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CAPITULO 27: Objetivo Heil

Juagaba con la pajita de mi batido de chocolate inquieta esperando la reacción de Emma que se había mantenido pensativo después de la locura de que había hecho el día anterior y esa mañana, claro que no había sido explicita solo lo más resaltante que había hecho aun así le daba vergüenza haberse comportando así

— ¿Lo abandonaste? —asiento al ver la cara de asombro de Emma, estábamos en un pequeño restaurante, ya había terminado todo en la oficina temprano y había llegado a un acuerdo que ella me enviaría por correo mi trabajo y yo los llevaría todos listo los viernes y lunes para luego asignar más, los sábados que trabajábamos hasta medio día tendría asistir con ella a las citas de los escritores, ella se encargaba de los nuevos, no trataba con los demás—No puedo creerlo

—Es algo que se me salió de las manos, de verdad entre en pánico pero no del que él cree Emma, solo…—me cubro la cara a recordar—Que vergüenza quizás sea buena idea mudarme a China ¿Qué opinas? Siempre me ha gustado conocerla

—Sí, claro y pobre de Edward pensado que despertó todos tus miedos, ahora entiendo por Angel me llamo esta mañana preocupado por ti—la veo de inmediato

— ¿Le dijiste? Si sabe que estaré en la editorial me va a buscar aunque pudo hacerlo esta tarde ¿Hablaste con el cuándo salimos?

—No Meck ¿Por quién me tomas? Le dije que saldríamos pero no a donde aunque me insistió saber, solo dije que llegaría tarde, me dijo que se quedaría con Ed esta noche hasta tarde, sabe que no va a conseguir nada de mi parte—sonrió, esos dos se conocían muy bien ¿Su relación con Edward llegaría a ser así?

—Lo siento pero es que de verdad no quiero verlo, no al menos hasta que tenga el valor de enfrentarlo, esto es peor que cuando me mostré frente a el por primera vez—escucho que mi amiga toser me levanto ayudándola a pasar el mal trago— ¿Todo bien?

— ¿Cuándo paso eso? —Sonrió y me vuelvo a sentar— ¿Meck?

—Fue hace mucho cuando recién lo conocía, fue una estupidez de mi parte pero me rechazo en esa ocasión como todo un caballero como lleva haciéndolo los ultimo meses al menos los primeros tres intentos—me cubro la cara aun sin poder creer que Edward y yo nos habíamos tocado de esa forma—Emma ¿Qué hago?

—Primero es calmarte, no es la gran cosa, suele pasar, aquí entre nos Angel en la cama es divino, el muy idiota tiene derecho a fanfarronear una vez se lo dije sin querer y no le hable por una semana hasta que me dijo que prometía no sacar el tema con tal de que le volviera hablar

— ¿Me estas proponiendo que haga sufrir a Ed por esto?

—Oh no lo tuyo es diferente—veo que se recuesta de la silla tomando unas cuantas papas que habíamos pedido con nuestras hamburguesas—Pues déjame decirte que tienes que llamarlo hoy mismo si puedes, no quieres que piense que te hizo daño, es importante que aclares eso Meck, el pobre debe estar pensado lo peor en estos momentos

—Pero le envié un mensaje y esta mañana le dije que estaba bien

—Puede pensar que es tu manera de evadirlo así que tienes que llamarlo porque seguro estará en tu casa en cuantos llegues—suspiro porque tenía razón

— ¿Puedo quedarme con ustedes esta noche? —Me ve extrañada—Mis hermanos no están y no quiero estar sola Emma, quiero pasar por algo de ropa

—Bien pero llama a Edward antes de irte a dormir, hablare con Angel—asiento y sigo bebiendo de mi bebida, al menos tenía el apoyo de Emma pero tenía razón, era algo que quería aclararle seguro le daría tiempo para estar tranquila una semana

***

Veo mi celular sobre el colchón donde estaba sentada con las piernas cruzadas, debatiéndome en si tenía o no que llamar aunque era su obligación hacerlo pero no quería tampoco, estaba nerviosa ¿Qué le diría?

Ya estaba cómoda, Angel parece que dormiría en el sofá porque aún no llegaba y Emma le había dicho eso por un mensaje para que ellas pudieran dormir cómoda, no se iba a poder quedar mucho tiempo, estaba contemplando la idea de irse con Henry por unos días al menos hasta que llegaran sus hermanos

—Meck, no lo piense tanto—Emma estaba recostada del marco de la puerta que daba para la sala, no entendía como Vivian en esas casas tan pequeñas pero suponía que era cosa de cada quien—Solo hazlo, prepare unos chocolates

—Eres la mejor—sonrió al verla salir, me enfrento nuevamente al celular y lo tomo antes de seguir pensándolo, marco el número y espero a que suene, esperaba que no contestara pero su suerte era tan mala que al tercer tono pudo escuchar la voz de Ed que solo la hizo ponerse más nerviosa—Hola

— ¿Esmeralda? Te he estado llamado todo el día y no contestas, fui a tu universidad y no estabas ¿Dónde estás? Necesitamos hablar por favor—trago en seco, esperando conseguir las palabras para decirle que no quería pero que no sonora por lo que él creía

—Sí pero no me busques, voy estar muy ocupada esta semana, quiero arreglar unas cosas importantes Ed y no creo que podamos vernos—muerdo mi labio inferior esperando sonar convincente pero mi voz sonaba inquieta

— ¿Piensas que te creeré eso? Sé que te hice daño, no quise, debi detenerme, fue un error, sé que no estabas lista pero tú te veías tan…

—No fue un error tonto—escucho que deja de hablar, el solo recordarla hacia mi rostro arder—Nunca salió de mis labios que me hayas hecho daño tampoco que no me haya gustado Ed, sabes muy bien que quería tanto como tú—por lo menos si había sido sincera y me creería

—Si entonces no es eso ¿Qué sucede? ¿Hice algo mal? — ¿Qué podía haber hecho mal? fue la mejor experiencia que pudo darle

—Fue perfecto como tu pero solo dame esta semana, es cierto que voy a estar muy ocupada ¿Yo te llamo? —escucho que respira profundo como si llevara rato retenido la respiración, eso era estúpido debía salir de ahí para verlo y abrazarlo

—Bien ahora estoy muy tranquilo pero no me culpes por reaccionar así, huiste por la ventana sin decirme nada ¿Qué quieres que piense?

— ¿Podemos hablar después? —Veo a Emma con dos tazas de chocolate—Ha sido un día agotador y estoy cansada—era cierto, además de su huida que fue agotadora tuvo que trabajar con Emma toda la tarde y encima lidiar con todos los problemas que tenía en ese momento

—De acuerdo pero no te me vas a escapar otra vez, te amo—sonrió al escucharlo

—Yo también, descansa—cuelgo y le quito la taza a Emma—listo

— ¿Viste que fue sencillo? —suspiro, ella se sienta en la cama y me recuesto sobre su hombro, quizás debía ir a verlo, escuchar su voz la ayudaba

—Sencillo no es la palabras Emma—escucho mi amiga reír—pero todo bien

—Me alegro—veo que alza su taza— ¿Por el buen sexo? —rio al escucharla

—Angel está influenciado mucho en ti—choco nuestras tazas—Por el buen sexo—definitivamente no tenía amigos normales pero ¿Para qué? Si eran aburridos

***

Escucho atentamente lo que me estaba explicado la profesora que tenía que hacer dentro de una hora por el próximo mes, sería un dolor de cabeza definitivamente ¿Por qué diablos la iba a poner a cargo de adolescentes de 18 años? Si había algo que no le gustaba era dar clases, era aburrido y no le interesaba, estar con 20 muchachos en un aula de clases era fastidioso

Por lo que había entendido le había tocado lo mismo que Edward le había hecho a su grupo aquella vez aunque ahora era diferente, era se encargaría de dictar un curso introductorio a los alumnos para ver si aprobaban para entrar en la universidad, tenía que organizar las clases y también mostrarles la universidad

Ese día les toca conocer al grupo y darles un breve resumen de lo que es la carrera de literatura, no estaba preparada del todo pero se supone que debería saber eso pero quería repasar algunas cosas, por suerte aún tenía una hora la cual estaba corriendo porque el profesor le había dicho que me presentará a mi compañero que sería el que me ayudaría

Ya le había comentado que estaba en procesos de pasantías que harían una excepción conmigo con ayuda de un pequeño incentivo de mi parte y por todo lo que había pasado, al parecer mi compañero era más experimentado en todo eso porque era la tercera vez que lo intentaba y que al pobre le habían dado la oportunidad porque quería en pocas palabras deshacerse de él porque era un alumno un poco problemático, aunque él lo había dicho con palabras más bonitas

Llevaba media hora esperando al dichoso compañero, no lo conocía y ya lo odiaba, de verdad no le gustaba las personas irresponsables y otra cosa que odiaba era esperar, me dijo a la biblioteca diciéndole al profesor que le digiera a mi supuesto compañero que lo esperaría, ese tiempo podía invertirlo aunque tenía que ponerme de acuerdo con él para ver que diríamos

Al llegar a la biblioteca comienzo a sacar los apuntes que tenía y buscar libros referente a la literatura para tomar apuntes, algo me decía que era yo la que terminaría haciendo todo sola por algo había suspendido más de una vez, no le gustaba que se abrocharan de ella, esperaba que no llegara porque definitivamente no estaba de humor para socializar, ya tenía mucho que hacer

—Los chicos nos están esperando, sígueme—levanto mi vista para encontrare con Heil que cargaba una carpeta ¿Era con el que iba a trabajar? Por la hoja que me extiende me confirma que sí, nunca había visto a Heil tan serio

—Heil—me levanto tomando la hoja, reaccionado ante su presencia, no me esperaba verlo ese día, no había ni practicado como pedirle perdón pero ya había dejado pasar mucho— ¿Eres tú eres el que me va a acompañar? —por lo que sabía Heil era un buen estudiante si un poco irresponsable pero al final hacia bien su cosas, era tan inteligente como ella solo que no le gustaba fanfarronear

—Si espero que puedas soportar a un mentiroso por todo un mes—frunzo el ceño y veo como se aleja lo sigo—Solo léelo y me sigues será sencillo

—De acuerdo pero Heil ¿Podemos hablar? Sé que ese día llamaste a Ed y te agradezco que te hayas preocupado por mí pero…

—No debo meterme en tu vida, ya lo sé, no quería tener una muerte en conciencia cuando saliste en esa moto alterada, lo hice por mí, no por ti

—No lo hiciste porque no eres capaz de soportar otra perdida, fue suficiente con la de tu padre, hermano y Fabián, te pone muy inquieto estas cosas

—Esmeralda como me pediste no voy a estar en tu vida pero te pido que tú tampoco estés en la mía—siento un leve remordimiento en mi pecho al escuchar a Heil hablarme de esa manera—Es tarde

—Solo quiero conversar contigo ¿Podemos?

—No soy la clase de persona que lo pisotean de esa manera y van por mas, cruzaste una línea, como dijiste ya tienes mucho en tu vida para que yo te traiga más problemas—noto que se detiene

—Por Dios no puedes culparme, tu madre me dio donde más me duele

—Pero es mi madre, ponte en su lugar Esmeralda—veo que hace para entrar pero me ve—Claro olvidaba que tú nunca piensas en los demás—entra y me quedo observando la puerta por donde se fue, sus palabras me dolieron más de lo que pensé porque tenían razón, nunca mostraba interés por los problemas de los demás a pesar de que yo tuve tanto apoyo

Heil no me estaba pidiendo que ayudara a los demás, le estaba diciendo que quizás debía ver las diferentes perspectivas de las personas antes de actuar, apoyar a sus amigos pensando en ellos como personas que también tienen problema que quizás no sean tan grandes como los que ella solía tener pero eran problemas que le quitan el sueño, como Edward

Odiaba que tuviera razón el muy idiota pero la tenía ahora la pregunta era ¿Cómo reconciliarse con Heil después de lo que lo trato de esa manera? No solía hacer esas cosas seguido pero algo era seguro tenía que hablar con él, estaba segura era que no quería perder una amistad tan valiosa como lo era la de Heil, aunque apenas se conocían hace unos meses pero si algo había aprendido no era el tiempo que importaba si no los momentos vividos con esa personas y con Heil tenía mucho que contar también que le enseño en tan solo 4 meses

***

Observo mi celular, ya eran alrededor de las 8 de la noche ¿Qué tanto podía tardar Heil en el trabajo? Estaba haciendo frio y el nada que salía de la estúpida tienda, ya tenía hambre, si no se daba prisa Emma se iba a preocupar, se iba a quedar con ellas unos días aunque significara dormir en el sofá

— ¿Hablas enserio? —Levanto la vista para ver a Heil, le sonrió—Es tarde

—Lo sé pero soy una mujer muy persistente cuando me lo propongo—veo que rueda los ojos y comienza a caminar lo sigo, al menos sé que no es totalmente ajeno a lo que me pase—Heil solo quiero conversar contigo

—Yo no, solo deja de molestar Esmeralda, no eres la única con problemas y tampoco la única que quiere huir de ellos, evitar escuchar todo eso que te duele, tampoco fuiste la única que se sintió traicionada

—Nunca te traicione, te recuerdo que fuiste el único aquí que mintió

—Claro porque la carpeta que tienes en tu habitación son fotos mías bailando en ropa interior—rio al imaginármelo—Hablo enserio, no me molesto porque oye todos tenemos que desconfiar en las personas es una forma de protegernos, no me molesta que me hayas investigado pero me molesta que te hayas ofendido cuando tú lo hiciste y me pediste que yo no lo hiciera, no lo hice muy diferente que mi madre se sepa el puto caso de memoria y más cuando fue noticia en todo el país

—Al menos estás hablando, es lo que quiero—noto que acelera el paso, lo sigo y pongo frente a el caminado de espalda recordando lo mucho que me gustaba cuando lo hacía—Ed me la dio pero juro que nunca la abrí, quería conocerte yo misma y no atreves de una carpeta, soy muy apegada a mis creencias cuando digo que unas palabras no te definen y se lo que sea que haya en esa carpeta que te tenga tan molesto juro que solo creeré lo que me has mostrado hasta ahora

—Bien por ti—me ve a los ojos, noto una leve mueca, algo parecido a una sonrisa al verme caminar de espalda—Te vas a caer, no es sencillo hacerlo a la primera

—Soy excelente en todo lo que hago y…—tropiezo con algo pero antes de caer Heil me toma de la mano impidiéndome caerme

— ¿Decías? —sonrió y me suelta para continuar con su camino

—Muy graciososñ—lo sigo nuevamente—Déjame llevarte—le muestro mi llavero y escucho su risa al verlo—Solo quiero hablar enserio

—Estamos hablando y creme cuando me juzgan sin conocerme de esa manera y pasan por encima de mi creyendo cosas que no son no hay nada que me haga cambiar de opinión, pregúntale a nuestro compañeros—noto que estábamos en la estación de bus—Me caes bien de verdad pero creo que sigamos con esta amistad no le hará bien a ninguno de los dos, me di cuenta de eso ese día, dos personas dañadas no pueden tener algo como lo que teníamos

—Desde que hace mucho deje de rendirme—me cruzo de brazos—Me vas a perdonar y eso que dices es una mala excusa, si supieras como es que era mi relación con cada uno de los chicos que conociste ese día

—No lo sabré tampoco—noto que un bus se detiene, era el de el—Tratare de no llegar tarde mañana y esmeralda no gastes tus energías en mí, no vale la pena

—Ya verás que sí, no me retes Verhelst—sube al bus y pude apreciar una sonrisa en su rostro, no se la iba aponer fácil pero ella tampoco se rendía fácil

***

Bien en lo que iba de semana Heil no se la había puesto fácil, solo la ignorado y le había aplicado la ley del hielo pero ese día sabía que por lo menos ganaría un estúpida charla sin que ambos se insultaran, era un plan infalible, ella misma lo había planeado porque quería llevarse todos el crédito de que había logrado ella sola esa victoria, ya tenía a Heil no iba perderlo y si no funcionaba  tenía un Angel que estaba dispuesto a ayudarla a secuéstralo sin era necesario pero sin que Edward se enterara por supuesto, seguro y no estaba de acuerdo, lo creí muy capaz de meterlos a los dos en una prisión aunque fuera su novia y su mejor amigo

Ese día era viernes así que no iba a trabajar con él, le tocaba ir con Emma así que sea lo que sea que iba a hacer tenía que ser antes de que terminaran las clases, definitivamente tenían que salir antes, Heil hasta parecía concentrado en la clase, ni siquiera se atrevía a mirarla, estaba de más de decir que no había querido sentarse a su lado por lo que llevaban molestos así que iba a ser complicado llamar su atención

Ni él creía que le estaba prestando atención a la clase del profesor que más odiaba, literatura, eso le recordaba el estúpido proyecto que harían juntos y no tenían nada, tenía que lograr que las cosas volvieran hacer como antes

Envió un mensaje a Heil y me preparo para la actuación de mi vida, confiaba en que entendiera a la primera, tomo un poco de mi botella de agua para esparcirme un poco en la cara y comienzo a respirar rápidamente para luego comenzar a temblar, tenía el celular en mis manos observándolo fijamente como si una noticia impactante me hubiera llegado, pronto el profesor se me acerca

— ¿Se encuentra bien señorita Díaz? —aparto mi mano al ver que quiere tomarla, veo de reojo a Heil que me observaba— ¿Señorita?

—No yo…—toco mi frente frustrada, esperaba que se lo estuvieran creyendo porque yo en su lugar lo haría—Solo quiero aire—toda la clases me observaba antes me molestaría con esas miradas pero en esa ocasión solo me interesaba una sola mirada y puedo escuchar cómo se acerca

—Yo la llevo a la enfermería señor—veo al profesor asentir, tomo mi bolso para déjame tomar por Heil y salir del aula—No puedo creer que me lo creí

—Pensé que por lo menos tardarías más de un minuto—sonrió al ver que suelta mi mano que estaba tibia—Muy observador ¿Qué me delato?

—Que no me viste a los ojos y tus manos, en cuanto al toque dejaste de temblar por lo menos intenta fingir un poco más

—Lo pensare pero si caites a la primera—veo que rueda los ojos—Era mi turno de sacarte de clase, tengo trabajo en la empresa en la tarde

—Lo sé me lo dijiste Esmeralda y si me disculpas, no quiere perder clases

—Sabes que odias al profesor en el fondo me lo estas agradeciendo—saca de mi bolso un pequeño paquete—Esto es algo que llamo el pastel de la paz—lo abre y con crema estaba el rostro de Heil—no soy buena dibujando

— ¿Se supone que soy yo? —asiento y lo escucho reír—Eres una pésima dibujante, dime que por lo menos el pastel si esta bueno

—Se cocinar buenos postres y hacer historias no me pidas más—veo que sonríe y me iba a rebatar el pequeño pastel—Un momento solo es tuyo si me prometes que hablaremos

—Eso es soborno, sabes que amo tus dulces—sonrió porque eso lo sabia

—Por eso lo hice, solo hablar, me escuchas y ya luego tomas la decisión, nada mas ¿Qué dices?

— ¿Solo hablar? —veo que observa el pastel con duda, yo asiento—Bien pero aprovéchame porque ahora tengo gracias a alguien una hora libre, te sugiero que tomes ventaja con el pastel porque me pone de buenas

— ¿Biblioteca? —niega y sonrió al saber el sitio perfecto, lo tomo de la mano para salir de los edificios y acercarme a aquel árbol donde solía esperar a Carlos en mis primeros años estudiando

—Perfecto—me arrebata el pastel y comienza comerlo—Vainilla, das miedo que lo sepas—sonrió al verlo comer—Comienza

—Bien—suspiro para baja la vista—Tienes razón pienso en mi antes que nadie pero no puedes culparme por eso, apenas y estoy sabiendo que es el mundo, antes solo pensaba en lo que necesitaba mi hermano, como protegerlo de toda esa vida que le esperaba, solo deseaba que no sufriera como yo lo hacía hasta que Ed me enseño en ser egoísta pensar en mí en dejarme disfrutar, permitirme sentir cuando antes solo sabía unas palabra en mi vocabulario—lo veo—Dolor, miedo, traición y mentiras ¿Sabes que Brayan era como un príncipe de los cuentos de hadas que aparecen en la televisión? Para una niña de nueve años es mucho—aprieto los puños recordando todos sus tratos

—No todos están interesado en saber la verdad hasta el final, solo creo lo que queremos creer, eso fue lo que hiciste tu conmigo

—Lo sé con Angel pude ver más allá de eso pero no soy persona que le guste pensar en los demás y ya sufrí mucho por eso es que no quería que nadie más entrara en mi vida, solo alejo a las personas y todos los que se me acercan terminan de otra manera sufriendo porque yo simplemente no se tratar de otra manera y es lo que intento cambiar—bajo la vista—Contigo lo hice, crear una amistad desde cero por mí y no por mi historia, por eso te dije que no investigaras nada más además de que me sentía incomoda, no quiero ser la personas que todos creen loca o la tratan por lastima

—Nunca te trate por lastima Esmeralda quizás porque estabas loca—rio al saber que solo era una broma—Pero no te juzgo, tuviste y tienes una vida difícil, está bien pero no estoy capacitado para ser tú amigo, no se hacerlo y estoy seguro que tú tampoco estas preparada para algo así

—No nacemos aprendido Heil y ambos nos equivocamos, me mentiste para protegerte a ti y yo te grite todas esas cosas por protegerme a mí, ambos somos egoístas pero creo que debemos aprender a dejar de hacerlo, el otro día me dijiste que debería dejar de pensar en mi e intentar ponerme en el lugar de los demás, ver las cosas desde otra perspectiva, es irónico porque soy una escritora

—Es lo que intento hacer, comprenderte pero de verdad no puedo pasar por alto tu reacción, creo que merecía más que eso ¿no?

—Sí, creme que me di cuenta de mi error en el momento que llegue al cementerio ese día, me puse en tu lugar aunque no sé qué mierda está pasando en tu vida aunque tu sepas que pasa en la mía pero debo entender que todos tienen problemas como yo, quizás no sean los mismo pero duelen tanto como me duelen los míos

—Esmeralda me alegra que de verdad lo hayas entendido pero nosotros…

—Pensé también en lo que dijiste referente a que estábamos rotos y que no podíamos ser amigos—lo veo a los ojos—Estas en un error porque yo puedo entenderte, solo una persona que ha pasado por tantos problemas como los tuyos pueden llegar a entenderte

—Esmeralda se a lo que quieres llegar…

—Deja que siga, también dijiste que siempre dependía de los demás y tienes razón pero la mitad de mi vida no tuve nadie en quien apoyarme, estuve sola y sé que sabes lo mucho que duele, como te consume, hay cosas que si puedes hacerlo por ti mismo pero el que hayamos nacidos solo no significa que debamos vivir esta aventura que es la vida solos, las cosas son más sencillos cuando estas acompañado y eso lo aprendí por las malas, no te encierres, si no puedes solo grita hasta que alguien venga a tu rescate aprende a confiar en los demás y no pienses que estas solo porque tienes personas que te quieren y se preocupan

—Ellos no entienden Esmeralda, no sabes lo difícil que es…

—No lo sabe, tienes razón pero con que te apoyen y se los expliques un poco lo entenderán, buscaran la manera de ponerse en tu lugar y pensar, vaya Heilerd es un nombre horrible—escucho su risa—Bien Heil debí pasar por mucho como tú te pusiste en mi lugar cuando me conociste ¿O me equivoco?

—Creí que el psicólogo era tu amigo Albert

—Me ha enseñado todo lo que se, te enviare su número estará ansioso por verte de nuevo—Tomo su mano para sonreírle—Ambos tenemos muchas perspectiva, todos los tenemos, vemos el mundo diferente y aunque me duela admitirlo tu madre tiene su propia manera de ver las cosas pero sé que te importa porque en verdad se preocupa por ti, si no a la primera me hubiera recibido con los brazos abiertos sabiendo que era una chica que ante el público era una loca que había atacado a un hombre con un cuchillo

— ¿Hiciste eso? —asiento—Ok creo que con eso es suficiente para que me aleje, debiste decírmelo el primer día porque estoy seguro de que no me hubieras vuelto a ver ahora es tarde para eso

—Y me alegra que lo sea—coloca otra mano suya sobre la mía— ¿Me perdonas?

—Me tienes en tus manos desde que provee el primer bocado del pastel

—Qué bueno porque si eso no funcionaba ya tenía planeado con Angel un secuestro—ambos reímos, me gustaba estar bien con Heil por fin

—Bien Esmeralda—me ve— ¿Quieres cenar esta noche? —lo veo extrañada, sus ojos estaban serios—No será con mi madre pero siento que tenemos mucho de qué hablar—asiento entendido que estaba dispuesto a conversar conmigo de eso que tanto le dolía

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