CAPITULO 3: Inseguridad
Mi cabeza dolía, llevaba años sin sentirme así de mal, hasta podía sentir el cuerpo pesado pero también algo sujetarla, abre los ojos de golpea asustada por que su respiración se estaba volviendo algo forzosa, sentía que no podía respirar, todo su cuerpo se ponía alerta por los brazos que la tocaban, podía sentir su cuerpo sudar repentinamente y su garganta secarse hasta comenzar a temblar
Empujo a la persona lejos de mí para ponerme segura en una esquina de la habitación y observar a mi agresor pero noto a Edward que se había sentado algo confundido ¿Qué hacía ahí? Sabia como era, me abrazo a mi cuerpo intentando calmar el miedo que había sentido por un segundo recordó esos días que despertaba desnuda junto a Brayan su cuerpo tiembla ante el recuerdo
No podía olvidar nada de eso, solo recordar las ultimas cosas que paso en aquella casa y esos hombres tocarla sin su consentimiento, como solía despertarse desorientada con un tremendo dolor en su cuerpo y sin poder hacer nada, cierro los ojos pero solo logro traer imágenes de las manos de esos hombres sobre mi cuerpo, sentía su tacto rustico
Sus risas vienen a mi junto a sus palabras y golpes, el desprecio de Brayan con su trato, el asco que me provocaba cuando tocaba mi intimida no solo con su cuerpo, mis lágrimas caen porque nunca iba a poder deshacerme de ese hombre
—No te mereces ser feliz Esmeralda ¿De verdad crees que vas a tener una vida normal? Ese hombre nunca te va a querer a una mujer tan impura como tu
—Si lo hace—sus manos sobre mi hombro me recorre bajando—Sueltame, no me toques, aléjate—me aferro a mí en un intento de no dejar que me tocara
—Nunca lo hará, solo das asco, las personas como nosotros no vamos a tener un buen final, solo admítelo y resígnate, no perteneces a este mundo
—Eso no es cierto, déjame—escucho su risa que retumba en la habitación y su olor impregnarse en mi cuerpo, nunca podría quitármelo, su aliento olia horrible, odiaba el olor a humo—Detente, cállate—niego al ver que no se detenía volviendo a colocar sus manos sobre mí— ¡NO! —siento algo frio recorrer mi cuerpo y de golpe abro los ojos para observar la mirada de Edward sobre mí, parecía dolido—Ed—tenía un vaso de vacío en sus manos ¿Me había mojado? Por el agua sobre mí, lo había hecho
—Lo siento—noto como se inclina pero también era cociente del frio en mi cuerpo y lo expuesta que estaba ante su mirada, no podía verme así—Esmeralda yo…—no quería escucharlo, sus disculpa cuando yo era la única culpable, no me merecía a Edward, me levanto corriendo hacia el baño para cerrarlo con seguro
—Vete—escucho como toca la puerta y solo logro caer al piso, sintiendo ese extraño dolor y asco recorrer mi cuerpo, no me gustaba—Ed solo vete
—No puedo dejarte en este estado, hasta no verte tranquila no me iré, abre—siento los golpes pero cierro los ojos intentando calmar mi cuerpo, recordar los buenos momentos pero la voz de Brayan era lo único que podía escuchar—Prometo no acercarme de nuevo, solo abre
—No quiero verte—me levanto para desvestirme, necesitaba intentar alejar esa suciedad que sentía, me ducho para dejar que el agua me relajara, lo cual funciona, era refrescante aunque sabía que ni toda el agua del mundo la limpiaría como ella quería—Ed—toco mis labios al venir a mi mente mi ducha de la noche anterior y lo que paso después—Lo bese y no pasó nada—veo mis manos y cierro los ojos para recordar la piel cálida de Edward bajo mis manos, bendito alcohol le había dado el valor de tocarlo como quería pero Edward la había detenido ¿Por qué tenía que ser así? Quería poder darle lo que el quería sin miedo a que su cuerpo lo rechazara como lo había hecho los últimos años, quererlo como se merecía pero era tan frústrate—Ed—tomo una toalla al salir para suspirar y abrir la puerta, no estaba ahí— ¿Dónde estás Ed? —alzo la voz esperando respuesta
—En la cocina, vistete para que vengas a comer—sonrió al escucharlo, no se lo merecía, todo era culpa de ella y sus complejos, me visto para salir y conseguirlo con la misma ropa de ayer, no solía quedarse— ¿Más cómoda?
—Si…Lo siento no sé porque reaccione así—me abrazo a mí misma para intentar calmarme, aún tenía miedo aunque deseaba a Edward tanto como el a ella sabía que no terminaría reaccionado como quería, se odiaba por eso
—Es mi culpa—siento mis lágrimas acumularse porque era mentira—Sé que debí irme al sofá en cuanto te dormiste pero estaba cansado y caí, aunque desde un principio no debí dejar que te acercaras tanto—niego pero Ed no me observa estaba concentrado en terminar nuestro desayuno pero no tenía hambre
—Soy egoísta—bajo la vista al sentir su mirada sobre mí—Sé que no puedo darte nada y encima tengo todo este problema pero fui tan egoísta que aun así te quiero solo para mí, no quiero que te vayas pero siento que cada día te alejo mas
—Esmeralda—noto que estaba frente a mí y su mano intenta tomar mi rostro pero me alejo al recordar a Brayan que hacia ese gesto para luego golpearme, al darme cuenta de la mirada de dolor de Ed me arrepiento, nunca haría eso—Tengo que irme, tengo que cerrar el caso—se aleja para acercarse a la cocina
— ¿Te quedaras como me prometiste? —no quería que se alejara, era suficiente con solo conversar con él y escuchar sus anécdotas
—Te llamare cuando este libre—observo como toma su celular—Tomate la pastilla para que te quite el dolor de cabeza y la sopa que te hice te hará muy bien, seguro es lo único que puedes comer horita y no vuelvas a beber Esmeralda
—Lo hare—me acerco un poco insegura—pero ¿Vendrás? —su mirada estaba apagada y denotaba que estaba cansado ¿Yo lo ponía así?
—Estaré aquí—sonrió al escucharlo—Carlos llegara enseguida, le envié un mensaje, nos vemos—asiento y lo veo salir dejándome una extraña sensación en mi pecho, el que fueran pareja no había cambiado las cosas pero hería a Edward con todo sus ataques
— ¿Cómo puedo arreglarlo? —era tan frustrante no poder hacer nada, no sabía cómo podía llegar a Ed porque el ya había hecho mucho por ella— ¿Por qué es tan difícil? —suspiro para poder seguir las indicaciones de Edward
***
— ¿Otro ataque de pánico? —asiento levemente al escuchar las palabras de Albert, suspira porque tenía rato que no me sucedía, todos había mantenido su margen conmigo, Edward era el principal—No están listo para hacer eso, te conoces muy bien Esmeralda
—Estaba ebria además es tu culpa, tu como psicólogo debiste prevenirlo
—Confié en que Edward lo controlaría pero subestime su control—veo que escribe algo en su libreta, me sacaba de mis casillas que hiciera eso porque no sabía que anotaciones tenía sobre mí—Pero antes se han abrazado hasta tomado de la mano, siempre tienen contacto ¿Qué cambio? —llevaba toda la semana pensándolo, semana la cual Edward no la había llamado
—Siempre termino entrando en pánico, me asfixio y desespero porque me siento aprisionada, solo lo hago para complacer a Ed—veo mis manos—No quiero que se aleje más de lo que ya está pero no funciona
— ¿Sientes que lo estás perdiendo? —asiento, normalmente no le contaba tantas cosas a Albert pero quería una solución a sus problemas—Podría probar limites, será algo lento pero funcionara
— ¿Hacerlo esperar cuatro años más? Ed se está cansado de mí, lo sé y no quería porque no sé qué haría sin él, lo necesito, me siento sola cada vez que no está, me vuelve loca no verlo o escucharlo pero cuando lo tengo cerca mi cuerpo se llena de miedo aunque no lo quiera y…—siento mis lágrimas acumularse en mis ojos, no se imaginaba una vida sin Edward en su vida, no la quería—No puedo seguir sin el ¿Quién más podía necesitarme? No tendría nada
—Esmeralda no es bueno que pienses así—me cubro la cara, era frustrante—Edward no se alejara de tu lado, te ama con locura
—Hasta el mismo me ha dicho que el amor no siempre es suficiente y le creo, eso que el amor lo vence todo es una mentira porque si tanto me ama y yo a él ¿Por qué aún tengo tanto miedo? ¿Por qué un simple beso en mis manos me llena de sensaciones que me dan terror? Edward no puede borrar mis temores y tampoco mis recuerdos aunque me aferre a él sé que no pasara
—Solo tienes que tener paciencia—noto como deja su estúpida libreta de lado para observarme a los ojos—Prueba lo de los límites, que te toque en lugar inocente y ve que tanto puedes soportar puedes poner tu límite, ya verás que unos meses podrás abrazarlo como quieres
—Quiero abrazarlo ahora no en meses—me levanto molesta porque la persona que se supone que debía darme soluciones a mis problemas psicológicos no me los daba—Estoy cansada de esta situación, quiero poder besarlo como lo hice ese día, sin que nada venga a mí y me impida sentirlo yo…—me detengo y veo a Albert— ¿Qué hay del alcohol? —Frunce el ceño—Estaba ebria pero lo recuerdo muy bien y mi cuerpo no reacciono y…
—Ni se te ocurra intentarlo, no es bueno jugar con eso Esmeralda
— ¿Por qué? —Tomo asiento nuevamente—resolvería todos mis problemas ¿Te imaginas poder ir a la playa con él? Ha querido descansar y seguro adora ir a una playa, o al parque de diversiones hasta un zoológico, no puedo ir a esos lugares por las multitudes pero si bebo y…
—Tienes prohibido beber, no es sano para ti, es lo mismo que drogarte para no sentir nada, solo te enviara a un abismo que no se si tenga retorno y no vale la pena Esmeralda, nada de alcohol
—Pero Albert con eso podría acabar todo esto y…
—No y se acabó la discusión, esas cosas son adictivas, no puedes tomar atajos te lo he dicho, lo mismo pensaste de los antidepresivos pero sabes que las cosas no terminaron bien—termino cometiendo cosas que no quería y su cabeza era un desastre todo el tiempo, Edward odiaba ese medicamento
—Está bien—digo para que se calmara porque el alcohol no era tan peligroso como lo era esos medicamentos, eran cosas muy distintas— ¿Limites?
—Sí, es una buena terapia y también me gustaría que Edward viniera a nuestras sensaciones por lo menos una vez a la semana, ahora son pareja ¿Cómo se siente? Es ¿Diferente? — era un desastre y las cosas no mejoraban
— ¿Crees que le guste que lo vaya a ver? Sé que ya tiene sus días libres desde ayer pero no me ha llamado—escucho a Albert suspirar porque sabía que era un intento para evadir el tema—Pronto comenzare la universidad y quiero pasar el tiempo que me queda con el
— ¿Emocionada por la universidad? —la verdad me daba desconfianzas por las personas pero tenía todo planeado, los estudiantes de último era muy mayores y si mantenía la distancia no iba tener problemas aunque no tenía a muchos para ayudarla en la universidad aunque sabía que Isabela estudiaba ahí que era la hermana de Ed aun no le contaba que problemas tenia
—Le sugirió a Edward que lo hiciera conmigo pero solo logre que se molestara ¿Podemos terminar por hoy? Quiero verlo, no contesta mis llamadas
—Creí que no te sentías cómodo en su casa—era cierto pero quería verlo, sabía que aún seguía dolido por lo sucedido
—Si no entramos estaré bien pero tenemos que resolver esto, si no arruinara nuestro días juntos ¿Puedo Albert? —sonrió al escuchar como suspira
—Sí, puedes ¿Quieres que te lleve? —asiento y nos levantamos para dirigirnos a la salida de la biblioteca y subir a su auto, aun nos encontrábamos en la biblioteca que estaba cerca del parque porque era un lugar tranquilo sin muchas personas, siempre tomábamos una mesa alejada para no ser interrumpidos, era la misma biblioteca donde siempre me encontraba con Edward para luego ir al parque
No me gustaba el consultorio de Albert porque me sentía insegura, la casa de Carlos donde estaba viviendo actualmente no porque podían escuchar todo lo que Albert y yo conversábamos, solo podía saberlo el, la casa de Albert no era una opción, la biblioteca me sentía segura, me traía buenos recuerdos porque el universidad me pasaba la mitad del tiempo en la biblioteca, conversando con todos, sus recuerdos los que más le gustaban era de Edward, la primera vez que lo había visto vulnerable aun recordaba su mirada
—Esmeralda parece que tengo un paciente esperándome—noto que miraba su reloj—Se extendió nuestra sesión, estabas muy comunicativa
—Estoy cansada de guardarlo todo ¿Crees que sea bueno que lo hable con Ed?
—Si te sientes segura hazlo—noto que se detiene—Ed vive por aquí, sabes donde vive, queda en unos minutos pero llevo prisa ¿No te importa?
—Esta bien así pienso que le diré—me bajo del auto—Gracias por escucharme, nos vemos el miércoles—veo que asiente y arranca, me sabia el camino muy bien, no había venido mucho pero más de una ocasión Edward pasaba por aquí a buscar cambio de ropa, aun recordaba el día que lo ayudo a mudarse
—Sé que es pequeño pero ya era hora ¿No? —observo el lugar, era pequeño, parecía una casa de juguete según mi punto de vista pero para ser una persona estaba bien—Solo tiene un baño y una habitación, la cocina y la sala
—Es agradable—el lugar se sentía un poco pequeño pero la luz entraba por las ventanas y estaba haciendo una brisa divina— ¿Por dónde comenzamos?
—Te dije que podía solo—el lugar estaba lleno de caja aunque todo parecía ordenado—Creí que no te sentías cómoda
—Distraer mi mente me ayuda un poco además de la música—me sonríe observándome pero bajo la vista—Comenzare en la cocina, prueba tú con la sala—tomo las caja para comenzar a abrirlas
—Me gusta que quieras cada vez más pasar tiempo conmigo, sé que el trabajo me da poco tiempo y con la mudanza, las cosas son complicadas
—Gracias a ti por tenerme paciencia—tomo los utensilios que conseguí para ordenarlos—Sé que no soy buena con las personas y tienes mucha paciencia
—Cuando te veo olvido los problemas Esmeralda—me sorprendo al verlo detrás de mí, me aferro a la mesa que esta tras mi espalda—Te daré todo el tiempo que necesites—sus ojos brillaban de una extraña forma, era sincero, adoraba eso de Edward, podía perderme en sus ojos todo lo que podía
—Edward mira lo que te traje—Edward se aleja de mi rápidamente algo asustado y ambos vemos a April ¿Qué hacia aquí? —justo me lo llevaron hace unos minutos además siendo vecinos seguro Dan le enseñara muy bien—April se detiene al vernos ¿Escuche bien? Por el perro supuse que era el la nueva mascota de Edward y si Dan vivía al lado eso significaba que ella también lo hacia
—Está muy lindo—noto como Edward se aleja a acariciar a el animal—Ya le elegí un nombre Doncan será mi fiel compañero
—Suena acorde con el de su padre—observo la escena desde la cocina, no me gustaba para nada, esa mujer sentía cosas por Edward y vivir a su lado no le ayudaba ¿No era suficiente con que trabajaran juntos? —Podemos entrenarlos juntos cuando tengamos algo de tiempo
—Quiero que no te mudes—mis palabras habían salido con rencor y ambos me vean extrañados—No permito que vivas aquí
Cierro los ojos sacando los recuerdos de mi mente porque aun recordaba la reacción de Edward ante lo que el llamo rabieta pero si me había llenado de ira, la odiaba porque ella pasaba el tiempo que yo quería con Edward, era su vecina y su mano derecha en el trabajo, admitía que se veían bien juntos pero no quería que lo estuviera, por Edward se intentaba llevar bien pero siempre terminaba tenido sus problemas
Si quería resolver las cosas y salir de ese lugar con Edward tenía que calmarse un poco para no insultarlo, él no tenía la culpa ¿Verdad? No notaba que esa mujer se le metía hasta por los ojos ¿Si era tan inteligente porque no lo notaba?
—Ed no puedo seguir tu ritmo—me detengo al escuchar el nombre y observo a Edward reír por el cansancio que mostraba la mujer ¿Qué hacía juntos? ¿Por ella no contestaba sus llamas?
—April necesitas tener más resistencia, Dan prácticamente te llevaba, estas perdido el toque—veo como se inclina acariciando al perro, se veía tan relajado a diferencia de cuando estaba con ella
—Quizás un buen entrenador que me enseñe ¿No jefe? —Le sonreí y Ed se la devolvía—No puedo más—se lanza sobre el suelo agotada
—April vamos, compre todo para preparar pollo horneado, sabes que nos queda divino—noto como la chica niega pero para mí sorpresa Ed se inclina cargándola riendo—Solo exageras—podía sentir mi corazón estrujarse a ver la escena ¿Estaban saliendo? No Ed nunca le haría algo como eso, seguro era un error
—Pero yo preparo el jugo que me enseñaste lo perfeccione—se dirigían a la casa de Edward, no podía evitar sentirme débil, dolía incluso más que cuando Brayan una vez le hizo daño, busco mi celular para llamarlo y noto que baja a April mientras ella sigue a su casa, ve el número, puedo ver en su rostro algo de tristeza, no quería verme—Edward—veo como cuelga para seguirla, no sabía que podía hacer, si debía moverme, huir y llorar pero no quería dejarlo, Edward era egoístamente de ella, nadie se lo quitaría
—Edward—ninguno me había visto pero cuando grito mi mirada se encuentra con la de dolor de él, pude sentir una leve punzada en mi pecho, me estaba evitando, era diferente a las veces anteriores porque era por trabajo pero ¿Qué excusa le daba en ese momento cuando lo había visto? ¿Le diría la verdad? Sentía que eso le dolería más—Vine por ti—sonrió, no quería perderlo, si Edward la dejaba no sabía que iba hacer ¿Podía vivir sin él?
—Esmeralda—me sonríe pero me dolió, reconocía esa mirada, esa sonrisa, recordaba lo mucho que le molestaba cuando lo hacía, su Edward lo había cambiando—Estaba haciendo ejercicio con April
—Te llame pero no contestaste—me acerco a él para ver que April estaba observando hacia otro lado, no me dirigía la mirada, no podía seguir con algo así pero ¿Qué hacía? No dejaría a Edward, nunca, quería estar siempre a su lado
—El celular está adentro—otro golpe más, me mentía siempre había sido sincero con ella, directo ¿Por qué hacia eso? — ¿Entramos? El caso recién lo cerré esta mañana y quise salir a trotar antes de llamarte
—Claro—los tres entramos y noto como April se dirige a la cocina a buscar algo de tomar, parecía que viviera ahí—Entonces ¿Vienes conmigo?
—No lo sé ¿Por qué no para otro día? Aún tengo que ducharme y empacar, pensaba cocinar un poco además prepara las cosas de Doncan porque se quedara con April los días que no esté—no pensaba dejarlo, sentía que si lo dejaba solo, esa mujer se adueñaría de el
—Esperare, no me molesta además Doncan puede venir con nosotros adorara el jardín de Carlos, sabes lo grande que es—me acerco a la cocina donde Ed tomaba agua—Quiero aprovechar el tiempo
—Ed ¿Por qué no vas? —noto como observa a April, me molesto esa mirada parecía a la que solíamos darnos cuando estábamos en la universidad, miradas que solo nosotros entendíamos ¿Por qué? —Me iré a duchar Ed, sé que pasaras unos excelentes días de descanso junto a tu novia—lo sabía aun así ahí estaba
—Gran entrenamiento April—espere ansiosa a que saliera y me cubro la cara para intentar no llorar y calmarme por todo lo que pasaba—Iré a ducharme ¿Estarás bien aquí? Puedes esperar afuera con Doncan, aunque debe estar cansado
—No te preocupes—respiro profundo para verlo y sonreírle—Mientras preparare algo, aprendí algo para darte la bienvenida pero puedo hacerlo aquí rápido
—Estás en tu casa—veo cómo se va por la cocina dejándome sola, me cubro el rostro sintiéndome vulnerable y frustrada
***
Edward y yo nos encontrábamos observando una película en la computadora aunque yo ni siquiera sabía de qué se trataba en mi mente aún estaba la escena que había observado con April, no fue que se besara pero no me gustaba como se veía, tenía años sin ver a Edward tan relajado como en esa ocasión, parecía tenso todo el tiempo hasta viendo algo juntos
Cuando estaban en la sala de computación solía conversar sobre la película hasta acercarse, ella recostaba su cabeza sobre su hombro y Ed hasta se entretenía jugado con sus manos pero ahora tenía una distancia corta pero la veía tan larga, ahora su rostro estaba tenso y parecía pensativo, no quería estar ahí con ella
—Ed iré por algo de beber—lo veo asentir parecía centrado en la película, me levanto para dirigirme a la cocina y abrir la nevera, ni siquiera tenía sed solo quería buscar una manera de solucionar el problema ¿Cómo lo haría? —Solo quiero poder estar tranquila—abro la nevera para observar una jarra de jugo, era del que había quedado de la fiesta, Carlos no lo había botado porque pensó que era desperdiciarlo igual él le había gustado el sabor ¿Debería? —Albert me dijo que no
—Esmeralda está por terminar ¿La detengo? —dejo el jugo y me sirvo algo de leche, sirvo otro para Edward, pronto dormiríamos, él con Carlos y yo sola
—Ya estoy aquí—me acerco a él y le ofrezco el vaso que le lleve—La verdad no le preste mucha atención, es la primera vez que eliges una película aburrida
—Supongo que se me acabaron las sorpresas—sonrió al verlo beber
—Pienso que aun te quedan muchas cosas por mostrarme—me observa, no quería perderlo, podía salvarnos—Ed ¿Me quieres?
— ¿No tendrá alcohol la leche verdad? —rio suavemente—Me dijiste algo parecido cuando estabas ebria hasta terminaste llorando por mi culpa
—Sé que soy muy inestable pero juro que no tiene nada la leche, Angel no anda merodeándome, solo vi a Emma esta semana—bajo la vista—me dijo que hace unos días terminaste el caso—lo observo su mirada me evitaba—También me converso de que Angel parece extraño con ella últimamente y…—si no quería decírmelo no me importaba, estaba con ella
—Necesitaba tiempo—me ve—Por eso no te conteste y busque distraerme, Salí con April a pasar el rato pero no conseguí la solución a lo que nos pasa—estaba siendo sincero, no me engañaba, siento que vuelvo a respirar desde que vi esa escena en su casa, estaba preocupado por mi
—Los vi en a casa cuando llegaron, te veías tan diferente ¿Por qué conmigo siempre pareces estar alerta?
—No puedo permitírmelo Esmeralda, si me dejo llevar todo terminara como lo hiciste ese día y me duele que sea yo el que provoque tanto dolor, solo quería alejarme un poco aunque sé que me necesitas, soy egoísta pero…
—También lo soy—me acerco queriendo sentirlo cerca, quería a Edward más que nada en el mundo—sé que soy egoísta contigo y tú necesitas tu espacio, lo siento por depender de ti pero no lo puedo evitar porque quiero estar tu lado, me esforzare por qué soluciones todo esto
—Sé que dije que tenía que tener paciencia pero a veces no puedo con todo lo que pasa y se tú también tienes tus problemas pero yo tengo los míos
— ¿Es por tu madre y hermana? —Noto como baja la mirada, era un tema que no le gustaba tocar—Esta bien no me lo digas pero sabes que estoy aquí para ti, te apoyare en todo lo que pueda—tomo sus manos, sintiendo el calor rodear mi mano antes se concentraba en eso, su tacto, el calor que trasmitía porque le gustaba tanto esas sensaciones
—No creo que puedas con ellos, tienes suficientes con los tuyos pero me gusta escuchar eso de ti—siento como suelta mi mano—No quiero que te sientas incomoda u obligada a estas cosas
—Quiero hacerlo—tomo su mano nuevamente—Voy a hacer hasta lo imposible para que vuelvas a enamorarte de mí—me sonríe, siento mi cuerpo estremecerse levemente ante su mirada y sonrisa, sentía que era sincera
—Eres una tonta—me jala para rodearme con sus brazos, cierro los ojos concentrándome en el cuerpo de Edward su olor—Nunca he dejado de sentir cosas por ti, te adoro, no hay un día que deje de pensar en ti
—Pero hare que ese sentimiento crezca más, solo espéralo—su calor y olor me envolvían, me gustaba, solo bastaba con concentrarme como Albert me decía, podíamos con eso, lo lograríamos
—Nunca cambias, me sigues sorprendiendo y eso que yo era el que lo hacía en esta relación—rio al sentir su respiración cerca de mi cuello
—Podemos ser los dos—lo veo para verlo sonreír, nuestra relación sí que era una montaña rusa pero podíamos manejarla a nuestro antojo mientras fuéramos sinceros entre nosotros ¿Quién decía que el amor no podía solucionar los problemas? Por el si podía mover ríos y montañas con tal de estar juntos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro