase—Esta conversación aún no termina
—Para mí si—lo aparto y entro al salón pero él me sigue y se sienta justo al lado que yo me siento, noto que iba a decir algo pero el profesor entra y la clase comienza, intento prestarle a atención a la clase de literatura, estaba conversando sobre el tema de la clase pasada que no había terminado pero era un tema que sabía, el leer libros me ayudaba mucho estar al día
—Esmeralda—veo de reojo a Heil que me lanza un papel lo atrapo por reflejo y noto como me hace seña para que lo abriera ¿Estaba hablando enserio?
— ¿Sabes que pasara si el profesor nos pilla? —era un profesor que le gustaba el silencio y le prestaran atención aunque sinceramente sus clases era un poco aburridas
—Solo ábrelo—frunzo el ceño pero lo abro para que dejara de molestar lo veo al leer el contenido “Soy idiota sigue el número dos”
—Imbécil—se lo lanzo de regreso sin respuesta pero veo como anota algo y me lo regresa— ¿Enserio Heil? No me gusta…—veo que sienta y ve al frente frunzo el ceño pero veo una figura a mi lado cuando me doy cuenta todas las miradas están posada sobre mí y una en especial me miraba con el ceño fruncido
— ¿Va compartir con toda la clase lo que dice ahí? —veo el papel entre mis manos y soy consciente de mi respiración, estaba nerviosa nunca me había gustado ser el centro de atención, intento decir algo pero mi voz no sale, de repente me siento pequeña ante la miradas de todo
—Vamos profesor no sea mala honda—veo como Heil abraza de los hombros al profesor— ¿Me va a decir que en su temporada de enamoramiento no hacia esto en clase? Además sabe que es aburrido
—No estoy hablando con usted Verhelst si no con la señorita Díaz—siento la mirada del profesor sobre mi otra vez—comparta con la clase
—Bien—abro el papel—es un idiota—mi voz sale automática y veo la enorme sonrisa de Heil aparecer en su rostro—Usted lo pidió— ¿Por qué Heil escribió eso? Algo me decía que sabía que el profesor se acercaba
—Fuera de mi clase Díaz—no me atrevo a rebatir pero aun la ansiedad me recorrer el cuerpo entero y no soy capaz de moverme
—Profesor vamos, usted fue el que le dijo que lo leyera encima tubo la decencia de hablar con respeto porque aquí dice—Heil toma el papel rápidamente—Eres un idiota—miraba a los ojos al profesor, estaba disfrutando eso
—Ya que te gusta tanto ¿Porque no la acompañas?
—Buena idea pero tómeselo con calma—veo que toma sus cosas y ve haciendo señas de que haga lo mismo, intento calmar mi respiración pero siento un nudo en mi garganta apenas soy consciente de como Heil toma mis cosas para tomarme de la mano y salir de ese lugar— ¿Estas bien? Lo siento no sabía que tenías pánico a ese nivel intenta respirar, vamos te ayudo—lo imito al ver que inhala y exhala hasta que pudo sentir como mi respiración vuelve a ser regular
—Esa clase de cosas no se publican en una página
—Lo tomare en cuenta la próxima también que me pidas un empleo porque no tengo ni idea como vas a trabajar hoy—extrañamente no estaba molesta con el
—Te perdono si me enseñas a hacerlo—veo que sonríe
—Ya que nos vetaron del salón podemos hacerlo ahora, vamos al campus—lo sigo aun llevaba mis cosas parecía que si sentía culpable
—No es la primera vez que exasperas al profesor ¿no?
—No pero él me adora siempre hago sus clases más entretenidas y dice que tengo un gran talento pero que debo cambiar mi actitud pero yo le digo que la vida no suele ser divertida solo que tú la haces así
—No es bueno ver todo como un juego
—Hay que jugar con ella si no termina jugando contigo—tenia razón—inténtalo el relajarse es bueno—veo que se lanza bajo la sombra de un árbol y yo hago lo mismo—Empecemos las clases, por favor nada de chiste de mal gusto—ruedo los ojos porque él era el más parlanchín—Ya le dije que nada de chistes
—Eres un ser muy insufrible Heil igual gracias por ayudarme
—Fue divertido verte exasperar pensé que insultarías al profesor con una de tus hermosas tácticas pero veo que estas llenas de sorpresas
—Aun te falta mucho por descubrir si lo permito—no era que me abriera con Heil pero si algo me había enseñado Angel es que bajo esa aparecían de relajado había un chico lleno de miedo e ira contra todos
—Parece abiertas a sugerencias, supongo que es un avance ¿No?
—No te hagas ilusiones ¿Porque no comenzamos con la clase?
—Bueno no soy bueno en eso pero hare el intento —sonrió para escucharlo, estar con Heil le gustaba, siempre estaba relajado y así mismo se sentía ella
***
Sonrisa falsa pero sonrisa, paciencia falsa pero paciencia, amabilidad falsa pero amabilidad, distancia parcial lo único real de ese trabajo, prestar atención falsa pero aun así escuchar, no se le olvidaba nada de la tediosa clase de Heil, se falso pero se real, si era unas ordenes complicadas pero habían funcionado, su consejo había sido fingir amabilidad y ser atenta aunque no lo quería, buscar el disfraz adecuado para cada cliente
Por alguna razón no se le hizo difícil seguro era porque últimamente era lo que hacía, fingir estár bien pero en realidad solo quería lanzarse por un risco sin fondo pero no podía, gritar cuando tenía que callar, Heil le dijo que con el tiempo salía con naturalidad y empezabas en verdad agradar el empleo porque al principio el fingía todo pero ahora su sonrisa le salía con toda la naturalidad del mundo
Disfrutaba de su trabajo a pesar de todo, le gustaba lo que hacía aunque fuera algo temporal porque ese no era lo que quería hacer por lo que le quedaba de vida, incluso estaba pensando en renunciar pronto, estaba buscando un lugar para hacer sus pasantías, yo tenía que intentar lo mismo pero sabía que con Emma podía contar sobre el empleo que tenía en una editorial hace un tiempo
—Me siento agotado—levanto mi vista para ver a Heil que se colocaba su chaqueta y me sonríe, estaba sentada en la acera porque estuve todo el día parada, ya Angel me había escrito que venía pero quería esperar a Heil—¿Vamos? Porque no creo que esperes por tu novio
—No es mi novio—me levanto para caminar y hace lo mismo—Gracias por la ayuda
—Sabes pensé que eras una chica poco a amable, he escuchado que las no Emo no lo son—rio porque ya no me molestaba el sobrenombre—De nada pero no es gratis—suspiro al verlo ponerse frente a mi caminando de espalda para verme mientras caminaba, estábamos en una calle que nos llevaba hasta la parada de bus—Teníamos una charla pendiente
—Yo la di por terminada, deberías hacer lo mismo—corro para dejarlo atrás pero escucho sus pasos y me detengo cuando lo veo frente a mi sonriendo otra vez caminado de espalda—No te rindes fácil
—No, vamos Esmeralda yo lo hice ¿Por qué no me dices que te gusta de mí?
—Sigues siendo un imbécil Heil, olvídalo—acelero el paso pero me doy cuenta que estamos cerca de la parada de bus, el lugar estaba cerca de la universidad para nuestra suerte
—Oh vamos, yo ya lo hizo es tu turno—nos detenemos en la parada y suspiro
—Me gusta lo idiota que eres, otra cosa es que eres gracioso, el autoestima enserio la tienes por las nubes, eres insufrible pero soportable, extrañamente inteligente a tu manera y me gusta cómo me relajo a tu al redor a pesar de que me sacas de mis casillas ¿Contento? —lo escucho reír
—Muy satisfecho Esmeralda Díaz, no era tan difícil ¿Verdad? —veo su sonrisa y ruedo los ojos pero siento como me toman del brazo con fuerza me sobresalto pero veo la mirada de Edward observando a Heil con ¿Furia? —Parece que nos descubrieron con las manos en la masa—frunzo el ceño porque algo me decía en la mirada de Edward que no estaba contento
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